"WONDERWALL; Hermione Granger"

By August_dann

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❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos est... More

"Prólogo"
El prisionero de Azkabán
⭑ "Primer trauma del año"
⭑ "Nuevas reglas"
⭑ "Draco y su mala suerte"
⭑ "El boggart del armario"
⭑ "Sirius Black"
⭑ "¿Augusta o Hermione?"
⭑ "El partido de Quidditch sale mal"
⭑ "Dia de hospital"
⭑ "Hogsmeade"
⭑ "Un nuevo Rosier"
⭑ "Disculpas y ranas de chocolate"⭒
⭑ "¿Cita?"
⭑ "Como una puesta de sol"⭒
⭑ "Bienvenida con postres a media noche"⭒
⭑ "Salamandras y un perro mañoso"
⭑ "Patronus"
⭑ "Amelie contra Ravenclaw"
⭑ "Una perfecta heredera"
⭑ "Me besaste"
⭑ "Tejones contra Aguilas"⭒
⭑ "Como hacer enojar a un Rosier. By: Draco Malfoy"⭒
⭑ "Black odia a los pelirrojos"
⭑ "¿Potter perdió la cabeza?"
⭑ "Copa de Quidditch"
⭑ "Predicción"
⭑ "Un perro, dos gatos y una rata"
⭑ "Accidentalmente asesine a mi profesor de pociones"
⭑ "El secreto de Hermione"
⭑ "Plumas de azúcar"
El cáliz de fuego
⭑ "Beautiful girl"
⭑ "Starry eyes"
⭑ "Happy birthday, Amelie"
⭑ "Dollhouse"
⭑ "Sunlight"
⭑ "Un ángel en el infierno"
⭑ "Comida hecha de esclavitud"
⭑ "Los increíbles hurones botadores"
⭑ "Maldiciones Imperdonables"
⭑ "Feliz cumpleaños, Granger"
⭑ "Enemigo con rostro bonito"
⭑ "¿Ojoloco Moody?"
⭑ "Potter, the flying boy"
⭑ "Smithereens"
⭑ "When you know, you know"
⭑ "Problemas, problemas y más problemas"
⭑ "Desamor"
⭑ "Juramento Inquebrantable"
La Orden del Fénix
⭑ "Casa Black"
⭑ "Regulus A. Black"
⭑ "Slytherin, Gryffindor and Ravenclaw"

⭑ "Tú"

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By August_dann


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Era una mañana tranquila cuando las tres serpientes decidieron ir a dar un paseo en escoba en el campo de Quidditch, después de todo Amelie le había prometido a Robyn que le enseñaría a jugar, pero primero tenía que aprender a manejar una escoba sin caerse y para sorpresa de ambos hermanos, la niña era impresionante en vuelo, no se había tambaleado ni una sola vez, aun cuando estaba usando la saeta de fuego.

Amelie quedó boquiabierta por la manera en que la niña sabía dar vueltas a la perfección, pues a ella le había costado bastante cuando era joven usar una, aún tenía una pequeña cicatriz en la barbilla a causa de una caída bastante larga, estaba segura de que si su padre no hubiera lanzado un hechizo que la detuvo, ella habría terminado con una fractura, lo cual para su buena suerte no sucedió.

Robyn voló felizmente por todo el lugar, la sensación del viento golpeando su cara era agradable, y aún mejor cuando debajo de ella, los hermanos de ojos plateados la adulaban cada vez que daba una vuelta, solo la inspiraban a ir más rápido, era la primera vez que alguien la apoyada como lo estaban haciendo Amelie y Orion, eso provocaba un calorcito en su corazón.

Dio la última vuelta al campo y bajó hacia las gradas donde fue recibida por la pelinegra quien inmediatamente comenzó hablar rápidamente sobre cómo lo había hecho, parecía una niña pequeña, por otro lado Orion le dio palmaditas en la cabeza como solía hacer con su hermana cuando hacía algo que lo enorgullecía.

"¡Y-y luego tu diste aquella vuelta y no te caíste!, ¡oh-oh y cuando diste un giro! ¡Impresionante! ¡Maravilloso Rob!" Terminó con un suspiro después de hablar tan rápido. La pequeña pelirroja tenía una sonrisa brillante mientras la escuchaba hablar.

"¿De verdad crees que fue impresionante?" Murmuró suavemente.

"¡Fue más que impresionante! ¿Verdad Orio?" Orion llevo su mirada a su hermana y asintió con firmeza.

"Fue increíble Robyn, estoy seguro de que serás una buscadora magnífica!" Le sonrío sinceramente a la pequeña niña.

Ambos niños siguieron hablado de aquello antes de que Amelie recordara que tenían una reunión con Hermione en la biblioteca esta tarde, en la mañana lo acordaron de esa manera, pues aunque la castaña dijera que podía regresar a su sala común sola, Orion creyó que sería peligroso con Black suelto, o con los dementores que merodeaban el castillo.

Por lo que cuando fueron a desayunar las tres serpientes se encargaron de mandarle recados con Augusta de mensajera, Amelie escribía algo y la pequeña gatita lo tomaba entre sus dientes para recorrer por debajo la mesa larga hasta Hermione, quien al principio se quedó ligeramente confundida por aquello. Pero en cuanto levanto la mirada y se encontró con los ojos de los tres Slytherin, quienes en cuanto vieron que ella se dio cuenta de sus miradas, voltearon "disimuladamente" hacia otro lado.

Hermione se rio de los tres en silencio pues Ron y Harry estaban a su lado platicando de manera animada, ellos aún no habían olvidado el incidente con la nueva escoba de Potter, pero a ella no le importaba mucho arreglar las cosas, sabía que lo hizo con una intención buena. Además se la había pasado más tiempo pensado en las interacciones que había tenido con las tres serpientes quienes eran muy diferentes a cómo las planteaba Ron, pues él siempre les decía que los de la casa Slytherin era purista de sangre, arrogantes, maleducados y sobre todo unos idiotas totales quienes solo pensaban en ellos mismo.

Pero la realidad era otra, en su mente recorría la frase de "la casa no hace al mago" pues cada uno podía elegir ser diferente, aunque aveces fuera difícil. Y ella lo había comprobado aquella noche que la pasaron entre risas y trabajo, nunca antes había echo algo como eso, usualmente se concentraba en su tarea, pero por esa vez se permitió dejar aquello aun lado para escuchar las preguntas extrañas que hacía Robyn, o las veces que Orion molestaba a su hermana con cualquier cosa.

Hermione comprobó por sí misma que ellos eran la excepción, Orion no era purista, pues nunca la había llamado por aquel apodo horrible, ni le había hecho alguna burla, fue todo lo contrario, múltiples veces halago su inteligencia, diciendo: "¡Oh, Granger eres brillante!" Cada vez que ella le explicaba algo que él no entendía o no recordaba.

Por otro lado Robyn no era maleducada, aunque hablara muchísimo, Hermione pensó que podría tener energía infinita, pero la niña era sumamente amable, y siempre le preguntaba a ella si algo no le gustaba o si quería tener la palabra. A la castaña casi siempre le decían que se callara, que hablar demasiado era malo, pero a ellos no les importaba escucharla cada vez que explicaba un tema, e incluso se había puesto nerviosa por la atención que estaba recibiendo aun cuando apenas se conocían.

Y por supuesto Hermione no olvidaba Amelie, la niña que siempre estaba en sus pensamientos, creía que ella era realmente bonita, pero una belleza que nunca había visto en ningún lugar, ni si quiera en una obra de arte. Pero ademas de eso, era amable y se preocupaba por Orion y Robyn, no solo pensaba en ella misma, ya que pudo ver claramente como cada vez que alguno le hacía falta algo ella se los daba, ya fuera algo simple como una pluma o pergamino, Amelie no dudaba en dárselos aunque ellos sólo lo quisieran para volarlos en el aire o hacer figuritas extrañas con sus varitas. A Hermione le parecía lindo aquel gesto.

Por lo que sin dudarlo comenzó a gustarle su compañía, así que esa tarde estaría ansiosa por volver a pasarla junto a ellos. (Sobretodo con Amelie).

"...y entonces le pateare el trasero a Potter" finalizó de hablar la pelirroja mientras los tres se dirigían a la biblioteca.

"¿Por qué tienes tantas ganas de patear a Potter?" Le preguntó Amelie con curiosidad pues cada vez que podía decía aquello.

"No se, Draco siempre lo dice" Se encogió de hombros restándole importancia.

"No deberías repetir lo que la rubia teñida dice" Aconsejo Orion y su hermana le dio la razón.

"De acuerdo, ¡entonces le pateare el trasero a los gatitos" Sonrió orgullosa mientras levantaba en alto la saeta de fuego.

"Y tampoco debieras repetir las tonterías que dice mi hermana" Susurro mientras negaban con la cabeza, pero Robyn lo ignoro por completo para chocar los cinco con Amelie quien se sentía orgullosa de su creación.

Ambos niños siguieron caminado hasta llegar a la biblioteca la cual estaba completamente vacía, no había rastro de Hermione por ningún lado, y eso los extraño pues ella siempre era puntual.

Se encogieron de hombros restándole importancia y se acercaron a la mesa que el día anterior habían ocupado.

"¿No es raro que Granger no esté aquí?" Preguntó Orion con curiosidad.

"Bastante, pero ni modo hoy toca descansar y hacer menos trabajo" Le contesto Robyn suspirando tranquilamente y subiendo los pies en la mesa.

"¡Pero si tu no haces nada!" Amelie levanto ambas cejas hacia ella, y la pelirroja se indignó por sus palabras.

"Si lo hago, ¡hablar es cansado Amy! Si yo no pongo diversión en esto, morirías de aburrimiento" Orion a su lado asintió de acuerdo, y Amelie no tuvo otra opción mas que darle la razón.

[...]

Habían pasado alrededor de treinta minutos, y no había ninguna señal de que la castaña apareciera por la puerta, lo cual tenía un poco nerviosa a la ojigris, quien desde que llegó comenzó con el trabajo que debía hacer junto a Hermione, pero a falta de la niña, no tuvo otra opción más que empezarlo ella misma, solo tenían dos días más antes de que regresaran los estudiantes a Hogwarts. Y aunque no lo admitiera Amelie tenía cierto miedo a estar cerca de ella, si sus amigos se enteraban, su abuelo se enteraba, y lo que menos quería eran problemas, por lo que ahora trataría de relajarse lo más que podía antes de pensar que hacer cuando ellos volvieran.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho pasos apresurados entrar por la puerta de la biblioteca, Amelie giró la cabeza para encontrarse con una Hermione completamente desarreglada, parecía que no había dormido en días, además su ropa estaba desordenada.

Entro casi corriendo y se sentó alado de Amelie con un suspiro cansado.

"Vaya, Granger te ves horrible" Su hermano fue el primero en hablarle, y la pelirroja a su lado asintió de acuerdo.

"¿Te sientes bien?" le preguntó Amelie, en un tono preocupado, pues la niña de verdad se veía fatal.

Hermione se quedó quieta unos segundos, para después aclarase la garganta y comenzar a pasar sus manos por su cabello esponjoso, ocasionando que se desordenara más.

"Si, si solo e estado haciendo trabajos y eso" Respondió rápidamente, mientras sacaba de su mochila los pergaminos del día anterior. "Solo quedan dos días, así que deberías apresurarnos, ¿si?"

"Si, pero si no te sientes bien podríamos hacerlo nosotros solos-

"¡No!" Hermione rápidamente la interrumpió, pues no quería que ellos se hicieran cargo de todo, no les correspondía.
"Lo siento...me siento bien, ademas ya nos falta poco" Amelie asintió hacia ella, y con una mirada hacia su hermano no le quedo de otra más que hacerle caso.

"¿Esta vez si habrá libros con dibujos?" Le preguntó Robyn con ilusión en sus ojos.

"No, pero te traje esto" Hermione saco de debajo de todos los libros pesados un cómic de superhéroes que su padre le había regalado hace tiempo. Robyn lo tomo con un sonrisa brillante.

"¡Increíble! ¿Puedo leerlo?" Miro Amelie en busca de aprobación, y la ojigris enseguida asintió en afirmación.

Orion quien también se había emocionado por aquel regalo, se acercó a Robyn para poder ver las imágenes que venían el aquel cómic, aunque ninguno de ellos entendiera que era eso.

"Gracias por eso" Amelie le sonrió y la castaña no dudó en devolverle la sonrisa.

"No es nada, espero que eso los mantenga ocupados"

Y para su buena suerte así fue, los dos estuvieron concentrados en la lectura sin hacer ningún ruido, por lo que las dos niñas tuvieron tiempo suficiente para concentrarse en su trabajo sin ninguna distracción.

Amelie aún necesitaba hablar con su padre respecto a la situación, pero tenía miedo de recibir una respuesta negativa, incluso ella se había negado a contestar las cartas de Draco, estaba segura que le preguntaría sobre su regalo, pero ella no estaba lista para hablar de eso, y mucho menos para discutir con el sobre el hipogrifo.

Ella sabía que era poco probable que su informe ayudara a Hagrid en el caso, pero al menos quería intentar hacer algo por el, pues sentía que la culpa la invadía.

"¿Has hablado con tu padre?" Hermione le preguntó devolviéndola a la realidad. Amelie parpadeo un par de veces antes de jugar nerviosa con sus anillos.

"Bueno...aún no" Respondió sin mirarla, y Hermione comprendió que algo andaba mal, por lo que cambio el tema para evitar incomodarla.

"Bueno, espero que todo esto ayude a Hagrid" llevo su mirada hacia los pergaminos que había esparcidos por toda la mesa, sin darse cuenta de que Amelie miraba su perfil lateral con atención.

"Espero lo mismo" Murmuro antes de apartar los ojos de la castaña.

Ambas niñas trabajan duramente sin detenerse ni un minuto, si había algo en que congeniarán ala perfección definitivamente debía ser en el trabajo excesivo, tanto Amelie como Hermione no se detenían ni un segundo en descansar, preferían acabar algo ahora antes que alguien mas, además eran dos chicas inteligentes, por lo que entenderse no era un problema en absoluto.

Aunque las dos eran de esa manera por razones diferentes, mientras Hermione se desafiaba a ella misma a trabajar duro para ser la mejor debido a su sangre, pues quería demostrar que aunque fuera hija de muggles podía ser una gran maga como cualquier pura sangre, no por nada ahora era llamada "la bruja más brillante", y se sentía satisfecha con aquello, pero siempre era alguien que quería más, y es por eso que ahora carga consiguió aquel giratiempo.

Amelie por otro lado, se esforzaba en cualquier cosa para mantener a su abuelo y madre satisfechos.
Las cosas más simples para ellos tenían que ser perfectas y si no las eran tendrían consecuencias, la pelinegra prefería desgastarse mentalmente en hacerlas de esa forma, que tener que lidiar con los castigos, pues usualmente su madre Adhara se los ponía cuando su progenitor no estaba en casa.
Solo se permitía relajarse y dejar de ser la hija perfecta, cuando pasaba tiempo con su hermano, quien solía preocuparse por la manera en que ella no podía tener un descanso como el. Y aunque no lo admitiera Amelie estaba un poco celosa de su libertad, pues los ojos de ambos adultos estaban en ella todo el tiempo, siguiendo cada error que tenía, pero nunca seria capaz de decirle aquello, porque muy en el fondo amaba a su hermano más que nada.

Amelie parpadeo un par de veces para enfocar su vista, había pasado bastante tiempo mientras se concentraban en su pergamino, ya era algo tarde porque su estomago estaba rugiendo de hambre y eso solo podía significar que era hora de la cena. Levantó su mirada para ver a su hermano y a la pelirroja aun concentrados leyendo, debes en cuando se susurraban algo y se reía, pero no pasaban de eso.

Siguió mirando sus expresiones que cambian cada segundo, hasta que sintió un peso en su hombro derecho, se tensó al instante y llevó su atención hacia Hermione, quien ahora se encontraba recargada en ella.

"Granger" susurro suavemente moviendo su hombro para tratar de llamar su atención, pero la castaña parecía no querer moverse. "Oye Granger" La movió una vez más, hasta que se dio cuenta de que estaba completamente dormida, y Amelie se sintió mal por ella.

Miro su pergamino, el cual aun le faltaba una cuarta parte, y luego llevo su vista hasta el de Hermione quien parecía haberlo acabo por completo, y no pudo evitar reírse de ella, pues aunque la niña estuviera cansada desde el principio, no había dudado en acabar primero su trabajo para después quedarse dormida.

"Oye Amy, parece que tienes un pequeño problema" Hablo su hermano ganándose su atención. Amelie lo miro con el entrecejo fruncido.

"Cierra la boca" Murmuro para evitar despertar a la niña, pues creía que necesitaba descansar un poco, aunque ella se estuviera muriendo de hambre le permitiría quedarse dormida en su hombro al menos unos minutos más.

Robyn se levantó de su lugar y se estiró.
"Tengo hambre" Le hablo a la pelinegra.

"¿Ya terminaron con el librito ese?" Preguntó señalando el cómic que Hermione les había regalado.

"¡Si! ¡Es increíble Amy, tienes que leerlo!" Exclamó Robyn con emoción sujetándolo entre sus manos y alzándolo en el aire como si de un trofeo se tratase.

"De acuerdo, pero será en otro momento, ahora me quedaré aquí a terminar con esto" Orion la miro con un puchero al escuchar sus palabras.

"¿No vamos a cenar?"

"Pueden adelantarse, iré una vez acabe y despertaré a Hermione para que vaya conmigo" Robyn no espero a que terminaran de hablar pues ya había comenzado a salir por la puerta de la biblioteca, en su mano aún llevaba aquel cómic de superhéroes.

"¡No te tardes Amelie!" Le gritó antes de desaparecer por la puerta.

"¡Rob! ¡espérame!" Susurro Orion si querer despertar a la castaña. "No te tardes Lie, y recuerda no irte muy noche, si veo que no llegas en 20 minutos vendré a buscarte" La señalo con el dedo, a lo que ella asintió rápidamente para que se fuera.

Orion miro a Hermione unos segundos y luego le dio palmaditas en la cabeza para después salir corriendo detrás de Robyn.

Amelie lo miro irse, y suspiro con pesadez antes de terminar con la última parte de su informe, su hombro derecho estaba comenzado a hormiguearle pero aún así no se movió en absoluto, prefiriendo soportarlo antes que molestar a Hermione.

Paso diez largos minutos escribiendo en aquel pergamino, tratando de mantener su mente alejada de la sensación extraña que le causaba la castaña a su lado, quien dormida plácidamente, su pecho subiendo y bajando con tranquilidad.

Amelie se dio cuenta que en ocasiones temblaba levemente, por lo que pudo entender que la niña tenía frío.
Así que una vez termino su pergamino, cerró los libros a su alrededor y los guardo con cuidado en la mochila perteneciente a la niña castaña. Una vez terminó de acomodar todo llevo su vista hacia Hermione, pensando en cómo despertarla para ir a cenar.

"Oye Granger, tenemos que irnos" Movió su hombro un par de veces para llamar su atención. "¡Granger!" Hablo más fuerte golpeando su frente con sus dedos, lo que provocó que la castaña abriera los ojos de golpe para sobarse.

"Ay, ¿y eso por qué?" Miro a todos lados desorientada, para finalmente encontrase con la sonrisa avergonzada de Amelie.

"Lo siento, no quería asustarte, pero tenemos que ir a cenar" Hablo mientras comenzaba a desenredar su bufanda verde.

"Oh, ¿me quede dormida?" Preguntó Granger tallándose los ojos suavemente, hasta que sintió como le colocaban algo en el cuello, entonces quitó las manos de sus ojos solo para ver como Rosier le ponía su bufanda acomodándola lo mejor posible.

"Si, y pude ver que tenias frió, no dejabas de temblar" Amelie se alejo de ella para empezar a levantarse de su lugar y con cuidado se colocó la mochila de Hermione en el hombro. "Vamos Granger, vayamos a cenar que muero de hambre" Le estiro la mano para se levantará de su lugar pues la castaña parecía perdida en sus pensamientos.

"Oh claro, gracias" murmuro mientras tomaba la mano que le ofrecían. "Puedo llevar mi mochila".

"No, estoy bien así, solo tenemos que apresurarnos porque si no mi hermano vendrá a buscarnos"

Ambas niñas salieron de la biblioteca a pasos rápidos, pudieron observar por las ventanas que el sol comenzaba a esconderse, lo que significaba que ya era bastante tarde.

"Lo bueno es que terminamos a tiempo, mañana solo lo pasamos a limpio y se acabo" Hablo Amelie llenado en pasillo vacío con su voz, la castaña inmediatamente puso sus ojos en ella, observando cómo la luz del atardecer se reflejaba en su ojos claros.

"¿Vendrás conmigo cuando se lo entregue a Hagrid?" Le preguntó un tanto insegura.

"¿Quieres que vaya?" Amelie giro su cabeza para encontrase con los ojos avellana de Hermione, quien asintió rápidamente.

"Por supuesto, después de todo la mitad del trabajo es tuyo" Le sonrió con sinceridad y Amelie se sintió halagada.

"Bueno si, pero no creo que sea buena idea"

"¿Por qué no?" Cuestionó Hermione confundida

"No quisiera incomodar, después de todo soy amiga de Draco, y él podría creer que pienso lo mismo que el"

Hermione se quedó callada creyendo que tenía razón, pero no por parte de Hagrid si no por parte de Ron, quien definitivamente no dudaría en lanzarle palabras desagradables, y eso era lo que menos quería la castaña.

Se quedaron en un silencio tranquilo mientras caminaban hacia el gran comedor, Amelie seguía cargado la mochila pesada de Hermione. Quien no pudo evitar hablar ante el silencio que habitaba entre ellas.

"¿Por qué eres tan diferente ahora Amelie?" Le preguntó suavemente con curiosidad y la menciona la miro confundida, mientras pensaba en que responder a algo que no entendió.

"¿Diferente? ¿En que sentido?"

Hermione se quedó unos segundos pensando en una respuesta correcta, y una que no la incomodara o la hiciera sentir mal.

"¿Por qué eres diferente a los otros Slytherin?" Preguntó con cuidado y Amelie apartó la mirada de ella rápidamente.

"No lo soy, soy igual al resto de ellos" murmuro con los ojos puestos en el suelo, y comenzó a jugar con sus anillos de manera nerviosa, la castaña anotó aquel gesto en su memoria.

Antes de que Hermione pudiera replicar lo que ella dijo, Amelie siguió hablando.

"...Pero no todos los Slytherin tenemos la misma moral" Hermione la miro confundida, sin entender que quería decir con aquello.

"¿Qué significa eso?" Cuestionó Granger, queriendo que la niña respondiera a todas sus dudas para poder conocerla mejor. Amelie llevo sus ojos plateados hacia ella y sin apartar la mirada le respondió.

"Significa que tanto yo como ellos pertenecemos a la misma casa con las mismas características, somos ambiciosos, inteligentes, y muy astutos, por eso somos Slytherin, sin embargo cada uno fue criado de manera distinta y al mismo tiempo igual, por que al final y al cabo, somos nosotros quiénes escogemos a donde queremos ir" Término de explicar escogiéndose de hombros, sin darse cuenta de la mirada brillosa de Hermione en ella.

"¿Eso quiere decir que tu nunca tuviste los mismos pensamientos que ellos?" Preguntó con nerviosismo en su voz, no queriendo saber la respuesta pero al mismo tiempo anhelando escucharla.

"Si, pero cambié de opinión..." Susurro avergonzada de sí misma, y recordando todo lo que tuvo que pasar hasta llegar a la aceptación.

"Oh, ¿Qué te hizo cambiar de opinión?" Susurro de la misma manera, como si de un secreto se tratase, ambas se habían acercado hasta que sus hombros se rozaban pero estaban metidas en su conversación para notarlo.

"...tú" Amelie respondió sin titubear y Hermione se quedó parada sorprendida por su respuesta, la pelinegra estaba demasiado avergonzada para mirarla por lo que se quedó quieta en su lugar mirándose los pies.

"¿Yo? ¿Por qué yo?" Tartamudeo Hermione sus ojos parpadeando en la espalda de Amelie.

"Porque me hiciste creer en lo que mi padre me enseñó, el siempre me dijo que la sangre no importaba, y nunca le creí, prefería aferrarme a lo que mi abuelo me había enseñado, a lo que mis amigos creían, todo el tiempo fui como ellos una niña patética y engreída" Contestó con veneno en su voz, y podía sentir sus ojos picar con lagrimas que se negaba a derramar. "Pero entonces llegue a Hogwarts y te conocí, Hermione Jean Granger, una hija de muggles quien a pesar de tener la sangre manchada era extremadamente inteligente" Voltio a mirarla mientras hablaba.

La luz del atardecer entraba por la ventana dándoles directamente a ambas que ante sus ojos parecían brillar en un suave anaranjado celestial, y Hermione pensó que la piel blanca de Amelie podía mezclarse perfectamente con cualquier cosa, incluso con ella.

"Y fue gracias a ti que llegue a mi conclusión" finalizó para después sonreírle, una verdadera sonrisa genuina que hizo temblar a la castaña por completo.

"¿Cuál conclusión?" Hizo la última pregunta de la noche, y Rosier no pudo evitar responderle.

"Que ni la sangre o su familia, hacen al mago" Miro a la ventana, para ver como el sol se escondía por completo, dejándolas a ambas en una oscuridad tenue, las únicas luces provenía del pasillo que conducía hacia el gran comedor, donde se podía escuchar a lo lejos las dos serpientes ruidosas que Amelie tenía por amigos.
"A menos que tu seas especial, porque si es así, entonces me habré equivocado" se rió brevemente y Hermione hizo lo mismo, podía sentir sus mejillas arder, pero era lo que menos le importaba ahora.

Granger se aclaró la garganta nerviosa, ahora más que nunca quería conocer a la niña, y sabía después de sus palabras no habría manera de que ella se alejara, por lo que tendría tiempo suficiente para saber todo sobre Amelie Rosier.

"Me alegra saber eso, gracias por decírmelo" Hermione camino hasta llegar a su lado indicándole con la cabeza para que siguiera caminando y la pelinegra le hizo caso de inmediato.

"No hay de que" Ambas caminaron hasta llegar a la entrada del gran comedor donde pudieron visualizar a sus amigos, Orion levantó la mano hacia ella para que se acercara, y Amelie asintió no sin antes entregarle su mochila a Hermione quien se la pidió amablemente.

"Bueno, y ahora que ya sabes eso, ¿podemos ser amigas verdad?" preguntó Rosier nerviosa cuando estuvieron a unos metros de la única mesa del comedor, en donde todos las miraba de manera curiosa (a excepción de Orion y Robyn).

Hermione sintió un pequeño pinchazo en su corazón, pero se limitó a sonreír en grande ante sus palabras ignorando las voces en su cabeza que le gritaban sobre sus sentimientos, mismo que encontraba extraños.

"Si claro, amigas"

Amelie al escucharla se sintió satisfecha, y dio terminada la conversación para salir caminado a pasos firme hasta su hermano, quien le había guardado un lugar.

"¡Hasta que llegas!" Se apresuró a hablarle de Robyn, mientras le arrojaba el dichoso cómic enfrente de ella.
"Tienes que ayudarnos, el tonto de Orion piensa que Spiderman es demasiado amable..."

"¡Es la verdad! !¡Lie no puede opinar ella no lo a leído!" La señaló con un dedo, y Amelie le dio un manotazo para después comenzar a servir su cena.

"No pero puedo hacerlo" Y sin otra respuesta tomo entre sus manos aquel cómic, y comenzó a leerlo con cuidado, de fondo se seguía escuchando la pelea entre Orion y Robyn, quienes creían tener la razón, pero al final ella sería quien la tendría.

Hermione se sentó cerca de Harry, quien levantó la comisura de sus labios en una pequeña sonrisa, su enojo ya había desaparecido, y la castaña se permitió relajarse en su lugar.

La castaña toda la cena, repitió la conversación que tuvo con Amelie, enterró la nariz en su bufanda verde para aspirar el olor a dulces que está desprendía y sin disimular para nada sus ojos avellana estaban puestos en el otro lado de la mesa. Para ser más exactos, en el rostro de Rosier.

Y muchas preguntas llegaron a su cabeza, preguntas que ahora no tenían respuesta, pero Hermione estaba segura de que en algún momento las tendría, ella siempre se esforzaba por obtener lo que quería... y que Rosier respondiera a sus dudas no sería la excepción.








Ya anda enamorada la Hermione. :))))

Subí el capituló tarde porque apenas lo edité, lo siento gente<3

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