Había caminado mucho, estaba exhausta y a mi alrededor tan solo había tierra árida. Con desesperación miré el espléndido anillo de oro que lucía en mi mano. Era lo único valioso de lo que disponía y, sin embargo, en aquel lugar no me servía de nada. Sin agua ni comida no sobreviviría.
Deseé retroceder, pero no me quedaban fuerzas. Me dejé caer sobre la ardiente tierra y, de pronto, vi una planta que yacía sin vida. Me entristecí tanto que una lágrima rodó por mi rostro y fue a parar sobre la planta marchita. Y ocurrió algo increíble: la planta revivió, reverdeciendo en tan solo unos pocos segundos.
Entonces recordé algo que había olvidado por completo: en el bolsillo de mi pantalón llevaba un puñado de semillas que me había regalado mi abuela antes de partir de viaje. Las sembré en aquel árido suelo y, para mi sorpresa, comenzó a llover. A una gran velocidad, las semillas germinaron, florecieron y me dieron sus frutos que yo comí con indecible alegría. De los frutos obtuve más semillas que planté y así, en cuestión de días, conseguí que aquel árido lugar se convirtiera en un frondoso bosque.
Enseguida empezaron a venir animales de todas las especies y también personas. Las personas vieron mi anillo y maravilladas me nombraron la reina de aquel lugar, yo acepté, pero les aclaré que no sería la reina debido al anillo sino gracias al primer puñado de semillas que planté, lo único verdaderamente valioso que llevaba conmigo.
RETO: Escribe un microrrelato inspirado en una noticia. En mi caso me inspiré en la noticia cuyo titular es "La increíble historia de Antonio Vicente, el hombre al que tildaban de loco y que plantó su propia selva" publicada en BBC News Mundo.