- XXXXXXXXXX -
Tn POV - Marzo 9, 2001
Llevaba meses ahorrando, todas mis propinas y una parte de mi pago diario para irlo a ver, para volver a ver a Richie.
Llevaba varias horas sentada en el tren camino a Nueva York ya que había leído que su próximo show sería allí.
Me bajé del tren y tomé mi pequeña mochila para comenzar a buscar la dirección y para no perderme tuve que comprar un mapa.
Pasé varios minutos buscando la dirección del teatro y una vez la encontré tuve que pedir un taxi.
En solo esas dos cosas tuve que pagar un total de veinticinco dólares, solo esperaba no tener que volver tan pronto a Ohaio.
Al llegar al teatro pude ver una fila para comprar las entradas y supuse que para que me dejaran pasar tendría que hacer lo mismo así que me formé.
Quince minutos después finalmente pude comprar la entrada que me costó quince dólares.
Al entrar al teatro comencé a mirar al rededor, era enorme y para mi mala suerte tenía un asiento algo alejado del escenario.
Decidí acercarme al escenario antes de que el teatro se llenara por completo.
- ¿A dónde cree que va? - Un guardia de seguridad me impidió el paso y yo di un paso hacia atrás.
- ¿Puedo ir a ver a Richie?
- Disculpe, ¿Quién se cree que es para pensar que puede verlo? - Me cuestionó otro hombre de seguridad.
- Lo conozco, de la niñez - Respondí - De verdad.
- Otra fanática que lo jura - El primer guardia se paso una mano po el cabello tomando una larga inhalación.
- No soy una fanática, enserio lo conozco y él a mí - Aseguré - Solo quiero verlo.
- No vamos a dejarla pasar porque no tiene pruebas de conocer al joven Tozier - Respondió avanzando haci mí y yo di un paso hacia atrás.
- Él se los puede decir, no necesita venir aquí ustedes pueden decirle... - Pedí juntando mis manos - Solo díganle que Tn Denbrough lo busca.
- Esta preparándose para su show y no debe ser distraído - Habló el segundo guardia.
- Solo le pido eso - Lo miré - Nada más.
- ¿Qué está pasando? - Un hombre algo bajito llegó y miró a los dos hombres y luego a mí - ¿Quién es ella?
- Jura conocer al joven Tozier - Le informaron.
- Es la tercera fanática en querer pasarlo a ver este mes - Los reprendió.
- No soy una fanática - Aseguré - Él me conoce, solo les pido que le digan que Tn Denbrough lo busca.
- Mire señorita, mejor váyase si no quiere que la saquen a la fuerza - Me pidió el hombre.
- Les estoy diciendo que lo conozco, ¿Qué les tengo que decir para que me crean? - Tomé aire - ¿Qué vivía en Derry? ¿Qué tiene una hermana mayor por cinco años? ¿Qué viene de una familia adinerada? Les puedo decir incluso que tiene un lunar en el hombro derecho.
- Wow, cálmese - Uno de los hombre me tomó de un hombro con fuerza.
- Váyase si no quiere que llamemos a la policía - Me advirtieron.
- Bien, gracias por nada - Me solté del agarré y me di la vuelta.
Salí del teatro porque ya ni siquiera tenía ánimos de ver el show, no quería nada.
Caminé con las lágrimas amontonadas en mis ojos porque todo este viaje, mis gastos, mis ahorros, todo, no habían servido para un carajo.
Llegué a la estación de tren después de estar caminando por horas y compré el boleto para volver a Ohaio, quedarme más tiempo no me iba a servir de nada.
...
Al llegar a mi apartamento solté un grito tan lleno de rendición, de ira, de impotencia y luego me senté en él suelo cubriendome la cara mientras lloraba.
Mi celular vibró recibiendo el quinceabo mensaje del día y yo solo lo tomé con rabia y lo arrojé lejos.
Me levanté molesta con el mundo, no quería nada ni saber de nadie.
Entré en el baño y me miré en el espejo notando mis ojos rojos e hinchados.
Abrí el cajón de abajo al lavamanos y aunque pareciera estúpido debía descargar mi rabia y esa forma fue cortando mi cabello.
Veía los mechones largos y negros caer al suelo con cada corte, mi tía se hubiera infartado al verme con el cabello a mitad del cuello pero no me importó.
Había intentado cambiar lo más poco posible físicamente para cuando me volviera a encontrar con Richie me reconociera fácilmente, pero eso no iba a pasar así que eso era lo que menos me importaba.
...
Actualidad
Desperté y me levanté un poco apoyándome con mis brazos para mirar a mi alrededor. Richie no estaba.
Me levanté y me vestí de prisa para dirigirme al baño pero tampoco estaba ahí y al salir noté que su maleta tampoco estaba.
Se había ido, me había utilizado para tener sexo y posiblemente calmarle las ganas y luego largarse.
Solté un gritó lleno de rabia y sentí mi garganta arder por eso.
Salí de su habitación y entré en la mía para ducharme, no quería tener el sentimiento de su piel, de su tacto.
Arrojé mi ropa con odio hacia una esquina y entré en la ducha con el agua hirviendo y comencé a tallar mi piel con fuerza con una esponja para borrar cada sentimiento de su tacto.
Salí de la ducha y me lavé la boca metiendo el cepillo casi en mi garganta hasta que vomité.
Volví a lavarme la boca y salí del baño para cambiarme.
Me coloqué el pantalón con el que había llegado a Derry y la camiseta de Béisbol que me quedaba enorme.
Saqué el boleto de autobus a Lincoln de mi otro pantalón y lo guardé en mi bolsillo para luego salir de mi habitación.
- ¿Y Richie? - Preguntó Beverly al verme bajar.
- Se fue - Respondí.
- ¿Cómo que se fue? - Cuestionó Ben y me di la vuelta para verlo.
- Se fue simplemente, no pude detenerlo - Me dirigí a la salida.
- ¿A dónde vas? - Preguntó Beverly.
- A la biblioteca, los veo allá - Salí del hotal y comencé a correr en dirección a la biblioteca.
...
Al llegar no vi a Mike, pero si escuché ruidos en la parte de arriba.
Caminé escuchando atentamente para ir en la dirección correcta.
Al llegar al lugar vi a Mike forcejeando con alguien, con Bowers.
Me dirigí a Bowers corriendo para que no le hiciera nada y ambos caímos al suelo, solté un quejido por el impacto.
- Denbrough - Lo escuché hablar y yo me levanté para darle algo de pelea - ¿Sabes cuánto he esperado para matarte?
Me dio un bofeton tirándome sobre una mesa que se rompió bajo mí y me levanté adolorida pero me tomó del cabello y me arrastró mientras yo tomaba su mano para que soltara y luego me lanzó entre algunos estantes.
Se sentó sobre mi abdomen mientras yo me movía intentando quitarmelo de encima y él levantó su navaja para clavarmela pero detuve su brazo en el aire.
Hice fuerza y logré hacer que la soltara así que sonreí por eso, pero la sonrisa no me duró más de dos segundos porque me tomó del cuello comenzando a hacer presión.
- Suelta... - Intenté tomar aire pero apretó más su agarre - Suéltame.
Sentí mi garganta palpitar y mi cabeza calentarse por la falta de aire.
Intentaba hacer que me soltara rasguñando sus brazos e intentaba llegar a su cara para lastimarlo y evitar mi muerte pero no lo lograba.
Su agarre tomo fuerza de nuevo y yo abrí la boca buscando aire mientras movía las piernas.
El aire me faltaba y la presión en mi cuello era inmensa. Seguí intentando soltar sus manos de mi cuello sin muchas fuerzas pero volvió a apretar con fuerza y mi cuerpo se adormeció.
Mis manos cayeron a mis lados mientras poco a poco mis ojos comenzaban a cerrarse.
...
Richie POV
- Debería volver, los abandoné, la abandoné - Hablé para mi mismo en mi auto - ¿De qué demonios estoy hablando? A la mierda, que se vayan a la mierda.
Me detuvé al ver la iglesia en la que solo yo estuve presente durante el Bar mitzvah de Stan y pude notar como su nombre seguía en la boleta.
Julio 20, 1989
- Al reflexionar sobre lo que acabo de leer aparece la palabra Leshanot varias veces, qué significa cambio y transformación... - Stan hizo una pausa y me miró - Lo que tiene sentido ya qué hoy me convertiré en hombre.
Tomó aire profundamente mientras yo estaba completamente aburrido y no estaba del todo concentrado.
Solo pensaba en que llevaba casi un mes sin ver a Tn, no habia sabido nada de ella desde ese día en la casa de Neibolt.
- Aunque es curioso. Todos tenemos recuerdos que nos hacen sentir orgullosos, y tal vez por eso nos da miedo cambiar. Porque lo que quisiéramos dejar atrás... Los susurros que queremos silenciar, las pesadillas de las que nos gustaría despertar, los recuerdos que quisiéramos cambiar, los secretos que creemos que tenemos que guardar y los estereotipos que queremos cambiar... Son lo más difícil de dejar atrás. ¿Lo bueno? ¿Las imágenes que desaparecen de nuestra mente? Esas piezas que crees que son las más fáciles de perder. Tal vez no quiero olvidar, porque hoy se trata de eso ¿No?... De olvidar.
- Gracias Stanley - Intentó detenerlo su padre.
- No, porque se supone que hoy me convertiré en un hombre pero no me siento diferente - Comenzó a caminar pero se detuvo al llegar al máximo del cable y se dio la vuelta para ver a su padre - Sé que soy un perdedor, sin importar qué, siempre seré un maldito perdedor.
Stan salió de la iglesia y yo me levanté de mi asiento para aplaudir porque se necesitaba de gran valor para enfrentarse a nuestros padres, el valor que a mí me faltaba.
Mi madre me tomó del brazo y me hizo sentarme porque las personas nos estaban mirando.
- Comportate Richard - Me pidió en susurros - Ya haz llamado bastante la atención al insistir ponerte ese traje, no la llames más.
Bajé la cabeza avergonzado, si Tn hubiera estado aquí no le habría molestado, incluso me habría alentado.
...
- Siempre tuviste razón hermano - Hablé sentado en la misma banca de hace diez años.
Salí de la iglesia decidido a volver pero un recuerdo me invadió, uno que me hizo seguir adelante con mi decisión de irme.
- ¿O me vas a decir que antes no eras marica?
Me había insultado, había utilizado con lo que se burlaban de mi para ofenderme porque no soportaba que Tn me hubiera perdonado, porque no soportaba que estuviéramos juntos.
Volví a subir a mi auto y aceleré para irme del pueblo, no iba a quedarme y aunque me sintiera mal por dejar a Tn de esa forma, no iba a permitirme ver que el payaso le hiciera algo.
Me detuvé al llegar a la estación de autobuses y me bajé del auto mirando hacia ésta.
Recordaba lejanamente lo que había pasado, hasta ahora.
Fue cuando saqué a Tn de Derry porque estaba hostigada, cansada de todo, cuando la llevé a Lincoln.
Saqué el medallon que me había dado y lo abrí, observé su foto y pude reconocer un pez Koi de fondo.
Recordé la felicidad de ella en ese acuario, la emoción viendo los peces y lo mucho que le gustaron los Koi.
No podía dejarla, no podía permitirme no volver a verla. Ya habíamos estado separados diez malditos años, no iba a volver a perderla y mucho menos la abandonaría después de haber hecho lo que hicimos.
Volví a subir al auto y di la vuelta en dirección a la biblioteca, porque si de verdad íbamos a poder detener a Eso no iba a permitirme apartarme de su lado.