Bienvenida a Derry // Richie Tozier [✔️]

Temp 2 - Cap 11

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Tn POV

Al día siguiente estaba demasiado nerviosa y no sabía a qué se debía, no sabía si era por mi ataque de pánico del día anterior o por el constante pensamiento de que debía decidir cuando conocer a los padres de Richie.

Me había estado mordiendo las uñas desde la tarde anterior por lo que tenía las uñas débiles y ya estaban totalmente al borde de mis dedos y tenía costras.

- Ya - Salté en mi lugar y miré a Bill.

Todos nos miraron y que estábamos en deportes, extrañamente nuestro horario había coincidido para esa clase.

- Te llevas mordiendo las uñas desde ayer, ya casi ni tienes uñas - Rodé los ojos - Ya tienes costras.

- No es enserio - Miré a Richie ue fue quien habló.

- Mirale las manos y te darás cuenta - Miré ml a Bill y Richie tomó un de mis manos.

- ¿Por qué te las muerdes? - Preguntó.

- Estoy nerviosa, solo eso - Respondí y oculté mi cara entre mis manos.

- ¿Por qué estás nerviosa? - Preguntó Bev.

- Sí, ¿Por qué estarías nerviosa? - Apreté los labios mirando a Stan.

- Por nada - Aseguré.

- Díselo a tu pierna - Noté que Eddie tenía razón y que estaba moviendo mi pierna izquierda de arriba a abajo.

- Puedes confiar en nosotros Tn - Me animó Ben.

- Es que... - No sabía si decirles de mis dos preocupaciones o solo una.

- No vayas a evadir - Advirtió Bill - De verdad estás de los nervios.

Sentí la mirada de todos sobre mí, me sentí ostigada en ese momento y me preocupo tener otro ataque de pánico como el del día  anterior.

El silbato del entrenador sonó y yo me sentí demasiado aliviada de poder posponer esa conversación un poco más.

Todos bajamos de las gradas para hacer un círculo en mitad del gimnasio.

Seguía atormentandome con lo ocurrido, estaba estresada y preocupada, ni siquiera había podido probar bocado ni en la escuela ni en mi casa.

Me sentía agotada porque probablemente la noche anterior solo había dormido tres horas ya que ni siquiera pude pegar un ojo.

El silbato volvió a sonar y supe que era la señal de que teníamos que correr al rededor del gimnasio.

Lo hice junto con los demás. A pesar de estar sin mucha energía no me detuve a poner excusas y sabía que si nos cansamos teníamos un botella de agua con nuestro nombre en la primera grada.

Pasados dos minutos me acerque a ésta y busqué la botella que tenía mi nombre.

La tomé una vez la encontré y bebí un gran sorbo de agua. Aparté la botella al sentir que el sabor era algo raro pero no le di importancia.