Midnights ✨ || Casi Ángeles

Per just4cherry

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Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél... Més

MIDNIGHTS | REPARTO
MIDNIGHTS | PORTADAS
MIDNIGHTS | INTRODUCCIÓN
HOY: ESPERANZA
HOY: CENICIENTA
HOY: REYES MAGOS
HOY: EL RULO VUELVE
HOY: EL ELEFANTITO ROSA
HOY: BAJO OCHO LLAVES
HOY: TUS DESEOS SON ÓRDENES
HOY: RETRATOS DE FAMILIA
HOY: HASTA EL SANTO DESCONFÍA
HOY: EL AMIGO INVISIBLE
HOY: MISIONES
HOY: SIGUE AL CONEJO BLANCO
HOY: HAY UN LUGAR
HOY: REVIVALS
HOY: BAUTISMO
HOY: EN EL NOMBRE DEL PADRE
HOY: EL SENTIDO DE LA VIDA
HOY: DÍGALO CON MÍMICA
HOY: EL BUSCADOR
HOY: PASTORCITO MISTERIOSO
HOY: CARETAS
HOY: EL ESCUDO
HOY: EL REY LEÓN
HOY: DE UNA MANERA O DE OTRA
HOY: COMEDIA ROMÁNTICA
HOY: INCONSCIENTE
HOY: EL MONSTRUO BAJO LA CAMA
HOY: LA RESISTENCIA
HOY: PRUEBA DE AMOR
HOY: NOS VEREMOS OTRA VEZ
HOY: LINDA Y CIELO
HOY: UN DÍA EN LA CASA DE LA ABUELA
HOY: EL TRADUCTOR
HOY: SNOW ON THE BEACH
HOY: TODOS PARA UNO
HOY: DOS
HOY: DE CABEZA
HOY: NO HAY TIEMPO
HOY: EL PLACER DE LOS DIOSES
HOY: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
HOY: ROMPECABEZAS
HOY: BAJO MI PIEL
HOY: EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
HOY: LA EDAD DE LOS POR QUÉ
HOY: SEIS HORAS ANTES
HOY: PALITOS CHINOS
HOY: LA TELENOVELA
HOY: SALE
HOY: ÁNGELES CAÍDOS
HOY: QUIERO
HOY: ESCALADA
HOY: EUFORIA
HOY: SORPRESA
HOY: ¿QUÉ SOMOS?
HOY: GRACIAS
HOY: MELODY DESENCADENADA
HOY: SUPERAR AL PADRE
HOY: ISLA FLOTANTE
HOY: LA RISA FRANCA
HOY: UNA TEORÍA SOBRE EL TIEMPO
HOY: EL PRESENTE
HOY: SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
HOY: FUISTE
HOY: EL ESCORPIÓN Y LA RANA
HOY: LA OTRA ORILLA
HOY: OJO DE ÁGUILA
HOY: INVISIBLE STRING
HOY: CHIQUITITA
HOY: FLOGGERS
HOY: DIECISÉIS
HOY: FOTOS DEL FUTURO
HOY: UNA CUESTIÓN DE ESTADO
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE I
HOY: NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA: PARTE II
HOY: LA COMPETENCIA
HOY: ROCK AND ROLL
HOY: LA MUÑECA DE TRAPO
HOY: JUGATE CONMIGO
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE I
HOY: SOLOS Y SOLAS: PARTE II
HOY: CARNAVAL
HOY: CHACOTE
HOY: EL BOOMERANG, LA ESPADA Y LA LLAVE
HOY: NO ME FALLES
HOY: CAMBIO CLIMÁTICO
HOY: UN GRAN AMOR
HOY: SIN NOMBRE
HOY: ESTOY CON VOS
HOY: EL PERIODO SAROS
HOY: LOOP
HOY: MASTERMIND
HOY: ¿ALGUNA VEZ VISTE LLOVER EN UN DÍA SOLEADO?
HOY: PADRE E HIJO
HOY: CRISIS DE ANSIEDAD
HOY: CON UNA PEQUEÑA AYUDA DE MIS AMIGOS
HOY: ATRÉVETE
HOY: QUE NADIE SEPA MI SUFRIR
HOY: LA IDENTIDAD DE UN SUPERHÉROE
HOY: NO HAY TAL CRISIS
HOY: EN EL AMOR TODO ES EMPEZAR
HOY: PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO
HOY: LA MANZANA DE ORO
HOY: SIN NICO
HOY: EL MAL DE LA ÉPOCA
HOY: A DONDE VAYAS
HOY: PURRETES
HOY: TALK SHOW
HOY: LA VIDA ES MARAVILLOSA CON VOS EN EL MUNDO
HOY: ALGO MUY IMPORTANTE
HOY: EL MAL AGÜERO
HOY: ÁNGELES Y LA FÍSICA CUÁNTICA
HOY: FACTOR DESENCADENANTE
HOY: PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
HOY: EL OFF
HOY: EL AMATEUR PROFESIONAL
HOY: YO SÉ
HOY: FAMILIA
HOY: CONGA
HOY: SIENTO COMO UNA MUJER
HOY: QUEDATE CONMIGO
HOY: EL ESPEJO: PRIMERA PARTE
HOY: EL ESPEJO: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: PRIMERA PARTE
HOY: ¿LOBO ESTÁ?: SEGUNDA PARTE
HOY: HOY PUEDE SER UN GRA DÍA
HOY: LAS SOMBRAS
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: PRIMERA PARTE
HOY: EL SENTIDO DE TODAS LAS COSAS: SEGUNDA PARTE
HOY: ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?
HOY: COPIADO: PRIMERA PARTE
HOY: COPIADO: SEGUNDA PARTE
HOY: LA BOTELLA ROTA
HOY: EL SONIDO DEL SILENCIO
HOY: LOS SÚPER AMIGOS
HOY: CINCO BODAS Y DOS FUNERALES
HOY: EL ALMA AL CUERPO
HOY: LABYRINTH
HOY: A MI MANERA
HOY: ZARPADO
HOY: SÍ, ACEPTO: PRIMERA PARTE
HOY: SÍ, ACEPTO: SEGUNDA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: PRIMERA PARTE
HOY: NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA: SEGUNDA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: PRIMERA PARTE
HOY: ESTOY LISTO: SEGUNDA PARTE
HOY: UN MUNDO AGRADABLE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: PRIMERA PARTE
HOY: BIGGER THAN THE WHOLE SKY: SEGUNDA PARTE
HOY: CASI ÁNGELES
HOY: MIDNIGHTS
MIDNIGHTS | AGRADECIMIENTOS

HOY: FASE II

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Per just4cherry

Mar se fue durante un momento a hacer no sé qué y yo me quedé en el salón cerca de las bebidas. No me había encontrado con Sebastián aún y no sabía si es que había venido o no a la fiesta.

Había visto a los chicos algunos de los chicos y sus disfraces ya, pero no señal de Sebas. Simón estaba disfrazado de mimo, Cari de espantapájaros, Rama del hombre acertijo o algo así y Thiago de payaso.

Sentí una mano posarse sobre mi hombro y me giré encontrándome con alguien vestido de Elvis. Al ver sus ojos, supe de quién se trataba.

—Santiago— saludé —No sabía que vendrías.

—Fue una invitación de último momento y algo me decía que estarías aquí, así que acepté.

Sonreí —Y elegiste a Elvis, ¿eres fan?

—Es mi cantante favorito— comentó.

—¿Enserio? Entonces me alegra saber que sí tienes buenos gustos musicales.

—De hecho tengo los mejores gustos musicales.

Me encogí de hombros —No sé si los mejores, pero por lo menos con Elvis vas por buen camino.

Soltó una carcajada —De acuerdo, entonces que sea así. ¿Vos también sos fan de Elvis?

—No sé si fan sea mi definición, pero sí escucho sus canciones— respondí —Y una de ellas es mi canción favorita en el mundo.

—Dejame adivinar, es Can't Help Falling in Love.

Me reí —Exactamente. ¿Soy muy predecible?

—No, pero supuse que sería esa, no sé, es muy vos.

—¿Muy yo?— me reí —¿Qué significa eso?

—Que sos mu-

—¡Bombón, aquí estabas!

La oración de Santiago fue cortada por Sebastián y pude notar que eso le fastidió, pero no dijo nada al respecto. Sebastián rodeó mis hombros con uno de sus brazos.

—Disculpame— se dirigió a Sebastián —Te la robo, necesito hablar con ella. ¿No te molesta, verdad?

Santiago dudó, pero terminó negando —No, podés hablar con ella— se giró hacia mí —¿Te veo luego?

—Sí, claro— respondí, sonriéndole —Te veo luego.

Santiago asintió e hizo un gesto con su cabeza antes de alejarse. Me giré hacia Sebas y miré expectante a mi amigo.

—¿Qué?— preguntó, confundido.

Me reí —¿No querías hablar conmigo?

—Eh... ¿qué opinás de mi disfraz? Al final lo usé.

—Tenías que usarlo, fue parte de nuestro trato —le recordé —Además deberías agradecerme porque te queda muy bien.

Me miró mal —Soy un gato, ¿qué tan bien se me ve esto?— no me dejó responder —Exacto, nada bien.

—Ay, que aburrido que eres— le dije —Ponle onda.

—Ponle onda— me imitó —El que yo te elegí si está bueno, deberías agradecerme a mí, bombón.

Puse los ojos en blanco —Claro, claro, mi héroe.

Antes de que pueda responderme, su teléfono sonó haciendo que lo revise rápidamente. Después de un par de segundos, lo guardó en uno de los bolsillos y me sonrió. No sabía porqué, pero lucía sospechoso.

—¿Pasó algo?— pregunté, tomando de mi bebida.

Asintió —Sí, necesito que me hagás un favor.

—¿Un favor? ¿Qué favor?

—Resulta ser que hay una mina que me acosa y me escribe todo el tiempo, está loca— asentí —Me dijo que quiere que la vea en el baño, le dije que sí para que dejara de joder, y me está esperando allá. ¿No podés ir vos y decirle que me fui o alguna mentira? Por favor, bombón, esa loca me asusta.

Solté una risilla —¿Es enserio?

—¡Hablo enserio, che! Esa mina está loca. A ver, no la culpo porque nada más hace falta mirarme, pero está loca. Dale, bombón, ve y espantala.

Suspiré —¡Bien! ¿En el baño de chicas?— él asistió, no me quedó más que aceptar —De acuerdo.

—Gracias, bombón, sos la mejor— besó mi mejilla y yo me reí —Andá, andá.

Me quejé, pero terminé obedeciendo. Caminé hacia el baño de mujeres pensando en qué mentira decir, esperando que la chica me crea. Abrí la puerta algo lento, pero me pareció raro no ver ninguna chica, o mejor dicho a nadie dentro. No fue hasta que di un par de pasos que vi una escena que me dejó helada.

Mar y Simón estaban besándose, lo supe porque el disfraz de empanada aún lo tenía puesto aunque se encontraba de espaldas. Salí rápidamente para que no me vieran espiándolos y recosté mi cuerpo en la pared. Eso había confirmado lo que pensaba antes, que Simón estaba enamorado de Mar y parecía que ella también de él.

—Ey, bombón— escuché que me llamaban, giré y lo vi a Nacho —¿Estás bien?

Asentí, carraspeando para quitarme el nudo en mi garganta —Sí, todo bien— sonreí —Me dejaron acá sola y me quedé pensando en cosas, tonterías.

—¿Por qué no venís a bailar conmigo? Dale, vení.

—No tengo muchas ganas de bailar.

—Dale, bombón, un baile y te dejo.

Me rendí, queriendo alejarme —Está bien, vamos.

Nacho tomó mi mano para llevarme al salón donde estaba la música, pero el sonido de una pelea llamó nuestra atención. Seguimos a los demás para ver de qué o quiénes se trataba y llegamos a la sala donde una pelea entre Batman, Tacho, y Spiderman, Matt. Alguien disfrazado de Teletubbie estaba en medio, tratando de calmarlos.

Entonces Nico intercedió y el Teletubbie se sacó la cabeza, dejando ver de quién se trataba; Jazmín.

—¡Sí, que se entere que se come a una alumna!

—¡Basta! ¡¿Qué pasa?!— Matt quizo meterse y Nico lo miró, confundido —Pará, flaco, ¿quién sos vos?

Tacho respondió —¡Es el preceptor del colegio y no quiero que esté acá! ¡Tómatela!

—¿Quién lo invitó?— preguntó Nico.

Melody dió unos pasos adelante —Nosotros.

Era muy obvio que estaba mintiendo, pero ninguno la desmintió.

—¿De verdad es invitado de ustedes?— asintieron y Nico les creyó a ellos —Está bien, entonces te podés quedar, flaco— lo miró —¿Qué pasa? No entiendo, ¿me podés explicar?

—¡Explicale, Jazmín, explicale!— exclamó Tacho.

—¡Pará!— lo calló Nico.

—¿Sabés qué es lo que pasa? Que como Tacho no se levanta, se tené que ir— habló Jazmín y me pareció injusto que hablara así del rubio —Y no es así, él no le hizo nada.

—Che, mejor me voy— intervino Matt.

Nunca debiste venir, pensé.

—¡Pará! No, no, no, no. ¡Pará, Tacho, basta!— Nico miró a Matt —¿Cómo es tu nombre, flaco?

—Matt— respondió.

Nico asintió, acercándose más a él —SpiderMatt, te pido que te quedes, enserio, sos bienvenido— luego se giró hacia el rubio —Tacho, acertijo, payaso plin plin, basta. La vamos a pasar a pasar bien— pidió y todos asintieron —¿Te puedo pedir un favor?— les preguntó —¿Tienen ganas de cantar algo?— aún no hablaban —Tratemos de olvidar este trago amargo y cantemos algo, ¿puede ser? ¿Nos cantan algo?

Tacho, Thiago y Rama parecían no querer aceptar.

—¿La gente, qué dice? ¿La gente, qué dice?— Nico ánimo a todos, aplaudiendo.

Después de unos segundos, logró convencerlos y se fueron a alistar para dar una presentación. Jazmín, aún disfrazada, dijo que iría a buscar a Mar. En mi mente aparecieron las imágenes de ella, besándose con Simón, y sacudí la cabeza para eliminarlas.

Entonces, me detuvo Sebastián, sonriendo como si de un niño se tratara.

—¿Y?— fue lo primero que me preguntó.

Lo miré, confundida —¿Eh?

—El baño, ¿qué pasó? Decime que buenas noticias.

—Ah, eso— hablé, voz decaída —No pasó nada. Me parece que se cansó de esperarte porque no estaba.

Su sonrisa se borró y puso cara de confusión —Ella no pudo haberse ido, tenía que estar ahí. ¿Fuiste al baño de chicas, verdad?

—Sí, pero ya te dije, no estaba. Como sea, voy a ver porqué demoran las chicas— mentí.

—No, esperá— me detuvo —Tengo que decirte algo que me pasó hace un momento.

Suspiré —¿Puede esperar? Quiero ir al baño.

—¿No ibas a buscar a las chicas?— preguntó.

—Primero quiero ir al baño, ¿puedo ir?— mi voz se escuchó irritada, él se dió cuenta.

—¿Estás bien? Te noto un poco distinta.

Asentí, sonriendo —Sí, es solo que... estoy cansada. No dormí bien anoche y ya me está dando sueño, y me pongo rara cuando tengo sueño.

—Ah, está bien. ¿Segura que es eso?

—Sí, así que después me cuentas lo que te pasó— le sonreí —Voy a refrescarme la cara un poco.

—Sí, está bien, luego de cuento. Ve.

Me solté de su agarre y me alejé de él para despejar mi mente un poco. No podía contarle lo que vi en el baño porque sabía que eso lo lastimaría, pero sabía que se iba a enterar y era mejor que lo haga por mí. Por lo menos estaría preparado.

En el camino, volví a encontrarme con Santiago.

—Ey— se acercó más a mí para hablarme porque la música estaba fuerte —Seguís aquí.

Traté de sonreírle —Sí, ¿te quedas para el show?

—Sí, ¿vos también?

—Sí, son mis amigos— respondí —Y lo hacen bien.

Asintió —¿Sabés algo de la pelea de hace rato? Eso parecía que iba a terminar mal.

—La verdad es que no. Cuando llegué, estaban así.

Obviamente no le iba a contar que Matt estaba con Jazmín y que Tacho probablemente lo quería sacar de la casa por eso.

La música fue detenida y Nico llamó mi atención al verlo parado en las escaleras.

—Bueno, gente, muchas gracias por haber venido— nos sonrió —¿La están pasando bien?— un fuerte se escuchó, él sonrió satisfecho —Muchas gracias a Malvina por la organización de la fiesta— ella hizo un movimiento gracioso —Muchísimas gracias.

Todos le aplaudimos porque se lo merecía. A pesar de todo, la fiesta había salido bastante bien.

—Bueno, bueno, ya está, ya está, ya está— nos dijo, tratando de calmarnos —Y ahora, llegó el momento más esperado de la noche... Voy a contar un chiste, ¿tienen ganas?

La mayoría gritó que no, haciéndome reír.

—No, mentira, eso no es el momento más esperado de la noche— respondió él, sonriente —El momento más esperando de la noche... es que va a cantar mi banda favorita. Y no es porque sea mi familia, sino, porque son los mejores— parecía un papá orgulloso de sus hijos —¡Con ustedes, los Teen Angels!

Todos aplaudimos y los chicos aparecieron para su acto. Ellos ya se habían cambiado y en su vestuario predominaba el rojo. No me sorprendí de ver cómo les aplaudían porque siempre lo hacían bien.

Casi al finalizar su canción, la luz se fue y todos nos quedamos quietos, asustados.

—Tranquilos, tranquilos, se hizo la luz— Nico habló apareciendo con una linterna —Tranquilos.

—Vamos, vamos, vamos circulando— Lleca llegó, y en su mano tenía un megáfono.

—Eso, eso— le siguió Nico, acercándose a él.

Todos comenzaron a salir de la casa y yo me quedé sin saber que hacer. No sabía si irme o quedarme a ver qué pasaba.

—¿Te llevo a casa?— escuché a mi lado.

Giré mi rostro para mirar a Santiago —¿Te vas?

—Sí, creo que la fiesta terminó— dijo, señalando al montón que se iba —Si querés, te puedo llevar.

Lo pensé un poco. ¿Qué sentido tenía quedarme si no me sentía con ganas de hacerlo? No tenía ganas de hablar con nadie, mucho menos con Sebastián y nadie parecía necesitarme. Era mejor irme a casa.

—Te lo agradecería mucho— finalmente respondí y Santiago me sonrió —Estoy cansada.

Asintió —Está bien, voy a buscar mi campera y nos vamos. ¿Me esperás aquí?

—Sí, tranquilo, yo te espero.

Lo vi alejarse y solté el suspiro que no sabía estaba reteniendo.

—¿Te vas?

Elevé la mirada y me encontré con Simón. Aunque no lo podía ver bien, sabía que era él. ¿Justo ahora tenía que encontrármelo?

—Sí, ya me voy— respondí.

—¿Querés que te acompañe a casa?— ofreció.

Con mis labios formé una línea antes de negar. Era mejor no estar cerca de él.

—No, gracias, me van a llevar— respondí, tratando de no sonar muy cortante.

—¿Tu chofer?

Negué —No, un-

—Ya estoy, ¿vamos?— Santiago apareció y Simón lo miró —Arrechavaleta— saludó. Simón no dijo nada.

Carraspeé —Chau— me despedí de Simón antes de girarme hacia Santiago —Vamos.

Sin más, nos alejamos de Simón y nos dirigimos al auto que ya conocía. Le agradecí cuando me abrió, caballerosamente, la puerta, y me puse el cinturón antes de volver a suspirar. Muchos suspiros hoy.

Santiago subió al lado del piloto y encendió el auto para ponerlo en marcha. Lo único que quería era ir a casa y meterme a mi cama. Nada más.

**********

Cuando llegué a casa anoche, caí rendida. Me quité todo el disfraz y me puse la pijama antes de dormir tratando de no pensar. Pero cuando sonó la alarma al día siguiente, me fue inevitable hacerlo.

Ayer había recibido llamadas de Sebastián antes de llegar a casa, pero las ignoré todas y decidí que era mejor apagar mi móvil. Aún no lo había encendido, no quería hacerlo. Felizmente, hoy entraba un poco más tarde al colegio, así que decidí tumbarme en la cama y leer uno de mis tantos libros.

Dos toques en mi puerta interrumpieron mi lectura y no me quedó otra opción que cerrar el libro.

—¿Qué pasó, Marta?— pregunté.

—No soy Marta.

Fruncí mi ceño al reconocer aquella voz y tuve que ponerme de pie para poder abrirle la puerta. Al ver su rostro, mi expresión confundida se hizo un poco más obvia.

—Sebastián— murmuré —¿Qué haces acá?

—¿Puedo pasar? Necesito hablar vos.

Asentí, moviéndome a un lado para que ingrese a la habitación. Supuse que Marta lo había dejado pasar ya que lo conocía. ¿Habrá sucedido algo malo?

Cerré la puerta y me giré para verlo —¿Todo bien?

—No sé, decímelo vos— respondió —Te llamé ayer, varias veces, pero creo que tenés el movil apagado. Ayer estabas muy extraña en la fiesta. ¿Pasó algo?

No supe que responderle.

—No pasa nada, enserio— respondí sin mirarlo.

—No te creo, algo te pasa— me quedé callada, y eso lo molestó —¡Valentina!

—¡No me pasa nada, Sebastian! ¿Puedes dejarlo?

¿Y si le decía la verdad y acababa con todo esto? Lo escuché suspirar.

—Bombón, sabés que podés contarme lo que sea.

Solté un suspiro y me senté a su lado. Me tiré hacía atrás y palmeé el lado de mi cama vacío para que él haga lo mismo. Lo sentí titubear, pero lo hizo.

—Bombón-

Negué, cortándolo —Te voy a contar porque es que estoy así de rara. Pero tienes que prometer que me vas a escuchar, ¿de acuerdo? No interrupciones.

—Está bien.

—De acuerdo— suspiré, mirando al techo —Cuando me pediste ir al baño para espantar a la chica que te acosa, no la encontré— pausé —Pero en su lugar, vi algo que me... ¿dolió? Y no quería decírtelo porque sé que te va a lastimar. Por eso estaba extraña ayer.

—¿Y... qué fue lo que viste?

Antes de responderle su pregunta, decidí confesarle lo que sentía. Sentía que podía confiar en él.

—Creo que estoy enamorada de Simón— le confesé, cerrando los ojos —Estoy enamorada de Simón.

Okay...— dijo, casi susurrando —¿Y eso está mal?

Giré un poco mi rostro para mirarlo —Sí— puso un rostro de confusión —Eso está mal porque ayer, en el baño, lo vi besándose con Mar.

—¿Qué?— su voz salió aguda, dolida.

—Sí, los vi besándose cuando me pediste que vaya.

—¿Pero vos estás segura de que eran ellos? ¿Simón, tenía disfraz de mimo?

Asentí —Sí, eran ellos. Y no quería decírtelo porque yo sé lo que sientes por Mar y no quería lastimarte.

—Vaya mierda— dijo soltando una risa irónica —La chica que de la que estoy enamorado, está saliendo con uno de mis mejores amigos, que también es el chico del que mi mejor amiga está enamorada.

Le sonreí —¿Soy tu mejor amiga?

—Sos mi mejor amiga— confirmó —Y ahora somos compañeros de sufrimiento. ¿Por qué nos tuvo que pasar esto a nosotros?

Estiré mi mano y tomé la suya —Porque somos dos buenas e increíbles personas. Creo que deberíamos de estar los dos juntos, fin de la historia— bromeé.

—Opino lo mismo.

Ambos suspiramos al mismo tiempo haciendo que nos riéramos de eso. Entonces, se escucharon otros toques en la puerta y la voz de Marta detrás de ella.

—¿Todo bien allí dentro? Voy a entrar y espero que no estén haciendo nada malo.

Sebastián soltó una risilla al igual que yo, y no pasó mucho para que Marta entrara a mi habitación. No modulamos palabra alguna, simplemente miramos al techo de mi habitación, pensando.

—¿Qué está pasando aquí?— Marta habló, su voz se escuchaba más cerca —¿Por qué huele a depresión?

Me reí, sin gracia alguna —Quizá es porque Sebas y yo estamos deprimidos.

—Muy deprimidos— añadió él.

—No sé a qué se refieren, pero se les escucha fatal y tienen que irse al colegio.

Sebastián se quejó —Martita, acaban de romper los corazones de estas dos personas aquí y no creo que el colegio ayude. Mejor nos quedamos.

—Apoyo esa idea— murmuré.

—Niños, ¿pueden contarme qué es lo que sucede?

Perezosamente me senté, haciendo que Sebas haga lo mismo. Recargué mi cabeza sobre su hombro.

—Nos enamoramos de dos personas que se aman y eso nos rompió el corazón— expliqué.

—Oh.

—Sí, así que hoy no vamos al colegio porque no los queremos ver. Verdad, bombón?

Asentí, dándole la razón —Cierto.

—Ustedes van a ir al colegio— informó Marta —Les voy a preparar un desayuno que levante ese ánimo, van a poner buena cara e irán al colegio. No quiero verlos tristes.

—Pero Marta— me quejé.

Negó —Nada. Vas a meterte a duchar mientras este lindo chico va a ayudarme a preparar el desayuno.

—¿Yo? No quiero— se quejó Sebastián.

—Lo siento, pero ya lo decidí. Vamos, vamos.

Marta se llevó a Sebastián entre quejas mientras yo me quedé sola en mi habitación. Decidí obedecer a Marta aunque no quería. Quería quedarme en casa y solo dormir.

Me bañé rápido y me puse el uniforme. Me puse las zapatillas y agarré mi bolso antes de salir y bajar las escaleras. Cuando estuve abajo, me sorprendí al oír risas provenientes del comedor.

—Bombón, por fin llegaste— comentó Sebastián, él era quien estaba riendo —Te perdiste de anécdotas que Martita aquí me estaba contando.

Elevé mis cejas, sentándome frente a él —Oh.

—Valentina, te preparé panqueques, tus favoritos.

—Y yo ayudé— alardeó Sebastián.

Me reí —¿Ayudaste?

—Ayudé— confirmó.

Los panqueques sí estaban buenos, y Marta me dijo que efectivamente Sebastián había ayudado. Por un momento pareció que nos pudimos olvidar de todo, felizmente, y tenía que agradecerle a Marta porque nos ayudó a distraernos.

Cuando terminamos, Julio ya estaba esperándonos para llevarnos al colegio y, después de despedirnos de Marta, nos montamos en el auto para ir hacia el colegio.

—¿Qué hacemos si los vemos juntos?

Me encogí de hombros —Actuar con naturalidad, y fingir que estamos felices por ellos.

—¿Se lo habrán dicho a Thiago?

—No lo sé, pero espero que no hayan problemas.

Según tenía entendido, Thiago no quería que estén juntos, pero era un poco hipócrita de su parte decir eso cuando el se había chapado a Melody.

Cuando llegamos al colegio, nos metimos al salón y nos sentamos juntos. Nacho y Thiago nos hablaron de algunos temas que, honestamente, no entendía, pero pretendí hacerlo. Cuando llegó Simón traté de ignorarlo y me concentré en seguir fingiendo que la conversación de Nacho y Jero estaba interesante.

Lo único que quería era volver a casa.

**********

Durante los recesos Sebastián y yo nos mantuvimos juntos todo el tiempo. Quizá estábamos siendo muy dramáticos, no lo sé, pero nos sentíamos dolidos, y ambos nos entendíamos como nadie podía hacerlo.

En la salida, me pidió que lo esperara en la salida y acepté mientras él se fue a hacer no sé qué cosa. Y como no quería quedarme adentro sola, decidí que iba a esperarlo afuera, así que comencé a caminar.

—Valentina.

Una voz me detuvo a medio camino y me giré para ver que se trataba de Simón. Traté de sonreír.

—Simón, hola, me tengo que ir porque me vienen a buscar y-

Me cortó, acercándose un poco más —Sí, no, no me importa— lo miré con confusión —Si no te digo esto que me pasa, me voy a quedar sin voz.

—¿No puede ser después? Creo que ya llegó Julio— mentí, esperando que me crea —Tengo que ir a ca-

—No, no, me parti-

Entonces, llegó Sebastián y me tomó de la mano un poco fuerte, queriéndome llevar con él.

—Bombón, necesito hablar con vos urgente— le dió una mirada a Simón —Lo siento, hermano, necesito hablar con ella urgente.

—Yo también necesito hablar con ella urgente.

Sebastián comenzó a jalarme —Puede esperar.

Y así sin más, me llevó con él y dejamos a Simón en su mismo lugar. Me preguntaba cuál era el apuro y urgencia de Sebastián, y que era eso que Simón me quería decir que parecía ser importante.

¿Por qué mi vida era complicada? Necesita volver a ver a un psicólogo. Urgente.

**********

¡No me odien!
Solo les puedo decir que, cuando Simón le confiese sus sentimientos a Valentina, será especial y sin interrupciones ❤️

Continua llegint

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