Luego de escuchar la discusión entre Mar y Thiago, decidí buscar a la castaña para poder aclarar lo que había sucedido en realidad, o por lo menos intentar hacerlo.
—¡Mar, espera!
La seguí hasta la sala del hogar. Ella no se detenía.
—¡Mar!
Finalmente, se giró —¿Qué querés, Valentina?
—No es lo que parece— fue lo primero que dije, ella se cruzó de brazos —Yo no... yo no- déjame explicar lo qué pasó.
—¿Vos no, qué? ¿Qué me querés explicar? ¿Que era parte de su jueguito? ¿Fue un plan de chetos?
Negué rápidamente —¡No! Nada que ver.
—¿Qué me vas a decir? Te hiciste la que no querías estar con ellos, pero no era verdad. Encima dejaste que Thiago jugara con nosotros.
Ella pensaba que yo estaba cubriendo a Thiago con la mentira, y en parte sí era así, pero no era por las razones que ella pensaba.
—Thiago intentó dejarlos, yo también, pero no-
—Al final sos igual que ellos— sus palabras dolieron bastante —Yo pensé que eras mi amiga, claramente nos equivocamos con vos.
Mis ojos se llenaron de lágrimas —Sí soy tu amiga.
—Vos no sos mi amiga, ¿y te puedo pedir algo?— se adelantó antes que pueda responderle —No quiero que me hablés más, ¿puede ser? Andate con ellos y dejanos tranquilos a nosotros.
Sin más, se fue.
Mi labio comenzó a temblar y sentí mi cara mojarse por las lágrimas que había estado reteniendo. Perdí una gran amistad por algo estúpido y no me dejaba arreglarlo. Me dolía mucho que pensara así de mí y estaba segura de que se lo diría a Jazmín y también al grupo.
Me limpié el rostro con una mano y decidí que iba a ser mejor irme a casa. Al girar, encontré a Simón, y sin necesidad de modular alguna palabra, me rodeó con sus brazos y me pegó a su pecho. Entonces, mis lágrimas cayeron más y más.
—Me odia— fue lo único que dije.
Su mano acarició delicadamente mi espalda y sentí que me reconfortaba sin necesidad de decirme algo al respecto. Cuando lo vi necesario, me alejé.
—Gracias— le dije, sin mirarlo —Y disculpa. No soy de llorar por nada, bueno, sí, pero ahora no-
Llevo su mano a mi mentón, y elevó mi rostro para que pueda mirarlo. Me sonrojé.
—¿Escuchaste toda la conversación con Mar?— me reí cuando recordé que no podía hablar —Ay, cierto que estás mudito— me sonrió —Bueno, ¿no piensas que soy mala, verdad? Porque no lo soy aunque ella piense que sí— negó —¿Y crees que debo de decirle la verdad a los chicos? ¿Que quiero salirme? Sé que ellos se enojarán, ¿tú te enojarías? Porque digo, es-
Colocó su dedo índice sobre mis labios para que no siga, así que detuve. Su cercanía me ponía bastante nerviosa, pero claramente él no lo sabía.
—Estoy hablando muy rápido, lo sé, lo siento. Voy a hablar con los chicos— lo miré —¿Me acompañas?
Asintió aun sonriendo, y eso fue más que suficiente para armarme de valor y regresar al salón de clases donde esperaba encontrarlos.
Todo el trayecto, Simón me sostuvo de la mano y se lo agradecía porque estaba muy nerviosa. A ver, me sentía culpable también, pero era lo mejor.
Al entrar, noté que Thiago estaba ahí y parecía que estaba explicándoles lo sucedido al profesor y a los chicos.
—¿Sabés qué pasa, B A?— le dijo Melody —Que sos tan bueno, que hacés cosas por lástima.
Me acerqué —No creo que sea por eso, Melody.
Los chicos notaron mi presencia. Nacho me abrazó por los hombros, haciendo que Simón se aleje.
—¡Bombón! ¿Dónde andabas? Acá Thiago vino con explicaciones del papelón de hace rato.
—Dejalo que hable, Nach— le dijo Tefi —Thiago no es así.
Melody le dió la razón —Sí, la verdad te lo digo, vos sos distinto a esos chicos— añadió, tocando uno de sus brazos —Por eso te sentís con culpa. Pero... eso también te hace sentir mal a vos— su tono era muy calmado. Se giró a mirar al profesor —De verdad lo digo, profe, Thiago es un chico muy sensible.
—Y con códigos— añadió Nacho.
—Sí, que no le haría mal a nadie, ¿no?— Jero dijo.
Tefi se acercó a Thiago —Gordo, ni tenés que pedir disculpas, enserio. ¿Vamos al ensayo?
—¡Dale!— apoyó Nacho.
—¡Basta!— exclamó Thiago y todo lo miramos —Yo me voy con mi banda— lo miraron sorprendidos, y un poco enojados —Y sí, sí pido disculpas.
El profesor, cansado de todo ese embrollo, caminó hacia nosotros.
—Bueno, bueno, bueno, bueno— se detuvo junto a Simón y lo miró —Si Arrechavaleta se recupera, lo va a reemplazar él. Y si no, después veremos.
Los chicos callaron, pero sabía que no estaban casi nada de acuerdo con la decisión.
—Chicos, la clase de hoy terminó— anunció —¿Nos vemos mañana?
—Chau, profe— dijo Jero.
—Chau.
Cuando el profesor finalmente se fue, Nacho se giró hacia Thiago, enojado e indignado.
—¿Pero qué hacés, man?
—Esperen, chicos, no se la hagan más difícil.
Puse cara de sorpresa al escuchar a Melody porque había esperado otra reacción de su parte, una llena de enojo o celos. ¿Tan facil estaba para ella? Raro.
—Está todo bien Thiago, andá— añadió.
Tefi la miró —¿Cómo que está todo bien?
—Sí, tenemos que respetar su compromiso.
—Gracias— le dijo Thiago y miró a todos —Perdón.
Entonces, se fue.
—¿Qué está todo bien, nena?— reprochó Jero, muy enojado —Nos dejó en banda, ¿qué decís?
Decidí que era hora de intervenir y contarles de mi decisión de dejar el grupo.
—Bueno— hablé, ganándome su atención —Thiago está en todo su derecho de hacer lo que quiera, y— pausé, miré a Simón y me sonrió —Creo que... creo que también tengo que ser honesta con ustedes.
—¿De que hablás? No me digas que también te vas con esos.
—No, Tefi, no me voy ellos— suspiré —Pero sí voy a salirme del grupo.
—¿Qué?
—¿Por qué?
—Bombón, ¿que decís?
Asentí lentamente, mirándolos con pena —Sí, y eso quería decirles en la mañana, pero me arrepentí en el momento.
—Pero no entiendo, ¿por qué te salís si no vas a ese grupo?— preguntó Jero.
Miré rápidamente a Melody —Porque... prefiero ser parte del público y animarlos— mentí —Aún no me siento cómoda sobre un escenario.
Lo último sí era verdad, pero no era la razón por la cual me estaba saliendo del grupo. No quería decir que sentía que había sido una elección justa ya que no quería hacerlos sentir como que no merecían su lugar, así que preferí mentir.
—Lo siento.
—Esto es cualquiera— habló Nacho —Vámonos.
Jero asintió —Vamos— empujó a Tefi —Salí.
Simón colocó una mano sobre mi hombro antes de seguirlos. Yo me quise dar un golpe con la pared ya que hoy había hecho enojar a más de una persona.
Tenía que arreglar todo esto cuanto antes.
**********
El día del concurso llegó y, aunque no estaba súper segura de ir o no, decidí que quería animar a todos, aunque ambos grupos estén enojados conmigo y no quieran verme.
En la entrada, me encontré con Simón.
—Viniste— me dijo, su voz había regresado.
Sonreí —¡Tienes voz! ¿Eso significa que cantarás?
—Sí, estoy listo— respondió, feliz —¿Me animarás?
—Por supuesto— respondí, sonriendo —Estaré ahí, viéndolos y animándolos.
Su sonrisa creció —Bueno, me voy a buscar a todos para alistarnos.
—Dale, te veo después.
Se fue y yo entré, buscando con la mirada a alguien que conozca. Por los parlantes se escuchó la voz del animador, anunciando el comienzo del concurso.
—¡Bienvenidos y gracias por acompañarnos!— eran muchos los aplausos, y gritos —¡Damos comienzo a este primer concursó Intercolegial, musical!— más gritos del público escucharon. —¡Y, sin perder más tiempo, vamos con el primer colegio!
Escuché que presento al primer colegio mientras le pedía al encargado de seguridad que me dejara ir a saludar a mis amigos. Felizmente, me dejó pasar al pasillo donde estaban los camerinos.
Allí, encontré a los Teen, Nico, Cari y Alelí.
—Hey— les sonreí, un poco temerosa a su rechazo o a que me tratasen mal —Vine a desearles suerte.
Tacho me sonrió —Gracias.
—¿Vos vas a participar?— preguntó Rama.
Negué —No, yo me salí— respondí —Pero estaré en el público aplaudiéndoles. Solo quise venir un poco antes de su presentación para desearles suerte.
Mar no decía nada aún, pero los chicos sonreían de manera genuina; por lo que asumí no sabían aún o simplemente lo ignoraban. ¿Estarán fingiendo o es real?
—Bueno, me voy a buscar un asiento— anuncié.
Cari me detuvo —¿Vamos juntas?
—Sí, dale.
Les di una última mirada a los chicos y me alejé de ahí. Sin embargo, la voz de Mar me detuvo.
—Valentina, pará.
Me giré, esperanzada —¿Sí?
Vaciló un poco, mientras yo la miraba expectante.
—Vamos, dale— la animó Nico.
—Disculpame— soltó —Ayer... estaba enojada y por eso dije todas esas cosas horribles de vos. Yo sé que sos mi amiga, nuestra amiga, y que no sos mala, no sos como ellos y yo no pensaba así, o sea sí, pero en ese momento, no ahora, y-
Jazmín la cortó —Lo que Mar quiere decir es que te queremos, y sabemos que sos nuestra amiga.
—¿Enserio?— pregunté, sonriendo.
—Sí, enserio— respondió Mar, caminando hacia mi —Disculpame, no quise hacerte sentir mal.
Negué —Lo sé, fue el momento.
—Sí, pero ya está olvidado— me sonrió —¿Amigas?
—Amigas— confirmé.
La abracé con fuerza, riendo, y me sentí muchísimo mejor. Antes de poder separarme, sentí a los demás unirse formando un abrazo grupal. Comencé a reír.
—Me ahogo— murmuré.
Finalmente, nos separamos, y nada podía quitar mi sonrisa. Enserio estaba muy feliz.
—Bueno, ahora sí los dejo, estrellas. A romperla.
Jazmín me sonrió —Gracias.
—Ya estamos listos— habló Mar.
—Estamos, ¿pero se vieron la ropa?— dijo Nico.
Los chicos se miraron sus vestuarios —¿Qué tiene?
—¿Qué tiene la ropa?— preguntó Nico, señalando y dejándolos confundidos —No, no, no ustedes así no pueden salir.
Yo estaba igual de confundida que los chicos.
—Así no— añadió Caridad, mirando a Nico.
Me reí, entendiendo finalmente —Bueno, los dejo y los veo después. Mucha suerte, los quiero.
Me alejé de ahí para que Cari haga de su magia.
Mientras caminaba por los pasillos del lugar, vi que estaban los que participarían por el colegio, pero lo pensé antes de acercarme a ellos. No podía culpar a ninguno si estaba enfadado, pero realmente estaba deseando que no me odien por salirme de su grupo.
Al llegar a ellos, el primero en notar mi presencia y saludarme, fue Sebastián.
—¡Bombón!— me dió un beso sonoro en el cachete.
Los demás, se giraron a mirarme y me sorprendí al ser recibida bastante bien, sobre todo por parte del dúo que más enojado estaba ayer; Nacho y Jero.
—¡Bombón!— me saludaron, ambos.
Me reí —Hey.
—¿Viniste a desearnos suerte, gordi?— Melody me preguntó, un poco maliciosa —Después de ayer, es un poco tarde para eso.
—Pará un poco, man— le dijo Nacho.
Hice una mueca —Sí, sobre eso... de verdad que me da mucha pena haberme salido, y entenderé que se quieran alejar de mí y me odian, enserio.
—¿Odiarte? ¿Por qué te odiaríamos?
Nacho rodeó mis hombros con su brazo —Bombón, no te odiamos, estábamos calientes ayer, pero cero odio.
—Sí, gorda, no es tu culpa tener pánico escénico.
Me reí ante lo dicho por Tefi —Bueno, gracias.
—Che, bombón— me habló Sebastián —¿Buscamos asientos? Quiero ver las presentaciones.
—Dale, ojalá encontremos uno donde podamos ver bien a todos— hice un puchero —Si no tendrás que cargarme sobre tus hombros para que pueda ver.
Arrugó la nariz —Si no me queda de otra.
Lo miré mal y me giré hacia los chicos —Rómpanla allá arriba, chicos. Estaré animándolos abajo.
Ellos me sonrieron, menos Melody, y entrelacé uno de mis brazos con el de Sebastián para irnos juntos. Sin embargo, una mano me detuvo y tuve que girar para darme cuenta de quien se trataba.
—Simon— murmuré, mirándolo a los ojos.
Sebastián se giró con el ceño fruncido, pero sonrió cuando vió lo que estaba sucediendo.
Él, me sonrió —¿No me deseás buena suerte?
—Claro, claro— me reí —Buena suerte allá arriba.
Entonces, me paré en puntillas y dejé un beso corto en su mejilla. Su sonrisa creció y sentí que tenía las mejillas calientes.
—Chau— murmuré.
Y sin más, tomé a Sebas del brazo y lo jalé para que salgamos de allí antes de que me avergüence más y sea un momento incómodo.
—¿Qué fue eso?— me preguntó el rubio a mi lado.
—Ni idea— respondí, casi susurrando.
Cuando llegamos a donde estaban los asientos, nos pusimos a buscar dos que no estén lejos y que sean juntos para no separarnos. Encontramos dos cerca del escenario, en la fila dos, así que tuvimos que ser rápidos para que no nos los ganasen.
Justo cuando nos sentamos, salió el presentador.
—Muy bien, faltan dos grupos para el final— habló, haciendo que el público gritara —Con nosotros, los representantes Rockland Highschool— Sebas gritó, mientras que yo aplaudía —¡Ellos son; Tefi, Simón, Jero, Nacho y Melody!
El público se puso como loco cuando salieron y me emocioné por ellos.
Su presentación fue tal y como se ensayó, pero Tefi fue quien reemplazó mi voz y no lo hacía nada mal. De por sí pensaba que tenía bonito tono de voz, así que lo hicieron todos genial. Cuando terminaron la presentación, Sebastián y yo les aplaudimos fuerte.
El presentador volvió a salir.
—Su atención, por favor— trató de calmar los gritos del público—Y ahora sí se viene el último grupo del día. ¡En representación del Hogar Mágico, los Teen Angels!— el público se volvió más loco —Atención porque van a estar presentando una nueva canción. ¡Y ellos son; Mar, Tacho, Rama, Jazmín y Thiago!
La canción nueva de los chicos estaba buena y muy pegadiza. No me importó y me paré para bailar con Sebastián. Parte del público comenzó a imitarme y hacer lo mismo que yo, parándose y bailando. Solo me senté cuando terminó su presentación.
—¡Muy bien!— anunció el presentador —Fuerte ese aplauso para los Teen Angels.
Los chicos se despidieron y salieron del escenario a esperar que anuncien el veredicto.
—Y ahora sí, el jurado tiene un ganador.
Sebas y yo nos tomamos de las manos con nervios mientras mirábamos expectantes al presentador y todo el jurado.
¿Ganará el Hogar Mágico o el Rockland?
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Dato importante: Cuando el nombre de Simón esté escrito de esta forma Simon es porque los personajes lo pronuncian en inglés, así: Saimon ✨