Perfecto accidente

Por Liing07

191 60 0

¿Qué pasaría si un accidente te ayuda a cumplir tu mayor deseo? Alice Sellers tiene 17 años y nunca en su vi... Más

Personajes
Accidente
Secreto y deseo
Casi beso...
Que nadie me descubra
Peligro
Emociones fuertes
No subestimes a Estephany
Yo no soy tu objetivo
Problemas poéticos
La raíz de todos los males
Castigo
La dama de rojo
Mentiras
Enfrentamiento
El último partido

Noche mágica

6 2 0
Por Liing07

Nate se dió cuenta de mi obstinación cuando decidió cargarme en sus brazos y llevarme a la fuerza hacia el interior de la escuela. No sabía si gritar o llorar pero mi cuerpo hizo lo segundo.

-¡Te dije que no quería entrar!

Había acumulado tantos gritos en mi interior que necesitaba descargarlos en algún momento y las lágrimas continuaban corriendo.

-Alice mírame.

Mi vista permaneció en el suelo.

-¡Mírame Alice!

Nate me cogió por los hombros y luego levantó mi mentón hasta que mis ojos se alinearon con los suyos.

-Sé que probablemente hayas tenido unos días de lo peor, pero eso no es excusa para dañar tu cuerpo del modo en el que planeabas hacerlo. Estar bajo la lluvia te hace mal y lo sabes.

Continué llorando sin conocer la verdadera razón, quizás era por todo y nada a la misma vez. En ocasiones como esa ni yo misma era capaz de comprenderme. Pero inesperadamente Nate me abrazó.

-Sea lo que sea que esté pasando ahora mismo Alice, todo va a estar bien.

Dios. Me rompía cada día más el corazón que las cosas fueran así. Me destrozaba tenerlo tan cerca y saber que en el fondo él no me quería a mí y probablemente nunca lo haría.

-Quisiera creer eso.
-¡Ya sé! Vayamos al baile esta semana.
-¿Juntos? ¿Como una pareja?

Vacilé mientras mis labios pronunciaban la segunda pregunta. Nate simplemente sonrió y me limpió las lágrimas mientras yo sorbía por la nariz.

-Solo iremos como amigos. No te preocupes.

Contestó unos minutos más tarde. No sabía definir si eso me alegraba o me entristecía aún más.

-Por ahora, creo que deberías ir a tu habitación. Ha sido un día largo.
-Yo también lo creo.

Percibía decenas de señales del destino ahogándome cuando al caminar por los pasillos encontraba varios pósters anunciando el prominente baile de primavera. ¿Debería ir con Nate o me quedaba alguna otra opción?

Me despojé del uniforme mojado y decidí darme una ducha reflexiva. Las gotas cristalinas de agua tibia relajaron cada uno de mis músculos y articulaciones. Al salir utilicé una toalla para secarme suavemente el cabello castaño, observé mi reflejo atentamente en el espejo cuando se me ocurrió una idea. ¿Y si iba disfrazada así como en el último baile? Pero aún no quería que Nate supiera que había sido yo, para eso debía renunciar a cantar al menos en esa celebración.

¿Debía denegar su invitación entonces? No consideraba que fuera lo más cortés de mi parte. Cabía la posibilidad de que Nate solo estuviera buscando asistir junto a mí para darle celos a Estephany de alguna manera. La idea de más golpes y problemas me aterraba aunque cada día se me presentaba el pensamiento de que Estephany había encontrado otra persona a la cual molestar o puede que estuviera diseñando alguna especie de plan malévolo contra mí.

De cualquier modo tenía que dejar de sobrepensar tanto cada cosa. Necesitaba un vestido después de todo. Uno deslumbrante, capaz de llamar la atención de los presentes. Un atuendo mágico. Lo siguiente que hice fue desearlo inconscientemente sin saber que en realidad causaría un efecto. Suspiré boca arriba en la cama. Pensar en una solución rápida y que me favoreciera era complicado así que luego de la comida acabé rendida como la Bella Durmiente.

A la mañana siguiente me percibía con ánimos mejorados hasta que durante el desayuno ví a Hendery. Lo saludé alegremente con la mano pero para mi sorpresa acabé siendo completamente ignorada por él. Me dirigió una mirada cargada de una expresión que no supe descifrar: ¿Tristeza o desánimo? No estaba segura.

Tiré mi orgullo por los suelos y decidí acercarme a él. Pero huyó en cuanto se percató de mis intenciones. La confundida en ese instante fui yo. ¿Acaso había hecho algo para ganarme su desprecio o desconfianza?

El resto de la jornada escolar transcurrió con normalidad pero en la tarde al dirigirme a mi habitación encontré una gran caja blanca frente a la puerta. Por fuera decía: Alice Sellers. La situación me intrigaba más de lo que me gustaba admitir así que decidí entrar silenciosamente con ella en mi poder.

La abrí con rapidez y terminé poniéndome una mano en la boca a causa del asombro al ver su contenido: un vestido rojo carmesí con escote de novia y mangas caídas que incluso llegaba hasta el suelo.

Me detuve a pensar por unos segundos: Hendery. ¿Quién más podría ser? Solo él tenía esa capacidad de leer mis pensamientos como nadie más podía hacerlo. Conocía mis gustos y mis deseos. Frente a él no había nada de mí que pudiera quedarse encubierto. Era un libro leído.

Pero ¿Por qué? Se suponía que me estaba ignorando por una razón. A menos que no fuera Hendery el remitente de semejante regalo.

Conté cada hora hasta que la noche más esperada llegó. Expulsé aire por la nariz frente a mi imagen. Estaba lista. Nuevamente el antifaz era mi compañero. Ya tendría tiempo de disculparme con Nate por "no haber asistido". Al entrar sucedió lo que quería pero no como esperaba, a nadie se le había ocurrido la idea de disfrazarse por lo que parecía una dama misteriosa sacada del siglo XIX o una adolescente fuera de sus cabales.

No veía a Hendery por ningún lado. Comenzaba a sentir calor a causa de mi propio cabello pero lo mantuve en su lugar reprimiendo cualquier deseo de recogerlo en una cola de caballo. El animador anunció que era el tiempo de que se formaran las parejas. Me sentía intrépida y diferente esa noche, pero no tan valiente como para pedirle a alguien que bailara conmigo.

Cuando intenté sentarme sentí la mano de alguien en mi hombro.

-¡Tú!

Arrojó Nate sorprendido. Yo sentí exactamente lo mismo y me quedé muda.

-No voy a permitir que te sientes. Debes bailar conmigo.

¿Debía? Eso solo me probaba que Nate no tenía ningún interés especial en asistir con la verdadera Alice al baile. Si hubiera sido así se habría comportado de otra manera. Pero yo ya no era Alice en ese momento. Era la dama de rojo.

Nate me acercó a la pista de baile al ver que yo no pronunciaba palabra alguna. El DJ colocó Perfect de Ed Sheeran. No tenía idea de que Nate supiera bailar tan bien, a diferencia de mí, que había olvidado por completo las pocas lecciones a las que había accedido a asistir durante mi niñez. Pero parecía no interesarle. Él solo me miraba, callaba ante los traspiés que daba y reía hasta que no pude evitar preguntarle.

-¿Qué es tan divertido?
-Es curioso cómo no esperaba verte a ti esta noche en lo absoluto, te he estado buscando desde el último baile y justamente hoy alguien ha decidido dejarme solo.
-Lo siento mucho.
-No tienes nada que lamentar, contigo también me siento a gusto por alguna extraña razón.
-¿No te duelen los puntapiés?

Nate hizo resonar su sonora carcajada.

-Claro que no.
-Ella cometió un grave error.
-¿Quién?
-La chica que te dejó plantado.

Cuando la canción acabó mi respiración estaba entrecortada y la de Nate también, no sabía definir si era por la emoción o la expectación. Me había sentido como la princesa más hermosa de una corte entera solo porque estaba junto a él. No esperaba que me coronaran la reina del baile con mi pésima actuación, pero lo había disfrutado mucho.

-Bueno, ha sido un baile excepcional. En unos minutos anunciaremos los resultados.

Nate me arrastró tomándome de la mano hacia la mesa donde habían servido algunas bebidas.

-¿Tienes sed?
-Sí.
-¿Qué prefieres?
-Coca Cola estaría genial.

Mi garganta agradeció la refrescante bebida hasta que recordé que tenía los labios pintados de rojo. Dejé de beber abruptamente derramando refresco que rodó hacia mi mentón y cuando creí que arruinaría mi tan adorado vestido Nate pasó uno de sus dedos por mi rostro para limpiar los restos de mi desastre.

-Eres un pequeño desastre.

Nuevamente quedé en silencio ante su expresión de alegría y emoción. Ambos estábamos congelados en esa posición cuando el DJ se apoderó del micrófono.

-Quizás no han demostrado tener los mejores pasos, pero después de todo, somos humanos y podemos equivocarnos. Más allá de un simple baile hemos visto química entre nuestra pareja ganadora.

Se expandieron algunos grititos por la habitación.

-Nuestros ganadores son: ¡Nate McHale y la dama de rojo!

Nate me cargó movido por la emoción del momento y aún cuando podía sentir las miradas de disgusto sobre mi piel le correspondí. Respirábamos audiblemente hasta que subimos al escenario. Nate me tomó de la mano y luego me besó la mejilla frente a todos.

¿Estaría viviendo todo aquello si fuera simplemente Alice?

Por supuesto que no.

Detecté a Hendery entre la multitud expectante y cuando el bullicio cesó salí corriendo del estrado y no paré hasta que quedé frente a él.

-¿Podemos hablar?

Casi susurré sofocada por el trabajo que me había costado llegar hasta allí con un vestido de esa magnitud.

Hendery me tomó de la mano y me arrastró hasta un balcón. La brisa suave me arrancó un escalofrío y mis labios temblaron ligeramente.

-¿He hecho algo para que me dejes de hablar?

Hendery pareció sorprenderse pues dió un paso hacia atrás y puso los ojos como platos.

-¿Eso es lo que piensas Allie?
-Es que para serte sincera me sorprende tu actitud. Un día somos amigos al otro me ignoras y luego me regalas un vestido. Explícame porque no te entiendo.

Hendery lanzó un suspiro de frustración.

-No sé cómo decirte esto Alice.
-Esperaré lo que sea necesario.

Tras otro suspiro breve Hendery comenzó a hablar.

-¿Sabes por qué te he reconocido? Porque a diferencia de Nate yo sí sé cosas sobre ti y me intereso por aprenderlas. Cuando tú creías que no estaba allí yo veía todas tus lágrimas, pero también ví como permitiste que fuera Nate quien las limpiara aún cuando yo te había ofrecido ayuda. No hay nada sobre ti que yo no sepa porque me han condenado a conocerte de punta a cabo y me duele, pensarás que es tonto de mi parte ¿Cómo puede dolerme conocer mejor que nadie a la joven más hermosa e interesante del mundo? Me duele, porque me he enamorado de ti y tú no me vas a elegir a mí nunca.

Cada una de sus frases eran una punzada para mi corazón. En todo el tiempo que estuvo hablando no dejó de mirarme directamente a los ojos robándome el poco aliento que me quedaba. No tenía idea de lo que pasaba por la mente de Hendery.

-Entonces Alice, perdóname si te ignoro, es porque simplemente no soporto verte con alguien más, no consigo tenerte tan cerca y reprimir el deseo creciente que tengo de besarte y de abrazarte tan fuerte que toda tu tristeza simplemente desaparezca. Soy un cobarde por huir sin enfrentar mis sentimientos, perdóname por sentirme así.

Estaba acostumbrada a ser la chica a la que nadie correspondería jamás en el amor así que no tenía ninguna respuesta planificada para todo lo que me estaba diciendo Hendery. ¿Yo también lo quería, más allá de que me pareciera guapo?

No estaba segura.

¿Eso significaba que en realidad mi corazón pertenecía a Nate?

Tampoco sabía con exactitud.

No deseaba que las cosas se pusieran tan complicadas a mi alrededor. ¿Aún tenía la desesperación de creerme amada por alguien? Suponía que no. Viendo las dificultades no podía pensar en nada más que en lo negativo de la situación.

-¿Estás bien Alice?

Pronuncié un casi inaudible y lento sí.

-Yo sé que no lo estás Alice.
-No tienes que pronunciar mi nombre en cada frase.

Aclaré casi riendo.

-Es que me gusta la música de tu nombre. Alice. Alice. Alice. Casi siento que podría bailar con tu nombre. Baila conmigo Alice.

Hendery me hizo girar sobre mí misma unas tres veces hasta que comenzamos a reír desenfrenadamente.

-¡Para ya!

Le supliqué algo sofocada.

-Te ves muy bien en ese vestido.
-¿De dónde lo has sacado?
-Espero que no pretendas que te revele todos mis secretos Alice.

Solo Hendery. Solo alguien como él podía reír aún sintiéndose mal. Solo él conseguía seguir adelante y ver el lado optimista de las cosas. Con Hendery yo me sentía feliz aunque estuviera triste.

Seguir leyendo

También te gustarán

188 71 17
Un viaje a París Corazones rotos Encuentros inesperados ¿Cómo terminará esta historia? ¿Acaso Alyssa encontrará el amor y Alexandre escapará de su...
1.1M 192K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
3.9M 159K 69
Highest rank: #1 in Teen-Fiction and sci-fi romance, #1 mindreader, #2 humor Aaron's special power might just be the coolest- or scariest- thing ever...
192M 4.6M 100
[COMPLETE][EDITING] Ace Hernandez, the Mafia King, known as the Devil. Sofia Diaz, known as an angel. The two are arranged to be married, forced by...