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En el departamento de Adam
Sarah veía a Adam sentado en el mueble observando la piola que tenía amarrada en el dedo anular. Él aún la conservaba, no podía dejarla, mientras su corazón aún lata por ________, pero él sabía que estando lejos de ella, ________ no correría peligro. Y aunque le duela, él tenía que estar lejos de su esposa.
-¿Señor?-dijo Sarah a Adam, pero este no la escuchó. Sarah se acercó aún más.- ¿señor?
-Ah disculpa Sarah no te había escuchado, dime qué sucede.
-Es que ya terminé de asear toda la casa y quería saber si desea que le prepare algo para comer- dijo Sarah, su voz se parecía a la de esas mujeres sabias que pasan desapercibidas por las calles del mundo entero.
-No Sarah, estoy bien-dijo Adam triste.
-Señor, con mucho respeto, ¿me permite decirle algo?-dijo la señora.
-Sí, adelante- Adam se acomodó para verla de frente. Ella aún estaba parada, él no le había permitido sentarse.
-Ella vale la pena señor-fue lo único que dijo y Sarah ya se regresaba a la cocina.
-Espera Sarah!-dijo Adam.- ¿por qué lo dices? Siéntate por favor- dijo. La señora sonrió y se sentó.
-Señor, Por favor y Gracias son palabras que no salían de sus labios, y mucho menos conmigo. Y ahora sólo eso escucho de usted. Eso me hace pensar que sea quien sea, ella vale la pena.- dijo Sarah, sentada en el filo del mueble frente a Adam, con sus piernas juntas y sus manos, una encima de otra sobre sus piernas.
-Sí Sarah, ella vale la pena, no sabes cómo me gustaría que la conocieras- Adam empezó a llorar y agachó la cabeza. Como no podía parar de llorar, se tapó la cara.
-Señor, no sienta vergüenza de llorar conmigo, yo no me burlaría de eso- dijo Sarah sonriéndole amablemente a Adam.
-No es eso Sarah, es que me enamoré ¿sabes?, me enamoré como nunca y no puedo estar con ella, sería peligroso. Sería muy difícil de entender si te lo explico.- dijo Adam secando sus lágrimas.
-Yo entiendo señor. Y lo que usted hace es muy valiente y no hace falta que me diga que está enamorado, porque lo sé. Cuando un hombre llora es el indicio de algo importante pasando por su corazón.
-¿crees que estoy haciendo lo correcto?-preguntó Adam
-eso no me pregunte a mí señor, si no a usted mismo. ¿Está haciendo lo correcto? ¿Es usted feliz con esa decisión? ¿Es ella feliz con esa decisión? ¿Podrán vivir tranquilos ambos?.-Sarah era muy sabia, y Adam quedaba sorprendido con todas esas palabras.
-suenas como mi madre- dijo Adam con una sonrisa.-el problema es que no lo sé. Me es difícil responder esas preguntas.
-Ya encontrará las respuestas señor- dijo y Sarah se preparaba para irse.
-espera Sarah, ¿qué más puedo hacer por ella? Pagué para que la atendieran en su casa, pagué para que sus padres vinieran a estar con ella, ¿qué más puedo hacer? Ella está esperando un hijo mío Sarah.
-oh! Esa es una bendición señor, felicitaciones.
-Si lo sé gracias Sarah, el problema es que no puedo estar con ella.
-mmm....no puede estar con ella físicamente, pero puede estar con ella moralmente.- dijo Sarah.
-no entiendo- dijo Adam.
-Pues envíele cartas, explíquele la situación, envíele presentes a ella y a su hijo. ¿Ha visto si les hace falta algo a ellos?
-No...yo en realidad nunca he ido a su departamento- dijo Adam.
-Entonces de todas formas hágalo, es mejor que sobre a que falte, siempre lo he dicho.
-Tienes razón, le enviaré todo lo necesario, ¿Cómo no se me había ocurrido antes? ¿Cómo es que no te había escuchado antes?- preguntó Adam mirando a los ojos de Sarah. Ella sólo sonrió.- Sabes qué, ya me dio hambre- dijo y la señora se paró de inmediato para prepararle algo.- No, no te muevas, voy a pedir algo y comemos juntos.
-oh señor no se moleste por favor.-dijo Sarah.
-ni lo menciones Sarah, tengo tanto que agradecerte hoy, así que serás mi invitada especial.
En las próximas horas, Adam compartió la mesa con su empleada Sarah. Comieron comida italiana. Era la primera vez que Sarah probaba eso, Adam se dio el gusto de conocerla mucho más. En el fondo le alegraba inmensamente saber que tenía tan cerca una mujer como ella.
Después del almuerzo, sonó el teléfono de la casa de Adam, Sarah se levantó a contestar; era Martin su representante que se encontraba en el lobby del edificio, así que Adam ordenó su entrada.
-Hola, hola. ¿Cómo está la estrella del momento?-preguntó algo entusiasta, dejando su maletín en uno de los muebles negros que Adam tenía en su casa.
-No me digas así- dijo Adam cortando toda clase de emoción en su representante.
-Bueno, con permiso señor yo me retiro-Sarah cogió sus cosas y se fue de la casa.
-¿qué novedades me tienes? ¿Cómo llegaron los padres de ________?-Adam estaba preocupado, se sentó frente a Martin y apoyó sus codos en sus piernas flexionadas.
-ehh...Aún no lo sé, son recién las 12h00 del día.-Adam se había no se había dado cuenta que almorzó temprano.
-Oh! es cierto. ¿Quién los va a recoger?-Adam preguntaba muy preocupado.
-De eso mismo quería hablar contigo, Adam con todo lo que está pasando creí conveniente contratar una compañía de seguridad para ti. Es una compañía seria y una de las mejores de la ciudad. Ellos están trabajando actualmente con muchas celebridades y sé que su trabajo es eficiente.-Martin era un profesional.
-ok está bien, gracias.
-De nada, de paso un grupo de ellos irán a recoger como civiles a tus suegros, ya sabes para no levantar sospechas. ¿Quieres ir a recogerlos tú?-Martin también pensaba en el corazón de Adam, en su ánimo y en lo mucho que deseaba estar con su esposa.
-No, no. No puedo hacerlo, no quiero que me vean cerca de la familia de ella.- dijo triste.
-¿puedes ir disfrazado si quieres?-sugirió Martin.
-Aun así es peligroso- dijo Adam
-Bueno, entonces aquí están los papeles de la contratación de la seguridad para ti, lee el contrato por favor.- Martin le extendió unos papeles, pero Adam no quería leerlos, así que firmó disimulando leer.
-¿algo más?-preguntó Adam aburrido.
-Sí, Adam la revista Top Magazine quiere entrevistarte, ofrecen la portada. Adam creo que necesitas entrar al mercado nuevamente, y qué más inicio que por una entrevista de la mejor revista de la ciudad.
-No puede ser para dentro de unas semanas. Ahora no me siento bien para dar entrevistas.- Adam no quería saber nada de la farándula ahora, seguro le harían preguntas sobre _________ o sobre Brithany.
-No creo que deseen posponerlo, Adam si tu no das la entrevista la harán con Brithany.
-entonces que la hagan con ella, diles que no estoy interesado- Adam estaba molesto.
-No entiendes Adam, si ellos le hacen la entrevista a Brithany, ella dirá lo que le da la gana en esa revista pero si la haces tú desmentirás cualquier cosa. ¿Entiendes?-Martin, era muy buena persona, sobretodo porque era felizmente casado. Él entendía lo que era estar triste por alguien a quien amas.
-tienes razón. Gracias por advertírmelo. Para cuando quieren la entrevista para hoy a las 16h00.-dijo Martin con algo de miedo.
-¿QUÉ?-gritó Adam- tan pronto!!!, ¿por qué no me avistaste más temprano? Necesito afeitarme, comprar ropa, no tengo nada. Además necesito hacer unas cosas.-dijo Adam desesperado.
-No te preocupes, supuse que pasaría esto, así que si decides hacer la entrevista, llamo a unos amigos y te preparan ¿qué dices?- Martin pensaba en todo.
-Tengo que hacer unas compras para la casa de _______ y para mi hijo-dijo Adam.
-Bueno por eso no te preocupes, yo me encargo, le diré a mi esposa que lo haga.-Adam quedaba impresionado con la facilidad que tenía Martin para resolver las cosas. Además que nadie nunca le había mostrado tanta simpatía con sus cosas personales.
-Muchas gracias Martin, en serio gracias-dijo Adam.