El anill0 r0t0: De t0d0s m0d0...

By KawaiiNess1

702K 29.5K 2.8K

Cuando Inés, de seis años, vio al apuesto heredero de la Casa Escalante, rápidamente lo convirtió en su prome... More

Prólogo
Capítulo 1
PARTE 1 : La postura de Kassel Escalante
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
PARTE 2: Punto de vista de Inés Baleztena
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
PARTE 3: Traición es decir que no traicionarás.
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
PARTE 4: Nada va de acuerdo al plan
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
PARTE 5: En primer lugar, soy un recién casado.
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
PARTE 6: De vuelta al plan original
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
PARTE 7: Algunos perros solo son amables con sus dueños
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
PARTE 8: La Señora y el Marino
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98 🔥
Capítulo 99
Capítulo 101
Capítulo 102
Capítulo 103

Capítulo 100

3K 95 14
By KawaiiNess1

La marquesa de Barca lo siguió y lo criticó a la ligera.

"¿Me estás ignorando después de que te ayudé?"

"Gracias. Sé que hay asuntos pendientes, pero tengo que irme ahora".

"Sí que eres ingenioso... Nada más tengo una petición."

"Dime" Kassel apenas se detuvo y miró al marqués de Barca, luego giró la cabeza para mirar a Inés como si estuviera poseído y luego miró al marqués como si hubiera recuperado la conciencia.

"¿Qué es?" el tono ocupado la instó como si hoy hubiera dejado la cortesía en casa, pero como si la marquesa lo supiera, miró a Inés, que estaba lejos de él, y sonrió extrañamente. Haciéndole una seña con una mano, le hizo un gesto como para pedirle que se inclinara.

Kassel se inclinó de mala gana mientras ella le susurraba suavemente al oído.

"El nuevo sirviente en tu residencia."

"¿... ... ?"

"Aquel... ese apuesto joven. Escuché que La señora Inés lo trajo del Castillo de Pérez ¿Cuál era su nombre?"

"Ese es Raúl Balán".

"¡Sí, Raúl Balán! ¿No podrías enviármelo a la residencia Barca por la tarde?"

"... ... ."

"Hay un asunto por el que me gustaría pedírtelo prestado"

Kassel sacudió la cabeza sin responder. Había un leve reproche en sus ojos hacia la marquesa. Era idea suya o sonaba a que le estaba pidiendo los favores sexuales del nuevo ayudante de casa. La marquesa se encogió de hombros.

"Mi esposo ha estado en la 3.ª Flota desde hace dos días. No volverá en una semana, pero sería un desperdicio... Mi mayordomo pierde el cálculo de vez en cuando, y quiero que Balan le eche un vistazo a los libros contables, sé que es muy inteligente."

¿Y por qué debería aprovechar la ausencia de su esposo para revisar los libros nuevamente?

Después de todo, traicionar al teniente no tenía sentido para él, pese a que tanto su mujer como él, eran impúdicamente abiertos en su relación. Sin embargo, que le pidiera como juguete a uno de sus empleados, quien además resultaba ser Balan, el perro más leal de Inés... Sí, era cierto que le resultaba molesto y aun quería deshacerse de él, pero tampoco quería arrojárselo a una mujer de mediana edad como un juguete sexual.

Sí, lo odiaba de pies a cabeza, pero era importante para Inés.

Kassel rascó una de sus orejas como si nunca la hubiera oído hablar de eso, un acto utilizado por los Orteguistas que significaba 'Mis oídos ahora deben de estar muy sucios porque he escuchado palabras sucias'.

"Me aseguraré de devolvértelo en buen estado. Mostraré mi sinceridad al capitán y a la señora por separado, y le pagaré mucho dinero a ese niño por su arduo trabajo. Por favor, préstamelo unos días."

"Yo ya pago su salario y la cantidad también es considerable. Así que no creo que necesite unos ingresos extras".

"Eso lo debe decidir el Sr. Balan. Puedo decir que él también estaba interesado en mí. Así que va a ser un descanso muy divertido. Después de todo, es solo un ayudante, ¿su residencia no estaba bien antes de que él llegara?"

"Pídaselo usted misma"

"¿Yo misma? ¿Quieres decir que puedo hacer lo que quiera?"

"Como dije, pregúnteselo usted"

"Eso es demasiado"

"Si no quieres hacerlo, no lo hagas".

Sorprendentemente Kassel mostró la sinceridad de preguntarle primero a Raúl Balán antes de mangonear como a un trapo al perro fiel de Inés. Por supuesto, que todo esto tenía que ser por ella.

Di que no.

"Raúl"

"¿Sí?"

Sin embargo, por muy tentador que fuese, era un sueño que no podía hacerse realidad porque no sabía cuál sería el trato que recibiría este cachorro amado.

"La marquesa quiere tomarte prestado por hoy".

"¿A mí?" Raúl, que hizo una pregunta curiosa, pronto se dio cuenta del significado e hizo una expresión sutil. No parecía tan sorprendido, así que Kassel pudo ver que ya había estado recibiendo este tipo de ofertas con bastante frecuencia.

"Existen gustos de todo tipo."

"Si voy, ¿Será de alguna ayuda para ustedes?"

"¿Ayuda?"

"Un poco quizá..."

Kassel quedó momentáneamente desconcertado por la inesperada pregunta. Este bastardo leal, ¿hasta dónde sería capaz de llegar?

"Con que digas que te escaparás, sería una respuesta suficiente".

"Entonces no seré de ayuda en absoluto. No iré." Si hubiera sido de alguna ayuda, habría estado dispuesto a sacrificarse. Y de alguna manera, sintió que estaba hasta dispuesto a ofrecer su cuerpo por Inés. El sentido de competencia se despertaba en él como un hábito, pero al mismo tiempo no podía ofrecer su trasero casado, así que dejó de pensar estúpidamente.

Cuando volvió la vista, pudo ver a Vervik todavía de pie al lado de Inés.

El extraordinario vasallaje de Raúl Balán fue una vez más empujado más allá de su conciencia. En cuanto al teniente Vervik, quien era sobrino del conde Vervik y dos honoríficos por encima de él, un camarada que una vez estuvo destinado en la misma flota. Gracias a esto, Kassel pudo aprender detalles que no quería saber, como, con cuántas mujeres casadas se acostó Vervik, o cuántas vírgenes había recolectado.

No tuvo más remedio que saber porque desconocía la vergüenza a propia mano, y hablaba de ello como un logro. Incluso hubo varios días en los que hizo el gesto de lavarse los oídos con la intención de acallarlo.

Una señorita que no tenía experiencia o una mujer casada. Dos categorías que Kassel siempre rechazaba, por muy atractivas que fueran, eran sus reglas más básicas, pero no era así para Vervik.

La voz que orgullosamente contaba con cuántas mujeres casadas había dormido ensuciaban nuevamente sus oídos. E Inés era ahora la recién casada más popular de Calestera.

Cuando Kassel finalmente volvió a acercarse a Inés, llegó a la conclusión de que tenía que rescatarla. Kassel también podía usar una sonrisa y lucir como una trampa para ratones, sin embargo, era un asunto diferente. Trató de burlarse de ella de manera secreta, esos ojos que no habían sido contaminados y sus sentimientos desconocidos.

Esperó que sus ojos y oídos se ensuciaran con esas palabras, pero en cambio, cuando Kassel dio su último paso, Inés se echó a reír inesperadamente.

¿Sonríes?

Ese bastardo pretendía ser todo un caballero frente a Inés, quien respetuosamente era llamada por su título.

Kassel lo miró con desdén, luego tiró de Inés alrededor de su cintura y la miró. Los ojos claros lo miraron como si hubiera estado en un viaje placentero.

"¿Ya estás aquí?"

"¿Interrumpí la agradable conversación?"

"Oh no... estábamos hablando de ti, Kassel."

"¿Qué historia?"

"Bien... ¿Qué debo decir, mi señora?" Con una sonrisa, Vervik mostró su característica sonrisa forzada. Obviamente, cuando sonreía sus ojos no solían ser así, pero se esforzaba por parecer inofensivo.

"Es la historia de las lindas señoritas que siempre te han estado esperando en cada misa".

"... ... ."

"¿Todas dicen que te han estado esperando durante casi medio año?"

"¿Quién lo dice?"

"Es inevitable. Debes estar molesto, pero este es el destino de tipos que... Ah ¿No es natural que mujeres e incluso hombres se giren para mirarlo? No hay quien no quiera hacerlo."

"El teniente también es un tipo que llama mucho la atención ¿eh?"

"¿Cómo me atrevería a compararme con el esposo de la señora"

Vervik era un trapo sucio que Kassel ni siquiera podía nombrar. Y cuando le lanzó una mirada tranquila para hacerle cerrar la boca, el teniente Vervik desvió la mirada y se concentró solo en Inés.

"Por supuesto, a pesar de que tiene una apariencia impecable donde quiera que vaya, siempre se avergüenza por recibir palabras de elogio o dulces palabras de una hermosa persona"

Ya habían pasado varios años desde de la academia militar, pero su espíritu competitivo unilateral seguía tan vivo, esto lo dejó claro.

Vervik estaba tratando de joderlo ahora, realmente se atrevía a intentar algo con Inés.

"Vervik, veo a tu amante allí".

"¿Qué?"

Tal vez era porque tenía más de una amante que, los ojos que se movían rápidamente hacia la dirección de sus dedos, estaban inquietos de repente. Aprovechando el momento de distracción, Kassel tiró de Inés hacia él sin despedirse y la condujo hacia la otra dirección.

"Puedes agradecerme después"

"¿Por qué? ¿De qué debo estar agradecida?"

"No escuches historias inútiles de gente que es más inútil. Es una pérdida de tiempo."

"No era desagradable".

"¿Te gusta entonces?".

"... ... ." Los ojos de Inés cambiaron de sorpresa, como si nunca hubiera imaginado que la pseudo simpatía de Kassel saldría de esta manera.

"No. Quiero decir..." Kassel explicó apresuradamente.

"¿No?"

"Ese idiota... Vervik, no es de fiar". Por supuesto, tenía muchos pensamientos extraños y sucios. Más especialmente en estos días. Pero esto fue enteramente culpa de Vervik.

"Aquella mujer" Inés preguntó brevemente. Kassel asintió, esta vez alentándola a que continuara "¿Te gusta?"

E inmediatamente se dio cuenta del tamaño del lío en el que se había metido.

Pero Vervik y él eran completamente diferentes. Sin embargo, era difícil explicar lo diferentes que eran. Eran como el mismo trapo sucio, pero ¿uno era gris claro y el otro... negro?

Mientras que Kassel pasó un breve descanso en Mendoza, Vervik se hizo un nombre en su asignación, Calestera, pasando la mayor parte del año enredándose entre faldas. Los oficiales que rechinaban los dientes, cuyas hijas solteras habían sido mancilladas por aquel, podían contarse con los dedos de las manos, por otro lado, los oficiales que ni siquiera sabían que sus esposas habían caído por esos encantos, necesitarían cien manos más para contarlos.

Incluso plebeyas, sirvientas y conserjes, de alguna manera fueron seducidos también.

Pero cómo podía explicarle todo esto punto por punto. Cuando ella ya lo tenía en el mismo tablero.

Kassel tragó saliva, tratando de encontrar sus palabras, fue entonces cuando...

"Señor Kassel. ¿Puedo hablar contigo un momento?"

"Señorita Noriega." Una hermosa niña rubia, María Noriega.

Y a diferencia de otras Señoritas, ella era la única oponente que Inés no podía ignorar. La única nieta del coronel Noriega, el maestro al cual Kassel admiraba.

"Si te parece bien, también me gustaría presentarme a la señora".

María Noriega había mostrado su enamoramiento por él tan claramente, que ese momento inoportuno, se sintió más como una maldición.

Kassel miró el rostro de Inés con un poco de expectativa.

La conversación que habían tenido antes había quedado relegada y en e rostro de Inés se mostraba una abierta... ¿sonrisa?

Continue Reading

You'll Also Like

351K 24.4K 35
Las mentiras envenenaron los corazones de aquellas dos personas malditas. Lu va en su 4to año en Hogwarts. Parecía que su vida iba normal, claro, su...
47.4K 2.6K 10
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
96.6K 8.8K 66
Júlia Fort García es la hermana mayor del joven lateral del Fc Barcelona Héctor Fort,el club invita al equipo a un partido de la sección femenina,est...
1M 28.3K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...