Estaba en el baño encerrado. Se mojó la cara con abundante agua fría, pero ni aún así se le quitaban los estúpidos nervios. Él había sido claro, no harían nada que no quisiera, pero ¿qué pasaba si quería hacerlo todo? Un escalofrío le recorrió la columna al dejar que su mente imaginara los escenarios más perversos posibles. Él era virgen, por obvias razones ¿no? pero Taehyung no lo era. Es más, era universalmente conocido por ser un don Juan, casanovas devora mujeres, hombre insaciable, el rey del kamasutra y ¿él?... bueno, él era un buen estudiante.
Suspiró pesadamente pensando en que haría el ridículo, al mirarse al espejo notó su lamentable rostro en pánico que lo miraba de vuelta con mucha lástima. ¿Por qué dejaba que su mente le jugara estas malas pasadas? ¡No era necesario que hicieran algo! Taehyung ni siquiera le había insinuado algo más que inocentes besitos.
Necesitaba hablar con alguien, él era demasiado inexperto en todo. Tan sólo hace poco semanas le habían dado su primer beso ¡ni siquiera se había atrevido a tocarse pensando en Tae! Dios, era tan patético, ridículo e inexperto.
Decidió llamar a la única persona en que confiaba en temas de este tipo, su maestro y confidente:
—Más te vale que tengas una buena excusa porque literal llevo media hora conectado esperándote...
—Mimi...
—Es que ¿te das cuenta que estoy jugando este estúpido juego de castillos de arena solo por ti? Se que soy el mejor amigo que existe, pero hasta mi bondad tiene sus límites...
—Mimi...
—Y es que Joonie se quedó dormido esperándome y yo llevo clavado en la consola mucho rato y no te apareces, dónde carajos estás porque te iré a buscar de una oreja...
—Mimi estoy en el departamento de Tae.
—Ok, espera que apago esto.
Hoseok tuvo que ahogar una risita por el cambio repentino de actitud.
—Ya estoy aquí, dime ¿llevaste cepillo de dientes?
—Siempre.
—Muy bien ¿y por qué me estás llamando? deberías estar cabalgando a esta hora amigo mío.
—¿Cabalgando?
—Sí, ya sabes "yee-haw" como vaquero.
—Mimi por favor...
—Ok ok, lo siento — dijo riendo pequeñito —Me imagino que estás encerrado en el baño ¿no? —Hoseok asintió al otro lado de la línea — ok, cuéntame detalladamente lo que ha pasado hasta ahora.
—Entramos al departamento, dijo que cocinaría algo rápido para que viéramos una película. Le pedí usar al baño y estoy aquí hace diez minutos.
—Wow, debe pensar que te estás pegando la defecada de tu vida.
—¿Quéee?
—Pues sí, es mucho rato para solo orinar — dijo burlesco— ¿qué haces ahí hace tanto rato?
—Entré en pánico ¿qué más?
—Y ¿por qué? Has soñado con estar con él a solas así desde hace meses.
—Pero ¿qué se supone que haga? No pensé que me invitaría a su casa tan pronto y menos para "besarme tranquilamente".
—¿Eso te dijo? OMG, Seoki te van a dar como a cajón de alacena —chilló Jimin sin nada de decoro.
—Pero Mimi, yo no-
—¿Tú no qué?
—Yo no sé nada — susurró — tengo miedo.
—¿Miedo? ¿Por qué? Espera ¿él te ha forzado a hacer algo alguna vez? —quiso saber en tono alarmado — dime la verdad.
—No, nunca ha hecho nada que yo no quiera. Tampoco es como que hayamos hecho muchas cosas... han sido algunos besos y ya.
—¿Entonces de qué tienes miedo?
—¿Qué pasa si no le gusto? —dijo soltando el aire que tenía contenido — ¿qué pasa si hago algo mal?
—Hey, no te presiones así. Sabes que puedes preguntarme todo, tranquilo yo te enseño — anunció solemnemente — mira, si quieres comenzar de a poco, te recomiendo sólo besos la primera vez, quizás algunos roces locos por aquí por allá, pero enfócate en los besos ¿eso es lo que te pidió, no?
—Sí, pero yo ehmmmm quiero más que sólo besos Mimi.
—Ay dios, sí que me saliste puerco —gritoneó soltando una gran carcajada — ok, entonces escucha — dijo con seriedad — Tú te agachas frente al cierre de su pantalón, lo miras hacia arriba buscando su aprobación, le bajas el cierre lentamente sin quitarle los ojos de encima, humecta tus labios con suavidad procurando que él vea tu lengua. Luego bajas su pantalón con delicadez-
—¿De qué carajos estás hablando?
—¿De hacerle el mejor sexo oral de su vida? Dah.
—PARK JIMIN ERES LA PERVERSIÓN HECHA PERSONA.
—Pero tú dijist-
—Me refería a cosas más suaves como caricias, toques y ese tipo de cosas que hace la gente en las películas.
—También hay películas donde la gente hace oral-
—No me pongas más nervioso por favor.
—Está bien, ya entendí — suspiró — toma atención que esto lo diré solo una vez.
✨
Taehyung terminó de servir la comida cuando comenzó a preocuparse porque el chico no salía del baño. Pensó en acercarse a preguntarle si necesitaba algo, pero se imaginó que quizás estaba enfermo del estómago y prefirió darle espacio. Miró la mesa e inmediatamente se arrepintió de la comida que había preparado.
Encendió la televisión para sintonizar disney, ya que Hoseok era fanático de las animaciones e hizo zapping por unos minutos hasta que su teléfono comenzó a vibrar en su bolsillo.
—Estoy ocupado — respondió bruscamente.
—¿Sabes? A veces quisiera ser Hoseok, para ver si alguna vez recibo una palabra agradable de tu parte.
—¿Qué quieres, Kook?
—Escuché que Seoki está en tu casa ¿qué planeas hacerle maldito pervertido?
—¿Me llamaste para eso?
—Hmmm sí, hay algo que tienes que saber, Tae.
—¿Qué carajo, por qué estás tan serio de pronto?
—Supongo que sabes que Hoseok es virgen ¿no?
—¿Por qué me dices eso tan de la nada? Por supuesto que lo sé, joder — suspiró pasándose la mano por el rostro.
—Mira, sabes que lo quiero y no me gustaría que lo traumes.
—Si Yoongi sobrevivió a ti, Hoseok estará más que bien conmigo —resopló molesto.
—Mierda me halagas, pero entre tú y yo hay al menos cinco centímetros de diferencia...
—Te voy a colgar el teléfono.
—S-sólo ten cuidado ¿sí?
—No es necesario que lo digas, además no es mi intención hacer esas cosas con él todavía.... si llega a pasar algo, será cuando él quiera.
—Wow y eso que hace semanas que no tienes sexo. Te aplaudo, pero pobre de tus bolas, ya deben estar negras a estas altur-
Pero no lo dejó terminar, colgó rápidamente al ver a Hoseok salir del baño sonrojado y con el cabello húmedo. Joder, todavía ni se acercaba y ya estaba teniendo una erección por él.
Se quedó mirándolo fijamente mientras el chico se acercaba con la mirada baja. Una vez estuvo relativamente cerca, quiso acortar distancia y tomándolo suavemente de la cintura lo acercó a él. Apegó su cuerpo al del mayor, juntó su nariz con la suya y con un pequeño roce le pidió levantar la vista.
—¿Te sientes bien? — preguntó dejando suave caricias en su preciosa nariz — ¿te duele el estómago? ¿Necesitas que te prepare un agua de hierbas? —quiso saber dándole un pequeño beso de pico en los labios.
«Ok, entonces Jimin tenía razón. ¿Cómo le diría ahora que no estaba defecando? Por dios, sabía que no tenía nada de malo, pero ¿este no se supone que debía ser un momento romántico?»
Una carcajada brotó de lo profundo del estómago de Hoseok y no pudo evitar soltarla estruendosamente dejando a Taehyung completamente plasmado sin entender nada. Luego de unos segundos, el chico se le unió a la risa a pesar de no saber por qué lo hacía, haciendo que ambos terminaran con dolor en el abdomen producido por los espasmos de las carcajadas compartidas.
—Es en serio ¿necesitas que te prepare algo?
—Estoy bien — resopló — hice una llamada, por eso me demoré. Mi estómago está perfectamente ¿qué hay de comer? — preguntó dando brinquitos haciendo que la sonrisa de Taehyung se ensanchara aún más — Wow ¿tú hiciste todo esto?
Se acercó a la mesa con evidente asombro, Taehyung nunca se había esmerado tanto con una comida. Su corazón latió con fuerza en su pecho porque se sintió muy querido, fue casi como estar en casa.
Comieron tranquilamente mientras conversaban sobre las cosas que habían hecho durante el día. Taehyung podría haberlo escuchado hablar toda la noche, le encantaba escuchar cómo relataba hasta las cosas más triviales; pero verás: estaba sumamente distraído con el brillo que el aceite de sésamo dejaba en aquellos lindos labios.
—Puse la televisión para que elijas la película que quieras ver —comentó mientras lavaba la vajilla y Hoseok la secaba a su lado.
—¿Tienes disney? —preguntó dejando los platos de lado y corriendo a la sala directamente a buscar su película favorita — ¿quieres ver algo en particular? —gritó una vez estuvo frente a la tv.
Taehyung se asomó por la cocina y negó con la cabeza — Cualquier cosa está bien para mi.
Terminó de limpiar la cocina, se secó la manos y apagó las luces para ir a acomodarse junto al chico que estaba sentado cómodamente en el sofá.
Se sentó a su lado dejando un pequeño beso en su frente, todo se estaba dando con tanta naturalidad que no se sintió como si fuera la primera vez que hacían algo así. Claro que antes habían estado a solas, pero siempre era en la biblioteca de la universidad o en el departamento de Hoseok con Yoongi o Jin merodeando muy de cerca. Cada vez que se encontraban a estudiar Hoseok era muy serio al respecto y rara vez lo dejaba distraerse con besitos o coqueteos. Verlo ahí, tan relajado y tranquilo hizo querer lanzarse encima de él y llenarlo de mimos.
—¿Qué película es? —le preguntó dejando suaves caricias en su cuello.
Hoseok se volvió con los ojos grandes y brillantes — Intensamente, es mi favorita de momento, ¿la conoces?
—No veo películas animadas desde el 2003 —resopló intensificando los masajes que le estaba dando — ¿por qué te gusta tanto?
—Quizás si la ves lo sabrás — reclamó quitándose su mano de encima — no te distraigas.
—Es difícil no hacerlo teniéndote aquí — bufó cruzándose de brazos y fijando la vista en la tv.
—Vamos, préstale atención y verás cómo te gusta — sonrió acercándose a él para dejar un casto beso en sus labios.
—Voy a quemar esa televisión.
—No te atrevas. —Hoseok se acercó a él mirándolo fijamente a los ojos — ¿Sabes? eres lindo cuando te molestas — se atrevió a decir. Al notar que Tae se sonrojaba, agregó: — me gustas mucho.
Taehyung casi se atraganta con su saliva —Puedo enojarme más si quieres — dijo frunciendo el ceño —¿te gusta así, bebé? —bromeó.
—Atrevido — respondió dándole un suave golpecito en el brazo —pero sí, me gustas así también.
—Aysh, ven aquí — Taehyung lo tomó por la cintura y lo acomodó aún más cerca de su cuerpo.
Hoseok POV
Lo atrajo aún más cerca.
Con un carajo, a la mierda la película.
Sintió que el corazón se le salía, Taehyung lo tomó por el rostro con ambas manos y lo atrajo a su boca. Hoseok no era un experto en besos, los únicos húmedos que había dado era los pocos que compartía con el menor, pero podía jurar que su boca estaba hecha para acomodarse a los suaves y voluptuosos labios del chico.
Sus bocas se encontraron ansiosas, como si se extrañaran de toda la vida. Hoseok pasó sus brazos por la espalda del menor, quien respondió enterrando sus largos dedos en su nuca profundizando aún más ese beso que comenzaba a encender la sangre estancada de su cuerpo.
—Hay algo que quiero probar — jadeó Tae separándose del beso — pero no sé si quieres.
—¿Qu-qué cosa? — preguntó de pronto muy tímido.
Se sentía adormecido, como si su cerebro perdiera fuerza o algo así, así que cualquier cosa que Tae le pidiera, probablemente se la daría sin chistar.
Hoseok vió como el rostro de Taehyung se oscurecía en un profundo tono bermellón —Abre un poco tu boca — le pidió con una voz gruesa y profunda.
«Mierda.»
Obedeció inmediatamente. Se sentía avergonzado, pero aquello no duró ni medio segundo, ya que Tae se lanzó a comerle los labios como nunca pensó que sería posible.
«Mierda.»
Una intromisión, eso era. La lengua de Taehyung se había entrometido completamente dentro de él ¿qué era esa sensación de necesidad que crecía en su interior? ¿por qué se sentía todo tan bien? Mierda, mierda, mierda, se estaba volviendo loco. Los jadeos que el menor dejaba en su boca hacían que la sangre le hirviera, quemándole la piel tortuosamente como si estuviera pagando algún castigo divino.
Electricidad, eso era lo que sentía en cada uno de los nervios se su escuálida existencia. Los dedos le picaban, le dolía la piel. Quería llorar, correr, chocar contra un muro por favor.
Taehyung POV
Quería más, carajo. Por supuesto que quería más.
Hoseok entreabrió su boca y divisó sin problemas su preciosa lengua ardiendo en saliva caliente. Se hizo camino hacia ella, desesperado como nunca, necesitado como si de oxígeno se tratara. Una vez entró en su cavidad, una perfecta descarga eléctrica se desató tormentosamente en su interior: se deshizo en esa boca que le pedía más y más.
Se permitió recorrer aquella boca que ahora se sentía como su hogar, quiso quedarse ahí masajeando sus curvas y saboreando sus rincones para siempre.
Jodida mierda, estaba condenado.
Hoseok emitía unos pequeños gemidos que se ahogaban dentro suyo de la forma más maravillosa que pudiera existir. Con cada suspiro que el mayor le daba, las venas de Taehyung palpitaban furiosas haciendo que todos los músculos de su cuerpo se tensaran: sí, todos los músculos.
Pero aún así, nada lo hizo estar preparado para el siguiente movimiento del mayor.
Hoseok introdujo su lengua completamente dentro suyo, haciéndolo perder la consciencia por un lapso de tiempo indeterminado. El mayor tomó el ritmo y lo dominó a su gusto. Con un preciso movimiento de caderas, se acomodó gratamente sobre su regazo quedando con ambas piernas en sus costados y con el pecho pegado al suyo.
Taehyung lo tomó de las caderas para atraerlo aún más cerca, aunque la cercanía ya no era suficiente para lo que su humanidad necesitaba en ese momento; él lo quería íntimamente. Necesitaba tenerlo. Y aunque no estaba acostumbrado a no liderar la escena, se dejó hacer todo en cuanto el chico quiso. Hoseok se soltó del beso con un obsceno chasquido que resonó en toda la sala, haciendo que su entrepierna palpite agresivamente en contra del pantalón del contrario. Se tomó la libertad de sostenerlo por la cintura con fuerza para atraerlo nuevamente a su boca, pero el mayor puso ambas manos en su pecho para cortar el movimiento. Hoseok lo miró con las orbes completamente dilatadas, los labios hinchados rojos como una guinda madura y le sonrió sensualmente a la vez que comenzaba a dejar suaves besos por toda la línea de su mandíbula, comenzando a bajar completamente por su cuello y llenándolo de un camino de saliva caliente que se fundía con su piel como lava ardiente.
Inconscientemente su cuerpo comenzó a moverse salvajemente bajo el cuerpo del mayor, atrapándolos en un vaivén de caderas que chocaban entre sí intentando fundirse en un mismo cuerpo. Hoseok ahogó un gemido contra su piel cuando Tae presionó suavemente sus manos contra sus muslos, acariciándolos con firmeza por encima de la tela de sus jeans.
—Hoseok, necesito tocarte — le rogó a quien no dejaba de pasar su lengua caliente por la piel de su cuello — por favor, necesito tocarte.
—Tócame —susurró pasando suavemente sus colmillos por su hombro — hazme lo que quieras.
«Oh, claro que lo haría.»
Taehyung se tomó la palabra en serio y sin mayor preámbulos llevó sus manos al trasero del mayor. Hoseok gimió en su oído ante el agarre y tuvo que afirmarse con fuerza de su espalda cuando Tae comenzó a moverse aún más poderosamente debajo de él. Y, si bien el vaivén era tortuoso, se sentía como el paraíso.
Sus manos comenzaron a subir por la espalda del mayor, encaminándose decididamente a quitar esas horrorosas prendas que le prohibían sentir su piel en primera persona. Se escabulló entre sus ropas para por fin encontrarse con su suave, tersa y caliente piel, esa piel que le pertenecía. Esa piel que tenía el más avasallador aroma, sabor, color y textura. Tocó su espalda con desespero mientras Hoseok volvía a atacar su boca con ferocidad. Lo sostuvo por la espalda mientras seguía moviendo su cadera debajo de él, soportando apenas la tirantez de su miembro, el que le pedía por favor ser liberado de esa terrible agonía.
Hoseok POV
Hoseok le respondió el movimiento de caderas y ahora eran ambos quienes se balanceaban contrariamente simulando suaves estocadas. El chico ardía. Decidió ceder ante el calor y obedecer al instinto, por lo que comenzó a juguetear ciegamente con los botones de la camisa de Taehyung para abrirla completamente y dejar ver sus marcados pectorales. Le arrancó la prenda, dejándolo desnudo de la cintura para arriba. Taehyung no perdió el tiempo y le quitó también la suya.
Estaba comenzando a perder la cordura cuando las palabras de Jimin resonaron fuertemente en su cabeza:
«Si no quieres tener sexo hoy, hay muchas otras cosas que puedes hacer, pero siempre se honesto y di lo que quieres sin miedo.»
Mierda, estaba yendo demasiado rápido.
—Tae — dijo soltando el beso abruptamente — y-yo... esto se siente tan bien, quiero más, pero no creo que debamos...
—Shh — dijo tomándolo por el rostro mientras soltaba el aire contenido en su interior — tranquilo, todo está bien —susurró dejando un pequeño beso en sus labios
—No te enojes por favor — le pidió refugiándose en su pecho con un fuerte abrazo.
—Ey, no — Tae lo alejó para poder mirarlo a la cara — Seoki, mírame. Todo está bien, todo es perfecto bebé.
Hoseok sonrió al sentir los dulces besos que Tae comenzó a dejar por todo su rostro. El menor lo miró con ternura mientras pasaba sus manos por su cuerpo, acariciándolo suavemente para calmarlo.
—Te quiero Seoki — le dijo mirándolo fijamente —eres perfecto, precioso y me encantas.
Sólo esa oración bastó para que Hobi se sintiera más cómodo y tranquilo consigo mismo. Y, aunque su entrepierna todavía dolía, su corazón le sonrió contento por tomarse las cosas con calma y disfrutar ese viaje que tan bien le hacía.
—Ahora... si me permites unos minutos, debo ir al baño.
Taehyung se puso de pie con cuidado y Hoseok tuvo que llevarse las manos al rostro para ocultar su vergüenza al ver todos los arañazos que había dejado marcados en la piel canela del menor.
—Amor, tu espalda parece un cuadro de Jackson Pollock — le dijo.
—¿A-amor?
Aquí un Jackson Pollock (uno de mis pintores fav):
Un besito.