TRES MESES

By Lonely-Vampire

6.1K 895 155

Después del asesinato de los padres de Emma decide rehacer su vida en una nueva ciudad, entra a la universida... More

Prologó
I
II
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX

III

289 51 4
By Lonely-Vampire

Emma

Cada vez que abría los ojos, lo primero que veía, si no estaba mirando hacia el lado de la pared, eran los frascos de las pastillas, era un constante recordatorio de que los tenía que tomar a la hora indicada del médico. Me volteé quedando viendo hacia el techo, calculé que eran las nueve de la mañana, aunque era lunes no tenía que ir a la universidad.

Pero lo que, si tenía que hacer, era ir con la psicóloga, creo que era momento indicado para decirle lo que planeaba hacer, pero no lo vi necesario.

Después estar una hora contemplando la blancura del techo me levante y me di un baño, me vestí, desayune con mis abuelos. Al terminar de comer, mi abuelo nos dejó a mi abuela y a mí en la clínica, después pasaría por nosotras. Él era taxista, así que tenía que hacer recorridos.

Visitaba a la psicóloga una vez al mes, antes eran tres veces por semana, pero posterior se redujeron hasta quedar una vez al mes, ya que "había mejorado", estaba lejos de que fuera así. Después de veinte minutos de espera entre al consultorio.

—Hola Emma, ¿Cómo has estado? —Pregunta la psicóloga con una sonrisa.

¿Cómo estaba?, no tenía la menor idea.

—Bien —contesto con una sonrisa fingida.

Ella empieza hacerme preguntas, desde cómo me ha estado yendo en la universidad, hasta como me he sentido con el medicamento, y si no he tenido un ataque de pánico, que es la razón principal por la que tengo que ir a consulta y tomar medicamentos, además de un cuadro de depresión.

Sabía que tenía que contarle todo, pero no podía hacerlo, era como si lo tenía que tener contenido en una caja fuerte y que nadie podía abrir, solo le contaba las cosas buenas que me habían sucedido.

[...]

El 30 de septiembre camine hasta llegar al puente que se encontraba cerca de la casa de mis abuelos, aunque llevaba una chamarra, el aire frio se colaba haciendo que temblara un poco. Pasaban de las dos, posiblemente estaban a punto de dar las tres de la madrugada, había salido sin que nadie se diera cuenta.

Espere por algunos minutos, hasta que escuche el sonido del motor de una motocicleta, empecé a dudar por lo que estaba pensando en hacer, pero en ese momento era la única solución que encontraba.

La moto se detuvo enfrente de mí, en ella se encontraba un hombre, no sabía quién era, cuantos años tenían, ni el color de sus ojos o cabello, ya que el casco impedía verlo, bajé la vista hacia sus manos y vi que tenía unos guantes negros. Tome aire para contener mis nervios que estaban a mil.

Él se bajó y camino hasta quedar enfrente de mí, así que me puse de pie, él era mucho más alto, creo que se debía a las botas que traía puestas.

—¿Emma? —Preguntó, apostaría lo que sea que traía algo en el casco que hacía que sonara grabe para no poderlo identificar, o tal vez era así voz.

—Sí —contesté, mi voz salió como un hilo, trataba de mantener la calma, que no se notara que estaba con miedo.

—Bien, ¿Cuál es el trabajo?

—Sé que sonara estúpido —digo tomando aire antes de decir la verdadera razón del por el cual llamé—, sé que te contratan para matar a alguien, pero quiero que tú me mates... aquí tengo el dinero.

Metí la mano en el bolsillo derecho de la chamarra y saqué los billetes. Extiendo la mano para entregárselo, pero él no los acepto, lo volteo a ver, el cristal que está en sus ojos es negro así que no puedo ver que gesto tenía, pero estaba segura que su ceño estaba fruncido.

—¿Por qué quieres hacer algo así? —Él pregunta.

—Estoy cansada de vivir de esta forma—me quedé callada un instante—, soy una cobarde para hacerlo yo misma, además, pienso que será menos doloroso para mis familiares pensar que alguien más lo hizo que yo misma.

—Creo que será lo mismo.

—Pero, ¿tú a eso no te dedicas?, ¿a matar a personas? —Por un momento pensé que se había enojado por decirle eso, pero solo soltó un suspiro antes de hablar.

—Es diferente, sé que no soy la persona adecuada para decirte esto, pero creo que necesitas ayuda —desvié la mirada, él tenía razón, pero no quería aceptarlo—, te propongo un trato.

—¿Cuál? —alce la mirada, después de durarlo.

—Te daré tiempo para que lo pienses, busca ayuda necesaria.

—No sé...

—Te doy tres meses, si no cambias de opinión lo hare sin que me des nada de dinero, créeme que tu familia necesitara, los funerales no salen para nada baratos.

Lo pensé por un momento, ¿Encontraría un motivo para seguir aquí?

—Está bien —acepté.

Ya había pasado un mes desde ese encuentro, había momentos que disfrutaba la vida, pero la mayoría era todo lo contrario.

Al salir de la clínica acompañe a mi abuela a comprar algunas cosas que necesitábamos, sabía que si tomaba esa decisión los más afectados serían mis abuelos, ya habían perdido a una hija, la cual, era mi mamá, y han hecho todo lo posible para que viva normal.

Claro que estaba, tenía que buscar algo que me mantuviera en este lugar.

[...]

—¿Vas a visitar a tus padres en este fin de semana? —Pregunte alzando la mirada hacia mi amiga.

—Sí, dicen que si no los visito ellos van a venir por mí —ella contestó mientras hojeaba unas hojas de su libreta, pero se detuvo y me miro a los ojos—, ¿Por qué no me acompañas?, mis padres harán una fiesta con familiares y me haría bien tener una buena compañía que no sean las odiosas de mis primas.

—No sé si sea buena idea, hace mucho que no veo a tus padres.

—Qué más da, ellos te quieren y me preguntan por ti, creo que hasta te quieren más que a mí.

Sophie y yo hemos sido amigas desde niñas, al tal punto que hasta en ocasiones las personas pensaban que éramos hermanas por el parecido de cabello y de ojos, pero al pasar el tiempo ella se hizo más alta que yo, además de que desarrollo mejor cuerpo, siendo sincera, no me importo mucho, yo me sentía bien con el mío.

Todas las tardes nos la pasábamos juntas, en ocasiones ella en mi casa o yo en la suya, íbamos a las mismas escuelas, hasta de vacaciones, sus padres y los míos se hicieron amigos, así que no había problema de que hiciéramos pijamadas.

Al hacer trámites a la universidad hicimos a la carrera de derecho, pero lamentablemente ella no había quedado, pensamos que nos íbamos a separar, pero sucedió lo mis padres, ella estuvo apoyándome, yo pedí un año de descanso, por las circunstancias ellos aceptaron. Ella volví a intentar entrar, y quedo.

Ella se tuvo que mudar a esta ciudad, aunque mis abuelos le ofrecieron su casa, ella prefirió tener su propio lugar rentando un apartamento. Aunque llevábamos más de dos meses de clases, ella por lo regular iba a visitar a sus padres cada fin de semana, aunque a veces hacia sus excepciones.

—Lo voy a pensar, Rick me dijo que mis tíos quieren que vaya a visitarlos y creo que voy a ir este fin, lo siento —me disculpe.

—Ya veremos la próxima.

Seguimos haciendo nuestra tarea cuando alguien llega y se sienta a mi lado, no tengo que voltear a ver de quien se trata, porque ya se la respuesta.

—Hola chicas —saludó mi primo—, ¿Qué están haciendo?

—Hola guapo —dijo de vuelta Sophie, sin duda entre ellos dos se llevaban bien.

—No sé de donde le ves lo guapo —comenté.

—Oye, me ofendes —dijo Rick llevándose la mano de forma dramática al pecho.

—No le hagas caso, esta celosa —dijo de vuelta mi amiga, rodé los ojos, sé que lo decía de broma—, estamos haciendo tarea, y a ti, ¿Qué te trae por aquí?

—Solo vengo hacerles una invitación.

—Si es hacer una manifestación para salvar algún animal, no cuentes conmigo —comentó.

Sí, en una ocasión se plantó afuera de la universidad con una lona diciendo que teníamos que salvar a los koalas, es un misterio del porque lo hizo, si no vivimos en Australia, eso de que estaba estudiando biología le estaba afectando demasiado.

—No vengo a eso —contesto frunciendo el ceño—, a lo que les quiero invitar es a una fiesta el viernes, y creo que les va interesar porque va ser de disfraces.

—Suena muy interesante —contestó mi amiga con una sonrisa, mientras que yo hice una mueca, no me entusiasmaba ir a un lugar después de lo sucedido en las carreras de motos—. Yo me apunto.

—¿No tenías que ir a visitar a tus padres? —Pregunté frunciendo el ceño.

—No me puedo perder algo así, además que me puedo ir el sábado al medio día.

—Y qué hay de ti Emma —Preguntó mi primo alzando la ceja—, ¿Vas a ir?, abuelita estaba contenta cuando se enteró que fuiste a una pijamada, estoy seguro que también lo estará si sales, además que vas a estar conmigo.

—Vamos amiga no creo que pase lo del vie... —interrumpí a Sophie con una patada, haciendo que ella hiciera una mueca de dolor, y que Rick me viera con el ceño fruncido.

—Está bien vamos —me apresure a decir antes de que preguntara algo mi primo y que mi amiga hablara de más.

Tal vez Sophie tenía razón y no pasaría nada como lo de carreras, era muy poco probable que me encontraría con aquel chico, o tal vez no.

Continue Reading

You'll Also Like

16.8K 2.2K 24
Esta es la historia en la que dos almas perdidas se reencuentran en un mundo oscuro y retorcido, donde el amor se convierte en una obsesión peligrosa...
6.2K 848 14
Una guerrera resurgirá de las cenizas, sangre y muerte. Reyes enfrentándose por mantener la corona real. Una devastación tendrá atormentando a los re...
19K 178 2
Ya conocemos a Sophie, la pelirroja Hale que ha llegado a revolucionar Beacon Hills. Nuestra querida protagonista ha narrado diversos momentos, con s...
743K 32.3K 47
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...