VII

203 38 5
                                    

Emma

Al pasar por la habitación de mi primo, me detengo al verlo enfrente del espejo.

—¿Vas a salir? —Pregunte frunciendo el ceño, era notable que apenas había salido de bañar, porque algunas gotas caían.

—Sí —contesta con una sonrisa.

—¿Con quién? —Pregunté alzando una ceja y recargándome en el marco de la puerta.

—Por el momento será secreto —dijo con una sonrisa de oreja a oreja—, ya me tengo que ir.

Rick salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él, así que hay me dejo con la dudad de con quién salió esa noche, así que regresé a mi habitación y puse el seguro de la puerta, no me agradaba la idea de que estar sola en la casa.

Mis abuelos habían ido a visitar a una de mis tías, yo no quise ir por las tareas de la universidad, aunque ellos nos prohibieron salir, Rick no hizo caso y yo no quería que por mi culpa se le arruinara la noche. Empecé a sentir una ansiedad, sentía que en cualquier momento aquellos hombres que asesinaron a mis padres iban a entrar y terminar su trabajo conmigo. Así que le mande un mensaje a Sophie.

Yo: Hola Sophie, ¿Estás ocupada?

Me mordía el lado de las uñas esperando a que mi amiga me contestara, después de tres minutos ella me contesto.

Sophie: Salí a comer con Liam, ¿Pasó algo?

No quería que ella se preocupara, hubiera sido muy egoísta de mi parte haberle dicho que, si podía ir a mi casa para que no me sintiera sola, así que le mentí.

Yo: Solo quería preguntar algo sobre la tarea que nos dejaron, cuando tengas tiempo me mandas mensaje.

Solo me quedaba ver alguna película o serie, tenía que mantenerme relajada si no quería entrar en un ataque de pánico, y más estando sola. Estaba escogiendo que película ver cuando mi celular vibra, al checar veo que es un mensaje de Adam, habían pasado dos días cuando le entregue el saco, y habíamos estado mandado algunos mensajes.

Adam: ¿Qué estás haciendo?

Yo: Nada, creo que veré una película.

Adam: ¿No te gustaría ir a comer algo?

Me mordí el labio, no estaba segura si aceptar aquello, estar sola con Adam, el chico que todos en la ciudad lo tachan como uno de los peores, pero tampoco quería estar solo en la casa, además de que hubiera sido raro haberlo invitado estar conmigo, en mi habitación, los dos solos.

Yo: Claro, ¿A dónde?

Adam: Pásame tu dirección iré por ti.

Lo dude por un momento, pero al final le mande mi dirección, tuve media hora para cambiarme, estaba haciendo frio así que decidí ponerme un pantalón de mezclilla negro un poco ajustado, mis tenis Vans junto con un suéter de lana color rosa pastel, no me esforcé para verme "linda", ya me vio en pijama y no se trata de una cita.

Me puse un poco de maquillaje para tratar de esconder mi rostro de muerta, solo fue un poco de corrector para esconder las ojeras, poca sombra rosa, que apenas se notaba y el delineado, no utilice labial, íbamos a comer y no quería quedar toda manchada.

Después de media hora escuche que alguien toco la puerta de entrada, pase saliva nerviosamente, al abrir la puerta veo a Adam que estaba sonriendo, así que también sonríe de vuelta, tome mi bolsa y salí de la casa, me asegure de cerrar bien la puerta.

—¿A dónde vamos a ir? —Pregunte mientras caminábamos hacia su motocicleta.

—Va hacer una sorpresa —contestó con mirándome con una sonrisa.

TRES MESESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora