Capítulo 36
Pasaron dos días y dos conciertos habían pasado, adiós España y Portugal. La gente había estado genial, me había ayudado a dispersar la cabeza un poco.
Cada vez que los veía cantar mis canciones con sus miradas emocionantes, brillantes, mi corazón estallaba de felicidad, creo que era el único momento donde me sentía de esa manera.
Mi garganta quedo doliendo. Pero eso no importa. Lo que importaba es que había realizado el concierto y que había cantado para las personas que fueron a verme. Que gastaron su dinero y sus energías, solamente para verme cantar. No creí que nunca nadie haría eso, solo para mí, pero nunca hay que quedarse con esos pensamientos negativos.
Fueron dos conciertos enérgicos, me sentía más libre, supongo. No me sentía como antes, que estaba tenso en un escenario.
Pensé que las personas que estaban ahí conmigo, era porque querían estar allí... no se las obligaba así que nada malo podía pasarme.
Cambiamos de hotel y de ciudad. Mi familia seguía conmigo.
Inglaterra.
Melody no volvió a mi habitación.
No me importaba. Mi madre quería hablar conmigo, pero le mentí y le dije que tenía que hacer cosas.
Estaba invitado a una fiesta que la había a realizar el artista Bob, en su propia casa. Lo había conocido en los premios, habíamos charlando un rato de música, habíamos intercambiado números y listo, ahora estaba invitado a su fiesta.
A veces no entendía como se manejaban los famosos.
A veces no entendía que consideraban amistad. A veces pensaba que se sentían tan solos que quizás consideraban amigos a cualquiera...
Pero acepte, porque quería salir un poco de mi vida diaria, de mirar la televisión, de escribir canciones, de discutir con mis productores, de tratar de evitar que mi padre volvería a verme, porque no quería que fuera de esa manera.
Con Serena estaba todo bien.
Mis productores me felicitaron por arreglar las cosas con ella y dijeron que el plan seguía en pie, nosotros tendríamos que seguir siendo novios.
En cuanto a Jayden... no lo he visto. Solo en los conciertos y luego él me estaba evitando por completo.
Me bañe, seleccione ropa para la gran fiesta y me propuse a invitar a Jayden mi mejor amigo, no pensaba ir si no iba él.
Me delinee los ojos, me peine el cabello negro azabache, me planchee la mecha del ojo izquierdo, me puse una especie de crema en el rostro, para no parecer tan pálido y me eche dos tipos de perfumes que había comprado últimamente.
Brianna no mando mensaje de texto y yo tampoco quería molestarla.
Recordé sus besos en la boca y en el cuello y un escalofrió paso por todo mi cuerpo incluso en mi cabeza, que sensación extraña sentí cuando ella hizo lo que hizo.
Me miré al espejo y sonreí.
Me veía como la mierda.
Me veía estúpido.
Pero para muchas podía parecer atractivo, y me pregunto cómo hacían para ver lo que tenía de lindo.
Mis brazos estaban más delgados que la última vez que me mire al espejo. Las piernas parecían dos alambres y eso me angustiaba un poco.
Mordí mi labio inferior que estaba seco y luego negué con la cabeza.
Recordé en las horas de la comida, como dejaba el plato de comida bastante lleno y a veces no me terminaba dando cuenta si comía mucho o comía poco.
La comida últimamente me está cayendo mal y me hacía mal al estómago. Mis nervios y mi ansiedad me están matando. Necesito clases de yoga, hacer ejercicio o meditar un poco para ver lo que me espera para mi futuro.
En esta semana le he pedido a Larry un estudio de grabación porque siento que me estoy ahogando con mis nuevas canciones.
Quiero componerlas y terminar de escribirlas.
Él me dijo que estaba bien y que no había problema.
Camine hacia la habitación donde estaba mi amigo. Toque la puerta, porque no me animaba a entrar.
Pasaron dos, tres, cuatro, cinco segundos...
— ¿Jayden?
Abrió lentamente la puerta y luego me miro atentamente.
— ¿Yannick?
— ¿Vas a venir?
— ¿A dónde?
—A la fiesta de Bob.
Mi amigo se quedó pensando un tiempo con sus ojos brillosos, parecía que había estado llorando.
— ¿Te has hecho amigo de Bob?
—No, solo me invito.
Asintió y luego largue una carcajada. Estaba agotado, pero necesitaba tomar alguna cerveza y sentir como cuando estaba Cheryl a mi lado, que salíamos a discotecas a bailar. Ella enrollaba sus brazos en mi cintura y me hacía sentir inferior a ella. Porque lo era.
—No lo sé...
— ¿Por qué?
—Es una noche muy pesada.
—Oh por favor... voy a ir solo y no quiero.
Jayden puso el rostro serio, yo lo mire con suplica y podía notar que todavía estaba enojado conmigo, pero no sabía la razón de su enojo.
—Está bien.
—Vamos, va a ser divertido.
—Si tú lo dices.
Me invito a su habitación y juntos decidimos lo que se iba a poner de ropa para la gran fiesta que nos esperaba, por un momento sentí que no era la misma sensación que tuvimos cuando teníamos que ir a la fiesta de Serena.
Luego llame a mi chofer personal para que nos viniera a buscar, mientras nos quedamos charlando un rato en su habitación.
— ¿Por qué no me hablaste estos dos días pasados?
—No quería molestarte...
—Anda, vamos... si tú no me molestas...
— ¿No?
Y cuando vi su rostro pude recordar que él había presenciado lo que había pasado con Brianna y no le había dicho ninguna explicación al respeto.
—Con mi fan no ha pasado nada y tampoco me has molestado.
Jayden me miro y abrió los ojos como platos.
— ¿Quién te ha preguntado sobre eso?
—Por si te sentiste incómodo.
Mi amigo negó con la cabeza.
—Solo te he advertido lo que nos han dicho y explicado... espero que lo hayas tomado y lo hayas puesto en práctica.
Sospechaba algo, supongo.
Lo ha dicho de una forma tan sarcástica que hizo que mis mejillas se enrojecieran porque sabía que no había seguido su consejo.
Me relamí los labios porque me estaban viniendo los nervios y recordé el cuerpo de Brianna encima del mío y me recorrió un escalofrió.
— ¿Sí?
—Si.
Nos quedamos unos segundos en silencio y para mi resultaron muy incomodos, así que sería el que interrumpiera el silencio.
—Oye... —Le dije tratando de no parecer nervioso.
— ¿Qué?
—Le he avisado a Larry y a John que nos íbamos a una fiesta.
—Genial.
— ¿No hay rencores entonces?
—Nunca estuve enojado, no sé de dónde lo sacaste...
—Está bien.
—Bueno.
Cuando sentimos la bocina del chofer, salimos por los pasillos del hotel corriendo para que nos llevara de una vez a una fiesta.
Quería despejar un poco de mi mente y alejarme de esas personas que me rodeaban un poco.
Quería divertirme.
¿Por qué sino para que estaba en la vida?
¿Para mirarme al espejo y lamentarme las cosas malas que me pasaron en la vida? No. Ya estaba un poco cansado de hacer esas cosas.
Me subí al auto con mi amigo, leí el mensaje de texto y le dije que nos llevara a la dirección de la casa del famoso cantante: Bob.
Nuestro chofer comenzó a manejar.
Y si, nunca en mi mente me había imaginado que iba a ir a la casa de ese famoso rapero Bob que veía todos los días por la televisión, en los canales de música.
Todo es nuevo para mí.
Sentí una punzada en el estómago, supongo que debería acostumbrarme a lo nuevo, porque la vida puede cambiar en un mismo instante, mi vida cambio, todo esto no era algo de lo que estaba acostumbrado en mi antigua vida pero ya era hora de cambiar.
— ¿Bob el rapero? —Pregunto el chofer.
—Si.
—Oh...
— ¿Qué tiene? —Pregunto mi amigo.
—Sus fiestas son explosivas...
—Justo lo que andaba buscando —Respondí con nervios.
Nosotros dos lo que menos necesitamos eran que nos metan en fiestas de las cuales no teníamos experiencia, así que comencé a sentirme un poco nervioso y mareado.
— ¿A qué te refieres con explosivas? —Pregunto mi amigo Jayden.
—Qué hay de todo.
— ¿Qué es el todo para el mundo? —Pregunte.
—Muchas drogas y alcohol.
Intercambiamos miradas con Jayden y luego la dirigí a la ventana y no dije nada. Bob me había invitado con las mejores intenciones, pero supongo que les vamos a parecer muy aburridos, muy estúpidos.
Hemos leído y escuchado tantas cosas negativas de las drogas que nunca nadie de los dos, se imagina tocando una droga.
—Tenga cuidado.
—Larry no me ha dicho nada.
—Larry anda perdido —Me dijo el chofer con toda la sinceridad posible, eso me resulto un poco grosero de su parte, pero luego lo pensé mejor y tenía razón.
— ¿Por qué dices algo así? —Pregunte.
—Porque si los dejo ir a esta fiesta...
Estaba perdido. Bueno eso lo sabia hace mucho tiempo, solo que lo trataba de ignorar.
John estaba extraño. Todos estaban mal. Era algo de lo que mi mente se replanteaba todo el día...
—Tienes razón.
Jayden me miro con preocupación.
— ¿Deberíamos anular ir?
—No lo sé.
—Ustedes deciden.
El chofer estaba actuando demasiado extraño, cuando le dije que la fiesta era de ese artista, su rostro se preocupó.
¿Conocerá algún acontecimiento?
Los trabajadores de Larry saben todo. Ellos tienen experiencias.
—Vamos —Dije.
Jayden me miro con los ojos atentos.
Supongo que había que analizar la respuesta, pero yo no la analice, solamente dije que sí, porque soy un egoísta.
Porque solo pensé en lo que yo quería, y me sentí mal y culpable en todo el viaje... además que sentía que no era una buena idea entrar allí.
Cuando llegamos un dolor en el estómago, se aproximó a mi cuerpo y trate de tragar lentamente y suspirar para que no se me incremente.
Estuve todo el camino mirando la ventana, sin mirar a mi amigo a los ojos. Los paisajes pasaban rápidos, los árboles se movían a causa del viento, mis manos estaban temblando y un poco de sudor cayó por mi rostro.
No quiero ser nervioso, quiero ser como otras personas tranquilas, pero lamentablemente me toco serlo y lo odio.
—Pásenla bien—Dijo el chofer.
—Gracias.
— ¿Los paso a buscar?
—Si, por favor —Respondió mi amigo.
— ¿A qué hora?
—A las tres de la mañana... ¿Está bien? —Me miro interrogándome con la mirada.
—Claro que sí.
No quería cuestionarlo, pero sería mejor que nos vayamos a esa hora, por si la cosa se descontrola.
Estábamos hallados ante una casa tremendamente grande, y con una música realmente para explotarte los oídos.
Nos hallábamos en un barrio privado, me habían dicho mucho sobre esto. Cuando eres famoso y realmente necesitas vivir en lugares alejados o barrios privados. No puedes vivir en pleno centro, donde muchas personas se encuentran porque termina siendo un caos para ti.
Cuando vi la casa de Bob me hizo a acordar a la fiesta donde me había invitado Serena. Los artistas ahora se divertían de esa manera.
—Al fin me escuchas.
—Jayden.
—Yannick.
Nos bajamos del auto, despedimos a nuestro chofer y la luna se mostraba tan radiante y entera como siempre.
El auto se fue enseguida que nos bajamos y eso me puso más nervioso de lo que estaba.
—Vamos...
—Espera Jayden...
Lo tome del brazo antes de que se adentrara a la fiesta. Las luces me lastimaban los ojos, y los gritos que se sentían eran impresionantes.
— ¿Qué te pasa?
— ¿Te animas a entrar?
—Pero si tú me dijiste que teníamos que venir a la fiesta...
—No... yo solo invite.
—No seas tonto.
Me saco el brazo de mi mano y se dirigió a la puerta de la fiesta. La mansión era inmensa y tenía muchas ventanas, pero lo que me extrañaba es que todas las luces de las ventanas estaban encendidas.
Jayden inocentemente golpeo la puerta. Con la música que había a todo volumen, no creo que lo escuchen.
—Tendríamos que entrar...
—Ah.
—Bobo, no van a escucharte nunca.
Agarré el picaporte y abrí la puerta y nos encontramos con unas luces fugaces y mucha gente bailando.
Una oleada de calor, típica, me vino al rostro, tome del brazo a Jayden y entramos a pesar del estruendo y el amontonamiento de gente.
Cuando caminamos hacia un juego de sofá que tenía cerca, sentí que muchas miradas se posaban en mí y quizás en Jayden también.
Nos sentamos y di un suspiro largo.
En el sofá justamente estaba el anfitrión de la fiesta con dos chicas rubias besándose, y... bueno estaba en un momento crítico.
Sonreí y miré alrededor y la casa era gigante. Me encontré con una mirada de una chica con el pelo negro azabache y piercings en su rostro.
Luego mi vista se dirigió a la enorme bola de cristal que había y luego a la barra con bebidas alcohólicas.
Gente subía a pisos de arriba, otros se caían, otros se reían, otros tomaban bebidas y la música retumbaba por la casa.
— ¡Yannick!
Me sobresalte y dirigí la vista hacia la voz y me encontré con la voz de Bob y el rostro con una sonrisa.
—Bob...
—Creí que no vendrías...
—Oh ¿Por qué?
—Sabes no te hago muy fiestero...
Me reí porque no sabía cómo reaccionar, mi amigo estaba al lado mío, tenso y con el rostro serio como si estuviéramos en algún lugar de terror.
Una rubia al lado de Bob, le mordió la boca, ignorando que estuviera charlando conmigo y la otra chica tenía la boca ocupada en una bebida.
—Y muchos de aquí dicen que eres un emo aburrido.
Jayden largo una carcajada y por fin se despertó cuando me insultaron.
—Oh que mal informados que están porque no soy emo, eso ya paso de moda...
—Bien, Yannick.
—Pero no soy muy fiestero.
—Bueno espero que te guste la fiesta.
Miré a mi alrededor y vi a una chica arrastrándose mientras tenía manchada su remera de su propio vomito.
Era deplorable ver a una persona de esa forma, pero, eran cosas que tus ojos se encontraran sin que las puedas evitar.
—Si.
—Siéntete como en tu casa.
La chica rubia lo seguía toqueteando en partes que mejor no decirlas.
—Esta Yannick, zorra —Dijo Bob y la chica comenzó a reírse como si le hubiera hecho un chiste para que se riera.
"Zorra" no era una palabra adecuada, pero miré hacia abajo y no dije nada porque no quería pelearme con Bob, recién acababa de llegar a su fiesta.
—Ya vengo...
— ¿A dónde vamos?
—A solucionar un problema con la zorra... después vuelvo.
La agarro del brazo fuertemente y se la llevo hacia un lugar que no sabía. La otra chica se quedó bebiendo la bebida tan concentrada que ni se dio cuenta que su compañía se había retirado.
Jayden y yo intercambiamos miradas...
De desesperación.
Por Dios, ¿Dónde nos hemos metido?
Aquí exactamente la gente siempre perdía la cabeza y nadie se imaginaban lo que hacían en estas fiestas, pero mi desesperación por calmar mi mente era tan grande que no sabía qué hacer y me metía en estos lugares.
Siempre soy un imbécil, de todas formas.