In The Name Of Love—Bebe Rexha & Martin Garrix
Narrador omnisciente
Lena suspiró con pesadez, escuchando una y otra vez como Reign golpeaba la celda, ese sonido le hacía perder poco a poco la paciencia.
—No hay nadie a quien rezarle, no hay un Dios, ni existe Rao—habló Reign caminando lentamente de un lado a otro como digna villana que está a punto de hacer una jugada.—No hay nada excepto tú y yo, y el interruptor que crees que no he visto, el que me matará antes de que yo te mate.—con sus ojos fijos en la pelinegra soltó una sádica sonrisa.—Yo te veo, Lena Kieran Luthor, eres fuerte y despiadada. Eres más oscura de lo que tú crees, eres igual a mi.
—Eso quisieras—susurró Lena limpiando rápidamente la lágrima que resbaló por su mejilla. No quería dejar que las palabras de Reign le afectaran, pero resultaba difícil.
—No es lo que quiero, estoy aquí y lo veo con mis propios ojos. Los mismos ojos que te verán arder a ti y a tu mundo sino presionas ese botón y me matas—un golpe fue a parar en el campo de fuerza de la celda.—Las personas que amas, tus amigos, tu linda novia, todo lo que conoces desaparecerá sino presionas ese botón. Muestra que eres una Luthor
Lena se puso de pie y caminó poniéndose frente a Reign con el dispositivo que controlaba la Kriptonita.
La azabache miró el dispositivo en sus manos y estaba a punto de presionarlo, pero en una ráfaga de viento una mano tomó la suya antes de hacerlo.
—Lena, Lena, no la escuches—susurró Dani tomando el dispositivo para quitárselo de las manos a su novia.
—L-lo siento...—sollozó aferrándose a Dani.
—Está bien, tranquila, cariño—la castaña acarició el cabello de Lena susurrandole que todo estaría bien.
—Aww, que bonito—se separaron al escuchar la voz de Reign.—Me dan diabetes—su tono sarcástico era muy notorio.
Sin esperarlo la Asesina de Mundos dio un golpe a la celda rompiendo por fin el campo de fuerza y haciendo una ligera explosión. Dani, con más rapidez de lo que hubiera pensado, abrazó a Lena cubriéndola con su cuerpo para que la explosión no le llegara.
Reign salió de la celda y Dani dejó a Lena detrás de su cuerpo.
—¿Quieres otra paliza?
—Tuviste suerte
—Veremos si ahora tu tienes suerte—sonrió con gracia poniéndose en pose defensiva.
—¡Chicas! Llegamos—dijo Supergirl bajando del techo con Wanda a su lado
—¿Tienen la roca?—Wanda asintió mostrando la bolsa negra que contenía la roca.
Reign fue directo contra Supergirl, Wanda corrió hacia Lena y le entregó la roca.
—Trabaja en eso, la mantendremos ocupada
Lena asintió y no demoró en ponerse a trabajar.
—Wanda, mi izquierda—dijo Dani, Wanda entendió perfectamente y la ayudó a tomar impulso para acercarse a Reign y proporcionarle un golpe en el rostro, no queriendo hacerlo tan fuerte porque sabía que detrás de la villana estaba una buena amiga de Lena que tenía una hija.
Maximoff utilizó sus poderes para arrojarle un pilar de bloque y retenerla lo más que pudiera. Reign, con su grito sónico, mandó ondas hacia la pelirroja que terminó volando por la habitación y cayendo entre unos escombros.
Dani con una buena maniobra rodeó el cuello de Reign con sus piernas proporcionando golpes en su rostro y cabeza.
"Nat estaría orgullosa de mi" Pensó con una sonrisa, pues fue la espía quien le enseñó esas técnicas de pelea.
La villana la estrelló contra la pared, Dani se impulsó y continuó lanzando golpes, con una llave la tomó del cuello tratando de inmovilizarla en el suelo.
—Ya estate quieta—gruñó sosteniendola con fuerza.
Supergirl llegó para ayudarle a retenerla.
—Cariño, no quiero molestarte, pero agradecería que te dieras un poquito más de prisa—le habló a Lena
—Dame un minuto
—Okey, perdón
Segundos después Wanda llegó con la jeringa e inyectó el contenido en el cuello de Reign.
La villana se retorcía de dolor mientras su rostro se cubrió de grietas rojas al igual que sus ojos, parecía que el cuerpo de Reign luchaba por salir del cuerpo de Sam hasta que lo logró y se elevó explotando en el aire con cenizas rojas.
Sam quedó desnuda inconsciente en el suelo, Supergirl la cubrió con su capa, todas estaban expectantes por saber si funcionó.
—¿Sam? ¿Me escuchas?—titubeó Lena, preocupada.
—Lena...—se oyó un murmullo.
—¿Sam?
—¿No tienes una aspirina?
Rieron aliviadas de escuchar a la mujer.
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—No te muevas, linda
—Estoy bien
Dani ignoró lo que su amiga dijo y siguió pasando el pequeño algodón cerca de su ceja, donde se había hecho una herida cuando Reign la arrojó contra los escombros.
La herida era medianamente pequeña, abarcando su frente y un poco su ceja, no era nada comparado a heridas o golpes más graves, pero Wanda se acostumbró a que Dani fuera sobreprotectora con ella. Aparte de Pietro, Wanda no tuvo a alguien que se preocupara por ella las 24 horas del día, eso hasta que Dani llegó, su amiga siempre está al pendiente cuando las pesadillas aparecen y se levanta llorando a mitad de la madrugada, también cuando tienen que combatir contra un fuerte contrincante intenta protegerla lo máximo posible.
Aunque solo se lleven cuatro años de diferencia, la Daxamita la protege como si fuera su hermana menor. Siempre se fija en los pequeños detalles y eso le gusta porque recuerda que no está sola en el mundo, tiene a Dani y Dani la tiene a ella.
—Auch
—Lo siento
—Sabes que no hacía falta
—Terminé
—No hacía falta—repitió.
—Y no me importa—recibió un golpe por parte de Wanda.—Mentira, estaba preocupada por ti, ¿cómo les fue?
—Fue un viaje para nada aburrido—rió de manera sarcástica.—Te contaré después, ¿cómo está la mujer?
—Está bien, ya se reunió con su hija
—Que bien
—¿Qué pasa? Se te activó la vena materna—levantó las cejas burlona.
—La verdad, si me gustaría ser madre más adelante
La castaña se quedó en silencio unos segundos y sonrió chasqueando la lengua.
—Sería una tía increíble—recibió otro golpe por parte de Wanda.—Es broma, corazoncito, sé que serías una madre excelente—acarició las piernas de la pelirroja, pues estaba en medio de ellas.
Un carraspeo las hizo separarse. Kara se encontraba de pie en la puerta, con los brazos cruzados y aún vestida con su traje de Supergirl.
—Hola, ¿cómo estás?—saludó y después se dirigió a Wanda.
—Estoy bien, Dani suele exagerar
—Yo preocupándome por ti y tu diciéndome exagerada—puso una mano en su pecho con falso dolor.
La rubia soltó una risita.
—¿Puedo?—preguntó pidiéndole a Dani el algodón.
Una mirada curiosa se instaló en la castaña, pero aún así le extendió el algodón viendo como Kara lo pasaba con mucho cuidado en la herida de Maximoff. Wanda mantuvo sus ojos sobre los de Kara, que parecía concentrada en su trabajo.
—Yo... iré con Lena—sonrió y dejó un beso en la mejilla de su amiga.—Cuídala—le susurró a Kara, pero la rubia no pudo distinguir su doble sentido.
Se despidió para después salir del laboratorio con una sonrisa muy confundida.
Rubia y pelirroja se quedaron en silencio, Wanda observando como la rubia estaba concentrada en terminar de poner una bandita en su ceja.
—¿Cómo estás?—suspiró por fin Danvers.
—Debería hacerte la misma pregunta, yo no fui quien en un solo día descubrió que su madre está viva y su ciudad natal no fue del todo destruida... Argo es un lugar hermoso
—Si, lo es
Kara sonrió tristemente. No sabía que hacer, en poco tiempo tuvo que procesar demasiada información.
Su madre está viva, Argo seguía habitando en el meteorito donde hicieron el viaje y ahora tenía un conflicto interno que debía resolver.
—Y tú madre parece ser una mujer increíble
—¿Verdad que si?—chilló feliz. Wanda asintió sonriendo de ver a la rubia tan alegre.—Durante la mayor parte de mi vida creí que mi primo y yo eramos los únicos Kriptonianos con vida, pero hay todo un pueblo
—Supongo que la felicidad no te cabe en el cuerpo
—Así es—sonrió radiante.
—¿Regresarás?—preguntó temerosa
—¿Crees que deba hacerlo?
—El poco tiempo que estuvimos en Argo vi algo en tus ojos, cuando estuvimos ahí en tus ojos se instaló un brillo que podría iluminar un planeta entero—no mentía.—Creo que cualquier cosa que te haga feliz de esa manera... te lo mereces sin duda—le dolió decirlo, porque sabía perfectamente lo que implicaba
—¿Siempre eres tan dulce?
—Me nace de manera espontánea—sonrió guiñando un ojo, logrando que las mejillas de Kara se tornaran carmesí.
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Narra Dani-El
Ese sentimiento de paz inunda mi cuerpo cada vez que estoy con Lena, sobretodo cada vez que estámos abrazadas en su cama, brindándonos caricias y besos, simplemente haciendo nada.
No creí volver a tener una noche así con ella.
Con su brazo rodeando mis hombros, mi cabeza recargada en su pecho y sus dedos dejando un recorrido de caricias en mis brazos, veíamos las fotos que estuve tomando a lo largo de los años en un intento por documentar mi estancia siendo una Vengadora.
La cámara fue un regalo de Tony, junto con un aparato para reproducir las fotos a manera de holograma, tiempo después me enseñó como construir uno, eso lo hacía cada vez que yo sentía curiosidad por alguno de sus artefactos super-tecnológicos, me enseñaba a fabricarlos.
—Él es Steve—dije cambiando la foto a una donde aparecía Steve riendo, recuerdo que ese día salimos a correr y nos reíamos de Sam quien estaba todo cansado en un árbol.—Su moral suele ser tan inquebrantable como sus músculos
—¿Es el supersoldado?—asentí.
Este era uno de los procesos para volver a conocernos. Lena ansiaba saber más sobre mi y lo que viví en estos años, las fotos son un buen material para reconstruir esa confianza entre nosotras. Algo que agradezco es que nunca me ha presionado para hablar, siempre me deja llevar mi ritmo porque hay cosas que son difíciles de decir.
Si bien hay maravillas que contar, como los Vengadores, a quienes considero mi familia, los viajes y lugares en el espacio, también hubo situaciones que no fueron tan maravillosas, no todo fue bueno y el solo recordarlo me hace estremecerme de miedo y dolor.
—Él es Thor y él su hermano, Loki—cambié la foto a una donde estaba en un ascensor, Thor sonreía y le ponía dos dedos detrás de la cabeza a Loki simulando unos cuernos, por supuesto Loki estaba rodando los ojos con cara de pocos amigos. En ese momento intentábamos escapar de Sakaar.
—¿Los hermanos Asgardianos?—asentí nuevamente.—Son muy guapos—reí dándole la razón. Me miró entrecerrando los ojos con una sonrisa.—¿Estuviste con alguno de ellos?
—¿Quieres hablar de relaciones anteriores?
—Es solo curiosidad
—Loki es... muy coqueto
—¿Enserio?—me miró levantando una ceja. Sentí como me sonrojaba y escondí mi rostro en su cuello, repartiendo besos en la zona.
Rió porque le hacía cosquillas y me separé viendo la foto.
Un nudo se instaló en mi garganta recordando la manera como Thanos le arrebató la vida y no pude hacer nada.
Pasé a la siguiente foto y fue peor.
Yelena
Una foto de que había tomado cuando ella estaba desprevenida.
Fue de los últimos momento que compartimos antes de que todo se fuera al carajo.
Si hubiera sabido que no la volvería a ver, la hubiera abrazado más tiempo cuando nos despedimos.
—¿Amor?
—Lo siento—dejé el aparato en la cama y me senté para limpiar las lágrimas que no sabía estaban escapando de mis ojos.—Perdón, es que... se fueron y... los extraño
Lena sonrió triste y puso sus manos en mis mejillas, acariciando mi rostro con delicadeza.
—Thanos me quitó a personas que quería demasiado—suspiré con la voz cortada.—Lo siento, ya pasó un tiempo, se supone que debí haberlo superado
—Mi vida, no tienes que superarlo, está bien. No puedo imaginar lo difícil que fue, llora cuanto quieras y cuando lo necesites—susurró dejando dulces besos en mis mejillas—Estaré aquí siempre
—Te amo tanto, Lena—me miró con una hermosa sonrisa y me besó con delicadeza. Me abracé a su cuerpo, dejando que mi cabeza descansara en sus pechos mientras ella acariciaba mi cabello.
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Abrí los ojos y la mayor parte de la habitación aún seguía oscura, el reloj del taburete ayudaba con poca iluminación y gracias a él me di cuenta de la hora "2:53 am".
El extraño malestar en mi pecho me hizo despertar, mis manos temblaban ligeramente y resentí que las paredes se encogían a mi alrededor.
Lena continuaba durmiendo de espaldas a mi, no quería despertarla, no había necesidad porque sé perfectamente que le pasa a mi cuerpo.
Me levanté y abrí la puerta para salir, pero casi grito viendo a Wanda a punto de tocar. Vestida con una pijama de la DEO, solo una camiseta negra y pantalones grises para dormir.
—¿Cómo entras... ? olvídalo—no terminé de hablar, era una pregunta de la que ya sabía la respuesta.
—Lo siento, es que... estoy sola en la DEO, no puedo dormir y...—se detuvo al ver a Lena dormida.—Perdón no debí venir, lo siento—murmuró bajando la mirada.
—Shh, ven conmigo—tomé su mano y la guié a la cama.
Sé que no quiere decirlo, pero cuando Wanda está sola lo único que hace es pensar una y otra vez en la muerte de su familia, sobretodo porque estuvo presente en cada una de ellas.
Debido a nuestra conexión podemos experimentar la angustia y el terror que la otra siente en momentos como esos: las fuertes palpitaciones donde parece que el corazón se saldrá del pecho, los temblores, la dificultad para respirar, el sudor, el pánico y sobretodo el miedo
Puedo sentir todas esas emociones angustiosas de Wanda cuando sufre su ansiedad.
—¿No es algo... raro?—preguntó apenada.
—Está dormida, ven, vamos a descansar—me acosté en medio y ella se recostó a mi lado.
—La cama es enorme
—Lo sé, cosa de ricos—pasé mi brazo por su cintura, ella estaba mirando el techo.—¿Qué lo detonó?
—Ultrón, Pietro, de nuevo volví a ser esa niña bajo la cama esperando a que el misil explotara—habló bajito para no despertar a Lena.
—Nunca más volverás a ser la niña bajo la cama, lo prometo—susurré, me recargué en su hombro queriendo que dejara de sentir temor.
—Siempres cumples tus promesas—en la oscuridad pude ver que sonrió.
—Descansa, brujita
—Descansa, corazoncito—dijo en tono burlón.
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¿Quién más ama la amistad de Dani y Wanda? Las llegué a shippear.
¿Creen que haya pasado algo entre Yelena y Dani? ...