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Valentina Brescia Wunder se consideraba una persona muy afortunada, a pesar de no haberlo sido toda su vida, específicamente los dos primeros meses de vida. De su mamá biológica no se sabía nada, y del padre mucho menos. Ella había sido abandonada a las afueras de un convento y fue su llanto el que llamó la atención de las monjas que se encontraban dentro. Valentina traía consigo una carta que contenía su nombre, la fecha y hora de su nacimiento. Tan solo tenía dos días de nacida. La bebé enseguida pasó a ser una integrante más del orfanato Sunshine. Fue ahí donde sus padres adoptivos la conocieron.
Su madre, Regina Wunder; y su padre, Santos Brescia, ambos peruanos de nacimiento, habían viajado a Argentina para celebrar su aniversario de bodas número cinco. Durante sus cinco años de casados la pareja no había tenido suerte en embarazarse, por lo que decidieron darle una oportunidad a la adopción y recorrer centros en busca de su futuro bebé. El orfanato Sunshine fue el primero que visitaron. Allí conocieron a muchos niños y adolescentes de todas la edades, pero fue el llanto de una bebé el que llamó su atención. Santos tomó a la bebé en brazos y ella inmediatamente dejó de llorar. Fue amor a primera vista. La decisión fue tomada casi de inmediato, y enseguida comenzaron con el papeleo y la investigación respectiva para poder determinar si ambos eran aptos para la adopción. Dos meses después, Valentina tomó oficialmente el apellido de sus nuevos padres y los tres regresaron a Perú para iniciar una nueva vida.
A los diez años decidieron contarle a Valentina su verdadera historia, y la pequeña estaba feliz de saber que, pese a no haber conocido nunca a su familia biológica, había crecido rodeada de amor con una familia que la amaba. Sobre todo sus abuelos, ellos sí que la consentían. Había tenido mucha suerte, eso pensaba.
A los once años sus padres tuvieron que mudarse a otro país por motivos de trabajo. Su padre era el CEO de una empresa que había abierto puertas en New York, por lo cual tenían que mudarse. Pasaron más de dos años en los que la familia Brescia disfrutó de aquella ciudad, eso hasta que la empresa creció y decidieron abrir una sucursal en el país que les había dado lo mejor de sus vidas: Argentina.
Sus padres compraron una casa e inscribieron a Valentina en uno de los mejores colegios de la capital: el Rockland High School. Un prestigioso colegio de alto nivel economico y cultural donde predomina el arte. Es allí donde conocerá a sus nuevos amigos, con los que no solo compartirá el amor por la música, también un misterio que tiene que ver con los secretos que esconde el portal oculto en el reloj del Hogar Mágico y la vinculación que todos tienen con él.
¿Habrá sido el destino el que hizo que Valentina regrese al país en el que nació?
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Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.