Eran las 10 de la noche de un maldito jueves y todo lo que podías hacer era pensar en tu compañero de cuarto que estaba haciendo tu vida un infierno en el pequeño apartamento.
Fue solo por un tiempo. Su contrato de arrendamiento terminó abruptamente y tú, siendo su querida amiga, lo acogiste, ignorando por completo tu enamoramiento por él. Dichos sentimientos habían tratado de sentarse en tu hombro izquierdo, con alas de angel y cuernos de diablo, para guiar tus movimientos en la presencia de Jeonghan, pero lograste espantarlos.
Hasta ahora.
La casa estaba a oscuras y adivinaste que había tenido una de sus travesuras nocturnas más con Joshua. Esos dos nunca se tomaron un descanso.
La luz de la luna se filtraba a través de las cortinas abiertas mientras te dirigías a la cocina para beber un vaso entero de agua.
Tus entrañas se retorcieron de necesidad todo el día y tenías que asegurarte de que no hubiera nadie en casa.
Caminas en silencio hasta su puerta y empujas un dedo contra ella. Sin resistencia, la puerta se abre, revelando un dormitorio vacío, lleno solo de la suave luz de la luna y las farolas.
Con un suspiro de alivio corres a tu dormitorio, asegurándote de cerrar con llave la puerta principal del apartamento antes de acostarte en tu cama. Sin embargo, no te molestas en cerrar tu propia puerta, pensando que si él entró a la casa con su llave, lo escucharás y terminarás lo que fuera que ibas a hacer.
Te recuestas contra la cabecera y mueves la mano hacia el cajón de la mesita de noche para sacar el juguete rosa: un vibrador.
Había sido un largo día con algunas reuniones insoportablemente frustrantes y había terminado con su colega acuchillando a su mejor amigo volviendo a contar la historia de su última cogida, algo sobre él con la lengua y las manos de un dios. Era más que suficiente que la envidiaras y te apiadaras de tu vida sexual completamente seca.
Tenías que darte placer esta noche.
Haces que el juguete cobre vida mientras te quitas los pantalones cortos y ahora solo llevas las bragas. Pensó en usar su teléfono: ver o leer algo, pero preferiría no hacerlo. Así que solo eras tú y tus fantasías.
El primer toque de su punta en tu centro vestido te hace suspirar en voz alta, hundiéndote de nuevo en la lujosa cabecera. Muerdes tu labio inferior y llevas la varita a tu clítoris, todavía masajeándolo lentamente a través de la tela. Primero tenías que preocuparte.
Todos los pensamientos se van por la ventana y te sientes como agua cuando mueves lentamente tus bragas hacia un lado y el aire frío golpea tu centro. Usas tus dedos para masajear tus pliegues y lo único en lo que puedes pensar es en tu compañero de cuarto.
Su mirada penetrante del alma se abre paso detrás de tus párpados cerrados y una ola de excitación brota de tu coño, haciéndote más fácil mover el vibrador hacia el agujero. Lo imaginas manejando el juguete en tu mano, besando lentamente su camino hasta tu cuello y gimes en voz alta. Con los dedos agarrando las sábanas con fuerza, retuerces las caderas mientras entras en tu coño con respiraciones irregulares y un gemido.
Casi gimes su nombre, pero te detienes antes de eso, a pesar de que no había nadie para presenciar tu desliz. Tan inmerso y completamente perdido en la sensación de placer que recorre todo tu cuerpo, te pierdes el sonido de clic de la puerta mientras deslizas una mano por tu camiseta, sintiendo tus pezones sobresaliendo a través del material de tu sostén.
"T/N escucha yo-"
La puerta se abre y te detienes en tus servicios, mirando con los ojos muy abiertos a Jeonghan parado en tu puerta con las llaves en las manos, su estado es muy similar al tuyo, excepto por el medio desnudo y sin aliento.
Rápidamente quitas la mano de tus regiones inferiores y de debajo de tu camisa, luchando para poner las sábanas sobre tus piernas.
"Oh, Dios mío, Jeonghan. ¿No sabes tocar la puerta?" le gritas. Asustada de mirarlo a los ojos, cierras los tuyos con fuerza.
"N-no sabía que estabas ocupada." tartamudea pero aún no se mueve. Sus ojos aún están muy abiertos, pero cuando ajustas una almohada sobre tus muslos, caen sobre la cosa rosa que agarras en tu mano y se oscurecen un poco.
Todavía estás en un frenesí cuando miras su atuendo y como si el aliento te dejara todo a la vez.
Llevaba una camisa blanca con los botones superiores abiertos, dejando al descubierto su pecho dorado sobre unos vaqueros negros ajustados que acentuaban sus muslos, básicamente invitándote a frotarlos. Su cabello largo enmarcaba sueltamente su rostro y si lucía etéreo todos los días, el hombre parecía una sirena en ese mismo momento. Y como una sirena, hace lo inesperado cuando pronuncia sus próximas palabras.
"¿Necesitas ayuda?"
Tu agarre en la almohada se afloja con esto, y se olvida por completo cuando da un paso hacia ti en lugar de alejarse de ti. Parpadeas dos veces ante esta pregunta, buscando a tientas una respuesta, pero todo desaparece cuando la mirada de sorpresa en su rostro se convierte en una engreída, con un atisbo de sonrisa curvándose en sus labios.
"¿Qué?" exhalas.
Oh dios, ¿solo querías gritar un sí, porque qué mejor que tu fantasía más soñadora hecha realidad? Pero tenías que ser una maestra de la indiferencia, jugar con calma.
Da dos pasos más hacia tu cama, pasando una mano por sus largos mechones y fijándote con su ardiente mirada que te insta a saltar sobre sus huesos.
Joder jugando genial.
"Me escuchaste. Solo si estás de acuerdo con eso".
Vaya. Estás más que de acuerdo con eso.
Pero, todavía no puedes creer que sea verdad. Sacudes la cabeza para armarte de valor y decir un maldito 'sí', pero él toma tu pausa como una negativa y rápidamente agrega:
"No te tocaré si está bien entonces. Solo te guiaré".
"Sí."
Él sonríe, tímidamente, y sientes que tus extremidades ya no funcionarán.
Muy pronto, te has quitado la almohada de los muslos y te has recostado de nuevo, sintiéndote un poco nerviosa. Jeonghan se posa al borde de tu cama, pero cerca de tus tobillos y ojos tu estado de pura inquietud.
"tranquila" dice y exhalas un suspiro que no sabías que habías estado conteniendo.
"¿Quieres usar eso?" él señala el vibrador que está sobre tu cama y tú asientes mientras miras el juguete -
"No creo que mis dedos sean tan capaces". dices, bastante fríamente. Buen trabajo, puedes hacer esto T/N.
"Hm. Tómalo". e inmediatamente lo agarras.
Lo enciendes y zumba en tu palma. Jeonghan te mira a ti, luego al juguete y luego a tu centro empapado e inhala profundamente.
"Llévalo a tu coño y frótalo lentamente". él dice y tu mano se mueve por sí sola, extasiada por el hombre frente a ti, "-a través de la tela". agrega y casi gimes por eso. Preferirías eliminar esa barrera: no necesitas excitarte ahora, ya lo estás.
Aún así, le obedeces y él sonríe cuando la varita entra en contacto con tu clítoris y tus caderas se retuercen, tus ojos se cierran por instinto.
"Muévelo en círculos, ya sabes cómo".
Maldita sea, lo haces. La punta forma suaves círculos en tu clítoris y tú gimes, tu otra mano agarra las sábanas y los escalofríos recorren tu centro. La acción estaba provocando la cantidad habitual de felicidad que siempre producía. Pero junto con la emoción de Jeonghan mirándote como una maldita comida mientras movías lascivamente tus caderas contra el vibrador, sí, la felicidad estaba por las nubes.
"Oh, mierda". la palabrota sale sin pensárselo dos veces y arqueas la espalda hacia el techo.
"Sí bebé. Me encantan los sonidos que haces".
Oh, ¿así era como iba a ser? Sí, estás muerto. El apodo cariñoso provocado con el elogio de tus sonidos lascivos hizo una ola de excitación fresca en tu coño, haciéndolo latir con necesidad.
"Jeonghan, por favor".
"¿Por favor qué?" Oh, cómo te gustaría quitarle esa sonrisa de la cara a un beso. Bastardo.
"Haz otra cosa, no puedo". sientes que podrías correrte con esta acción, lo cual no quieres.
"¿Hm? Quita esta broma de panty". Era una broma, porque tenía escrito 'LMAO' en la entrepierna en letras negritas. Habías comprado un par en un momento de embriaguez y estabas seguro de que las palabras irritaban a Jeonghan en este momento.
Te ríes y haces un espectáculo de quitártelos. El aire fresco golpea tu área inferior y te estremeces, al mismo tiempo que Jeonghan gime cuando mira tu humedad goteando de tus pliegues.
Baja un poco la cabeza y suspira con los ojos cerrados, su mano avanza poco a poco hacia tu muslo.
"Tan mojada. ¿Todo para mí?"
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con esto concluyó Non - stop ^^
aunque si quisieran una historia más de Seventeen me gustaría saberlo.
aprovechó para promocionar mi nueva historia de Smut sobre Nct.
les recuerdo una vez más que esto es ficción, y que lo hago nada mas con el fin de entretenimiento.
MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SU APOYO, NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA HISTORIA. ♡