El amor del Zar

By AngieRosas058

975K 72.9K 18.1K

Secretos. Traiciones. Odio. Venganza. Poder. Una guerra. Rencores y viejos amores del pasado. Una Reina. Un Z... More

Prólogo
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Epílogo
Agradecimientos
Escena extra: "Un muerto entre las sombras."

Capítulo 61

11K 836 199
By AngieRosas058

Valentina.

¿Quieres casarte conmigo?

Las palabras de Xander, no han dejado de hacer eco en mi mente durante los últimos minutos mientras que mis ojos se mantienen fijos en el hermoso anillo de oro negro con varios diamantes rojos en él, la mirada de mi novio brilla con cierto anhelo y esperanza que me dispara más el pulso de lo que ya lo tengo, la sonrisa de sus labios no se borra.

¿Quieres casarte conmigo?

Nuevamente, las palabras hacen eco con más fuerza en mi cabeza y no puedo evitar que una sonrisa se pinte en mis labios, mis ojos no dejan de derramar lágrimas de emoción ante cada momento desde que comenzó el viaje por mi cumpleaños. Definitivamente, esta era una buena manera de terminarlo, porque nunca me imaginé que Xander, volvería a proponerme matrimonio a pocos meses de haber empezado nuestra relación de nuevo.

En algo tenía razón...

Hacer las cosas lentas, no funciona para nosotros.

—Solnischko...— se ríe con cierto nerviosismo, su sonrisa flaquea un poco— no tienes que decir nada, ahora. Puedes pensarlo, si lo deseas...—

¿Pensar?

No tengo nada que pensar.

Desde que comenzó nuestra nueva aventura en el Black Rose, me propuse que solamente quería ser la única mujer con la que despertara cada mañana el resto de su vida.

Y pienso cumplirlo.

Entonces, no dudo en mi respuesta.

—Sí...— murmuro con una gran sonrisa, sus ojos se abren en evidente sorpresa. Su sonrisa, cobra vida de nuevo— ¡Sí, un millón de veces sí! ¡Quiero casarme contigo, Xander!—

—Oh, solnischko—

Saca el anillo de la caja para tomar mi mano y comenzar a deslizarlo por mi dedo anular izquierdo, las lágrimas no dejan de deslizarse por mis mejillas y una risa entrecortada sale de mi garganta, sonrío ante el diseño rojo con negro en mi dedo.

—Perfecto, mi amor...—

—Es hermoso, amour—

Xander, vuelve a ponerse pie antes de que sus manos tomen mi rostro para estampar mi boca con la suya, nos besamos con pasión. El sabor salado de mis lágrimas lo siento en mi paladar, pero lo ignoro para colocar mis manos alrededor de su cintura y atraerlo más a mí, su lengua juega suavemente con la mía hasta que me arranca un gemido bajo.

Cuando nos separamos por la falta de aire, unimos nuestras frentes sin dejar de sonreírnos uno al otro, sus labios vuelven a encontrarse con los míos en pequeños besos que me arrancan una sonrisa boba.

—Te amo, mi amor—

Mis lágrimas no parecen tener un fin, porque sus pulgares limpian cada una de ellas hasta que mi piel solamente se siente húmeda. Esta vez, soy yo quién toma su rostro con mis manos para besarlo con pasión y amor, mis ojos no pueden evitar mirar el anillo en mi dedo y realmente, no puedo dejar de maravillarme con los detalles, en especial los colores.

—Te amo, prometido— una sonrisa enorme se pinta en sus labios, veo su mirada avellana llena de emoción. Comienzo a repartir pequeños besos en su boca, se ríe suavemente al igual que yo, al ver que tiene casi todo mi labial en su labios— te amo, Xander. Ahora, mañana y siempre el resto de nuestras vidas—

—Te lo prometí una vez, nena. Y vuelvo a prometértelo, voy a darnos el final feliz que ambos nos merecemos—

—Lo sé, amour— mis brazos se enredan alrededor de su cuello, lo acerco más a mí y nuevamente, mis ojos van hacia mi anillo de compromiso— es hermoso, Xander. Es...no tengo palabras, cucciolo. Es simplemente...— una lágrima se desliza por mi mejilla— magnífico—

—Quería hacer las cosas distintas, por que realmente mercedes todo lo mejor de este puto mundo, mi amor— responde— negro como la oscuridad que somos, rojo por el fuego que hacemos en cada uno de nuestros pasos. La combinación perfecta, solamente tú y yo—

Mis mejillas se ponen un poco rojas, cuando su mano toma la mía con el anillo negro con rojo, besa mis nudillos acariciando la piedra preciosa que está en el centro. La sonrisa de nuestros rostros, no se va por nada el mundo y mi mente, se vuelve como el de una niña de cinco a la que acaban de dar un juguete.

Nos vamos a casar...

¡Nos vamos a casar!

Una risa de incredulidad sale de mis labios, mi mente no se despega de la suya y comienzo a negar, me cuesta creerlo aún.

—Nos vamos a casar...— murmuro, su sonrisa no se borra y asiente— ¡Nos vamos a casar!—

—¡Nos vamos a casar, mi amor!—

Suelto un pequeño grito de sorpresa que se mezcla con una risa llena de emoción y felicidad, en el momento en que mi prometido me toma en sus brazos para darnos pequeñas vueltas en el balcón, mis brazos se aferran a su cuello para no caerme y nuestras risas, hacen eco en el lugar donde estamos, solamente nosotros.

Y eso era suficiente.

Ahora, mañana y siempre.

Mi vida siempre será suficiente a lado de Xander Novikov. El hombre que he amado desde hace más de cinco años. El hombre que me ha mostrado que en las buenas, malas, juntos o separados, ambos siempre seremos la prioridad del otro hasta el final de nuestros días.

El hombre...

Con quién me voy a casar.

Con quién voy a pasar el resto de mi vida amándolo tal como lo merecemos desde hace muchos años.

Y no puedo esperar, a unir mi vida con la suya.

Sí...

Este es el final que quiero en mi vida a su lado.

El sonido de varios fuegos artificiales nos saca de nuestro momento y sonrío aún más, cuando forman diferentes palabras que me hacen llorar de la emoción, los brazos de mi prometido me envuelven en un fuerte abrazo que me saca una pequeña risa, besa el topo de mi cabeza mientras que ambos, miramos las palabras que forman los fuegos artificiales.

Te amo, Valentina Marchetti.

Ahora, mañana y siempre.

Xander toma asiento en una de las tumbonas que hay en el balcón, no dudo en sentarme en su regazo con mis piernas a un lado de sus piernas, su mano acaricia la piel desnuda de mi muslo mientras que coloco mi cabeza en su pecho, no dejamos de ver los fuegos artificiales que iluminan el cielo y miro al hombre con quién voy a pasar el resto de mi vida.

Los ojos avellanas de mi prometido, brillan con amor puro al encontrarse con mi mirada negra, el color de sus ojos resalta de una forma especial ante la luz de los fuegos artificiales, lo miro embobada un par de segundos con una sonrisa idiota en mis labios.

¿Han visto un video de un gatito en el que sus ojos brillan con corazones ante algo bonito?

Bueno, ese gatito soy yo en estos momentos mirando a Xander, quién se ríe ante mi mirada fija pero no duda en mirarme de la misma manera antes de que se incline a besarme y recibo gustosamente su beso, sus labios se mueven contra los míos mientras que una de mis manos, acaricia su rostro.

Una de sus manos, toma mi cintura y la otra es colocada en medio de mi espalda a la par, que inclina mi cuerpo hacia atrás ligeramente como en las películas románticas, aunque la nuestra no tenía bombones y corazones rosados de algo si estaba segura.

El amor entre nosotros.

Nos seguimos besando por un par de minutos hasta que el aire es más difícil de conseguir y nuestros labios se encuentran hinchados ante los besos, su frente no deja de unirse a la mía mientras que mis manos, acarician la parte trasera de su nuca hasta que su nariz roza con la mía, río por lo bajo.

—Baila conmigo, mi amor—

Mi sonrisa se ensancha, asiento antes de volver a besarlo de manera lenta y pasional, que le arranca un gruñido bajo, su mano aprieta mi muslo suavemente. Chupo su labio inferior ante su mirada atenta, un gruñido más ronco sale de su garganta.

—Siempre voy a bailar contigo, amour— tomo su rostro de nuevo en mis manos, rozando mi nariz con la suya, se ríe— ahora, mañana y siempre...—

Nos ponemos de pie y acomodo la falda de mi vestido un poco, tomo su mano en la mía para entrelazar nuestros dedos para comenzar a caminar, hacia otra área del lugar. Me tomo un momento para detallarlo, noto que se trata de un apartamento sumamente amplio con una gran terraza que nos permite ver cada parte de la ciudad nocturna de Dubai.

No logro observarlo a detalles, porque mi prometido tira de mi mano para entrar a un pasillo hasta que llegamos a un salón amplio. Mi boca se abre ligeramente al ver una colchoneta con varias sábanas rojas y negras en el suelo, algunas velas se encontraban estratégicamente colocadas para iluminar suavemente la habitación pero lo que más llamaba mi atención eran los pétalos negros que formaban un camino hacia la cama improvisada, sonrío mientras niego.

—Aunque te gusta el color rojo, mi amor— murmura por lo bajo, me atrae más a él— las rosas rojas, son un cliché que no va con nosotros, quise hacerlo a mi manera—

—Me encanta—

Xander, se aparta un momento de mí para sacar un control remoto de su saco para accionar un botón, las notas de una guitarra comienzan a escucharse en la habitación con una melodía suave y sonrío, cuando extiende una mano en mi dirección.

—¿Me concedes esta pieza de baile?—

—Eso no se pregunta, amour—

Rápidamente, una de sus manos van a mi cintura mientras que la otra, sostiene una de las mías y la que tengo libre, se coloca en su hombro para comenzar a movernos ante el compás suave de la canción, la voz del cantante hace un eco agradable en la habitación mientras que no dejamos de movernos.

Sin despegar su frente de la mía, cierro mis ojos dejándome llevar por la canción y la calidez del momento, sonrío cuando Xander, deposita un beso en mi frente. Coloco mi cabeza en su pecho, no seguimos una rutina o una coordinación, simplemente es un vaivén de un lado a otro en pequeños círculos lentos, suspiro con tranquilidad.

Como suele suceder, la letra llega a mi mente y mi sonrisa se ensancha al saber de cuál se trata, me dejo guiar por los movimientos de Xander, el aroma de su perfume hace cosquillas agradables en mi nariz.

Sí, he estado sintiendo todo.

Del odio al amor, del amor a la lujuria, de la lujuria a la verdad.

Supongo que así es como te conozco.

Así que abrazarte para ayudarte a renunciar.

Así que bésame como si quieres ser amada.

Tú quieres ser amada, tú quieres ser amada.

Esto se siente como enamorarse.

Enamorarse, nos estamos enamorando.

Sin duda, esto es lo que jamás voy a cansarme de estar a lado de Xander, bailar. Por que el hacerlo se ha vuelto en nuestro lugar seguro para que solamente, podamos ser nosotros sin tener que preocuparnos por todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Abro mis ojos en el momento en que la canción termina, mi mirada se encuentra con la de mi prometido quién detalla cada parte de mi rostro hasta que su boca se encuentra con la mía, en un abrasador pero cálido beso que me hace perder la cordura.

Realmente, lo amo mucho.

Las manos de Xander, acarician mi espalda hasta que encuentra el cierre de mi vestido y comienza a bajarlo lentamente, sus labios no sueltan los míos a la vez que sus dedos se encuentran con la piel de mis hombros para retirar la tela hasta que cae alrededor de mis pies.

Trago saliva cuando su mirada detalla cada parte de mi lencería roja, una pequeña sonrisa tira de mis labios al ver cómo sus ojos se oscurecen de deseo mezclado con lujuria que abrasa mi cuerpo, un calor se propaga por cada una de mis extremidades.

—¿Te gusta?—

—Me fascina— responde seguro— todo en ti, me fascina, mi amor—

Tampoco, me quedo atrás. Mis manos comienzan a acariciar su pecho antes de comenzar a abrir los botones de su camisa, sus dedos hacen una pequeña presión en la carne de mis muslos antes de que comiencen a subir hasta llegar al inicio de mis bragas, contengo la respiración un momento cuando sus dedos acarician la piel de mi cintura hasta delinear cada parte de mi tatuaje en las costillas, la rosa que presentaba muchas cosas en nuestra vida.

Y siempre será así.

No perdemos más el tiempo en volver a perdernos en el cuerpo del otro.

La ropa desaparece.

Los jadeos y gemidos resuenan en la habitación.

Las sábanas se enredan en ambos.

El choque de nuestros cuerpos hacen un sonido sumamente erótico que me vuelve loca.

Mis uñas en su piel.

Sus labios en mi cuello.

Palabras ahogadas en la boca del otro.

Declaraciones silenciosas.

—Xander...—

Gimo con placer mientras que mi prometido, toma mis caderas para seguir moviendome de arriba abajo encima de su polla, mis piernas se encuentran a ambos lados de sus caderas mientras que su pecho aplasta el mío, mis pezones se ponen duros. Nuestros movimientos aumentan ante la llegada del orgasmo, tomo su rostro con mis manos para murmurar sobre sus labios antes de besarlos.

—Soy tuya—

—Soy tuyo—

Sonrío, mis caderas se mueven con más frenesí.

—Ahora...—

—Mañana...

—Y siempre—

Arqueo mi espalda en el momento en que siento como su polla dura y desnuda de cualquier protección, toca ese punto que me vuelve loca a la par que su boca muerde uno de mis pezones, mis brazos se enredan alrededor de su cuello para que no me suelte nunca.

La piel de su polla contra mi coño, era el paraíso en el infierno que tanto amaba.

Habíamos dejado los condones hace un par de semanas, luego de una cita con mi ginecóloga para hablar acerca de otro método para que ambos, pudiéramos tener relaciones sin condón. Llevábamos tiempo hablando, acerca de la posibilidad de dejar los condones a la hora de tener sexo y juntos, acordamos que lo mejor sería que fuéramos con la ginecóloga, si no queríamos sorpresas más adelante.

Ahora, no es el momento.

Ambos estábamos de acuerdo en eso.

Xander, nunca me dejó sola en cada paso mientras decidía, en el nuevo método mientras seguíamos usando los condones, en lo que nos acoplábamos a este nuevo sistema de hormonas que circula por mi sistema. Al final, opté por el implante en mi brazo.

Fue una buena decisión.

Vale la pena cada maldito orgasmo que me daba.

—Xander...— gimo su nombre, al sentir que lo que tanto anhelaba estaba más cerca— amour...—

—Lo sé, mi amor— responde con la respiración agitada, los músculos de su pecho se tensan— también...—

—Xander...Xander...— jadeo, las paredes de mi coño estrujan más su polla. Gime roncamente en mi cuello— cucciolo...

—Vamos, nena. Juntos...—

—¡Amour!—

—Solnischko...—

Ambos nos dejamos ir en un orgasmo conjunto que nos roba el aliento, su boca calla mis gritos y mis manos no dejan de rasguñar su espalda al sentir como los espasmos sacuden mi cuerpo y mis paredes vaginales, siguen estrujando suavemente su miembro mientras que su semen caliente, se desliza por uno de mis muslos, sonrío con satisfacción ante la sensación de estar llena por él.

Porque en realidad, siempre era él.

Era él, quién estaba esperando desde hace mucho tiempo.

Y siempre, será así.

Porque no existe nadie como él.

Y nunca lo hará.

—Ti amo, mio ​​piccolo cucciolo dagli occhi nocciola— murmuro en sus labios, rozando mi nariz con la suya— ora, domani e per sempre—

—Ti amo, mia regina dagli occhi neri— responde— ora, domani e per sempre—

Definitivamente...

Soy feliz.

Suspiro de felicidad mientras que los brazos de Xander, me abrazan por detrás y mis dedos acarician sus brazos tatuados. Ambos, nos encontrábamos en la cama del lugar, mirando las luces nocturnas de Dubai, que nos ofrecía el gran ventanal que poseía la habitación.

Vuelvo a mirar mi anillo de compromiso, sonrío.

—¿Xander?—

—¿Sí?—

La sábana cubre ligeramente mi cuerpo, cuando me giro para mirarlo a los ojos con una gran sonrisa, respondo.

—No puedo esperar a casarme contigo, cucciolo—

Sus ojos se llenan con cierta emoción antes de que una sonrisa se forme más grande en sus labios, se inclina a besarme y murmurar contra mi boca.

—Tampoco puedo esperar a casarme contigo, mi amor—

Con esas últimas palabras, ambos nos envolvemos en los brazos del otro para descansar un rato, mis manos no dejan de acariciar su pecho mientras que mi cabeza se encuentra encima de su corazón, sus latidos son como una pequeña música que me hace sucumbir el sueño. Antes de perderme en la oscuridad, vuelvo a mirar mi anillo de compromiso de mi dedo y sonrío como niña pequeña.

Nos vamos a casar.

No tengo dudas, de que este es el final que merece nuestra historia.

Ahora, mañana y siempre.

Al día siguiente, después pasar gran parte de la mañana en la cama y tomar el desayuno en la misma con sonrisas que no caben en nuestros rostros. Volvemos al apartamento, donde nos estamos quedando y doy pequeños brinquitos en busca de Remy, dado que nos dejaron a solas en el momento en que llegamos al lugar donde Xander, me propuso matrimonio.

No puedo creerlo aún, en serio.

¡Nos vamos a casar!

¡Otra vez!

—¡Remy! ¡Remy!— tiro de la mano de mi prometido, quién se ríe por lo bajo antes de seguirme de buena gana. Miro hacia atrás, para ver su sonrisa— ¡Remy Messina, ven aquí!—

—¡En la cocina, mi niña!—

—¡Vamos! ¡Vamos, amour!— insisto en Xander, tirando su mano con más fuerza en dirección a la cocina. Mi sonrisa no se borra— ¡No puedo esperar para...!—

—¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños, Valentina!—

Detengo mis pasos en el momento en que escucho el grito de toda mi familia en la cocina, doy un pequeño brinco en mi lugar cuando un cañón de confetti es accionado y río por lo bajo con cierta emoción al ver como los papelitos son rojos con negro.

Observo a Remy, quién tiene en sus manos un pequeño pastel con una vela encendida con el número veintiocho en medio. Salvatore, Bruno, los gemelos y Yerik, se encontraban a su espalda con sonrisas en sus rostros. A pesar que mi cumpleaños fue ayer y pasé el día con Xander, no dudaron en volver a festejarlo el día de hoy también, eso es lo que me hace amarlos tanto como a mi familia.

—Ustedes...— comienzo a reírme, niego divertida— ¿Por qué no me sorprende que estén aquí?—

—Bueno, mi hermano ya ha robado mucho tiempo de ti, cuñada— responde Atlas, sonrío mientras acepto su abrazo— ahora, es nuestro turno de festejar como se debe, Vale—

—Aparte, Xander nos trajo— sonrío en dirección a mi prometido, quién asiente hacia Aslan— sabíamos que querrías pasar el cumpleaños con toda tu familia, Marchetti—

—Aww...— no puedo evitar hacer un puchero de ternura, me acerco para besar a mi prometido. Responde gustosamente por un par de segundos, antes de que me deje ir— ¿Ves porque te amo, amour?—

—También te amo, nena—

Abrazo a los chicos uno a uno mientras que recibo sus regalos, pero no me importan estos porque tengo todo lo que necesito en estos momentos.

A mis chicos.

Mi familia.

—Mi niña...— sonrío con ternura ante la voz dulce de Remy, una sonrisa emocionada se pinta en sus labios. Extiende el pastel en mi dirección con la vela encendida— pide un deseo, cariño—

No puedo evitar negar con nostalgia ante el recuerdo de mi primer cumpleaños luego de la muerte de mis padres, Remy se había esforzado para hacer que ese día no se viera manchado con tristeza y al final, consiguió sacarme una sonrisa y mis ojos, se llenan de lágrimas al recordarlo.

—¿Remy? ¿Dónde estamos?—

—Es una sorpresa, mi niña— responde, asiento— solamente, mantén tus ojos cerrados, ¿de acuerdo?—

—De acuerdo...— frunzo las cejas— estás raro, ¿lo sabes?—

Se ríe, mantengo mis ojos cerrados pero a pesar de la negrura de mis párpados, puedo sentir el cambio de iluminación en el lugar donde nos encontrábamos hasta que escucho de nuevo su voz.

—Bene. Ábrelos, cariño—

Parpadeo para acostumbrarme a la luz y mis ojos junto a mi boca se abren con impresión ante el nuevo entorno que hay a mi alrededor. Habíamos dejado la mansión Marchetti, desde temprano en la mañana y habíamos dado una vuelta por toda la ciudad para comer, hasta que Remy me dijo que tenía una sorpresa para mí.

Es muy bonito.

Observo a mi alrededor detrás de mis gafas, nos encontrábamos en una sala bastante amplia con vista a la playa de tropea donde se puede admirar el atardecer que no tardaba en llegar para darle paso a la noche.

El lugar se encontraba iluminado con bombillas naranjas y algunas colchonetas estaban en el piso junto a una pequeña pantalla frente a nosotros conectada a una computadora. Dulces, gomitas, palomitas, pizza, nachos y muchas cosas más, estaban colocadas en diferentes contenedores para poder degustarlos.

Al notar mi silencio, Remy no puede evitar preocuparse mientras mantiene sus manos a su espalda, como si estuviera ocultando algo. Simplemente, no dejo de mirar todo a mi alrededor con cierta curiosidad ante su sorpresa, frunzo ligeramente las cejas.

¿Por qué lo hizo?

—¿Mi niña? ¿No te gusta?—

—Yo...este...— no me salen las palabras, carraspeo— ¿Por qué has hecho esto, Remy?—

Una risa baja sale de sus labios, lo que me hace fruncir más las cejas.

—Cariño, ¿no sabes qué día es hoy?—

—¿Viernes?— inquiero, se ríe— estamos en julio, ¿no?—

—Así es...¿qué día?—

—Once—

Entonces, caigo en cuenta de sus palabras en el día que es hoy y una punzada de dolor me golpea en el pecho, mientras que mis ojos se llenan de lágrimas. Remy, a pesar de mi estado sonríe enormemente como si se hubiera ganado la lotería para sacar un pastel pequeño de su espalda.

—Feliz cumpleaños, mi niña—

—Remy...— un pequeño sollozo sale de mi garganta, las lágrimas se comienzan a deslizar por mis mejillas— no puedo creer que...—

—Nunca olvidaré el día que llegaste al mundo, Valentina. No estuve en ese momento para conocer a la personita que cambiaría mi vida por completo, pero la conocí cuando era una pequeña revoltosa de ocho años que me robó el corazón y el alma desde el momento en que la conocí...— enfatiza al pastel con la vela número trece en ella— sé que te duele que tus padres no estén contigo, cariño. Pero...— sonríe con cierto nerviosismo— aquí estoy yo, todavía. Y no planeo irme, ¿de acuerdo?— asiento— mientras yo viva. Nunca faltará una sonrisa en este día tan especial para mí, Valentina. Aunque, un dolor nos cale en el pecho pero estoy seguro, que ellos querrían verte sonriendo en este día especial—

—Yo...— comienzo a llorar. No de tristeza, sino de emoción— Remy...—

No puedo formar palabras, así que, simplemente opto por abrazarlo con fuerza por su cintura para esconder mi cara en su pecho, sin dejar de llorar. Mi guardaespaldas, levanta sus brazos para evitar que tire el pastel mientras una de sus manos, acaricia mi cabello.

—De ahora en adelante, mi niña. Siempre me tendrás a mí, para que tus días amargos sean agridulces—

Asiento, sin sacar mi rostro de su pecho.

—Te quiero, Remy— murmuro con voz ahogada— gracias, por no dejarme sola— entonces, un pequeño miedo se instala en mi pecho— por favor, nunca me dejes. No sé qué haría sin tí—

—Jamás— deposita un beso en mi cabeza— ahora, ¿quieres comer pastel y chucherías para nada sanas mientras vemos "La princesa y el sapo"?—

Río ahogadamente para asentir, saco mi cabeza de su pecho para limpiar mis lágrimas y vuelve a acercar el pastel hacia a mí, las velas siguen encendidas y los números comienzan a derretirse suavemente, observo a Remy quién sonríe.

—Pide un deseo, cariño—

Cierro mis ojos un momento, pensando en el deseo que quiero pedirle a la vida.

Sí es que deja de ser tan cruel conmigo.

Sonrío de lado, cuando ya tengo mi deseo.

Ser feliz y que Remy nunca me deje, es lo único que me queda de familia.

Abro mis ojos y sin borrar la sonrisa de mis labios, apago las velas de un soplido mientras que Remy, festeja con movimientos chistosos que me sacan una risa al ver el gorrito que tiene en su cabeza, no lo había visto.

—¿Qué deseaste, mi niña?—

—Es secreto— le guiño el ojo— si te digo, no se van a cumplir—

—Entonces, esperemos que la vida te dé lo que desees—

Sí...

Yo también, lo espero.

Es uno de los cumpleaños que tengo marcado en mi vida, uno que recuerdo y atesoro con cada fibra de mi ser, porque ese momento marcó el lazo de Remy y yo, nos habíamos convertido en algo más que un guardaespaldas y protegida.

Somos padre e hija, esa era la verdad.

Y siempre, será mi padre hasta el final de mis días.

Limpio la primera lágrima que se desliza por mi mejilla y con una sonrisa en mis labios, no dejo de mirar el pastel con las velas de veintiocho. La mirada de Remy, brilla con emoción y amor puro de un padre a una hija, haciendo que mi deseo se vuelva más claro que años pasados.

Nunca dejar de ser feliz y que Remy, siga en mi vida eternamente.

Soplo las velas para apagarlas, río cuando otro cañón de confetti es accionado y los papelitos, caen encima de mi cabeza. Remy deja el pastel en la isla de la cocina para darme un fuerte abrazo que no dudo en responder, oculto mi cara en su cuello para murmurar un par de palabras.

Mis cumpleaños suelen ponerme algo sensible.

—No me dejes nunca, Remy— digo, tal cual como le pedí de niña— por que mi vida sin tí, sería un infierno total—

Los brazos de mi padre de alma y corazón, se afirman a mi alrededor mientras que varias lágrimas traicioneras salen de mis ojos, acaricia mi espalda junto algunos mechones de mi cabello antes de besar mi mejilla.

—Jamás voy a dejarte, mi niña. Es una promesa, que sigo manteniendo hasta el final de mis días—

—Te amo, papá—

—Te amo, cariño—

—Necesitas seguir vivo, ¿sabes?— se ríe mientras que me preparo mentalmente para lo que le voy a decir, una sonrisa se pinta en mis labios— tienes que conocer a tus nietos años más adelante, para que te digan abuelo Remy, y puedas contarle historias vergonzosas de su madre— vuelve a reírse.

Tomo una respiración profunda.

—Y sobretodo...necesitas entregarme en el altar, cuando me vaya a casar—

—¿Qué?—

Remy se sale de mi abrazo para sostener mis hombros suavemente, sonrío con la misma emoción de anoche, su mirada se desliza hacia mi mano izquierda donde suelta un jadeo de sorpresa y sus ojos se abren en sorpresa genuina ante el anillo en mi dedo anular.

—Mi niña...¿que...?— sus ojos brillan con emoción pura, podría jurar que son lágrimas. Nunca lo he visto llorar, una sonrisa se forma en sus labios— ¿Tú...?—

Asiento, Xander llega a mi lado para tomar mi cintura y colocarme a su lado, nuestra familia se arremolina alrededor de Remy, para jadear con sorpresa ante el anillo negro con rojo en mi dedo.

Mi prometido y yo nos miramos mutuamente, para asentir y levanto mi mano izquierda para que puedan apreciar con más luz el anillo. Sin borrar la sonrisa de mi rostro, doy el anuncio.

—¡Nos vamos a casar!—

En menos de un segundo, toda la cocina estalla en gritos de alegría para tomarnos a Xander y a mí en un fuerte abrazo grupal, Remy vuelve a tomarme en otro abrazo antes de mirar la joya que tengo en mi dedo, sonríe antes de exclamar a los cuatro vientos.

—¡Yerik! ¡Nuestra hija se nos casa!—

—¡Nuestros hijos se nos casan, cariño!—

Las felicitaciones llegan a todos nosotros y las sonrisas no se borran en todo momento, ni siquiera cuando partimos el pastel. Me tomo un momento para observar a toda mi familia, mi sonrisa se ensancha mientras como un pedazo de pastel, siempre me pregunté si alguna vez en mi vida, tendría una amiga con la cual compartir este momento. Ahora, me doy cuenta que no la necesito.

Con ellos es más que suficiente.

Con mis chicos.

Moscú, Rusia.

Entro a la fábrica de droga mientras respondo un par de correos en mi télefono, termino de responder los últimos antes de apresurar mi paso hacia el laboratorio de creaciones de Jasha, quién por su último mensaje, nos tiene algo bueno para mostrar y sí es posible, la nueva droga saldrá al mercado semanas antes de la boda.

Una sonrisa boba se forma en mis labios ante el pensamiento.

Boda.

Mi boda.

Me voy a casar con Xander, otra vez.

Lucifer...

¡Qué emoción!

Habíamos vuelto a Moscú, un par de días después de nuestro compromiso. Por mucho que deseáramos unas vacaciones como en Francia, la responsabilidad de nuestros puestos comenzaban a llamarnos con urgencia, aunque fueron unos días agradables en Dubai.

Muy agradables.

Tomo una de las mascarillas para colocarla alrededor de mi boca y atarla detrás de mi cabeza, una vez ajustada atravieso las grandes cortinas de plástico hacia el interior del laboratorio, no me sorprendo al ver a todos aquí, incluyendo a Salvatore quién alterna sus tiempos para volver loca a su madre.

La torturaba alrededor de semana y media para que de un momento a otro, desapareciera de su radar por un par de semanas. Aumentando la ansiedad y paranoia de la vieja maldita, es gracioso ver como poco a poco está perdiendo la cordura, sin contar que su hijo dorado está comenzando cada vez más a verle las fallas en la Cosa Nostra.

Es cuestión de tiempo para que la quite del poder como matriarca.

Entonces...

Podremos atacar.

Esa parte del plan está funcionando bien. Sí todo sale a lo planeado, después de la boda y la luna miel. Xander y yo, podremos dar fin a toda esta guerra para poder vivir nuestra vida con tranquilidad.

Bueno, dentro de lo que cabe la tranquilidad en nuestro mundo.

—Lamento la demora, chicos— digo cuando me acerco a ellos— las cosas en la constructora, están algo liadas con el nuevo proyecto—

—No te preocupes, mi amor— sonrío ante la voz de Xander, quién levanta un momento su mascarilla para hacer lo mismo con la mía y darme un pico en los labios— apenas vamos llegando también, la junta se alargó demás—

—Está bien— asiento hacia Atlas, Bruno, Salvatore, Aslan, Yerik y Remy, quién se coloca a su lado— ¿Y Jasha?—

—Justo a aquí, Reina que será la futura Zar de la Bratva—

—Hola, Jasha— noto su piel ligeramente bronceada— ¿Te divertiste en Miami?—

—Como se costumbre, ahora que hago estos viajes hacia la fábrica de allá— cuenta, a pesar del cubrebocas, puedo notar como sonríe— estamos a pocas semanas de abrir la nueva fábrica, el mercado americano comienza a preguntarnos cuándo tendremos nuestros productos disponibles—

—¿Piensas inaugurar con la nueva droga?—

—Exactamente— chasquea sus dedos ante la pregunta Bruno— hablando de Rubrum, tengo lo que me pidieron—

—Mm...— asiente mi prometido— a ver, muéstranos—

—Síganme, caballeros y dama—

Los siete seguimos a Jasha a otra parte del laboratorio, donde se encuentra el área de pruebas con nuestros nuevos productos y en el momento en que pongo un pie dentro, me sorprendo ante la cantidad de decibeles de los gritos que se escuchan en todo el lugar oscuro.

El brazo de Xander, se enrolla alrededor de mi cintura para pegarme más a su cuerpo en el momento en que vemos como un sujeto se levanta de la nada en dirección hacia los barrotes, sus manos por poco me toman del brazo, mis cejas se arquean con sorpresa.

No hay duda que es una de las drogas más fuertes que ha creado Jasha, ninguna tiene un efecto tan violento como lo que estoy viendo en estos momentos.

Simplemente...

Impresionante.

—Antes de que se asusten o que el Zar, me meta un tiro por poner la vida de su mujer en peligro...— nos reímos— voy a hablarles acerca de lo que es el rubrum en general— nos muestra un polvo blanco un poco traslucido— esta ya es la versión final. Después de perder a cinco sujetos con las pruebas anteriores. Finalmente, he logrado llegar al balance correcto de nuestro nuevo ingreso—

Escuchamos con atención ante cada una de las palabras de Jasha, aunque a veces se opacan un poco por los gritos de dolor, miedo, pánico y terror de los sujetos de prueba. Eso no nos impide enfocarnos en lo que nos importa.

Droga y dinero.

—Rubrum, es un poderoso alucinógeno y antipsicótico— arqueo una ceja, Xander también— ya sé que parecerá, pero no. Mi intención no es una cura para la psicosis, simplemente, esta nueva droga puede parecerse a cualquier antipsicótico pero, su efecto es todo lo contrario—

—En vez de controlar la psicosis...— inquiere Salvatore— ¿La empeora?—

—Exactamente, señor Greco— asentimos— Rubrum, tiene la capacidad de darte placer en polvo pero al mismo tiempo, hará que tu cerebro entre en una locura total que no sabrás distinguir la realidad de lo que te rodea—

—¿Cómo nos beneficia?— pregunta Atlas— ¿Y cómo nos haremos más ricos con ello?—

—Primeramente, por que actualmente los medicamentos antipsicóticos están volviendo a circular por el mercado negro para su venta, sus propiedades son potentes para estar drogado por un par de horas. ¿Rubrum? Es un nivel superior, no solamente te mostrará una realidad inexistente, también...— apunta hacia un sujeto, que se retuerce de dolor y miedo mientras llora— te mostrará tus más grandes miedos, fobias y temores, al punto en que terminarás diciendo cada uno de los pecados que has cometido en vida—

—Eso...— digo— en pocas palabras, ¿es un polvo de la verdad?—

—Un poco, sí. Simplemente, este pequeño polvo...— mueve la bolsita en sus dedos— te sacará la verdad con tus más grandes miedos y temores, al punto en que vas a desear morir de tanta locura—

—Me agrada la idea, Jasha— responde Aslan— ¿Es mortal?—

—Es lo jodido de esta droga, señores y dama— asentimos, suelta una risa maliciosa— logré hacer que las propiedades químicas de Rubrum, no fueran dañinas al cuerpo humano al punto en que no saldrá en ningún estudio clínico—

—Es invisible a los ojos de la ciencia—

Asiente.

—Y no solamente eso— ladeo mi cabeza en curiosidad— la droga tiene la capacidad de así como volverte loco y querer suicidarte, a tener un ansía de más y más por que nunca te hará daño en el cuerpo...—

—Entonces, la abstinencia jamás llegará— afirma Xander, Jasha asiente. Silba con impresión— joder, esa es una buena droga—

—Demasiado buena— digo— podremos darles muchos usos a este pequeño polvo, ¿algo más, Jasha?—

—Para agregar, Reina— sigue hablando— su efecto dura alrededor de cinco horas—

—Bien, bien...—

Hago un par de análisis en mi cabeza con la información de Jasha mientras que una idea me cruza por la cabeza, sonrío de lado cosa que no pasa desapercibido para mi prometido, arquea una ceja.

—¿En qué estás pensando, nena?—

—En que...— miro el polvo, río entre dientes— en que ya tengo a la víctima perfecta para probar esta nueva droga—

—Te escucho—

—Jasha— el químico me mira— ¿Hay posibilidades de hacer la droga un gas?—

—Podría intentarlo...— piensa por un par de segundos— sí, creo que es posible—

—¿Tiene olor?—

—No, Reina—

—¿Por qué la quieres en gas, Marchetti?— inquiere Salvatore.

—Por qué, sería perfecto para dársela a tu madre, Sal— respondo, todos me miran con atención— piensen, la droga crea efectos alucinógenos al punto de la paranoia, ¿no?— asienten— no podemos dársela en polvo, porque sería delatarnos con obviedad. En gas, es más fácil dejarlo en la habitación, al ser una droga que no aparecerá en estudios clínicos o fina alguno, Carina Greco estará pidiendo más y más, sin saber qué es lo que desea mientras se pierde en su propia realidad—

—Entonces, le daría una razón más fuerte a Darío, para que la quite de su camino—

—Con Carina, libre del matriarcado. Será más fácil dar los golpes necesarios, para acabar con ellos—

—Es una buena idea, solnischko— la analiza un par de segundos— que buena, es excelente. Será nuestra víctima de prueba para promocionar la droga nueva, así, la comprarán como locos ante sus efectos—

—Exactamente—

—Eres una puta genio, nena— me quita el cubre bocas para plantar un beso en mi boca, sonrío— ¿Ven porque me caso con esta mujer?— todos se ríen, gira hacia el químico— Jasha, ponte a trabajar en la droga en gas, hoy mismo para...—

—Jasha no podrá esta tarde, cucciolo— lo interrumpo.

—¿Por qué? ¿Desde cuándo?—

Una sonrisa se pinta en mis labios, aunque lleve el cubre bocas antes de caminar hacia el lado de Jasha, piso con dureza una mano que intenta tomarme del tobillo antes de que lo piense dos veces. Entrelazo mi brazo con el suyo, el químico me mira con cierta sorpresa ante mi acción y miro a Xander, sus manos se encuentran en su cintura con un brillo divertido.

—Desde que Jasha, será mi dama de honor junto a Félix y Bruno—

—¿Qué?— exclama el hombre a mi lado sorprendido— Reina, pero...—

—Mira, Jasha. Está más que claro que no tengo amigas, todo mi círculo se reduce a hombres— los señalo, sonrío con sinceridad— y eres uno de los pocos amigos sinceros que tengo, Jash. Así que, ¿aceptas ser mi dama de honor? Nos vamos a divertir con la planeación de la boda, en serio—

—Reina, pero...— guarda silencio un momento, me mira con cierta emoción— será un honor, serlo—

—Me alegro que sea así, Jasha— respondo con sinceridad— ahora, será mejor que alistes tus cosas por que dentro de una hora tengo una cita con Félix, para la primera prueba del vestido—

—¿Me vas a mandar fotos, nena?—

—No— dictamino.

—¿Por qué?—

—Por que es de mala suerte ver el vestido antes de la boda—

—Pero brujaaaaa— se queja como niño pequeño— faltan dos meses para la boda, no puedo esperar tanto—

—Esperaste siete años para cogerme de nuevo, espera un poco más— se ríe, mi prometido rueda los ojos— aparte, verás el segundo vestido antes que todos—

—¿Harán una boda tradicional, Reina?—

—No tan tradicional, a nuestro estilo— aseguro— pero tomamos la tradición de los dos días, así que, nos perderemos en alcohol—

—¿Qué hay de robar a la novia?— agrega Salvatore en burla— ¿No es una tradición...?—

—Ni se te ocurra, pendejo— gruñe Xander, ruedo los ojos— no voy a permitir que un par de degenerados perversos, le toquen un pelo a mi esposa nada más por tradición—

Ahí está la razón por la cual no hacemos la tradición de robar a la novia.

Cualquiera que lo intentara, terminaría muerto antes de hacer el intento, incluso.

Maldito parásito posesivo.

Aún así, lo amo al idiota.

Sonrío.

No puedo esperar unir mi vida a la suya.

Dos meses...

Falta poco.

Paso mis manos por la tela blanca mientras me observo al espejo, Remy, Bruno y Jasha estaban en un sofá mirando cada parte de mi vestido de novia a medio armar, no puedo evitar llenarme de emoción ante la sensación de vértigo en mi estómago.

—Bien, nena. Dime, ¿qué te va pareciendo?—

—¡Me encanta el diseño!— exclamo, acomodo las mangas— en serio, Félix. Adoro la forma de este, al igual que el segundo que me he probado—

—Me alegro, nena— afirma el diseñador con una gran sonrisa— ¿Algo que quieras agregar?—

—Quiero que tenga una cola larga, bastante larga Félix al igual que el velo, ese no puede faltar tampoco...—

—Ajá— apunta en su libreta— ¿Algo más?—

—Brillo— sus ojos se iluminan— quiero mucho brillo en los vestidos, Félix. Joder, soy la puta Reina del Alboroto que se va a casar con el Zar de la Bratva, claramente tengo que lucir magnífica y glamurosa en el día de mis sueños—

—¡Perfecto!— exclama— ¿Necesitas algo más? Me encargaré de que tengas el brillo que deseas, nena. Por que lo mereces—

—Sí, necesito algo más...— río con emoción— necesito casarme ya con Xander. Joder, después de tantos años, estamos haciendo la boda de nuestros sueños—

—Y mi sueño se ha hecho realidad, nena— exclama mi amigo— verte feliz, nena. A lado, de ese hombre—

Vuelvo a mirar mi imagen en el espejo y mis ojos no pueden evitar llenarse de lágrimas, juego con el anillo de mi dedo. Remy, se pone de pie para colocarse a mi espalda y mirarme con el mismo cariño desde que tengo memoria pero esta vez, la emoción es la que brilla con más fuerza en sus ojos negros.

—¿En qué piensas, mi niña?—

—En qué...— río por lo bajo— no puedo creerlo, Remy. ¿Realmente está sucediendo?—

—Lo está, cariño— besa mi mejilla.

—Estoy siendo feliz, ¿no?—

—Como siempre debió ser, Valentina—

Sus palabras hacen eco en mi mente.

Como siempre debió suceder.

Ahora puedo creerlo al verme al espejo.

Soy inmensamente feliz.

Y no puedo esperar a iniciar un nuevo capítulo en mi vida a lado de Xander.

Dos meses después.

—Valentina, por el amor de dios, deja de moverte—

—Lo siento— me disculpo, muerdo mi labio inferior suavemente— no puedo evitarlo, me estoy muriendo de los nervios. Las manos me están temblando— Félix, hace un ruido de confirmación mientras acomoda algo en la parte trasera de mi vestido— ¿Ya?—

—Dos segundos, nena. Lo prometo, simplemente...¡Listo!— exclama— ahora sí, abre los ojos, nena. Y admírate en el espejo—

En el momento en que abro los ojos, lo primero que llama mi atención es el brillo que cubre mi cuerpo de pies a cabeza junto a la tela blanca. Mis ojos se llenan de lágrimas de emoción ante la imagen que me está dando el espejo, mis manos no pueden evitar tocar cada parte que tenga brillo o piedras y ajusto un poco las mangas largas de mis brazos.

—Esto...— abanico mis manos en mi rostro— es más de lo que me imaginé, Félix. Es completamente...magnífico...— suspiro entrecortadamente— no tengo palabras—

—Significa, que mi trabajo está bien hecho—

—Es más de lo que alguna vez imaginé, Félix—

Mucho más...

Y simplemente...

Me cuesta creer que la mujer que está frente al espejo sea yo. Con un hermoso vestido blanco de novia, a punto de unir su vida con el amor de su vida y su alma gemela, el tiempo pasó muy rápido que cuando menos me di cuenta.

El día ya había llegado.

Mi boda con Xander.

No dejo de ver las piedras y brillos de cada parte de mi vestido junto a la inmensa cola y velo, con brillos también, no había nada en mí que no brillara este día.

Amo mi vestido.

—Félix, no tengo palabras...—

—No ocupas decirlas, nena. Tu expresión me lo dice todo—

Dos toques en la puerta de mi habitación me sacan de mi ensoñación, Félix abre la puerta donde veo a Remy, entrando por la puerta seguido de Bruno y Jasha, quienes se quedan con la boca abierta al verme en el vestido.

—¿Y bien, chicos?— inquiero con nudo en la garganta— ¿No van a decir nada?—

—Valentina...—

—Reina...—

Parece que los he dejado mudos.

Cambio mi mirada hacia Remy, quién no deja de mirarme fijamente antes de que pellizque el puente de su nariz y me sorprendo, al ver como varias lágrimas se deslizan por sus mejillas antes de que se acerque a mí, para tomar mi rostro y depositar un beso en mi frente.

—Mi niña, estás...magnífica— limpia la esquina de sus ojos, los míos se llenan de lágrimas— dios, ¿en que momento creciste tanto? Nunca imaginé que llegaría este momento...—

—Remy—

—Mi hija se casa. La única mujer que se ha adueñado de mi corazón, se casa el día de hoy para ser feliz y...— solloza un poco, limpia la pequeña lágrima que se desliza por mi mejilla— simplemente, puedo desearte que seas la mujer más feliz del mundo por que te lo mereces, cariño—

—Nunca dejaré de ser tu niña, Remy—

Me abraza.

—Ni aunque me muera, Valentina—

Después de unos minutos, la coordinadora de la boda entra a la habitación para decirnos que ya es hora. Remy se separa de mí, para extender su brazo con una sonrisa llena de emoción al igual que la mía y tomo el ramo de rosas negras que me da Bruno, quién sale junto a Jasha y Félix.

—¿Preparada, mi niña?—

—Siempre—

Respiro profundamente.

El momento ha llegado.

Voy a unir mi vida con la de Xander.














¡Feliz lunes a todas ustedes!

No me toquen que ando sensible por que por mucho tiempo he imaginado el momento de la boda de Xander y Valentina, que me cuesta creerlo aún 🤧✨

Y por primera vez en el Angieverso...

Los votos matrimoniales, serán narrados por el hombre 😍

AHHHHHHHHHHH VEREMOS TODO EL PROCESO CON XANDER DE QUE SIENTEN LOS HOMBRES DEL ANGIEVERSO AL MOMENTO EN QUE VAN A UNIR SU VIDA CON LAS MUJERES QUE AMAN...

Eso me emociona, por que estoy segura que me sacará más de una lágrima...

Espero que les haya gustado el capítulo...

Y el vestido, porque desde que lo vi. Supe que sería de Valentina, cuando estábamos al inicio de la historia...

¿Estamos de acuerdo que la relación de Valentina y Remy, es todo lo que está bien en la vida? 🥺🤧✨

Sin más que decir...

¡Nos leemos pronto!

Atte. Su escritora 💜✨


Continue Reading

You'll Also Like

14.8K 799 53
Olivia Anderson cuya chica que vive sola desde los diecisiete, su novio Peter Nilson es único para ella, lo ama como si fuera la persona más importan...
2.3M 167K 58
SAGA LOMBARDI #1 Las historias están conectadas pero no es necesario leerlas en orden para entender. Ángelo Lombardi, frío, calculador, compulsivo d...
991 107 5
Después de lo ocurrido.. Vittorio Caruso creo un enorme agujero negro en la hermosa chica Giada Morgenster.. El malvado de la película logro capturar...
80.5K 5.8K 52
Tercer libro "Sensaciones Italianas". Estoy enferma de venganza, mi venganza es encontra de todos aquellos que despertaron todo lo que no conocía de...