Janice Denbrough
—Sí, el baile de invierno es el viernes —confirmó Stan y después sacudió la cabeza.
—Se me había olvidado decirles que Beverly va a venir mañana —Lo miré sonriendo y él abrió los ojos al ver mi expresión—. No, no nos van a dejar de lado por sus tardes de chicas o qué sé yo.
—Eso no va a evitar que la mayoría venga solo al baile —respondió Eddie—. Solo hay dos chicas en el grupo.
—Técnicamente siempre que hay bailes venimos solos —respondió Stan envogiendose de hombros.
—Y podríamos venir solo a pasarla bien entre amigos —completó Stan.
—Es mejor pasarla bien en pareja —aseguró Richie y apreté los labios—. ¿Verdad Janice?
—La verdad ni siquiera sé si vaya a ir —respondí y lo miré un momento dándome cuenta que tenía los ojos abiertos.
—¿Cómo no irás? —preguntó incrédulo—. No me vayas a dejar solo con estos vírgenes.
—No soy de ir a bailes, la verdad nunca he ido a uno —respondí apretando los labios porque era verdad.
—¿Y qué planeas quedarte haciendo entonces? —cuestionó Bill y lo miré sin saber que decir.
—Tal vez vea películas hasta tarde, no sé —respondí y me miraron incrédulos por eso así que me encogí en mi lugar.
—No te vas a perder un baile con tus amigos para quedarte viendo películas, ¿Verdad? —habló Ben sin creerselo.
—Nunca he ido a uno, no he comprado vestidos ni me he maquillando para un baile; no porque no quiera, es porque no sé cómo y no he tenido a nadie que me ayude con eso —expliqué y después tragué saliva.
—Pero Beverly va a venir mañana —habló Richie y entorné los ojos mirándolo—. Hay alguien para que hagas todo eso.
—Y pasarías tiempo con nosotros —completó Ben y mordí el interior de mi labio por eso—. Estarías con tus amigos.
—Lo voy a pensar, porque si llego a ir no va a ser porque me presionaron —respondí mirándolos a todos y astintieron así que tomé aire para después sacar mi horario de mi maleta—. ¿Alguien tiene biología?
—Yo tengo Dibujo —respondió Richie y los dos intercambiamos miradas un momento.
—Compartimos entonces —Miré a Bill cuando habló.
—¿Qué hay de ustedes? —Miré a los demás, no quería quedarme sola en un salón casi dos horas.
—Yo tengo Sociales, así que no —respondió Ben y miré a Stan y a Eddie qué eran mi única salvación—. ¿Qué hay de ustedes chicos?
—Yo tengo Matemáticas, ¿Y tú Stan? —Mi mirada cayó en Stan esperando a que dijera que compartíamos clase.
—Entonces compartimos tú y yo Janice —Le sonreí por eso, gracias a Dios compartía con uno de ellos.
—Nos vemos luego vírgenes... —habló Richie soltando el abrazo que tenía conmigo desde que llegamos y después me miró—. Preciosa.
Contuve una sonrisa y después él se fue junto a Bill a su clase y así con todos los demás hasta que yo me fui al de Biología con Stan como mi guía.
Al llegar al salón nos sentamos en la mitad de éste junto a la ventana, o bueno yo, Stan se sentó junto al pasillo.
La clase comenzó un par de minutos después con la maestra explicando la célula eucariota. La primera parte de la clase estuve concentrada hasta que en un momento me aburrí así que comencé a dibujar en la parte de atrás de mi cuaderno.
Stan me pidió que prestará atención al verme distraída, pero la voz de la maestra era como de esas que te arrullan hasta quedarte dormido así que me mantuve despierta haciendo dibujitos.
Cuando llené la hoja le di la vuelta para seguir dibujando y esta vez entre mis trazos con la maestra explicando la diferencia del Núcleo y el Nucleolo de fondo terminé haciendo el boceto de un rostro.
Sonreí levemente al darme cuenta que entre tantos trazos estaba dibujando a Richie así que seguí ahora con la imagen de mi novio en la mente, le daba demasiado detalles para que el dibujo me gustara.
Cerré mi cuaderno rápidamente y pretendía prestar atención a la pizarra cuando la maestra comenzó a caminar por los pasillos del salón mirando a cada uno. Una ventaja para mí es que era buena en Biología.
Lo que restan de la clase me mantuve pensando en qué hacer con respecto al baile, no sabía si ir o mejor quedarme en mi casa mirando películas porque no sabía que hacer en uno, ni siquiera sabía peinarme para algo así.
『 °*• ❀ •*°』
Cuando las clases terminaron estaba sentada en la acera con la cabeza recostada sobre el hombro de Richie, no nos habíamos visto en clases hoy.
Los demás estaban tomando sus bicicletas y Bill tenía mi maleta que era la que más pesaba de los dos.
—No tuvimos ni una clase juntos hoy —se quejó Richie y asentí lentamente sin levantar la cabeza de su hombro.
—Solo nos vimos en el receso —Lo miré sonriendo y el colocó una mano en mi pierna por lo que tragué saliva nerviosa.
—¿Por qué no quieres ir al baile? —preguntó y solté un suspiró apoyando mis manos en mis rodillas.
—Nunca fui a uno, me siento incomoda mostrando las piernas y no sé peinarme ni maquillarme —respondí y después suspiré—. Además no tenía con quien ir.
—Nos tienes a nosotros preciosa, lo ideal sería que solo fuéramos nosotros dos pero debemos convivir en grupo —Solté una risa por eso—. Y Beverly va a venir, podría darte una mano con eso para que te veas más buena de lo normal.
—Lo voy a pensar, de verdad lo voy a pensar —asegure y él sonrió para después dejar un beso en mi frente.
—Voy a molestar a Eddie —habló haciéndome reír y después se levantó para acercarse a ellos.
Los miré mientras terminaban de organizarse para irnos y solté un risa al ver a Eddie gritándole a Richie, de verdad que tenía poca paciencia. Erguí la espalda mientras abría los ojos al sentir un chorro de agua caerme en la cabeza.
Me levanté no solo estando exaltada sino también molesta por eso viendo a Gretta con un vaso de agua y una sonrisa de superioridad.
—¿Qué te pasa? —pregunté casi gritando por lo molesta que estaba y ella solo soltó una risa burlona.
—Pues te veías sedienta así que quise refrescarte —Tomé aire enojada por eso. Era una bruja, no, eso era poco, una hija de puta a la que le quería romper la cara.
Le di un bofeton qué casi la hace caer al suelo sintiendo mi mano a arder por el impacto contra su mejilla. Se giró a verme con enojo en su mirada y después me devolvió el bofeton haciéndome tambalear ya que ella era un poco más robusta que yo.
Me acercó a ella tomando mi cabello jalando lo con fuerza y me quejé por eso levantando una rodilla golpeando su abdomen haciendo que me soltara. Me tomó del cuello y después dejó un golpe en mi abdomen robándome el aliento.
Llevé una mano a su rostro y la rasguñé por lo que me empujó con fuerza haciéndome caer al suelo lo que ocasionó que la mayoría de mi peso cayera sobre mi mano derecha generando me un dolor punzante en esta.
La miré con la respiración acelerada dándome cuenta que las marcas de mis uñas estaban en su rostro en líneas desiguales e incluso llegué a ver un poco de sangre así que llevé mi mirada mi mano.
—Jan, levántate —habló Richie ayudándome a levantar y lo miré aún con la respiración acelerada.
—El marica tenía que intervenir —habló ella con burla y levanté una pierna con rabia llegando a golpear su abdomen haciéndola caer al suelo adolorida.
—Por la espalda cualquiera es valiente —respondí con rabia sintiendo un inmenso dolor en la mano pero no me podía importar menos.
—Preciosa, ya —Me pasó una mano por la cintura alejándome de Gretta qué estaba arrodillada en el suelo bastante adolorida por la patada que le había logrado dar.
Nos acercamos a los demás y apreté los labios por la mirada de desaprobación de Bill.
—¿De verdad? —preguntó mirándome y abrí la boca ofendida.
—Me tiró su vaso de agua encima y me golpeó —respondí y él tomó aire por eso.
—Mejor vámonos a casa —señaló la parte de atrás de su bicicleta y asentí tomando aire para acercarme a él.
—Tu maleta —Ben me la entregó pero solo con tomar uno de sus tirantes la solté adolorida por el fuerte dolor en mi mano.
—Me lastimé la mano —La sacudí levemente intentando no lastimarla más y después respiré profundo—. Me duele mucho.
—Tal vez se lastimó los tendones —informó Eddie y tragué saliva por eso—. Considerando que cuando se cayó evitó el golpe con la mano.
—Hay que sobarsela —Miré a Stan por eso y después asentí.
—Vámonos entonces —habló Bill y me subí atrás de él en la bicicleta y en segundos comenzó a pedalear.
Todos comenzaron a pedalear en dirección a nuestra, pude notar que Richie llevaba mi maleta.
Al llegar a la casa nos bajamos de las bicicletas y Bill abrió dejándonos a todos entrar, intente mover la mano un poco pero con solo intentarlo sentí un dolor punzante en esta.
—Vamos a la sala —Todos lo seguimos y me senté en el sofá sin siquiera ser capaz de cerrar la mano—. ¿Qué hay que hacer?
—Apretarle la mano —respondió Eddie y la miré, ¿Estaba tan mal?—. Alguien con fuerza.
—El que tiene más fuerza en teoría es Mike —respondió Stan y lo miré—. Pero no ha vuelto, ¿Qué hay de ti Ben?
—No tengo fuerza, según mi mamá mis manos son como un algodón —respondió el nombrado y yo miré a los demás—. ¿Y tú Bill?
—Si le apretó la mano tal vez me dé una patada ahí abajo y no quiero eso —respondió y apreté los labios—. Que lo haga Richie.
—¿Yo por qué? —cuestionó mirándolos a todos alternativamente.
—Posiblemente no te patee —respondió Bill y mi novio asintió para después arrodillarse frente a mí.
—¿Cuál mano es?
—La derecha —Acerqué mi mano lentamente sin dejar de mirarlo a los ojos, esos iris café me encantaban por más que el aumento de sus lentes fuera demasiado, me gustaba Richie a pesar de todo.
Bajé mi mirada a mi mano cuando sentí que le dio un leve apretón y traté de apartarla adolorida por eso, pero no me dejó.
—No mires tu mano —Colocó su otra mano en mi mejilla y tragué saliva por su tacto sobre mi piel—. Mírame a mí preciosa, mírame a mí.
Asentí sintiendo algo de aire escaparse entre mis labios mientras Richie masajeaba mi mano y en ocasiones la movía de arriba a abajo. Sabía que dolía y seguramente mis expresiones se lo dijeran pero no me importaba porque estaba perdida totalmente en sus ojos qué me miraban con atención.
—Una venda —pidió Eddie y salté en mi lugar al sentir como si algo en mi mano hubiera saltado.
Richie soltó una risa por eso y después siguió masajeando mi mano, se sentía muy bien.
—Yo traigo una —respondió Bill para después salir de la sala en lo que Richie bajaba un momento su mirada a mis labios.
Mentiría si dijera que no me gustaría que me besara en este preciso momento, pero a la vez en su mirada se notaba que se estaba conteniendo porque estaban los demás.
A los segundos Bill bajo y le entregó la venda a Richie para que el comenzara a vendar mi mano haciendo lago de presión sin llegar a lastimarme.
Le sonreí por eso y después dejó un beso en mis nudillo para ponerse de pie haciéndome sonreír aún más.
Luego de que yo hubiera subido a cambiarme ya que mi ropa estaba mojada ellos se decidieron por hacer algo de comer y que nos gustara a todos hasta que decidimos intentar hacer un pastel de chocolate.
—¡Idiota, con eso nos vas a generar diabetes! —le reclamó Eddie a Richie por haber agregado mucho chocolate en polvo a la mezcla—. ¿Nos quieres matar acaso?
—Solo es chocolate —respondí estando sentada en la mesa ya que según Bill yo iba a quemar la cocina así que mi deber era leer la receta.
—Dice trescientos gramos de chocolate en polvo, ¡Esos son trescientos gramos! —respondió Richie histérico haciéndome reír.
—¿Cuántos huevos son Janice? —preguntó Stan qué estaba ignorando la pelea de mi novio y Eddie.
—¡Seis porque tu no tienes y seguro Eddie tiene vagina! —Richie soltó una risa para después ser golpeado en la cabeza por una cuchara de palo—. ¿Ves Jan? Me maltratan.
Se acercó a mí y me abrazó de la cintura así que pasé una mano por su cabello sonriendo divertida.
—Dice que son tres —le respondí a Stan sin dejar de acariciar el cabello de Richie—. Quinientos mililitros de leche, una cucharada de esencia de vainilla y batir hasta que se mezcle.
Ellos hicieron lo que leí mientras Richie ocultaba su cabeza en mi cuello.
—¿No vas a ayudar? —le preguntó Stan mientras ellos batían la masa.
—Les puedo alegrar la tarde —Sonrió con inocencia sentándose a mi lado y ellos se quejaron—. Haber... ¿Qué hace un mudo bailando?
Todos lo miraron con confusión y él sonrió así que espere un pésimo remate qué aun así me daría risa.
—Una mudanza —Vi que Bill contuvo una risa mientras Stan sonrió divertido—. ¿Cómo queda un mago después de comer? —Ninguno dijo nada y Richie sonrió una vez más—. Magordito.
Bill soltó una risa junto a Ben y yo sonreí divertida mientras Eddie respiraba profundo para no reírse al igual que Stan.
—¿Qué hace un perro con un taladro? Taladrando —Stan soltó una risa por eso mientras los demás reían—. ¿Ven que puedo hacer buenos chistes?
—Son terribles —aseguró Ben.
—Pero son tan malos que dan risa —completó Stan y miré a Richie sonriendo así qué él hizo lo mismo.
—Tengo otro, a ver si Eddie se ríe —Tomó aire y después se aclaró la garganta—. ¿Cómo se dice dentista en japonés?
Lo miré pensando recordando el que me había contado hace un día, porque tal vez sería parecido.
—Tekuro Tukarie —Eddie soltó una risa por eso y Richie sonrió con orgullo oyendo las risas de los demás que seguían batiendo la masa.
Durante el resto de la tarde nos la pasamos riendo por los chistes de Richie en lo que el pastel estaba listo. Me alegraba ver que en lugar de quejarse de sus chistes se reían.
—El último, lo juro —habló mientras Bill respiraba produjo porque ya estaba llorando de la risa—. Dejaron libre a un ciego que era sospechoso de un crimen...
—¿Por qué? —preguntó Ben.
—No tenía nada que ver —Una vez más todos reímos y yo apoye mi mano en el hombro de Richie, ya me dolía el estómago de tanto reír.
Cuando el pastel estuvo listo todos lo comimos quedando sorprendidos de lo bien que les habia salido. Cuando nos llenamos porque siguió quedando fuimos a la sala a ver televisión hasta que ellos se tuvieron que ir.
En la noche, casi a las once me estaba llendo a dormir porque me había quedado terminando el dibujo de Richie y agregándole detalles hasta que me convenció. Así que caí profundamente dormida con el pensamiento de Richie Tozier en la mente.