El amor del Zar

By AngieRosas058

975K 72.9K 18.1K

Secretos. Traiciones. Odio. Venganza. Poder. Una guerra. Rencores y viejos amores del pasado. Una Reina. Un Z... More

Prólogo
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Epílogo
Agradecimientos
Escena extra: "Un muerto entre las sombras."

Capítulo 46

9.7K 758 162
By AngieRosas058

Valentina.

Actualidad.

—Me tienes que estar jodiendo, Marchetti— Salvatore se ríe— ¿Golpeaste a tu suegro en el momento en que lo conociste?—

Asiento y no puedo evitar reírme también, cojo un pequeño pedazo de fruta para llevarlo a mi boca. Finalmente, habíamos decidido desayunar afuera en el balcón mientras le seguía contando a Salvatore acerca de mi historia con Xander. El antes y el después de las tragedias junto al divorcio.

—Ese viejo cabrón se lo merecía— respondo, resopla— él junto al estúpido de mi novio en ese momento, me sacaron un susto de muerte—

Niega divertido.

—Eras un caso serio, Marchetti—

—Sigo siendo un caso serio— afirmo, asiente.

—Entonces, ¿por qué golpeaste a tu suegro?— inquiere mientras le da un trago a su café— bueno, tengo que reconocer que yo también en algún punto, quise golpear al padre de Samantha—

—¿No le agradabas?—

—Ni un pelo— afirma, asiento— pero, no estamos hablando de mí, si no de ti. Termina de contarme la historia—

Bebo un trago de café mientras asiento, me acomodo mejor en el pequeño sillón y estiro mis piernas hasta colocarlas encima de sus muslos, sonrío.

—Te seguiré contando mientras me masajeas los pies—

—No voy a masajearte los pies—

—Hazlo, Salvatore. ¿Sabes lo que es andar en tacones de quince centímetros? Sin contar, que me follaste con ellos la gran parte de la noche—

Mi amante rueda los ojos y termina por asentir. Acabamos el desayuno y solamente quedaban unas pequeñas sobras. Se termina su café antes de tomar mis pies para comenzar a pasear sus dedos sobre la planta de mi pie izquierdo, me relajo en mi lugar un momento cerrando mis ojos, suspiro de satisfacción.

—Marchetti, no se te ocurra dormirte—

Río.

—Me negaba a conocer a Dimitri—

—¿Por qué?—

Suspiro con cierta pesadez.

—Me daba miedo que el mismísimo Zar de la Bratva, me conociera y dijera que no era digna de estar con su hijo solamente porque era italiana. Por ser la enemiga— reconozco, asiente— tenía miedo que convenciera a su hijo para separarse de mí. No quería estar sin Xander—

—Realmente amabas a ese hombre—

—Lo sigo amando, Salvatore. Puede ser que nuestra relación fue algo demasiado apresurada. Muchos dirán que era la pasión del momento de dos universitarios viviendo un romance...—

—No fue así—

Niego.

—Nunca lo fue, siempre fue real de una manera como si estuviera destinado a ser. Xander, fue la primera persona que se quedó a pesar de los cientos de desplantes que le hice. De las miles de veces que lo insulté, golpee e incluso disparé, siempre estaba volviendo a mi lado como un parásito—

—Lo que te llamó la atención—

—Lo hizo— sonrío un poco— Xander fue la primera persona con la que pude bajar mis barreras luego de la muerte de mis padres. Fue la primera persona a la que confíe mis miedos con el riesgo de que los usara en mi contra, nunca lo hizo. Me comprendía de maneras que las personas no entienden y nunca entenderán—

—Te hizo sentir aceptada—

—Después de diecinueve años, sentía que finalmente había encontrado mi lugar— respondo— desde que tengo memoria, siempre me había costado socializar con las personas. Muchas huían por Remy o al saber quienes eran mis padres, siempre fui solitaria. Te has dado cuenta, que mi círculo social son puros hombres y todos de alguna manera son familia. Ni siquiera tengo amigas—

—Lo he visto...— asiente— debió ser duro—

—Te acostumbras con el paso de los años, ciertamente— me encojo de hombros— Xander, me hizo sentir que realmente, solo tal vez, no estaba tan sola como parecía serlo. Con Xander, fue la primera persona que hablé del dolor de la muerte de mis padres, fue con él quien abrí parte de mi vida— recuesto mi cabeza un momento— y yo también, fui la primera persona con la que habló acerca de la muerte su madre, el dolor que le causaba...— trago saliva con cierta pesadez— no recordaba ese momento, pero de alguna manera, siempre supe la verdad detrás de la muerte de Svetlana. Nada más que Dimitri, se encargó de hacerme creer que era otra cosa, le creí por que el viejo no tenía motivos para mentirme—

Me quedo en silencio un momento.

—Ahora me doy cuenta, que ese viejo maldito me manipuló para hacerme creer que no había problema con que me enredara con Darío—

—No quería que te sintieras culpable por lo de mi hermano—

—Exactamente— hago una mueca— viejo cabrón— se ríe entre dientes— ¿Sabes que ni Dimitri, ni los gemelos saben a profundidad los detalles de la muerte de Svetlana? Saben que Xander iba con ella ese día, pero no saben todos los detalles...— niego— y que él, me lo haya dicho en ese momento tan vulnerable...—

—Te hizo sentir que de alguna manera, él te comprendía— asiento a sus palabras— ciertamente, ninguno de los dos, la tuvo fácil—

—No necesitábamos a nadie más, ¿sabes?— sonrío un poco— solamente con nuestra compañía, era suficiente—

—Puedo verlo, Marchetti— suspiro suavemente— ¿Cuánto tiempo llevabas con Xander cuando conociste a tu suegro?—

—Dos meses— respondo— pasaron muchas cosas, pero de cierta manera formalizamos en menos de dos semanas luego de esa fiesta en la universidad. Fue ahí cuando me di cuenta que amaba ese maldito parásito de coladera— se ríe— y no me arrepiento. Amar a Xander, así como puede ser de doloroso, puede ser muy grato y hermoso—

—Vaya, ustedes no perdieron el tiempo, Marchetti—

—Lo sé— sonrío— pero, no me importa. Rápido o no, me habría enamorado de Xander al final de cuentas—

—¿Cuanto tiempo tardaste en enamorarte de él?—

—43, 200 minutos— respondo— lo que equivale a...—

—A un mes—

Asiento.

—Así es...—

—¿Cómo terminaste golpeando a tu suegro?—

Río de nuevo recordando esa anécdota.

—Xander llevaba días queriendo que yo conociera a su padre, estaban cerca las vacaciones de invierno y sería una buena idea pasar las fiestas en Rusia, para que terminara de conocer al todo el clan Novikov—

—Te negaste—

—Bueno...— rasco el costado de mi cabeza— estamos hablando de conocer al Zar de la Bratva, Dimitri Novikov. Estaba para mearse en los pantalones, tenía miedo de que las cosas salieran mal para mí y estuviera en suelo ruso donde...—

—No habría nadie que te protegiera— asiento— comprendo, era como meterse a la boca del lobo. Es normal tener nuestras reservas a veces—

—Dimitri, al saber por el chismoso de su hijo que me negaba a verlo por mi miedo a que me metiera una bala en la frente. El viejo no dudó en tomar un vuelo directamente hacia Milán, para que lo conociera—

—Uff, en ese momento Valentina Marchetti sintió el verdadero terror— río— yo me hubiera meado en los pantalones—

—¡Lo sé!— exclamo divertida— estamos hablando de que en esos años, Dimitri Novikov estaba en la boca de todos. Su brutalidad, violencia pero al mismo tiempo su astucia y elegancia para manejar la Bratva, estaba para morirse del miedo. No quisiera estar en su camino—

—Y terminaste siendo su nuera— arquea una ceja en burla, ruedo los ojos y asiento— vaya ironía de la vida—

—Lo fue— admito entre risas— cuando el viejo estuvo en suelo italiano, nadie lo sabía. Ni siquiera tu familia, de saberlo la guerra habría empezado desde mucho antes—

—Astuto el hombre—

—Creeme, tener a Dimitri Novikov de enemigo era una perdición que no querrías conocer— niego, recordando un par de memorias— al estar en Milán, el viejo no perdió el tiempo en buscar a la nuera que había conquistado el corazón de su hijo más pequeño—

—Uff—

—El día en que llegó, yo estaba en camino hacia el apartamento de Xander. Habíamos acordado ir a almorzar juntos para después estudiar para algunos exámenes y me ayudaría con una maqueta para mi proyecto final—

—El novio perfecto—

—Y la polla perfecta, en serio, Salito— se ríe— volviendo al tema. Justo cuando estaba a punto de llegar recibí una llamada de Xander, para decirme que su padre había llegado y que quería conocerme—

—¿Qué hiciste?—

—Le dije que estaba bien pero que yo no me sentía lista aún para morir tan joven, por dio, tenía diecinueve años—

Salvatore se carcajea ante mi expresión dramática.

—Santio dio, tu realmente eres una cobarde—

—Grazie, stronzo—

—¿Qué hiciste después?—

Muerdo suavemente el interior de mi mejilla antes de responder.

—Dí de reversa al auto y me fui. Prontamente, me marché a mi apartamento donde le conté todo a Remy—

—¿Remy aprobaba lo tuyo con Xander?—

—Sorprendentemente, desde un comienzo lo hizo— frunzo el ceño ligeramente— Remy, era feliz con que alguien me hiciera feliz, después de tantos años en completa soledad con mi dolor por la muerte de mis padres— asiente, toca un punto de presión en la planta de mi pie y yo me relajo más en mi lugar— Ah...sí, sigue así, Salito—

—No me cambies el tema, Marchetti—

—Xander, fue aceptado desde el momento en que Remy vió la sonrisa estúpida de mi rostro luego de que formalizáramos nuestra relación. Yerik, fue un poco más de trabajo, no lo culpaba en tener sus reservas conmigo, al final...—

—No dejábamos de ser los enemigos—

—Exactamente, con el paso de los días y semanas. Me aceptó y a Remy, ciertamente. Esos se llevaban muy bien, como si se conocieran de antes, creo—

—¿En donde entra la parte en que golpeas a tu suegro?—

—Ya estoy llegando, salero desesperado— se ríe— rechacé conocer a Dimitri Novikov dos veces, claramente el Zar de la Bratva, no se iba a ir de Milán sin conocer a su nuera ya fuera por las buenas o por las malas. Xander comprendía parte de mis miedos, pero el viejo era más terco que una mula. Conseguiría su objetivo sí o sí—

—¿Cuál te tocó?—

—Claramente, la mala—

2014.

Muerdo una de mis uñas con cierto nerviosismo mientras que escucho la risa baja de Xander al otro lado de la línea, mantengo mi teléfono pegado a mi oreja sin dejar de caminar de un lado a otro. Remy sonríe con cierta diversión ante mis nervios y el pánico de mi mirada.

—¿Seguro que no hay problema?—

Amor, estoy seguro— responde, podría jurar que está sonriendo. Lo que me saca una pequeña sonrisa también— comprendo bien tus razones para no conocerlo aún, te puedo garantizar que no es una mala persona

—Es el Zar de la Bratva, Xander—

Lo sé, nena. Pero antes de ser Zar, es mi padre y se preocupa por mí, sus hijos están encima de su poder— asiento aunque no me vea— cuando creas que estés lista para conocerlo, podemos hacer una reunión con él

—¿Y si me mete una bala?— inquiero con nerviosismo— odio ser pesimista, pero estoy que me meo en los pantalones, Xander. Estamos hablando de tu padre. ¡Tu padre!—

Su risa se hace más fuerte, lo que calma un poco el nudo nervioso de mi estómago. Xander de alguna manera, siempre encontraba sacarme una sonrisa por más día de mierda tuviera. Me tranquilizaba cuando lo necesitaba y me apoyaba en lo que fuera necesario sin siquiera pedirlo, fueron de las cosas que me terminaron enamorando de él.

Lo amaba demasiado.

Aunque fuéramos un poco apresurados al ritmo, pero eso no nos importaba. Con que estuviéramos en la vida del otro, nos conformábamos.

Solnischko, necesitas respirar profundamente

—Lo intento, lo intento en serio...— digo apresuradamente— pero, es complicado. Quiero estar contigo pero me da miedo que tu padre no me acepte. No sé qué rayos haría...—

Shh, nena. Tranquila, respira profundamente, no queremos que alteres tus nervios— hago lo que me pide— inhala y exhala profundamente— repito sus palabras un par de veces, hasta que me tranquilizo un poco más— volviendo a nuestro tema, mi padre te aceptará, solnischko. Estoy seguro, dime, ¿quién no te amaría?

—Muchas personas—

Resopla con cierta diversión.

Esas personas no conocen a la chica increíble que yo conozco y que me tiene enamorado hasta las trancas, milyy

Sonrío de nuevo.

—¿Me amas?—

Más de lo que imaginas, solnischko. Las palabras jamás van a alcanzarme para decirte todo lo que me haces sentir cada vez que estoy a tu lado, ni aunque me muera—

—Me gusta...—

¿Qué cosa, nena?

—Que me digas que me amas— muevo mis dedos en nerviosismo— se siente bonito—

Tu me haces sentir bonito— río por lo bajo— está bien, esa fue una mala elección de palabras, lo reconozco

—Fue un bonito halago, cucciolo— se ríe— ¿Seguro que está bien que no conozca a tu padre?—

Seguro, preciosa— asiento— ya habrá otro momento para conocerlo

—Estaba pensando...— muerdo una de mis uñas otra vez— si aún tienes en mente la idea de pasar las fiestas en Rusia...—

Valentina, no quiero que vayas conmigo a conocer a mi familia, si no te sientes segura— me corta— podemos pasar navidad juntos y el año nuevo con mi familia

—Pero quiero hacerlo— hago un pequeño puchero, Remy se ríe. Lo fulmino con la mirada— creo que sería un buen momento para conocerlos a todos. Si tu padre me mata, piensa que mi sangre le dará sabor al pavo—

La carcajada de Xander al otro lado de la línea, esa que me produce miles de sensaciones agradables en el cuerpo, sin poder evitarlo yo también me comienzo a reír.

—Amor, necesitas dejar de ser tan pesimista

—No soy pesimista— refuto— soy realista, que es diferente—

Seguro, seguro— se burla.

—¡No es gracioso, parásito!—

Nena, es increíble que le temas un viejo de cuarenta y siete años al cual fácilmente le podrías patear el culo y romper la cadera

—Es tu padre—

Lo sé, nena. Pero no deja de estar viejo, está a tres pasos de llegar a los cincuenta

—Quiero conocer a tu familia en las fiestas, ya sea navidad o año nuevo. No me importa, realmente— muevo mi pie de un lado a otro— mientras esté contigo, estaré feliz. En Rusia o Italia, estar contigo me hace feliz—

De acuerdo, solnischko. Lo haremos como tu digas— sonrío— verás que todo saldrá bien

—Eso espero—

Lo hará

—¿Seguro?— inquiero con un pequeño puchero— ¿Segurísimo?—

Más que seguro— suspira divertido— nena, tienes que dejar de hacer pucheros. Te hacen ver demasiado adorable que podría comerte y no ayuda a mi polla, que estes lejos por el momento

—¡No estoy haciendo pucheros!—

Lo estás— se ríe— pero no te preocupes, me encanta besarte cuando haces pucheros

—Eso...— siento como se me ponen rojas las mejillas— te odio—

¿Por qué, pucheritos?

—¡Xander!—

No deja de reírse.

Vale, vale. Lo capto

—Te odio, parásito—

También te amo, bruja— sonrío— ¿Nos vemos más tarde en tu apartamento?

—Sí— miro el reloj de mi muñeca— ¿Está bien a las ocho? Tengo asuntos que atender con la 'Ndrangheta que requieren mi atención—

Seguro, amor. Patéales el culo a esos idiotas para que vean quién es la Dama de Hielo

—Eres un tonto—

Me amas, bruja que hace pucheros— resoplo— nos vemos más tarde, nena

—Nos vemos. Te amo, cucciolo—

Te amo, solnischko

Termino la llamada con Xander y la sonrisa idiota en mis labios no se borra ni siquiera cuando Remy, carraspea llamando mi atención. Lo miro con una ceja arqueada, mi guardaespaldas y sombra me observa a detalle, niega con una pequeña sonrisa.

—He esperado tanto para verte así, que ahora me parece irreal—

—¿Que cosa, Remy?—

—Verte así de feliz, cariño— se pone de pie para besar mi frente, no dudo en abrazarlo. Toma mi rostro en sus manos— así quiero verte siempre, feliz y llena de vida—

—Él me hace muy feliz, Remy—

—Y por ello, tiene mi respeto, cariño— asiento, besa de nuevo mi frente— mereces ser feliz, Valentina—

—Eres el mejor, Remy, ¿lo sabías?—

—Claramente, no vives sin mí, cariño—

Río ante su arrogancia, Remy era uno de mis pilares más importantes de mi vida. Sin él, no estaría donde estoy ahora, en la posición que tengo y todo por que nunca me dejó sola después de la muerte de mis padres.

—¿Preparada para irnos?—

Asiento mientras reviso que mi arma esté conmigo y recargada junto a los cuchillos que guardo en diferentes partes del cuerpo, sonrío.

—Siempre, Remy—

—Andando entonces, Signora del ghiaccio

Entro a la bodega de Milán, a paso seguro con Remy pegado a mis talones, rápidamente las miradas de los hombres que empaquetan y resguardan la droga que comercializo van en mi dirección, sin bajar la mirada como es de costumbre.

—¿Qué mierdas están mirando, imbéciles?— demando con voz dura y fría— ¿Les pagan por mirar? No ha llegado la reina Isabel para que la admiren, así que vuelvan a su trabajo—

Ante mi clara orden, rápidamente los hombres vuelven a su trabajo y yo hago mi habitual paseo por la bodega, asegurándome que todo esté en orden y todos estén haciendo su trabajo, Remy va con Horacio para recibir el informe de la seguridad en Milán.

Llego al área donde se pesa y empaqueta la droga para que no sean rastreables por los perros en la frontera, la mayoría de los trabajadores de esta área con mujeres que se encuentran en ropa interior, para no tener fugas que me cuesten dinero.

Aunque no falta la estúpida, que intente hacerlo.

Sonrío con cierta calma mientras camino a paso lento por el lugar, detrás de sus espaldas y mi sonrisa se ensancha al ver como todas se tensan ante el sonido de mis pasos. Llego una silla en especial y saco mi arma para colocar el cañón en la nuca de una mujer rubia mal teñida.

Rápidamente la mujer se tensa más como una cuerda y río entre dientes, antes de inclinarme a su oído y murmurar por lo bajo.

—Creo que tu y yo, necesitamos una charla— hablo, me incorporo— ponte de pie— ordeno.

Con paso tembloroso la mujer se pone de pie para darme la cara sin que yo deje de apuntar hacia su rostro, veo como se coloca pálida ante mi presencia y comienza a temblar de manera incontrolable, mueve sus manos con nerviosismo cosa que me vale una verdadera mierda.

—Dama...—

—Camina— ordeno, no se mueve. Disparo cerca de sus pies, grita del miedo— camina, he dicho—

—Sí...—

Guiando sus pasos con mi arma en alto, la mujer camina con pasos pequeños y temblorosos hacia el centro de la bodega, donde dejo en claro que es lo que pasa cuando se atraven a joderme a mí, a la Dama de Hielo de Calabria.

Cuando estamos en el centro donde rápidamente los hombres comienzan a silbar y hablar vulgaridades al ver un cuerpo bonito en su área de trabajo, las mejillas de la mujer se ponen rojas de la humillación y yo simplemente la miro de manera fría. Señalo hacia uno de los hombres que se mantiene al margen de las vulgaridades, asiente en mi dirección, inclinando su cabeza.

—Dama—

—Desnúdala. Ya—

Sin refutar mi orden, el hombre se acerca y de mala gana comienza a desnudar a la mujer quién se debate para que no lo haga.

—¡No me toquen!—

—Cállate— ordeno, lo hace— ¿Pensaste que no me daría cuenta, estúpida?—

—Yo...— traga saliva— Dama, no es lo que piensa...—

—Ajá— digo sin emoción, señalo al guardia que se ha detenido— ¿Te he dicho que te detuvieras? Desnúdala. Mi orden no está por encima de la de esa perra, si te atreves a desafiarla te irás con ella, ¿somos claros?—

—Muy claro, Dama—

—¡No! ¡No! ¡No me toquen!—

Esta vez, sin miramientos el guardia comienza a terminar de desnudarla a la fuerza. Con una navaja corta sus bragas que caen al suelo y la humillación se hace presente en sus mejillas rojas.

No deja de debatirse con el hombre hasta que también corta los tirantes de su sostén y en el momento en que el pedazo de la prenda cae el suelo, veo como algo transparente con blanco se desliza hasta mis pies y no dudo en agacharse a tomarlo, sonrío al conseguir mi objetivo.

Observo a la mujer que se coloca de inmediato más pálida y le doy al guardia una señal que la suelte pero que se mantenga cerca, río fríamente y de inmediato todo el revuelo ante un cuerpo desnudo se calla de golpe, saben que cuando comienzo a reír es por que las cosas van a terminal mal.

Muy mal.

Me acerco a la mujer con peso lento y sacudo la bolsita en mi mano libre, bajando mi arma un momento de la otra, niego divertida al ver como da un paso atrás y traga saliva con más fuerza al tenerme más cerca.

—Dama, se lo juro yo puedo explicarlo—

Levanto mi arma de nuevo y la sonrisa de mi rostro se borra, apunto el cañón directamente a su frente, entonces una carcajada sale de mis labios al ver como comienza a llorar, las lágrimas se deslizan por sus mejillas.

—De rodillas. Ahora— ordeno.

—Dama, per favore. Se lo suplico...— pide— tengo familia e hijos—

Arqueo una ceja.

—Estoy segura que ellos no extrañarán a una madre drogadicta como tú, estúpida— respondo— de rodillas. Ahora. No me hagas volver a repetirlo—

Con el temblor en su cuerpo y de manera lenta que me exaspera en diferentes niveles, le disparo en la rodilla para que termina de hacerlo, su grito hace eco en el silencio pesado que se ha formado y finalmente la tengo de rodillas frente a mí, sus ojos llorosos no me causan ningún efecto en mí.

Mi empatía ha muerto desde el momento en que mataron la mía sin remordimiento alguno.

—Dama, por favor...—

—Abre la boca— niega, río— claramente, no entiendes cual es tu posición—

—Se lo juro, no volveré a robarle. Será la última vez—

Una carcajada sale de mis labios y me agacho para estar a su altura en cuclillas, acaricio su mejilla con el cañón de mi arma sin dejar de reírme al ver como solloza y llora ante su contacto frío, la sangre de su rodilla comienza a formar un charco pero lo ignoro.

Ladeo mi cabeza sin borrar la sonrisa de mi rostro, sigo paseando el cañón de mi arma por su rostro hasta llegar a sus labios, su mirada se llena de pánico y terror al verlo cerca de su boca, niego divertida.

—Abre la boca, linda— niega— no queremos que esos bonitos dientes se arruinen con un golpe feo, es mejor tener los dientes intactos...—

—Dama...— solloza— por favor...—

—Abre la boca— la diversión se fue— ahora

Despacio los labios de la mujer se abren suavemente y el cañón de mi arma se adentra en su boca traicionera, las lágrimas se deslizan por sus mejillas con más intensidad mientras sus labios se cierran alrededor del cañón.

Sonrío.

—¿Ves, linda? No es nada grave, solamente quería saber si cabía en tu boca. Ya veo que sí, estoy segura que tu esposo es feliz con las mamadas que le haces, ¿no es así?— asiente— cabe muy bien, entonces si el cañón cabe en tu boca...—

Jalo el gatillo.

La bala golpea su paladar hasta que sale por alguna parte de su cabeza, sus sesos salpican en varios lados pero no en mí. Su cuerpo cae hacia atrás y rápidamente la sangre comienza a formar un charco enorme, los ojos sin vida cristalizados de la mujer me miran fijamente y arqueo una ceja en burla cuando veo como una solitaria lágrima se desliza por la esquina de su ojo izquierdo.

Miro hacia los hombres y mujeres que me observan en silencio, algunos con miedo otros con respeto, alguno que otro con cierto enojo y molestia, pero son tan cobardes para intentar algo contra mí. Remy asiente en mi dirección desde una esquina junto a Horacio.

Saco un pañuelo y limpio el cañón de mi arma antes de guardarla en la pistolera de mi muslo, sacudo la bolsita transparente con cocaína que la mujer había robado antes de señalar el cadáver.

—Una pequeña lección para que aprendan— hablo duramente— me roban, y les garantizo que no volverán a ver la luz del sol, ¿somos claros?—

Sin respuesta, bufo con molestia antes de sacar mi arma y disparar hacia el techo, todos se sobresaltan y algunos gritos rompen el silencio. Con una mirada mía, se callan.

—Que si ha quedado claro—

—¡Entendido, Dama!— responden al unísono.

Así me gusta.

—Bene. Vuelvan a trabajar—

Rápidamente todos comienzan a dispersarse, Remy y Horacio se acercan hasta donde me encuentro, señalo el cadáver.

—Desháganse del cuerpo, Horacio—

—Enseguida, Dama—

—Quiero que hagan rondas cada tres horas por el área de pesaje y empaquetamiento. No quiero más errores como estos o tú, vas a pagar por ellos, ¿nos entendemos, Horacio?—

Asiente e inclina su cabeza en señal de respeto, Horacio eran de los pocos que realmente me ha tomado en serio desde que me hago cargo de la 'Ndrangheta. Me tiene respeto prácticamente desde que comencé a caminar al igual que Remy, son en ellos en quienes más confío para cuidarme la espalda.

—Nos entendemos muy bien, Dama— responde seriamente— no volverá a ocurrir—

—Va bene— respondo— Remy, nos vamos—

—Por supuesto, Dama—

Intercambio un par de palabras con Horacio y con unas últimas indicaciones, salgo de la bodega con Remy pegado a mis talones. Cuando el aire fresco de la noche de Milán me golpea en el rostro, suspiro con cierta pesadez y pellizco el puente de mi nariz, mi guardaespaldas palmea mi espalda suavemente.

—Verás que con el tiempo, todo va acomodarse, cariño—

—Han pasado tres años desde que tomé el mandato completo de la 'Ndrangheta, y es fecha que hacen estupideces para faltarme al respeto—

—Nadie dijo que las transiciones fueran sencillas, mi niña— aprieta mi hombro— lo estás haciendo bien, confía en ti, Valentina—

—Espero que el haber asesinado a Fabrizio, haya valido la pena—

—Lo hace, cariño. Has llevado a la cima a la 'Ndrangheta en menos de dos años y ahora, está de nuevo en la cúspide, cosa que Fabrizio nunca hizo— responde— te van a respetar, quieran o no. A la buena o a la mala, eres la Dama de Hielo que puede poner sus cabezas en una pica sin miramiento alguno—

Asiento ante el orgullo de sus palabras, sonrío.

—Soy la Dama de Hielo. Y toda Calabria me pertenece—

—Hasta tu muerte, Valentina—

Y hasta el final del infierno.

Luego de terminar con los asuntos pendientes, volvemos al apartamento y observo la hora en mi reloj, sonrío sabiendo que tengo algo de tiempo para darme una ducha y ponerme algo bonito, tal vez incluso hacer la cena antes de ponernos a estudiar para los exámenes.

—Valentina, iré a revisar los perímetros del edificio y hablar con los muchachos. No tardaré mucho, ¿de acuerdo?—

—De acuerdo, Remy— respondo— no hay problema, Xander no deberá tardar en llegar—

Besa mi mejilla brevemente.

—Avísame cualquier cosa—

—Seguro—

Entro al edificio y con la mirada puesta en mi teléfono, saludo al casero y me monto en el ascensor, le envío un mensaje a Xander mientras que las puertas se cierran.

—¿Qué tal suena los macarrones con queso para cenar?—

Sonrío cuando su respuesta no tarda en llegar.

—Suena a que me quieres seguir enamorando con el estómago, solnischko. Sabes que me encantan tus macarrones con queso—

—Llevaré el vino y un buen postre, ¿algo en especial?—

—Tiramisú—

—Mmm...me encanta, ¿lo podré poner sobre tu cuerpo?—

—Depende...—

—Si te portas bien, tal vez, te deje hacerlo—

—Compraré dos, mejor que sobre a que falte. Aunque dudo que sobre...—

—Pervertido—

—Me amas así, bruja—

—Nos vemos en un rato. Te amo, solnischko—

—También te amo, cucciolo—

Termino con la conversación justo en el momento en que las puertas del ascensor se abren en mi piso, camino por el pasillo en dirección hacia mi apartamento, saco las llaves y no pierdo mucho tiempo en entrar.

Dejo las llaves en el pequeño plato que tenemos Remy yo en el recibidor y silbo por lo bajo cuando la oscuridad me recibe como es usual. Cierro la puerta para caminar en dirección a la cocina, pero en el momento en que pongo un pie cerca de la sala, los vellos de mi nuca se erizan y mi espalda se tensa.

Algo anda mal.

Ni siquiera tengo tiempo de agarrar mi arma por que un brazo toma los míos en una llave para llevarlos detrás de mi espalda y su mano libre cubre mi boca de cualquier ruido que pueda hacer, gruño con molestia ante el agarre de mi espalda. Me debato con fuerza, pero el agarre está en su mejor forma.

¿Qué mierda?

Dispuesta a dar pelea, dejo caer mi peso hacia atrás para estrellar la espalda del intruso en la pared más cercana pero su agarre sigue sin soltarme, intento encajar uno de mis codos en su estómago pero me es imposible, me tiene bien sujeta de una manera en que se me hace difícil encontrar una pequeña ventaja.

Noto que hay un segundo intruso en mi apartamento y se acerca a mí con paso rápido, en una de sus manos el brillo de una jeringa llama mi atención y no necesito más de cinco segundos para conectar los puntos, de lo que buscan de mí.

Primero muerta antes de que me secuestren en mi propio apartamento.

Reaccionando rápido, uso el peso del sujeto que me tiene inmovilizada y levanto mis piernas estrellando los pies en el pecho del segundo sujeto y aprovecho la inercia de mi cuerpo para golpear de nuevo la espalda del primero contra la pared, escucho como gruñe pero lo ignoro.

Esta vez, el agarre de su brazo se afloja un poco y yo aprovecho para encajar con fuerza mi codo en su estómago. Finalmente, logro soltarme de su agarre y me separo un par de pasos, a pesar de la oscuridad puedo notar que los sujetos tienen capuchas en sus rostros, solamente puedo ver sus ojos pero de manera tenue.

El primero es el primero en reaccionar, esquivo su ataque hacia mis costillas y tomo su brazo para bajarlo casi hasta el suelo y encajo mi rodilla en las suyas, para encajar mi codo en su espalda, cae con pesadez cerca de mis pies.

Doy un giro para patear de nuevo el pecho del segundo y lanzarlo hacia uno de los sillones, la jeringa sale volando a alguna parte pero lo ignoro. El intruso número dos, está dispuesto a darme pelea y yo estoy con ganas de patear culos esta noche antes de cenar con mi novio, algo de adrenalina no me vendría mal.

Como si fuera una especie de desafío entre ambos el sujeto patea mi mesita de café y doy un brinco para ponerme encima de ella, doy un segundo brinco cuando trata de golpearme las rodillas. Asesto mi puño en su rostro dos veces y antes de que pueda hacer otro ataque, su puño me golpea en los riñones, gruño ante el dolor doblándome ligeramente.

Carajo, eso sí dolió.

Por el rabillo del ojo, noto como el primero se acerca a mi lado. Saco uno de mis cuchillos y lo lanzo en su dirección pero logra esquivarlo fácilmente. Aprovechando mi distracción, el segundo intruso se abalanza sobre mí y estrella mi espalda contra la mesita de café, diablos eso dolió más que el golpe en los riñones, siento punzadas de dolor en mi columna.

Demonios, eso también dolió.

Intento ponerme de pie de nuevo, pero el segundo sujeto parece no haber terminado conmigo por que ni siquiera me da una segunda oportunidad para ponerme de pie, por que me asesta un golpe con la palma abierta en medio del pecho, sacándome el aire de manera definitiva y algunas astillas de la madera se me clavan en la madera.

—¡Maldita sea!— digo con la respiración entrecortada— ¿Eres ninja o que?—

Pelean duro.

Mi respuesta es una risa fría casi divertida, nuevamente intento ponerme de pie pero otro golpe de la misma manera me golpea en el pecho que me deja en el piso de forma definitiva y con la cabeza dando vueltas, escucho los latidos de mi corazón en mis oídos. Trato de enfocar mi mirada pero no lo consigo, el golpe me ha sacado lo que me quedaba de aire y mi cabeza ha golpeado contra el borde de la mesita de café destruida.

Genial, lo que me faltaba.

Un maldito secuestro.

Antes de tratar de coordinar mis pensamientos de nuevo, siento como clavan algo en mi pierna justo donde se encuentra mi arteria femoral antes de sentir como algo caliente entra a mi torrente sanguíneo que me atonta un momento.

No mucho después, siento como mis músculos se relajan de golpe ante lo que sea que me haya inyectado, intento mantener mis ojos abiertos pero los párpados me pesan con cada respiración que doy y sé que pronto, caeré en la inconsciencia y antes de que caiga en la oscuridad, un último pensamiento cruza mi mente.

Xander.

Gruño ante el palpitante dolor de mi cabeza y llevo una de mis manos a ella, tratando de calmar las punzadas. Abro los ojos para encontrarme con un techo viejo y algo descuidado, no tengo ni idea de donde estoy o quién mierdas ha tenido las pelotas para secuestrarme en mi propio apartamento.

Aunque uno de ellos parecía un ninja.

Carajo, hasta respirar me duele un poco por los golpes en el pecho.

Espero un par de minutos hasta que el efecto de la mierda que me dieron pase y cuando creo que puedo coordinar mis extremidades, me pongo de pie del mísero catre en el que estaba recostada camino hacia la gran puerta de acero y tomo el pomo con mi mano, no me sorprende encontrarlo cerrado.

Bien, definitivamente me han secuestrado.

¿De qué tamaño serán las pelotas del imbécil que ha tenido la osadía de secuestrarme?

De seguro son demasiado pequeñas, será un placer arrancárselas con mis uñas y miren que me he hecho la manicura la semana pasada de color rojo sangre, combinarán muy bonito con ellas.

Tanteo de nuevo la puerta y noto que hay más de una cerradura, ladeo mi cabeza mientras mi mente comienza a maquinar varios planes para salir de este minúsculo cuarto al cual me han encerrado. Observo la habitación y el techo del lugar, sin ventanas o conductos de aire acondicionado, solo un misero foco que en cualquier momento se va a fundir.

Bueno, tan idiotas no son.

Hay que darles algo de crédito.

Miro de nuevo la puerta a mi frente y coloco mis manos en mis caderas, pensando diferentes maneras en cómo abrirla pero sin hacer mucho ruido para delatarme que estoy escapando, rasco mi cabeza y hago una mueca cuando noto que el día de hoy no me puse pasadores, mierda.

Con ellos hubiera podido abrir algunas de las cerraduras, suspiro con cierta desgana pero sin rendirme me pongo a buscar por las orillas de la habitación, hago varias muecas de asco cuando mis dedos tocan diferentes sustancias de procedencia dudosa que estoy segura, no querer saber.

—Tiene que ser un maldito chiste, ¿cómo es posible que ni siquiera un clavo ande libre por aquí?— me quejo para mi misma— debí haberme puesto pasadores, el único que día que no los llevo puesto pasadores, me secuestran. Genial, simplemente genial—

Sigo observando la puerta un par de minutos y mis manos tantean mi cuerpo en busca de algo con lo que pueda abrir la puerta, pero han quitado desde mi arma, las navajas hasta el collar que tenía puesto esta mañana, bufo.

¿Qué seguía? ¿Que me quitaran el sostén también?

Me quedo en silencio cuando se me ocurre una idea, tanteo mis pechos con mis manos y sonrío al notar el tipo de sostén que llevo, mi sonrisa se ensancha cuando urgo debajo de mi camiseta ubicando la copa, mi sonrisa se ensancha.

Varillas.

—Buen día para sentirte sexy, Valentina— hablo para mi misma— buena elección de lencería—

Sin perder más el tiempo, me quito el sostén para romper la tela con fuerza hasta sacar las varillas metálicas de su escondite, sonrío cuando las tengo en mis manos y dejo el resto de la tela en el suelo, compraré uno nuevo después. Camino hacia la puerta y hecho un vistazo de nuevo a las cerraduras, estoy segura que puedo abrir cada una de ellas, pero la última parece ser eléctrica, pero ya me las arreglaré después.

Complicado, pero no difícil.

Una a una abro las cerraduras mecánicas con las varillas, las doblo y hizo de acuerdo a los pernos internos que tiene cada una para abrirse, sonrío cuando escucho el último click de la cerradura de cuatro llaves, agradezco que Remy, me haya enseñado todo acerca de los diferentes tipos de escape contra secuestros.

Esos idiotas no saben que les espera.

Nunca debieron meterse con la Dama de Hielo.

Limpio la ligera capa de sudor que se forma en mi frente, al calor de la noche de Milán comienza a hacerse presente normalmente sucede cuando pasa de la medianoche, lo que me indica que llevo varias horas secuestrada.

¿Xander estará bien?

No quiero que crea que lo he dejado plantado para nuestra cita de esta noche. Siempre le aviso cuando ocurre una urgencia, porque sé que suele ser algo sobreprotector cuando se trata de mi seguridad o mi persona.

Cuando termino con la última cerradura, detallo la que será mi calvario y mi cabeza no deja de maquinar diferentes maneras en que podría abrirla pero cada una de ellas, termina con la activación de la alarma y eso definitivamente, no es un buen curso de acción.

Tendré que andar con cuidado.

Respiro profundamente mientras tanteo suavemente los cables que tengo en mis manos, a pesar de la poca visibilidad que tengo logro distinguir algunos colores de ellos, el sudor por el calor comienza a molestarme a ciertos niveles.

La última cerradura que tenía mi libertad, estaba compuesta con varios cables que se conectaban entre sí, uno de ellos activaba la alarma mientras que otro me daba mi libertad e incluso había un cable con trampa, si se cortaba ese cable de inmediato la cerradura se bloqueaba de manera permanente con descargas eléctricas de regalo.

Bonito, ¿no?

Recuerdo que Remy, una vez me enseñó esta cerradura en específico. Nunca entendí por qué las personas usarían algo tan sofisticado como una cerradura de estas, pero agradezco que lo haya hecho, aunque los recuerdos son algo borrosos en estos momentos.

—A ver, a ver...— murmuro para mi misma— ¿El rojo o azul?— tanteo con la varilla entre los cables— ¿Naranja? Normalmente los naranjas son una señal de destrucción, no gracias—

Sigo escarbando entre los cables y sonrío cuando un cable fuera de lugar entre todos los demás, es rosado y normalmente, no encuentras este tipo de cables en una cerradura o bomba, siempre son blancos, rojos, negros o amarillos.

Nunca rosados.

—Te tengo—

Coloco las dos varillas en ambos lados del cable y las presiono con toda la fuerza que tengo antes de tirar de ellas, canto victoria en el momento en que el cable se corta por la tensión de las varillas y espero un par de segundos para que el sistema falle. Pasan algunos segundos y doy un pequeño brinco de emoción cuando escucho como la última traba cede, joder sí, agradezco sin duda las clases de Remy.

Con paso alegre y victorioso, me acerco para abrir la puerta y mi sonrisa se ensancha cuando el metal de la perilla no me causa alguna descarga eléctrica, giro suavemente el pomo, tengo que morderme los labios para no chillar de la emoción.

Joder, Remy se sentiría orgulloso de lo que hice.

Espero que me esté buscando.

Pero mi alegría no dura mucho por que en el momento en que abro la puerta doy cara a cara con uno de los sujetos que me ha secuestrado, lleva la capucha negra todavía y siento un poco de pánico cuando sus ojos me observan con detenimiento, así que, actuó como mi instinto me lo dice para vivir con mi culo entero.

Pateo sus pelotas con mi pie y aprovecho que se dobla del dolor para encajar mi rodilla en su estómago con fuerza, tomo su cabeza para estrellarla contra el marco de la puerta dejándolo de combate un par de segundos para correr por mi vida.

Ni siquiera un par de metros cuando una mano me toma del tobillo y me tira al piso, intento patearlo pero es más rápido que yo y no tarda en dejarme debajo de su cuerpo con sus caderas presionando contra mi vientre, gruño con molestia cuando siento su erección dura contra ella. Intento picarle los ojos pero bloquea mis manos rápidamente, demonios, ¿como son así de rápidos?

Ni siquiera lo vi venir.

—Si le tienes amor a tu vida, será mejor que me sueltes—

El sujeto se ríe con cierta diversión y no sé por qué, su risa me causa un extraño escalofrío en todo el cuerpo, observo sus ojos un momento y podría jurar que son parecidos a los de Xander.

Avellanas.

Aprovecho el momento en que afloja su peso un momento y levanto mi rodilla para golpearlo en las pelotas de nuevo, gruñe con fuerza antes de soltarme. Nuevamente intento levantarme, pero soy tirada al piso otra vez por el peso de su cuerpo.

Comenzamos a pelear en el suelo hasta que logro hacerle una llave con mis piernas alrededor de su cuello y su brazo doblado en una forma bastante dolorosa. Sonrío victoriosa antes de gruñir con molestia cuando me muerde el muslo, aprieto mis piernas alrededor de su cuello y su brazo libre se levanta para golpear el piso.

—¡Valentina! ¡Soy yo, carajo!—

Mis ojos se abren desmesuradamente al oír esa voz familiar, sacudo mi cabeza y niego, por que esa voz no puede ser del idiota de mi novio, quién se supone que debe estar en mi apartamento con un cabreo de los mil demonios por haberlo plantado en nuestra cita.

—¡No trates de engañarme!—

—¡Tendrás un maldito novio muerto como no dejes de asfixiarme, bruja del demonio!—

Mierda.

Solo una persona que me dice así.

Rápidamente libero mi agarre de mis piernas y me pongo encima del sujeto para quitarle la capucha y no puedo evitar soltar un jadeo de sorpresa al ver el rostro frente a mí.

—¿Xander?—

Sonríe el muy estúpido.

—Hola, nena—

—¿Pero...?— frunzo el ceño, sacudo mi cabeza mientras me pongo de pie— ¿Que mierdas, Xander?—

—Amor, te lo juro. Tengo una buena explicación para esto...— respira profundamente, hace una mueca— nena, tengo que decir que golpeas duro. No esperaba menos de mi chica—

—¡Voy a darte otra paliza a como no te expliques ahora mismo, Xander Novikov!—

—Oh, veo que tu novia ha despertado—

Mi cuerpo se tensa como una cuerda ante la voz grave y masculina que se escucha a mi espalda, rápidamente me pongo de pie dispuesta a pelear y si de ser necesario, asesinar a cualquiera que se ponga en mi camino.

Cuando me doy la vuelta me encuentro con un hombre algo mayor, no debe pasar de los cuarenta y cinco. Cabello negro con algunas canas y unos ojos azules que realmente llamarían la atención de cualquier mujer, pero no la mía, en estos momento estoy decida si será necesario matarlo.

Escucho como Xander se pone de pie a mi espalda y emite un par de quejidos antes de que hable.

—Solnischko, te presento a mi padre, Dimitri Novikov—

¿Qué?

No puede ser, él no puede ser el padre de Xander. ¡No se parecen en nada! Ese hombre quién me sonríe con cierto cinismo hacia mí, como si la situación o mi expresión le causara alguna gracia que no sabía.

Maldito.

—¿Tu padre?— inquiero con evidente sorpresa, miro a mi novio— ¿Él es tu padre?—

—Debes ser la mocosa que tiene empelotado a mi hijo— habla el hombre de nuevo, observo como extiende una mano en mi dirección— un gusto, Valentina. Dimitri Novikov—

—¿Espera que?— inquiero sorprendida— ¿Dimitri Novikov? ¿Como ese Novikov? ¿Como...?—

—¿Como el Zar de la Bratva?— inquiere con una ceja arqueada, asiento— lo soy, mocosa. Me dijeron que te negabas a verme y quería conocer a la chica que tiene empelotado a mi hijo. Esta fue la única manera de conocerte—

Ni siquiera dejo que termine con su frase, porque mi puño se estampa contra su maldito rostro en molestia. El hombre que ahora conozco como mi suegro, me mira con cierta sorpresa ante mi arrebato, pero no he terminado.

Definitivamente, apenas he comenzado.

—¿Que...?—

Tomo un tubo que encontré por ahí cerca y antes de que alguno de los dos hombres pudiera preverlo, golpeo nuevamente el rostro de Dimitri con la metal tirándolo al piso pero eso no es suficiente. Sigo golpeando su cuerpo unas tres veces y cuando trata de ponerse de pie y nuevamente es recibido por un golpe en el rostro por el tubo, sonrío con satisfacción cuando veo que escupe dos de sus dientes con sangre al piso.

—¡Maldita mocosa! ¿¡Que diablos te pasa!?—

—¿¡A mí!?— grito con molestia— ¿¡Qué diablos le pasa a usted, viejo decrépito!? ¿¡Como mierdas se le ocurre secuestrarme solamente para conocerme!? ¿¡Quién diablos hace eso!?—

—Yo— responde con más tranquilidad— de no ser una cobarde, no estaría haciendo esto...—

No dejo que termine de nuevo por que lo golpeo de nuevo con el tubo en el rostro, sonrío maldad y satisfacción pura cuando escupe más sangre.

—¡Arg! ¡Lo voy a matar!—

Se ríe en cinismo.

—¡Já! ¡Intentalo mocosa cobarde!—

Abro la boca con indignación y cuando estoy dispuesta a abalanzarme sobre él, un par de manos me sujetan por la cintura. Me suelto del agarre y giro hacia a Xander con el tubo en mi mano, lo señalo.

—¡Y tú! ¿¡Como diablos participaste en esto, parásito estúpido!? ¿¡Cómo pudiste meterme un susto de muerte!? ¡Pensé que estaría en el apartamento enojado conmigo! ¡No participando en esta idiotez de tu padre imbécil!—

—Solnischko, te lo juro que...—

—Que histérica— responde el hombre a mi espalda con aburrimiento— bájale al drama, mocosa. Al final, no resultaste ser tan estúpida como pensaba al principio—

—¡Maldito cabrón!—

Nuevamente intento abalanzarme contra Dimitri, me vale una mierda que sea el puto Zar de la Bratva, esto no se va a quedar así. Xander intenta cogerme de la cintura de nuevo, pero soy más rápida que él y giro sobre mi eje para golpearlo con el tubo en el rostro también, sonrío con satisfacción cuando escupe sangre y hace una mueca.

—Papá, deja de meterle más leña al fuego—

—¿Por qué? Si la mocosa me faltó al respeto primero— me mira— ¿Que no tienes respetos a los mayores, niña?—

Suelto una risa sarcástica.

—¿Y a usted no le enseñaron a no meterse en conversaciones ajenas, viejo metiche?— siseo— será muy Zar y padre del parásito de mi novio, pero el respeto se gana, pedazo de imbécil—

—Mocosa berrinchuda—

—Viejo miado— respondo con una sonrisa malvada— estoy segura que usa más viagra que medicamentos para la presión de los viejo que está, Zar

—¡Retráctate, mocosa!—

—¡Oblígame, anciano!—

—¡Bien! ¡Suficiente los dos!—

—¡Cállate, Xander!— respondemos al unísono los dos.

Pellizco el puente de mi nariz antes de dejar caer el tubo y suspiro ante el dolor de mi cabeza.

—He terminado con esta mierda—

Camino en dirección hacia la salida de este maldito lugar y cuando paso por un lado de Dimitri Novikov, el hombre me mira con una ceja arqueada a lo que lo fulmino con la mirada, sonríe cínicamente.

Entonces, sin que se lo espere. Estrello mi puño en sus pelotas con fuerza, río con felicidad y satisfacción cuando se dobla por el dolor, me inclino hacia su rostro un momento.

—Fue un gusto conocerlo, suegrito

—Mocosa del diablo, espera a que te ponga las manos encima—

—Inténtalo, abuelo y veremos si tú viagra es capaz de levantar tu polla flácida—

No agrego nada más y retomo mi camino hacia la salida que no me toma mucho tiempo en hallarla, no sé cómo diablos volveré a la ciudad pero de que lo haré sola, lo haré.

¿Donde diablos está Remy?

Respiro profundamente ante el calor sofocante de mi la noche y comienzo a caminar hacia la carretera, ni siquiera avanzo dos pasos cuando escucho una voz familiar a mi espalda.

—¡Valentina! ¡Solnischko!—

Intento ignorar los llamados de Xander pero se será imposible, sigo con mi camino hasta que su brazo intenta tomar el mío pero me zafo de su agarre. Nuevamente giro sobre mis talones y le asesto mi puño en su perfecto y estúpido rostro, gruñe con dolor para escupir más sangre.

—Bien, lo admito. Lo merezco—

—¿Tú crees?— digo irónica.

—Solnischko— no lo miro, toma mi mandíbula— hey, mírame— de mala gana lo hago— lo siento, ¿de acuerdo? Sé que no era la forma de que lo conocieras, pero mi padre no estaba dispuesto a irte sin conocerte, sabes que si se hubiera quedado más tiempo, correría peligro—

—Lo sé, Xander. Lo entiendo— pellizco el puente de mi nariz— pero, hay formas, ¿lo entiendes? Lo que tu padre hizo, joder, en serio me metió un susto de muerte. No paraba de pensar que estabas cabreado conmigo por creer que te dejé plantado y...—

—Hey, hey, respira— lo hago un par de veces— lo sé, nena. Pero nunca me enojaría contigo por algo así, ¿comprendes? Sé que hay cosas que se nos salen de las manos, pero, en serio, Valentina. Mi más sincera disculpa—

—¿Por qué participaste?—

—Por que mi padre tiene un buen convencimiento y tenía pendiente, que se desquitara contigo. Suele ser algo raro a veces y no mide la fuerza con la que ataca, ya sea amigo o enemigo—

Asiento en comprensión.

—Lo comprendo...— acaricio mi pecho— golpea duro en el pecho, sigue doliendo sus golpes—

—Lo sé, por eso mismo, tenía pendiente. Era mejor tenerte cerca a saber que tú y él, se mataron en un enfrentamiento—

—Tu padre está loco, Xander—

Se ríe.

—Lo sé, nena—

—Y lo odio—

—Te garantizo que en estos momentos, tiene el mismo sentimiento— río un poco, acaricia mi labio inferior suavemente— ¿Me dejas recompensarte por el susto? Te invito a cenar y comeremos todos los tiramisús que quieras, ¿como suena eso?—

Lo miro un par de segundos mientras me repito que toda su familia está más loca que una cabra y debería plantearme la idea de que lo mejor sería terminar con todo de una vez, ¿qué clase de padre secuestra a la novia de su hijo solamente para conocerla?

Solamente Dimitri Novikov, era capaz de hacer eso.

Viejo maldito.

—No me gusta que me mires con esos ojos, Xander—

Se ríe.

—¿Por qué, solnischko?—

—Se me hace difícil decirte que no—

—Entonces...— me besa brevemente en los labios, sonrío— ¿Vamos a cenar macarrones con queso y un buen tiramisú?—

Finalmente, no hay forma que me resista a este hombre y termino asintiendo. Sonrío.

—De acuerdo, cucciolo—

—Sabes que te amo, ¿no, solnischko?—

—Estás loco, Xander...— muerdo mi labio inferior— también te amo, cucciolo—

Vuelve a besarme esta vez con más intensidad y yo no puedo evitar mis brazos alrededor de su cuello para acercarlo más a mí, sonrío contra sus labios. Cuando nos separamos por falta de aire une su frente con la mía, sus manos acarician suavemente mi cintura antes de observar por el escote mi blusa, río por lo bajo.

—Juraba que tenías sostén cuando te secuestré, solnischko—

—Oye, de alguna manera tenía que salir de ese diminuto cuarto— observo mi blusa— mis pezones se ven bonitos, ¿no?—

—Precisos, nena— besa mi frente— anda, vamos a cenar—

—Oye, Xander—

—Dime, solnischko—

—Sigue en pie lo de pasar las fiestas en Rusia, ¿cierto?—

—A menos que hayas cambiado de opinión, Val—

—Quiero pasarlas contigo y con el loco viejo de tu padre— se ríe— no las he vuelto a celebrar desde que mis padres murieron y bueno...— siento que se me ponen rojas las mejillas— me gustaría que fuera especial contigo—

Sus manos vuelven a tomar mi rostro y me besa profundamente.

—Entonces, así será, nena. Voy a darte la navidad que mereces—

Sonrío.

—Lo sé, cucciolo—

Diciembre.

Camino de un lado a otro por toda mi habitación sacando y colocando ropa en la maleta, buscando la adecuada para ir a Rusia, por lo que me dijo Xander, suele ser muy frío en esta época del año y yo nunca he salido de Italia más bien, así que, me es desconocido que debo llevar realmente.

¿Qué pasa si se me congela el culo?

Nos íbamos dentro de dos días y yo seguía sin encontrar ropa decente para poder soportar el frío de Moscú. Las vacaciones de Navidad habían llegado, el semestre había terminado y ahora, mi novio y yo podríamos pasar tiempo junto a nuestros trabajos.

—¿Solnischko?—

—¡Santo dio!—

Doy un pequeño brinco del susto cuando escucho la voz de Xander, giro mi cuerpo y sonrío para verlo recargado en la puerta con sus brazos cruzados encima de su pecho. Mira con cierta diversión al ver el desastre que tengo en mi habitación con toda la ropa esparcida en diferentes lados. Río por lo bajo cuando toma un par de mis bragas de encaje moradas en sus dedos.

—Espero que te lleves estas, son bonitas—

—Seguro—

—Nena, nos vamos dentro de dos días—

—Lo sé— me siento en la cama, él lo hace a mi lado— pero, nunca he salido de Italia y realmente, no sé que llevar a Rusia—

—Solo unos cuantos abrigos, no necesitarás mucha ropa— arqueo una ceja con intriga, sonríe— ¿Para que vas a necesitar ropa? Se te las vas a pasar encima de mí desnuda, montándome la polla, nena. Eso te dará suficiente abrigo caliente para nuestras vacaciones—

—¡Xander!— golpeo su brazo, se ríe— pervertido—

—Así me amas, solnischko—

—¿Seguro que tu padre no tiene problema en que vaya?—

—Para nada, es más, está ansioso a que le tumbes otros dos dientes—

—Podría hacerlo hasta que se quede sin ellos— se ríe de nuevo— no es como si los necesitara—

Mi novio niega divertido y suspira con cierto nerviosismo, lo sé, porque comienza a mover sus dedos una y otra vez.

—¿Estás bien, cucciolo?—

—Sí, sí lo estoy...— lo miro atentamente— bueno, no realmente. Como sabemos el semestre ha terminado, amor— asiento lentamente— y con ello, mi intercambio también lo ha hecho. Nunca me imaginé que con este intercambio, las cosas salieran de diferente forma. No planeaba enamorarme de ti y tú, de mí—

—Lo sé, Xander—

—Valentina...— respira profundamente— te amo demasiado, lo sabes. Al punto en que probablemente estoy a punto de hacer una locura. El mundo probablemente, nos dirá que somos jóvenes pero no me importa...— sonríe— solo me importa despertar cada mañana a tu lado con esa sonrisa que hace mis días mejores y pasar el resto de mis días con tu amor, hasta que nos hagamos viejos. Así que con todo el atrevimiento...—

Suelto un jadeo de sorpresa en el momento en que veo que saca una pequeña caja de terciopelo de su chaqueta. Noto que sus dedos tiemblan ligeramente cuando la abre y me muestra un anillo con un diamante en él, siento como mis ojos se llenan de lágrimas.

—Valentina Marchetti, ¿te casarías conmigo?—

Oh, dios.

























¡Feliz lunes a todas ustedes!

Parte 3/4.

Como vieron, parte de la historia de Xander y Valentina fue apresurada, pero no había duda que esos dos se amaban y se siguen amando con locura...

¿Alguien más se cagó de la risa cuando nuera y suegro se conocieron? JAJAJAJA 

Esperé tanto para escribir ese momento JAJAJAJ

En fin...

Tengo que decirles las verdad, pecadoras.

Será mejor que realmente se preparen para el capítulo del miércoles, por que, no será fácil y van a llorar ante los sucesos que pusieron fin a uno de los amores más bonitos. 

Se los dice su jefa que lloró y sangró con todo el capítulo. 

La última parte es narrada con Xander, así que, agarrense. 

Que no será fácil.

Así que...

Sin más que decir...

P.d. No sé por que puse la canción de Rude, pero se me hizo acorde al momento en que Dimitri y Valentina se conocen JAJAJAJA

¡Nos vemos el miércoles!

Atte. Su escritora 💜✨





Continue Reading

You'll Also Like

14.8K 799 53
Olivia Anderson cuya chica que vive sola desde los diecisiete, su novio Peter Nilson es único para ella, lo ama como si fuera la persona más importan...
649K 2.2K 3
Después de divorciarse de Jacob Cavanni , un divorcio inesperado , un corazón roto y todas las ilusiones perdidas , Leah Smith creía que no iba a vo...
94K 6.7K 47
Segundo libro "Sensaciones Italianas" Los juegos nunca terminan. Todo me dice que debo regresar a Italia. Ese país cambió mi vida entera ya nada es...
26.9K 1.8K 40
Esta historia pasa en el mundo de hh (hazbin hotel) pero Alastor no es aroace, solo asexual. La historia es después de la batalla contra Adam.