—¿Qué harás el día de mañana?
—No lo sé. No tengo ningún plan en específico. —guardo mis cosas para poder salir junto a Joshua.
—¿Qué tal si salimos?
—¿Eh? —Marcus pone su brazo alrededor de mí. Lo miro y hace la misma acción con Joshua.
—Es que le preguntaba a Jordan si podemos salir un día de estos.
—Sería genial. ¿Qué tal si vamos a Thorpe Park? Llevo tiempo que no voy.
—¿Tus fans no se volverán locas si te ven? ¿Te hago recordar el día de la recaudación?
Joshua, no solo me contó que Marcus se fue después de habernos besado, sino que esto provocó que muchas chicas se molestaran, ya que estuvieron esperando a que Marcus saliera y al no salir causó mucha controversia.
—Tendré una operación encubierta. —Ambos lo miramos sin entender. —Iré con gorra y lentes negros. Ni como me reconozcan.
Joshua soltó una risa.
—¿Qué? Es un plan grandioso.
—Entonces, ¿Te animas? —cuestiona Joshua mirándome.
—Sí, no veo porque no debería ir.
—¿Nos encontramos allá? ¿O vamos por ti?
—Me van a buscar. Creo que mañana, Alfonso estará ocupado como para llevarme.
—Bien. —Los tres vamos juntos hacia la salida. Las clases de hoy estuvieron muy pesadas y lo único que necesito es ir a casa, darme un delicioso baño de espuma y descansar.
—¡Jordan! —escucho la voz de una mujer, pero no puedo encontrar a la persona que me llama.
—¡Jordan! —Nuevamente escucho mi nombre a lo lejos.
—Jordan, aquella señorita te está llamando. —Joshua señala a la persona que me estuvo llamando, la cual estuvo en mi campo de visión todo el tiempo y no la pude ver en ningún momento.
Así de ciega soy.
—¡Jordan! —Desde lejos puedo observar a mi mejor amiga saludándome con las manos al aire.
Dani corre hacia mí y no puedo evitar hacer lo mismo. Voy a su encuentro y al estar cerca nos unimos en un fuerte abrazo.
—Te extrañé demasiado. —dice depositando pequeños besos en mi rostro.
—Dani, ya deja de hacer eso. —susurro. —Nos están viendo.
—Eres mi mejor amiga y te saludo como me plazca. —susurra de igual forma.
—¿Qué haces aquí?
—¿Jordan? —escucho tras de mí.
—Oh, chicos. Ella es mi mejor amiga, Daniela. Ya los había presentado por medio de una videollamada.
—Es un gusto conocerte. —saluda Joshua. —Esperé tu número de celular pero nunca llegó. —Joshua me mira.
Oh, olvidé enviarle el número de celular de Dani a Joshua. Han pasado meses ¿Por qué no me hizo acuerdo?
—¿Te pidió mi número y no se lo diste? —En estos momentos pensé que me reclamaría por no hacerlo, pero... —Esa es mi chica. —susurra.
¿Quién la entiende?
—Mucho gusto Dani. —saluda Marcus.
—Marcus Pereyra en carne y hueso. He logrado lo que muchas desearían. Conocerte en persona. Muchas matarían por esto.
Marcus suelta una risa. —Es cierto.
—¿Qué haces aquí, Dani? ¿Por qué no me avisaste que vendrías? ¿Maribel también ha venido?
—Una pregunta a la vez, querido.
—Acaba de llegar. Déjala que descanse.
—Gracias, al parecer solo Joshua lo nota.
—Discúlpeme señorita. —bromeo, esbozando un sonrisa.
—Vamos a casa de Jordan. Alfonso a preparado algo delicioso.
Ambos me miran. —Si quieren pueden venir.
—Claro que quieren. ¡Vamos! Alfonso nos espera en el auto.
—Está bien. Nosotros vamos en mi auto.
(***)
Dani me contó que quería pasar el 4 de julio conmigo y que yo esté aquí, no impediría que lo pasemos juntas.
Maribel no vino, pues trabaja y si viene verá lo que he hecho y se molestará con nosotras y más con Alfonso por seguirnos la corriente.
—¿Y qué tal besa?
—Eso ya te lo conté el día que pasó, Dani.
—Lo sé. Pero me gusta escucharlo. —Se ríe tirándose en la cama.
Los chicos están abajo esperando. He subido para darme una ducha y ponerme ropa limpia.
—Joshua es muy guapo.
—Sí, y te gusta. ¿Verdad? —digo empezando a desvestirme.
—¿Qué? ¡No! Solo digo que es guapo y ya.
—Sí, claro. Y yo me chupo el dedo. ¿Recuerdas la primera vez que se vieron por videollamada? Te pusiste como un tomate por lo que te dijo.
—Es que no esperaba que dijera eso. Es un tonto. —dice en su defensa.
—Si tú lo dices. Así es. —No le sigo el tema porque se volverá extenso. Entro a la ducha y ella me sigue.
—Cambiando el tema, que obviamente no me interesa. Tenía tantas ganas de lanzarme a Marcus.
Abro los ojos para mirarla, pero un poco de champú cae en mis ojos, haciendo que lave rápidamente mi cara.
—Ya sabes, cosas de artista y fanática. Nada fuera de lugar.
—¿Por qué no lo hiciste?
—No estaría bien visto. Está bien que sea uno de mis favoritos, pero el muchacho te gusta a ti y tú le gustas a él. Así que no se vería para nada bien.
Termino de darme la ducha lo más rápido que puedo.
—¿Te están creciendo las bubis?
—¿Qué?
—Sí, mírate. —Me dirijo hacia el espejo y sí, noto un leve cambio en mi pecho.
—¿Crees que sea un problema?
Me mira tras el espejo. —Lo dudo mucho, solo procura de no ponerte ropa tan ajustada y aprieta bien tus limoncitos con las vendas.
Asiento y empiezo a vestirme.
—Espero que no te descubra.
—Estoy haciendo mi mayor esfuerzo, Dani. Desde que lo conocí en la librería, créeme que me estoy esforzando para que no sepa que soy chica y mucho menos la chica que él está buscando.
(***)
—Entonces Jordan, dio su primer beso con la niña que le gustaba. Cabe decir que Jordan era muy tímido, sin mí no lo hubiera logrado. —Dani inventó una anécdota que nunca hemos vivido, en cuestión de segundos.
Estoy muy sorprendida por lo mentirosa puede ser, me pongo a pensar si es que me habrá mentido alguna vez.
—Qué gracioso. De niño también era muy torpe en esas cosas. —dice Joshua.
La sala se llenó de risas de los cuatro.
Pasamos viendo películas de comedia toda la tarde y entre todos preparamos algo delicioso, bueno más trabajo hicieron Joshua y Marcus.
Que por cierto, Marcus cocina delicioso. Y puedo confirmar de donde viene la buena sazón.
—Ya nos tenemos que ir.
—Sí, es verdad. —Marcus se pone de pie. —Mi madre esta noche no estará en casa y no hay quién se quede con mi hermana.
—¿Tienes una hermana? —cuestiona mi mejor amiga. —No lo sabía.
—Lo sé, no suelo hablar de mi familia.
—Entiendo, sé que no siempre es bueno hablar de tu familia.
—Exacto, solo trato de protegerlas siempre.
—¿Los llevo a sus casas, jóvenes?
—No te preocupes, Alfonso. Hemos venido en mi auto, yo llevaré a Joshua a su casa.
Alfonso se va, después de sonreír.
—¡Nos vemos en la escuela, Jordan! —Joshua se despide con la mano. Marcus asoma su cabeza y se despide también.
—¿Sabes creo que me gusta, Joshua?
No pude evitar reír. —¿Cómo sabes eso?
—Solo lo sé.
—¿Será una anécdota para sus hijos?
—Sí que lo será. —dice chillando.