El amor del Zar

By AngieRosas058

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Secretos. Traiciones. Odio. Venganza. Poder. Una guerra. Rencores y viejos amores del pasado. Una Reina. Un Z... More

Prólogo
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Epílogo
Agradecimientos
Escena extra: "Un muerto entre las sombras."

Capítulo 35

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By AngieRosas058

Valentina

Horas atrás.

Luego de terminar la larga charla con Xander, salgo de su estudio para irme al mío que convenientemente está a lado del suyo, cierro la puerta a mi espalda y me dejo caer en la silla mientras suspiro ante los eventos que presencié hace un par de horas en la mañana.

Sigo sin creermela.

Sabía que tarde o temprano Xander, encontraría a una mujer decente con la cual probablemente volvería a compartir su vida como yo lo había hecho, pero, no me imaginé que el viaje a Bulgaria lo haría llevarlo a Yesika Asenova.

¿Cosa del destino tal vez?

Entonces, mi mente se regresa al día en que saqué a Salvatore de ese centro psiquiátrico junto a mi charla con Remy en la camioneta, justo en el momento en que le dije en que no sé qué haría el día en que llegara una buena mujer a moverle el tapete al cucciolo.

Hablé demasiado pronto, ¿cierto?

Pellizco el puente de mi nariz y me recuesto más en mi silla mirando el techo blanco de mi estudio, mis pensamientos se vuelven una maraña que no comprendo y un sabor agridulce se me sienta al fondo del estómago, mi mente repite una y otra vez la imagen de la chica besando a Xander.

¿Como...?

Joder, ¿como ella lo consiguió?

¿Cómo es que...?

¿En qué momento sucedió?

Ciertamente con nuestras videollamadas las cosas son distintas, nuestras conversaciones no cambiaban y el ambiente era el mismo, nada me decía que Xander estuviera saliendo con alguien más o tan siquiera, intentando salir de manera algo formal.

¿Cómo carajos no me di cuenta?

Durante nuestra última conversación por videollamada noté algo que no quise tomarle importancia, como algo hubiera cambiado en él, se notaba algo un poco más...¿Alegre? ¿Feliz? Tenía esa aura agradable y que yo detestaba cuando lo conocí hace casi ocho años, pero aún así detonaba el peligro que desprendía junto a su poder.

Como si no tuviera sus demonios encima al igual que yo los tengo.

—¡Arg!— exclamo ligeramente en voz alta, paso mis manos por mi rostro— joder, que idiota soy. ¿Como...?—

—¿Estás bien, Valentina?—

Doy un pequeño brinco cuando escucho la voz de Remy en el marco de la puerta, levanto la mirada para encontrármelo con sus brazos cruzados encima de su pecho, sonríe ligeramente al ver el tormento de mi cabeza.

Asiento.

—Sí, estoy bien—

Arquea una ceja, entonces, suspiro mientras niego. Me dejo caer con más pesadez en mi silla, Remy se ríe por lo bajo antes de entrar a mi estudio y cerrar la puerta, toma asiento en una de las sillas que hay enfrente.

—Mi niña, hasta afuera puedo escuchar tus pensamientos—

—Es que...— bufo— simplemente...— gruño— ¡No me la creo!—

—Creo que nadie de nosotros lo hace, incluso Yerik, estaba sorprendido por lo del beso—

—Ella lo beso, ¿cierto?— indago con curiosidad— porque conozco a Xander...—

—Todo parece indicar que la chica tomó la iniciativa, Xander te lo dijo incluso, mi niña—

—¡Lo sé! ¡Lo sé!— digo— yo...— niego— no sé qué me pasa—

—Creo que tiene que ver con la conversación que tuvimos hace un par de semanas, ¿cierto?— asiento— sobre que pasaría en el momento en que una nueva mujer, llegara a su vida—

—Sí...— suspiro— no pensé que llegando a Bulgaria, lo primero que vería es mi ex marido dejándose besar por esa chica—

—Bueno, a lo poco que me ha dicho, Yerik. La chica es algo...—

—¿Penosa? ¿Inocente? ¿Con cara de que no rompe ni un plato?— asiente— la vi dos segundos. ¡Dos! Joder, Remy. Yesika Asenova es la reencarnación de la inocencia y Xander es...—

Un cabrón hijo de puta y una bestia demasiado peligrosa cuando se enoja, que se oculta detrás de esa simpatía que tiene.

—Sabemos como es Xander, mi niña— salgo de mis pensamientos con la voz de Remy— pero, tomando en cuenta las cosas, prácticamente se están conociendo. No ha visto todas las caras de la moneda que es Xander Novikov—

—Pero...— gruño— ¿Lo viste? Sonríe, no sonríe cuando estoy cerca o algo parecido como siempre lo ha sido. Si no, que realmente sonríe ante la mención de la chica—

—Yerik afirma que le gusta la pequeña Asenova, pero, cree que solamente está disfrazado por algo más—

—No me digas amor, por que juro que te pateo, Remy— mi sombra se ríe— es raro...—

—Mi niña, Xander y tú, se han acostumbrado a esta rara amistad en donde todo son insinuaciones y bromas acerca de volver, ¿cierto?— asiento— pero, si somos realistas. Ninguno de ustedes ha continuado con su vida realmente, no desde que ambos se divorciaron—

—Darío...—

—Darío Greco no cuenta por qué fue una relación con un fin, mi niña. Aunque hubieron sentimientos momentáneos, pero fueron fugaces— asiento— ahora, ¿cuántas relaciones formales has tenido y que han sido verdaderas desde que te divorciaste de Xander?—

Estoy a punto de responder, pero, me interrumpe.

—Relaciones en las que no importaba el trabajo o la siguiente ibas a asesinar por traicionarte, sin planos de arquitectura, en donde solamente...—

—Sea yo...— mascullo por lo bajo, me quedo en blanco. Gruño— demonios, Remy—

—Xander y tú volvieron a esa misma burbuja en la que estaban años atrás antes de su declive matrimonial, probablemente lo hicieron inconscientemente, pero...—

—Estamos estancados, ¿cierto?— asiente.

—Te conozco, Valentina. Sé que hace mucho tiempo te hiciste a la idea de que ambos eran la destrucción del otro después de la muerte de Alisha, lo sé, mi niña— mis ojos se llenan de lágrimas al oír el nombre— pero, tus emociones y sentimientos no dicen lo mismo, cariño. No puedes luchar contra ellos, porque estarás yendo al lado contrario de la marea y te vas a ahogar—

—Es...— suspira— es complicado, Remy—

—Lo sé, mi niña— sonríe débilmente— como te dije ese día en Suiza. Serás capaz de afrontar lo que conlleva que alguien nuevo entre en su burbuja— asiento— y siendo sincero, les vendría bien comenzar a avanzar realmente

Asiento ante sus palabras.

—Lo entiendo...—

—Aparte, ¿quién sabe? Tal vez más adelante, las cosas terminarán como Dimitri Novikov siempre lo quiso—

Río por lo bajo.

—¿Cómo es que nos tienen tanta fe?—

—Porque, a pesar de todo lo malo, mi niña. Nosotros hemos visto lo que fueron y son capaces estando juntos— afirma con una sonrisa— y tenemos fe plena en ello—

—¿Que pasa si ese "juntos" nunca llega?—

—Entonces, será en otra vida, mi niña—

—¿Crees que logre serlo?— pregunto por lo bajo— crees que si las cosas con los Asenov se asientan más de lo que esperábamos, ¿crees que Xander pueda ser feliz con Yesika?—

—Si se lo propone, lo logrará— responde— ahora mi pregunta, ¿cómo te sentirás tú viendo a Xander siendo feliz con otra persona?—

Me quedo un momento en silencio, procesando la magnitud de sus palabras y nuevamente el nudo semi amargo de mi estómago se asienta con más pesadez, frunzo el ceño ligeramente cuando una pequeña punzada de dolor me golpea en el pecho.

Remy se pone de pie para irse y dejarme para analizar su pregunta, antes de que se vaya lo detengo.

—Estaría feliz por él, Remy— digo sinceramente— se lo merece, después de todo lo que ha pasado. Al igual que yo también, merezco ser feliz—

—Ambos se lo merecen, mi niña— responde— Valentina, debes saber que hay heridas que con el tiempo van a sanar, puedes creer que ha sido mucho tiempo, pero, el tiempo te dará tu respuesta un día de estos. Entonces, sabrás que paso seguirás más adelante—

—¿Que pasa si es demasiado tarde?—

Sonríe.

—Nunca será tarde para las personas que amamos, mi niña—

—Lo entiendo—

Sonrío ligeramente cuando regresa su camino y me abraza fuertemente, disfruto de la calidez de su abrazo mientras que mi sombra que se ha convertido en mi tercer padre, besa el topo de mi cabeza.

—Siempre lo entiendes, mi niña. Aunque llegue a dolerte—

—Sí...— asiento.

Nos separamos y Remy retoma su camino hacia la puerta para dejarme sola en el estudio con el trabajo, antes de que se vaya de nuevo. No puedo evitar detenerlo.

—Remy—

Me mira.

—Soy sincera cuando sería feliz viendo a Xander, hacer su vida y ser feliz.—

—Lo sé, cariño—

Trago saliva con fuerza para deshacer el nudo de mi garganta, muerdo mi labio inferior antes de decir mis siguientes palabras.

—Pero no significa que deje de doler—

Remy asiente ante mis palabras, me sonríe una última vez antes de dejarme sola. Respiro profundamente mirando de nuevo hacia el techo, me pongo de pie para acercarme hacia el mini bar y tomo la botella de ron junto a un vaso, me sirvo un poco, volviendo a mi lugar.

Bebo de un solo trago el ron antes de volver a servirme un segundo vaso, miro fijamente algún punto en la pared y nuevamente, la pequeña punzada de dolor vuelve a mi pecho con un poco más de fuerza.

Trago saliva y bebo de nuevo, respiro profundamente y me obligo a mi misma a calmar el tormento de emociones que me están pasando en estos momentos, cierro mis ojos un momento con la esperanza de que el sabor amargo de mi estómago se vaya, pero no parece funcionar.

—Podrás con esto, Marchetti...— me digo a mi misma— podrás con esto, por mucho que te duela—

No sé cuanto tiempo me quedo en mi estudio con el ron en mi mano y respirando varias veces, hasta que mis emociones junto a mis sentimientos se calman y puedo guardarlos bajo llave como lo he hecho los últimos siete años, aquellos que podrían destruir el equilibrio que tenemos Xander y yo.

—Las personas que entren y salgan de nuestras vidas, no cambiarán el hecho de que Xander y yo sigamos siendo unidos...—

Bebo mi último trago de ron de golpe y suspiro ante el ardor de mi garganta, sacudo mi cabeza ligeramente despejando mi mente y sonrío ligeramente al saber que mis emociones están controladas, guardadas ahí sin hacer daño.

Entonces, un viejo recuerdo de Dimitri, llega a mi mente.

—El día que Xander encuentre la felicidad y estabilidad de nuevo, ese día, sabrás lo que es el dolor, Valentina—

—Lo sé— respondo sin ánimos— pero, ¿qué quieres que haga? No voy a suplicarle de rodillas de nuevo por mucho que lo ame, no voy a volver humillarme patéticamente como lo hice hace años atrás. ¿Qué hizo, Dimitri? Me dejó a la maldita deriva cuando lo único que necesitaba era que estuviera ahí. Solo ahí—

—Valentina...—

—Seré feliz si Xander, es capaz de encontrar su felicidad. Voy a respetarlo, así como también respetarás el día en que yo sea feliz—

—Lo hago, Marchetti— se sienta a mi lado— pero, debes saber una cosa—

—Si es por la cláusula de tu testamento, lo sé, Dimitri. Creeme, que lo último que quiero es verme envuelta en ese problema—

—Comprendo, pero recuerda una cosa, Valentina— lo miro— como padre, haré lo que sea para garantizar la felicidad de mi hijo— sonríe un poco— esa eres tú, mocosa—

—No entiendo como mierdas me tienes tanta fe—

—No la tengo en ti— arqueo una ceja— tengo fe, en que Xander se de cuenta de todo antes de que sea tarde—

—Dudo que eso pase, Dima. Tu hijo y yo dejamos claras las pautas, no estoy dispuesta a arrastrarme de nuevo por él para que me deseche como un vil trapo— bebo el trago que me da— me he humillado bastante—

—Lo sé, mocosa— pellizca mi mejilla, río por lo bajo— pero eso mismo, no harás nada. Todo está estipulado en la cláusula y lo sabrás el día que me muera—

—Que falta mucho para eso, viejo decrépito—

—Te seguiré atormentandote hasta entonces— chocamos los vasos— pero en serio, Valentina. Tengo fe en que mi hijo, vea las cosas claras y cuando eso pase, necesito que le digas todo aquello que te has guardado—

—Me pides mucho— hago una mueca.

—No, solamente te pido que sueltes el dolor que tanto te ha causado la vida— asiento— podrás hacer eso por mí, ¿por favor?—

—Te quieres que llore, ¿cierto? Desde que te conté que casi no lloro, haces lo necesario para hacerme llorar—

Levanta sus manos en señal de paz, río.

—Me atrapaste, mocosa—

—Te odio, viejo—

—Te detesto, mocosa—

Niego suavemente mientras una pequeña sonrisa se asoma en mis labios, limpio la escasa lágrima que se desliza en mi mejilla. Suspiro.

—Bueno, viejo. Creo que te ha salido el tiro por la culata— digo por lo bajo.

Me sirvo definitivamente el último trago de ron en honor al viejo que hizo mi vida mejor los últimos años, lo tomo de un solo golpe antes de ponerme de pie e irme hacia mi habitación a prepararme para la cena con los Asenov, durante el camino hacia allá el recuerdo entre el beso de Yesika y Xander se aparece en mi mente.

Todo estará bien.

Gruño nuevamente ante la punzada de dolor que me cruza en el pecho, suelto el aire de golpe. Sacudo mi cabeza ligeramente para apartar esa imagen de mi mente.

Es hora de afrontarlo, Marchetti.

Tengo que dejar que las cosas sigan su curso.

De acuerdo al plan.

—¡Bruja! ¡Apresúrate!—

Ruedo los ojos ante la queja número quinienta de Xander, término de aplicarme el labial y doy un par de pasos atrás para observarme frente al espejo, sonrío ante mi reflejo.

Había escogido un vestido rosado champagne con tirantes, un pequeño escote y una abertura en mi pierna izquierda para la cena con los Asenov junto a unas zapatillas plateadas con un tacón no tan alto, mi cabello lo mantenía lacio hacia atrás, mostrando mis hombros.

—¡Bruja diabólica!—

—¡Ya voy!— grito— ¡Dame dos minutos!—

—¡Tus dos minutos se vuelven dos horas!—

—¡Eso no es cierto!— chillo— ¡Bueno! ¡Dos segundos!—

—¡Tus dos segundos se vuelven tres horas! ¡Baja ya! ¡Uses lo que uses o incluso desnuda eres perfecta mujer!—

Pongo los ojos en blanco de nuevo, pero eso me saca una pequeña sonrisa. Respiro profundamente y frunzo el ceño cuando mi corazón se acelera un poco más de lo habitual, golpeo mi pecho suavemente.

—Cálmate, órgano que distribuye sangre— digo como si me escuchara— solo fue un halago. De los miles que te ha hecho, no es para tanto—

¿O sí?

Arg, malditos pensamientos confusos.

Sin querer tentar el demonio ruso que tengo como ex esposo, me coloco perfume y me aseguro que mi arma esté en la pistolera de mi muslo derecho, oculta con el vestido. Tomo mi bolso que tiene espacio para mi cartera, teléfono y el labial por si necesito un retoque.

Salgo de mi habitación para bajar las escaleras, noto que Bruno, Salvatore y Xander están de espaldas a mí, veo como mi ex esposo mira su reloj cada tanto, cuando llego al final de las escaleras, carraspeo.

De inmediato tres pares de ojos se fijan en mí. Bruno sonríe y asiente en mi dirección mientras que levanta un pulgar en señal de que el vestido es perfecto, sonrío.

Salvatore me mira fijamente un par de segundos y no paso desapercibido como desliza sus ojos por todo mi cuerpo, se toma más tiempo en mis piernas mientras que yo arqueo una ceja, una sonrisa ladeada se forma en mis labios.

No dice nada, pero desvía su mirada hacia otro lado.

Por último, Xander. Una risa baja sale de mis labios al ver sus labios ligeramente separados antes de que una enorme sonrisa se forme en su rostro, niega un par de veces y no deja de sonreír, sus ojos avellanas me miran con admiración y orgullo, lo que hace que nuevamente mi corazón se acelere.

Necesitas calmarte, órgano distribuidor de sangre.

Al fondo Remy y Yerik, levantan sus pulgares en señal de aprobación, no puedo evitar reírme cuando mi guardaespaldas saca su teléfono para tomarme una foto, como si se tratara de la noche de graduación de la preparatoria.

Carraspeo, llamando la atención de los hombres con una pequeña sonrisa.

—¿Tan mal me veo?—

—Mamá pollito, te ves...—

—Hermosa, Marchetti—

—Perfecta, solnischko—

Bruno y yo nos reímos cuando Xander junto a Salvatore hablan al unísono, ambos se miran un momento arqueando una ceja con cierto desafío y recelo, me abstengo de rodar los ojos. Se mantienen en silencio un par de segundos como si estuvieran conversando telepáticamente, cuando me miran arqueo una ceja.

De acuerdo...

Eso fue raro.

—¿Nos vamos, solnischko?—

Asiento con una sonrisa antes de deslizar mi brazo con el suyo, para salir en dirección al restaurante a tener la cena de negocios.

—¿Estás nervioso?— inquiero al ver como mueve sus dedos— verás que todo saldrá bien, cucciolo—

—Quiero creer que el haber tratado a Asenov fuera de los negocios, haya funcionado y acepte nuestro trato—

—Lo hará, Xander— animo— confía, cucciolo—

—¿Contigo a mi lado? No tengo nada que temer, solnischko—

El resto del camino es silencioso, pero agradable, hablamos de un par de cosas durante el trayecto antes de llegar al restaurante.

—¿Seguros que me veo bien?—

Inquiero por enésima vez hacia los chicos mientras aliso suavemente las arrugas de la falda de mi vestido, asegurandome que todo esté en orden y acomodo uno de los tirantes que cae en uno de mis hombros, Xander suspira con cierta diversión antes de besarme la mejilla brevemente.

—Solnischko, te ves perfecta—

—Ya lo sabía. Simplemente quería que lo dijeras— afirmo con arrogancia, se ríe— claro que soy perfecta—

Los cuatro estábamos en la recepción del restaurante mientras esperábamos a la familia Asenov, Remy y Yerik estaban con los demás hombres para marcar un perímetro seguro en todo el lugar, Salvatore acomoda las mangas de la camisa de Bruno mientras que Xander, no dejaba de mirar su teléfono.

Entonces, la puerta del restaurante se abre y por ahí veo entrar un pequeño grupo con tres personas, reconozco de inmediato ese cabello rojo que resalta en todas partes, codeo ligeramente las costillas de Xander.

Mi ex esposo se apresura a guardar el aparato en el bolsillo de su traje y se acerca rápidamente hacia la familia Asenov, intercambian un par de palabras antes de acercarse a nosotros.

—Señores Asenov, Yesika. Les presento a mi socia mayoritaria en mis negocios junto a los otros miembros de la Bratva—

A mi lado Salvatore se tensa ligeramente ante la mención de la Bratva, piso su pie ligeramente para darle una mirada con un claro mensaje.

No empieces.

Bufa con resignación y asiente.

Doy un pequeño paso al frente para presentarme, extiendo una mano hacia el hombre que no debe de pasar de los cincuenta años, las canas le cubren todo el pelo y sus ojos son castaños, casi negros. Sonrío educadamente.

—Un placer, señor Asenov. Valentina Marchetti. Reina del Alboroto de la Bratva—

En el momento en que su mano hace conexión con la mía, mis instintos se ponen alerta de golpe ante su contacto, como si me estuvieran diciendo algo que yo no sé. Lo observo detalladamente y no paso desapercibido el ligero recelo y sospecha que tiene su mirada hacia mí, sonríe educadamente también.

—El gusto es mío, señorita Marchetti. El Zar Novikov, me ha hablado mucho de usted—

—Espero que cosas buenas— afirmo, sin soltar su mano— es un adulador de primera—

—Cosa muy buenas que casi no veo—

Entrecierro mis ojos en su dirección con discreción, no soy idiota para no captar el cierta burla e ironía de su tono, pero decido responder con la elegancia fría que poseo.

—Ya lo creo, señor Asenov. Soy única en el mundo, por eso, lo tengo a mis pies—

—Y segura de mi misma—

—Herencia de mis padres, gracias— respondo, soltando su mano— me criaron para gobernar, no para seguir órdenes—

—Eso es bueno— afirma educadamente, mira a la mujer detrás de ella— le presento a mi esposa, Milena Asenova—

La mujer da un paso adelante mirándome con cierto recelo y nuevamente, no paso desapercibido el como le da una un repaso a mi vestimenta para después observarme con desaprobación disimulada, arqueo una ceja y sonrío falsamente hacia ella cuando extiende su mano.

—Señorita Marchetti—

—Señora Asenova—

—Debo decir...— me mira de nuevo de arriba abajo— que su vestido es...— sonríe— exótico y exquisito—

—Lo sé, es Valentino. Mi marca favorita, perfecto para esta temporada, ¿no cree?—

La arrogancia y recelo desaparecen de sus ojos al notar el tono mordaz de mi respuesta, aprieto su mano una última vez antes de soltarla. Me tomo un momento para observar su atuendo, es casi idéntico a lo que usa su hija, a lo que me ha dicho Xander.

Faldas, pantalones y camisas de mangas largas, todo para ocultar cualquier mínimo rastro de piel frente a la mirada de los demás, como si de escuela de antaño. Mis instintos se ponen más alertas ante su mirada.

No te confíes.

Claramente, no pienso hacerlo. Algo no pinta bien en todo esto, en los Asenov.

Ignoro la mirada que me da la mujer y me concentro en la única persona que se ha mantenido en silencio todo un rato, la chica evita mi mirada pero no paso desapercibido que me ve de vez en cuando, especialmente el vestido y sus mejillas se ponen un poco rojas, esta vez no percibo desdén de ella, si no otra cosa.

Ilusión.

Especialmente su mirada brilla en el vestido que tengo puesto.

Extiendo una mano y sonrío con amabilidad sincera, la chica me mira con sus cejas arqueadas que casi llegan a formar parte de su cabello.

—Debes ser Yesika— digo suavemente, sin borrar mi sonrisa— Xander, me hablado mucho de ti—

—¿D–de verdad?— asiento, sonríe un poco— yo...este...—

—Me llamo Valentina, pero creo que ya lo sabes— asiente.

—X–xander...digo, el señor Novikov. También habló de ti—

—De seguro te dijo que soy una bruja— le guiño el ojo, se ríe.

—No dije nada que no fuera mentira— refuta el ruso, niego— eres una bruja, solnischko—

La tensión en los hombros de Yesika se relajan un poco y extiende su mano con cierto temblor hacia la mía, cuando la estrecha no puedo equivocarme en que la chica es la reencarnación del bien y la inocencia.

Es demasiado tierna y dulce, como un pequeño terrón de azúcar.

—El gusto es mío, señorita Marchetti—

—Dime Valentina, niña— digo suavemente, sonríe un poco— no soy joven, claro está, pero todavía no llego a los treinta—

—De acuerdo, seño...— se corrige— Valentina—

Mis instintos no están alerta con esta chica, si no, todo lo contrario. A leguas se nota que la chica es buena y que no mataría ni una mosca, al menos, no intencionadamente. Siendo manipulada por sus padres, posiblemente sí, pero hasta el momento no tengo esa impresión.

No puedo decir lo mismo de sus padres.

Después de haber terminado con las presentaciones, la hostess nos dirige hacia la amplia mesa en el espacio apartado al que solamente tenemos acceso nosotros y los guardias, me siento en medio de Salvatore y Xander frente a Yesika junto a su madre.

Sal se inclina ligeramente hacia mi oído, murmurando por lo bajo mientras que Xander, se enfrasca en una conversación con Evgeni.

—¿Soy yo o la vieja no ha dejado de mirarte como si fueras el peor de los pecados de la naturaleza?—

—Bueno, tienes razón en lo que soy el peor pecado que hay en el mundo— se ríe— pero, no estás loco, Salito— respondo— no ha dejado de mirarme despectivamente desde que nos presentaron—

—Pensé que era el único que no lo había notado—

—¿Qué hay de Asenov?—

—¿También?— asiento— me da la impresión que no le agradas, como si fueras un estorbo para sus planes o la mierda que tenga preparada—

—Lo sé— afirmo— una pena para él, dado que Xander no a hace negocios sin mi maldita aprobación—

—Eso es una ventaja que tienes sobre él—

—Espero que no me ponga una diana en la cabeza, si no, voy a acabar yo con él. Después de cortarle los dedos—

—Mmm...agresiva, ¿así serás en la cama, Marchetti?—

Sonrío en burla hacia Salvatore y con disimulo, piso su pie con el tacón. Gruñe suavemente.

—Para mi fortuna y tu desgracia, no tienes ese privilegio, Greco—

Salvatore simplemente se ríe por lo bajo y tengo que admitir que su risa, me genera cierto estremecimiento en el cuerpo, tiene linda risa y bonitos dientes.

—¿De qué tanto hablan ustedes dos?—

—De nada— respondemos al unísono Sal y yo a la pregunta de Xander— de absolutamente nada—

Entonces, la vieja víbora que es madre de Yesika se mete en donde no la llaman, sonríe falsamente como si fuera a contar un chiste, que de chiste, no tiene nada.

—Recuerdo que cuando era pequeña mi madre siempre me decía que hablar de negocios en la mesa, no era de buena educación—

Sonrío falsamente y siento como la mano de Salvatore se coloca en mi muslo, dándole un pequeño apretón con un claro mensaje.

Tranquilízate.

Si estoy calmada, muy tranquila.

—Y mi madre también me enseñó que meterse en conversaciones ajenas, era de muy mala educación—

Salvatore finge una tos para ocultar su risa acerca de mi comentario venenoso, Bruno oculta su sonrisa contra la copa de vino que nos acaban de traer mientras que Xader, niega con cierta diversión, sabe que cuando me buscan me encuentran y no de manera bonita.

—Era un simple comentario, señorita Marchetti—

—El mío también, señora Asenova— afirmo con una sonrisa postiza— me gusta dar a conocer la educación que me dieron mis padres, me siento orgullosa de ser su hija—

Y no es mi puto problema que no se aguante, vieja víbora.

Quiero decir eso pero me abstengo, muerdo el interior de mi mejilla para controlar las ganas de soltar el comentario, acepto la copa de vino que me pasa Xander y le doy un profundo trago hasta dejarla a la mitad.

—Entonces— inquiero— ¿Comenzamos con la cena?—

Antes de que corte el cuello de esa vieja víbora odiosa, miren que no he matado a nadie desde Igor y mi sed de sangre, me pide a gritos una pequeña probadita de sangre de esa vieja, pero controlo mis instintos.

Todo sea por el negocio y por derrotar a los Greco.

Repito todo ese mantra el resto de la cena que al final, no resulta ser tan mala.

Resultó ser pésimo para mi gusto.

En fin, son cosas que pasan.

—Entonces, Yesika...— intento mantener una conversación la chica, ella es agradable— Xander me dijo que te gusta la música clásica que incluso, tocas el piano muy hermoso—

Ante el halago, las mejillas de la chica se ponen rojas y ciertamente, Xander no mentía cuando dijo que la chica para todo se sonroja ya sea hombre, mujer o una mascota. Ella asiente débilmente.

—Sí...— sonríe— me gusta mucho el piano—

—Al igual que a mi difunta ex suegra, chica—

Un pesado silencio cae por parte de los padres de la chica que nos observan a Xander y a mí varias veces, sorprendidos ante la nueva información. El señor Asenov, se aclara la garganta varias veces para recuperar su compostura, mi ex esposo y yo nos miramos con el ceño fruncido.

—¿Hay algún problema, señor Asenov?— inquiero.

—Simplemente me tomó por sorpresa sus palabras, señorita Marchetti— habla con cierto tono cauteloso, nos señala— ¿Ustedes...?—

—¿Somos ex esposos?— preguntamos al unísono, antes de responder— sí—

—Pero...—

—¿No es algo inmoral eso?—

Aprieto la copa de vino en mi mano con cierta fuerza ante la pregunta de la vieja víbora que ahora es metiche, sonrío falsamente de nuevo al punto en que me duelen las mejillas.

—¿Inmoral?— inquiero suavemente— inmoral como mujer, sería perdonarle la infidelidad que me llevó a darle el divorcio, señora Asenova. Eso sí sería inmoral— bebo un trago del vino— aparte, nos divorciamos hace casi ocho años—

La mujer me fulmina con la mirada mientras que sus mejillas se ponen rojas de golpe, mira hacia otro lado, sonrío malvadamente por dentro.

¿Te dolió, vieja víbora?

Xander, continúa con mi explicación mostrando su seriedad habitual, cuando se atrevían a juzgar nuestra amistad por el simple hecho de ser ex esposos que nos llevamos bien.

—Entre nosotros solamente hay una muy buena amistad y sociedad que nos beneficia a ambos lucrativamente. Eso es todo— arquea una ceja— ¿Tiene algún problema con eso, señor Asenov? Por qué debo recordarle, que yo no cierro negocios si no es con mi Reina del Alboroto—

—No, no, no— se apresura a decir— no tenemos ningún problema, simplemente nos tomó por sorpresa—

—¿Por qué no mejor pasamos a la cuestión del asunto?—

Tengo ganas de irme por mi auto y pasarlo encima de los padres de Yesika, puedo adoptar a la niña como hija si quiere, pero, ¿como la chica aguanta a sus padres siendo como son?

Que paciencia.

—Sí, eso sería una buena idea— habla el señor Asenov— ¿Tienen su propuesta?—

Xander y yo asentimos y el ambiente entre todos se relaja un momento, comenzamos con nuestra propuesta sobre la venta y distribución de su droga a diferentes partes del mundo con rutas seguras por los tres medios: cielo, mar y tierra.

Asenov escucha con atención a cada palabra y con cierta renuencia, el hombre parece impresionado al ver que no solamente soy un cuerpo y cara bonito, si no una mente maestra de los negocios que está a la par con el Zar de la Bratva.

Machista de mierda.

—Creo que el precio es el justo, por todo— afirma Asenov— las ganancias serían muy buenas entre ambos, pero sigo en cierta duda, ¿cómo harán que la droga llegue hasta Italia con la guerra de por medio?—

—Lo haremos a través de los túneles de Calabria, desde ahí, mi gente comenzará a repartir la droga en puntos invisibles para los Greco— respondo.

—Perdone, señorita Marchetti. ¿Que no tiene prohibida la entrada a su propia ciudad?—

Sonrío enormemente ante su intento de hacerme ver como una idiota que no sabe nada de este mundo ilegal.

—¿Por qué debería tener prohibida la entrada a la ciudad de la que soy dueña?— se sorprende— así es, señor Asenov. Calabria está bajo mis manos legalmente, así que puedo lo que se me venga la puta gana con mi ciudad—

—No tenía idea, una disculpa de mi parte, señorita Marchetti—

Metase sus disculpas por el culo.

Dios, este tipo realmente me desespera con sus aire de machito peludo. Joder, por eso admiro que el viejo siempre se haya actualizado con sus ideales hacia las mujeres en la mafia y me haya aceptado dentro de la Bratva, si no, estaría como Milena Asenova.

Siendo un trofeo por el cual pasan siempre por encima de él.

Nunca seré la esposa trofeo, primero, muerta antes que serlo.

Terminamos con nuestra presentación y el señor Asenov se queda en silencio un momento, antes de comenzar a hablar acerca de lo exquisita de lo que fue nuestra propuesta, cuando llega a la parte que dice si acepto, se detiene.

—Pero tengo una condición—

Me abstengo de rodar los ojos ante sus palabras, ya sabía yo que este viejo imbécil tendría sus condiciones.

—Lo escuchamos, señor Asenov— digo.

El hombre sonríe enormemente como si estuviera a punto de ganar la lotería, solamente para joderme.

¿Cómo lo sé?

Por qué está mirando en mi dirección.

—Quiero que se case con mi hija—

Escupo el vino ligeramente contra la mesa mientras que Xander, se queda igual de sorprendido ante las palabras del señor Asenov, toso bruscamente en busca de aire lo que provoca que tanto la señora Asenov y su hija, me miren con cierta sorpresa ante la brusquedad de mis movimientos.

Salvatore tiene la decencia de golpearme la espalda para el oxígeno vuelva a mis pulmones correctamente, veo que ambos hermanos Greco están igual de sorprendidos que nosotros ante las palabras de ese señor, tomo la servilleta de mi regazo me limpio ligeramente la comisura de los labios, carraspeo.

—Lo siento...— digo con voz ronca, toso un poco más— simplemente, nos han tomado por sorpresa—

—Podemos verlo...— responde la señora Asenova con una sonrisa que no le llega a los ojos, maldita vieja. Disfruta de mi reacción— sé que suena loco—

Suelto una risa baja e irónica, me abanico con la mano ligeramente para que el calor de mis mejillas disminuya un poco y suelto un poco de aire sin dejar de abanicarme, Salvatore acaricia mi espalda suavemente para que regule mi respiración, murmuro un par de cosas en italiano que a duras penas se escuchan.

Loco sería un eufemismo— mascullo— esto sobrepasa la irracionalidad, ¿en que momento nos regresamos al siglo XVIII?

Joder, ¿incluso en pleno siglo XXI siguen arreglando matrimonios por poder?

Él único matrimonio del que escuché siendo arreglado, fue el de Dimitri y Svetlana, estamos hablando que eso fue hace más de treinta años y las cosas se han modernizado, aunque, ¿por qué me sorprendo? Hombres como Evgeni Asenov son de la vieja escuela como el viejo.

O antigua.

Esa era una posibilidad más acertada.

—Lamento si soy directo, Zar. Pero nuestra familia por generaciones ha tenido tradiciones que nos gusta respetar, entre ellas el matrimonio por parte de ambas familias— mira a su hija quien esquiva su mirada— mi pequeña Yesika, ya tiene dieciocho la edad perfecta que conlleva para aceptar esta tradición, ¿no es así, hija?—

Todos nos fijamos en la chica quien comienza a temblar un poco, sus mejillas se ponen de un rojo intenso. Las emociones que pasan por sus ojos son un torbellino que logro distinguir, pero la que más me preocupa es la que veo por un instante.

Miedo.

Miro entre ella y su padre varias veces, siento como algo en mi interior se aprieta al comprender la situación de la pobre chica que tiene una jodida vida por delante, Salvatore me codea suavemente y asiente en mi dirección, observa lo mismo que yo, en este punto agradezco que ambos seamos iguales en muchos aspectos.

Carajo.

—Yo este...— responde entre balbuceos, carraspea— c–creo que sí, papá. Solo...— intenta decir— ¿No es un poquito pronto? Digo...— niega— n–nada, solo...olvídalo...—

—Mi vida, tu madre se casó conmigo cuando tenía tu edad y hemos sido muy felices estos años, ¿verdad, Milena?—

—Claro que sí, Evgeni—

Mentira.

Todo esto es una mentira.

Soy la maldita maestra de las mentiras, puedo detectarlas desde la distancia.

Xander se ha quedado tan sorprendido ante las palabras del señor Asenov, claro, hasta yo me sorprendí porque claramente los planes del ruso, lo último que entra en la lista es un segundo matrimonio mucho menos de esta forma tan invasiva a su vida.

Así que, me apresuro a salvarle el pellejo. Sonrío falsamente.

—Señor Asenov, nos halaga que crea que Xander tiene un buen prospecto de marido, cuando es todo lo contrario, créame— respondo— pero, esta vez. Tendremos que pensar seriamente su condición para que acepte nuestro trato—

—Creo que no hay nada que pensar, señorita Marchetti—

—Si la hay— río secamente— dígame, ¿cree que será fácil para su hija de dieciocho años llevar el peso sobre sus hombros la responsabilidad que conlleva ser la esposa de una autoridad de lo que es un Zar? ¿O incluso ser la Zar de la misma Bratva?—

—No...—

—Pero yo sí— afirmo— nos casamos cuando Xander tenía veintidós y yo diecinueve, ¿sabe la responsabilidad que carga alguien que no conoce cómo funciona la Bratva? Xander no era Zar en ese momento, pero nuestras responsabilidades eran menos grandes de las que tenemos ahora—

—Lo entiendo, señorita Marchetti...—

—No, no lo entiende— digo duramente— pero eso mismo, voy a pedirle que respete nuestro espacio para pensar seriamente sobre su condición. Cuando hayamos llegado a un acuerdo Xander y yo, le haremos saber nuestra respuesta, ¿estamos claros, señor Asenov?—

El hombre tensa su mandíbula con enfado ante mi respuesta, pero, sabe que no le conviene tenerme de enemiga porque sería perder cualquier oportunidad de negociar con nosotros.

—De acuerdo, señorita Marchetti. Ustedes, ganan. Háganme saber su respuesta dentro de poco, por favor—

—Bene— digo en italiano— buenas noches—

Tomo el brazo de Xander quien parece salir de su aturdimiento un momento y ambos nos ponemos de pie junto a Bruno y Salvatore para salir del restaurante, le ordeno a Yerik que pague la cuenta mientras nos despedimos de la familia Asenov.

Los cuatro nos montamos en la camioneta, Yerik y Remy se suben a sus respectivos lugares y la camioneta arranca en un completo silencio, hasta que Xander, reacciona.

—¿Qué carajos acaba de pasar?—

—¿En pocas palabras? Te acaban de proponer matrimonio, hombre— responde Salvatore— deberías sentirte halagado, ya hubiera querido yo que me lo propusieran así—

—No es gracioso, Sal— le advierto.

—¿Quieren que me case con Yesika?— asiento— joder, que loco—

—¿Qué piensas hacer?— se queda en silencio— merda, ¿realmente lo estás considerando, Xander?—

Joder, ¿por que mierda eso me dolió?

—¡No! ¡O no lo sé!— exclama— simplemente, necesito pensar...—

—Solo recuerdalo, Xander— me mira— ser la esposa de un Zar, conlleva a mucha responsabilidad y esa chica, a penas está comenzando a vivir su vida—

—Lo sé, Valentina— pasa una mano por su pelo, suspira— necesito pensar, ¿de acuerdo?—

—De acuerdo—

El resto del trayecto fue silencioso, nadie dijo nada incluso Bruno que suele ser de ánimo ligero, simplemente se mantuvo callado el resto del camino hacia el apartamento.

Todo es una locura.

Cuando llegamos al lugar, Xander se disculpa con nosotros antes de darme un beso en la mejilla fugazmente para irse hacia su habitación a pensar todo lo que ha sucedido en esta noche, Bruno se disculpa con nosotros también y se va a dormir, Remy y Yerik, se van a sus estudios a adelantar trabajos, dejándome a solas con Salvatore y a mí.

—¿Un trago?—

—Por favor—

Me quito los tacones para sentarme en el sofá con mis piernas arriba del mullido mueble, pocos minutos después Salvatore vuelve un vaso de whiskey y uno de vodka, acepto felizmente el vaso de líquido transparente, nos quedamos en silencio un momento.

—Te ves consternada—

—En parte lo estoy— doy un trago al vodka, disfruto del ligero ardor— pero, hay algo extraño—

—¿Lo dices por la chica?—

—No, tú mismo lo viste. La chica ni siquiera es capaz de matar una mosca, mi intuición dice que la están manipulando para que acepte este matrimonio. No creo que quiera casarse a esta edad—

—Bueno...—

—Ponerme de ejemplo, es una mierda, Salvatore. De una vez, te lo digo— siseo— aparte, yo amaba a Xander en ese momento, las cosas fueron diferentes y por voluntad propia—

—No iba a decir eso, Marchetti— bebe de su whiskey— ¿Notaste algo en los padres de Yesika?—

—¿Aparte que el hombre es un machista y que su mujer es una vieja víbora? Sí, lo noté—

—Bueno, no es lo que yo noté— se aclara— hubo un momento en que la señora Asenova, levantó su manga para observar la hora en su reloj. Alcancé a divisar ciertas marcas de dedos alrededor de su muñeca, como la hubieran estrujado con tanta fuerza hasta que quedaran marcados—

—Dices...—

—Digo— bebe un segundo trago, recostandose en el sillón— lo que sea que pase en esa casa, no es bueno—

—Ya lo sé— doy un trago de vodka— eso explicaría el por que casi no exponen piel, aparte del concepto machista que tiene Evgeni Asenov, es horrible—

—Concuerdo contigo— me mira— ¿Qué quieres hacer?—

Pienso un par de segundos mientras delineo el borde del vaso de cristal con uno de mis dedos.

—Necesitamos averiguar que ocurre dentro de ese lugar, para después tomar un curso de acción—

—¿Le dirás a Xander?—

Me quedo en silencio un par de segundos antes de negar, me acabo el vodka de golpe.

—No, por el momento, es mejor dejarlo así. Con el tema del matrimonio, no estará bien los próximos días, es mejor que piense sobre eso antes de poner más carga sobre su cabeza— respondo.

Asiente, suspiro.

—Y nos conviene que Evgeni, crea que seguimos interesados en el negocio, si le decimos a Xander, no dudará en cortar lazos. Lo conozco—

—Debería hacerlo—

—Probablemente, pero, me preocupa que si, las cosas son malas dentro de la mansión Asenov. La chica pague el precio—

—Comprendo...— responde— ¿Necesitas ayuda?—

—Esta vez, sí—

Salvatore me sirve una segunda ronda de vodka, mientras me bebo el trago mi mente no deja de maquinar los diferentes planes para entrar a la mansión Asenov para hacer el trabajo.

Lo que sea que ocurra adentro.

Voy a averiguarlo.
















¡Feliz viernes a todas!

Como les dije el miércoles...

Aquí nada es como parece ;v

Y nada de lo que brilla es oro...

Solo tomen en cuenta eso ;)

Pasando al capítulo...

Prepárense que las cosas ahora sí mi gente, que las cosas ya comenzarán a ponerse chuecas entre todos y habrá problemas...

Parece que Valentina, tiene un dilema que enfrentar...

Veremos cómo sobrelleva las cosas con Yesika, en la vida de todos...

Realmente, quiero entender la razón por la cual algunas chicas odian a la chica, si no les ha hecho nada...

*La jefa poniendo sus manos en sus caderas en forma de indignación*

¿Que sigue?

¿Que van a odiarla más por que se tira un pedo enfrente de Xander y Valentina? 

Dios, sabían que eran toxis pero no tanto JAJAJAJ 🤦‍♀️

Podemos verlo gracioso, pero no lo es, no sigan mi ejemplo, ¿ok? 

Recuerden...

"No podemos juzgar a su libro por su portada"

Nunca sabremos las verdades dolorosas que se ocultan detrás de una sonrisa o simple balbuceo, así que...

Les pido amablemente, que respeten a la chica hasta que no tengan un concepto más abierto de ella, ¿de acuerdo?

Entonces, juzgarán lo que quieran juzgar de ella. 

Bien, esos son todos los anuncios. 

Pasando a otro anuncio importante JAJAJA

Esta vez, si les digo que se preparen que el próximo capítulo se viene algo fuerte y muchas emociones serán encontradas para algunas de ustedes.

Van a llorar o eso creo...

Pecadoras avisadas, no mata a pecadora.

Sin más que decir...

¡Nos vemos el lunes!

Atte. Su escritora 💜






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