El amor del Zar

Oleh AngieRosas058

975K 72.9K 18.1K

Secretos. Traiciones. Odio. Venganza. Poder. Una guerra. Rencores y viejos amores del pasado. Una Reina. Un Z... Lebih Banyak

Prólogo
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Epílogo
Agradecimientos
Escena extra: "Un muerto entre las sombras."

Capítulo 34

9.3K 765 317
Oleh AngieRosas058

Xander

Días atrás.

Tecleo rápidamente sobre el ordenador mientras silbo una canción por lo bajo, sin duda, estos últimos días han sido muy productivos en Bulgaria, mi relación a Evgeni Asenov mejora cada día y estoy seguro que es el momento para presentarle una buena propuesta para tener negocios y un buen aliado de mi lado.

Se hace lo necesario para acabar con los Greco.

Debo decir que mi estadía aquí no ha sido tan tediosa como lo creí al principio, al contrario, ha sido gratificante y Bulgaria tiene muchos lugares interesantes por conocer, sin contar que hablo con la bruja casi todos los días donde me da un reporte detallado del estado mental de Salvatore Greco.

Vamos progresando, afortunadamente.

Reviso el último reporte que me ha mandado anoche que no había visto hasta ahora, leo cuidadosamente cada palabra y algunos minutos después de haber terminado, hago una video llamada con ella. Su rostro no tarda en aparecer en la pantalla, sonríe ligeramente.

Cucciolo

—Solnischko—

Supongo que tu llamada se debe a que has leído el último informe de Salvatore

—Lo he hecho— respondo, me recuesto en la silla— ha tenido mucha mejoría—

Ya lo creo— revisa un par de papeles— es más comunicativo y ya no refuta mis órdenes

—¿Qué le hiciste?—

Un pequeño silencio cae en la línea y veo como Valentina, se queda con la mirada perdida un momento como si estuviera recordando algo que no esperaba hacer, muerde su labio inferior.

—¿Solnischko?—

Ah, lo siento— carraspea— simplemente, hemos hablado un poco

—De acuerdo...— digo sin que me parezca extraño— ¿Se llevan bien?—

Yo...— frunce el ceño— creo que sí, somos parecidos. Así que...

—¿Parecidos?— arqueo una ceja— ¿Estás segura?—

No lo sé— se encoge de hombros, sin entrar en detalles— simplemente, hay cosas en las que nos parecemos

—¿Cómo que?—

Cosas, Xander— corta secamente— no puedo revelarlo cuando ha confiado en mí, para decirlo

Analizo su respuesta un segundo con cierta intriga, Valentina no suele ser tan cortante a mis preguntas a menos que toque una sola fibra sensible dolorosa, una que conozco muy bien.

—¿Tiene que ver con tu familia, Valentina?—

Con un carajo...— maldice, sonrío— bene, sí tiene que ver con eso. ¿Contento?

—Ni un poco— coloco mis codos en el escritorio— ¿Que te dijo el sujeto?—

Que al igual que yo, vió morir a su padre frente a sus ojos— asiento— no pude evitar recordar el día en que mis padres murieron frente a los míos

—Solnischko...—

Y luego recordé que se viene su aniversario de luto...— traga saliva— simplemente...— se ríe secamente— van a ser dieciséis años, Xander. Dieciséis años desde que perdí a mis padre y aprendí a valerme por mi misma por que a mi tío, le importaba una mierda lo que pasara conmigo...— se quita los lentes de leer, para limpiar la solitaria lágrima de su mejilla— Remy, fue el único que se quedó a criarme, de no ser por él...

—Te hubieras perdido, preciosa— digo suavemente.

Más de lo que ya estaba, así que...— resopla de golpe— sí. Salvatore y yo tenemos algunas mierdas en común

—No más que nosotros, bruja— afirmo.

No más que nosotros

—Se viene el...—

Lo sé, es una semana después del aniversario de mis padres— me corta— debí tomarlo como una señal hace siete años atrás

—Valentina...—

Solo...— suspira— no digas nada, ¿si? Lo último que necesito es ponerme a llorar frente a la maldita cámara

—Tarde o temprano, tendremos que seguir hablando de ello—

Ya dije todo lo que tenía que decir, Xander. Lo sabes

Asiento despacio, dándole su espacio para que acomode sus ideas mientras guardo las inmensas ganas de decirle todo de una buena vez, pero, sé que eso ocasionaría un mal trago y lo último que necesito es que nos pongamos a discutir por el pasado por videollamada.

—De acuerdo...— respondo— ¿Cómo va tu cuello?—

Mejor— afirma mientras lo muestra— las marcas se han desparecido casi en su totalidad, pero creo que con el paso de estos días, ya se van de manera definitiva

—Me alegro oír eso— se hace un pequeño silencio— por cierto, ¿ya aceptó nuestro trato?—

—Lo hizo, misma condición. Quiere la Cosa Nostra, tomando el poder como Capo di tutti capi, la enemistad de la Bratva se acaba—

—¿Qué harás después?—

Quedarme en Rusia— arqueo una ceja, sonríe— ¿De verdad pensaste que te librarías de mí, cucciolo?

—Ni un solo segundo— afirmo antes de darle un trago a mi taza de café— estoy atado todo lo que me queda de vida a ti—

Como si no disfrutaras de estar atado a mí

Me atraganto ligeramente con el café y escupo un poco encima de unos papeles, toso en busca de aire para mis pulmones, mientras que Valentina se parte de la risa ante mi reacción niega divertida y yo gruño al saber que me ha tomado el pelo.

—Bruja del demonio—

¡Oye!— exclama entre risas— no es mi culpa, que tu mente pervertida y sucia haya imaginado esos escenarios sexuales en tu cabeza

Carraspeo un poco para pasar algo de saliva y golpeo mi pecho para tener más oxígeno, joder, ahora la bruja si me agarró en una curva de las buenas. Siseo cuando varias imágenes se reproducen en mi mente de manera automática, la risa de Valentina, aumenta.

Sí, veo que tienes el mismo pensamiento que yo

—Joder, no sueltas una frase como si nada, sin saber el peso de la misma, bruja del demonio— siseo, entrecierro mis ojos en sus dirección— me las cobraré—

Ni siquiera sabías a qué me refería, lo demás, lo hiciste tú solo...

—Mejor cierra la boca—

¿Por qué?— se inclina ligeramente contra la cámara, dejándome una buena vista de sus pechos— ¿Tienes miedo de recordar nuestras aventuras en el Black Rose?

—Bruja...—

Tienes que admitir que fue unas vacaciones de verano muy productivas

—Mm...— asiento— aleja tus tetas de la cámara, o juro que estoy a punto de hacer una locura—

Valentina no deja de reírse, satisfecha con su cometido y se acomoda en su silla, ambos nos desafiamos con la mirada antes de que su sonrisa se ensanche, gruño al saber que significa esa jodida sonrisa.

Recuerda una cosa, Xander— arqueo una ceja— soy buena haciendo nudos en las cuerdas

—Te voy a colgar, bruja diabólica—

—No lo harás, no hemos terminado— asegura.

—Buen punto— respondo— con tus informes junto a lo que me has dicho, es momento que vengas a Bulgaria—

¡Por Lucifer! ¡Gracias!— exclama eufórica, río— ya era hora

—¿Tan malo es Volketswil?—

Horrible, es un diminuto pueblo que no tiene más de 20, 000 personas de población y lo único que veo, son lagos— responde, niego divertido— solo tiene un centro comercial y lo que lo hace pasable, es que tiene un McDonald's

—Bueno, hay que darle mérito a los Greco el lugar donde lo ocultaron—

Lo sé, es lo único que han hecho bien— hace una mueca— ni tan bien, al final. Les quitamos otra cosa valiosa que puedan usar en nuestra contra

—¿Creyeron el cuento de que había muerto por una explosión de gas?—

Asiente.

Según Horacio, los Greco incluso hicieron una fiesta por la celebración de la muerte de Salvatore. Tienen las agallas para desaparecer a sus obstáculos, pero no para acabar con ellos personalmente

Escucho con atención su información, Horacio el segundo al mando de la seguridad de Valentina se había quedado en Italia en una casa de seguridad hecha por mi ex esposa para seguir vigilando sus movimientos, ahora que tenemos la entrada prohibida.

—Que cobardes— afirmo, asiente de nuevo— estoy seguro que Carina Greco, ha de estar regodeándose de felicidad por ello—

Ni tanto, a lo que me ha dicho Horacio— arqueo una ceja— a lo que he leído de su informe y por sus propias palabras a Carina Greco, si le ha afectado la muerte de Salvatore, sumando a la traición de Bruno...

—Aún tiene a Darío—

Lo sabemos, Xander— dice— pero, al final de cuentas. No dejan de ser sus hijos. No la justifico, pero, por más retorcida que sea la mujer, es madre. Los partió y crió gran parte de su vida, claramente, tiene a su favorito pero no borra el hecho de que tiene otros dos

—En eso tienes un punto, bruja—

Pero no quitará el hecho, que acabaremos con ella. Por habernos quitado a nuestra familia cuando ella tiene la suya— sisea, asiento con concordancia— me quitó a Dimitri. Lo justo es que yo le quite sus tesoros

—La venganza no es buena, bruja— digo en burla.

Una sonrisa se asoma en sus labios.

Lo dice la persona que convive con todos los días con ella

—Eres un peligro—

Lo sé— hace un pequeño puchero— no sé en qué estaban pensando mis padres al tenerme, sabiendo que sería la peor versión del fuego y el hielo juntos

—Sabían que te unirías al bando correcto—

Nuestra secta

Mi sonrisa muere y la suya aumenta, ruedo los ojos.

—Deja de decirle secta—

Jamás, es parte de mi vocabulario— niego divertido— aparte, le digo de cariño. Nadie como nuestra secta para dominar el mundo de la mafia

—Tienes razón— afirmo con una sonrisa— afortunadamente, conseguí un arma muy poderosa para gobernarla—

No paso desapercibido el ligero sonrojo que se asoma por sus mejillas mientras se ríe entre dientes, niega con una sonrisa.

Tienes que dejar de adularme

—No hablaba de ti, ¿sabes?— digo en broma— hablaba de mí, claro está. Soy irremplazable, ¿tu que? Eres el chicle pegado que tengo en la suela de mi zapato—

Eres un idiota— se carcajea— joder, lo que daría por darte un golpe en las pelotas por tu mal chiste sobre mí

—Afortunadamente, estás muy lejos—

Pero— se inclina a la cámara— pronto estaré más cerca, cucciolo. Y nada me detendrá a patearte las bolas

—¿Por qué no mejor me las chupas?— inquiero en tono seductor, se ríe— estoy seguro que ellas, estarían más que felices por sentir esos lindos labios italianos alrededor de ellas...—

¿Tengo labios lindos?

—Hermosos, bruja— afirmo— pero, eso ya lo sabías y mi verga también—

Asqueroso

—Así me adoras—

Para mi desgracia— rueda los ojos— entonces, ¿nos vamos a Bulgaria?

Sonrío mientras asiento.

—Te estaré esperando—

De acuerdo— responde— tengo que hacer unas últimas diligencias, pero, probablemente para finales de la semana. Estaremos ahí

—Iremos a cenar—

Eso suena fantástico— me mira— Xander

—¿Sí?—

Compórtate con Salvatore— bufo— en serio, cucciolo. El tipo no es tan malo, es como verme en versión masculina

—Más razones para golpearlo—

Tu no me golpeas, gusano

—Claro que no...— arqueo una ceja con una sonrisa— yo te azoto el trasero, que es distinto y mi mano lo disfruta—

Me carcajeo cuando Valentina escupe ligeramente el café y comienza a toser, maldice por lo bajo haciendo que aumente mi risa. Golpea su pecho varias veces para que el oxígeno regrese a sus pulmones, me mira y entrecierra sus ojos en mi dirección antes de maldecir en italiano.

Gusano asqueroso

No dudo en responder, pero en mi idioma.

Bruja pervertida— sonrío— nos vemos dentro de una semana, bruja sucia—

Antes de que diga algo más hacia mi persona, termino la videollamada sin dejar de reírme justo en ese momento, Yerik entra a mi estudio y al notar mi sonrisa, arquea una ceja con inquisición.

—¿Qué?— digo.

—¿Te drogaste de nuevo?—

Bufo con indignación.

—¡Claro que no!— espeto— simplemente, hablé con la bruja diabólica que tengo como ex esposa y socia—

—Y que es el amor de tu vida— rueda los ojos en sarcamos, asiento.

—Exactamente— afirmo, se ríe— ¿A que debo tu visita? ¿Vienes a surtirme el café de nuevo?—

—Debes de dejar tomar tanto café, te morirás por tanta cafeína—

—Pero moriré feliz— aseguro, bebo un trago de café— entonces, ¿necesitas algo?—

—Tienes visitas—

Arqueo una ceja con cierta sorpresa y curiosidad, maldigo por lo bajo.

—Dime que no es la bruja y que me tendió una trampa al final— digo, se ríe— no tuve tiempo para prepararme mentalmente para soportarla y a su versión masculina—

Yerik se carcajea por lo bajo y niega con una pequeña sonrisa.

—Tranquilo, Zar. No es ella— suspiro de alivio— se trata de la señorita Asenova—

Por segunda vez en la mañana escupo el café de golpe sobre los papeles y toso en busca de oxígeno, Yerik se ríe un par de segundos antes de comenzar a golpearme la espalda bruscamente y jadeo cuando el aire entra de nuevo a su lugar. Carraspeo para recuperarme.

—Joder, ¿estás seguro que no oí mal?— niega— dijiste que Yesika, está aquí—

—Así es— asiente— te espera en la sala de estar. Parecía ansiosa y nerviosa—

—¿Cuando ella no lo es?— inquiero para mi mismo por lo bajo— en un momento voy. Ofrecele algo—

—Ya lo hice, no quiso— asiento, mira mi camisa— cambiate de camisa, no querrás verla así—

—¿Quien dijo que quiero verla?—

—La sonrisa que comienza a formarse en tus labios, pedazos de idiota— afirma, río— anda. No vaya a ser que le entre el pánico por que no vas y se vaya por donde vino—

—Voy. Voy—

Yerik me deja solo y yo aprovecho para salir de mi estupor un momento, me sorprende que ella esté aquí. Normalmente, solemos vernos en casa de su padre y ya de ahí, por alguna razón o por otra, siempre termino cenando con los Asenov porque la charla con Yesika, nunca termina realmente.

Admito que su compañía siempre es agradable, me da un poco de paz en lo caótica que suele ser mi vida casi todos los días, por lo tanto en algunas ocasiones no pierdo la oportunidad de invitarla a salir a almorzar a alguna parte de la ciudad que ella conoce. Nos llevamos muy bien.

Hago lo que me dice Yerik y me cambio la camisa rápidamente antes de ir hacia la sala de estar, en el pasillo me encuentro de nuevo con él, me mira de arriba abajo y cuando estoy a punto de bajar las escaleras, me detiene.

—Xander— lo miro— ¿Que traes con la chica?—

—¿Yo?— me encojo de hombros— no lo sé. Nos llevamos bien, la charla es agradable al igual que su compañía—

—Tiene dieciocho años—

—Lo sé, Yerik— respondo— no se me olvida, es una niña—

—¿Te gusta?—

Me quedo en silencio ante su pregunta mientras que mis pensamientos se convierten una maraña sin sentido, es cierto, Yesika me agrada más de lo que quiero admitir, por que hace tiempo que no me sentía tan agusto con una persona después de Valentina, que suele ser mi lugar seguro todo el tiempo.

¿Pero Yesika?

Para tener dieciocho años, la chica es muy interesante. Será porque ambos tenemos la misma pasión por ciertas cosas y sus opiniones para casi todos nuestros temas, son realmente interesantes, entonces, me doy cuenta del peso de las palabras de Yerik y algo en mi pecho cala con cierta emoción al saber mi respuesta.

Joder.

No puede ser.

—Probablemente sea así...—

Yerik asiente en mi dirección y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

—Creo que ya sabes la respuesta—

Asiento y sin agregar nada más, bajo las escaleras con cierta prisa para que la chica no se me escape. Cuando llego a la sala, la encuentro de espaldas a mí, observando toda la ciudad de Sofía desde el gran ventanal que tiene el apartamento y su cabello rojo resalta en la luz natural que entra en el lugar.

Lleva unos pantalones largas y anchos, parecidos a las faldas que usualmente se pone acompañado de sus características blusas de manga larga con cuello de tortuga y zapatos bajos, realmente se esmera por tratar de pasar por desapercibida en el mundo pero su cabellera roja, siempre termina llamando la atención.

—Me sorprendió cuando me dijeron que estaba aquí, señorita Asenova—

La chica da un pequeño brinco cuando escucha mi voz y se gira rápidamente en mi dirección e inmediatamente, sus mejillas se ponen rojas al verme y evita a toda costa mi mirada. Eso me saca una pequeña sonrisa.

Carraspea un poco para hablar, para que los nervios no la traicionen.

—Bueno...— comienza— ve–verá. Yo vine por que...— respira profundamente— quería saber si, usted...— niega varias veces— cr–creo que fue mala idea venir aquí...—

—No— aseguro con la sonrisa en mi rostro— simplemente me ha tomado por sorpresa— meto las manos en los bolsillos de mi pantalón— señorita Asenova, continúe por favor—

—¿Es–está seguro?— asiento, juega con sus dedos varias veces y se muerde los labios— yo...bueno, quería saber, ¿si aceptaría almorzar conmigo?—

—¿Almorzar?—

Asiente y sus mejillas se ponen mas rojas para continuar con sus palabras, evitando mi mirada curiosa sobre ella.

—Como usted suele invitarme la mayor parte del tiempo...— se ríe por los nervios— y me siento un poco tonta, por que lo único que le he invitado ha sido un helado...—

—Fue un buen helado, debo decir— aseguro.

—Sí— sonríe un poco— pero aún así, usted. Ha sido muy amable conmigo y...— muerde sus labios con más fuerza— y yo quería...—

Antes de que la pobre chica sufra un colapso por los nervios, le doy mi respuesta.

—Acepto—

Yesika se queda muda ante mis palabras y finalmente me mira, sus ojos castaños me miran con nervio, pánico y cierta alegría. Entonces, como es habitual ante cada una de mis palabras, el sonrojo llega furiosamente a su rostro que combina con su cabello.

Adorable.

Esa es una buena palabra para definir a Yesika Asenov. Aún con sus nervios y tartamudeos, creo que eso es lo que la hace tan adorable independientemente de sus ropas grandes de abuela de ochenta años.

—¿E–en serio?— pregunta, asiento— ¿Es–está seguro? No quiero incomodarlo...— se apresura a decir— puedo venir otro día o nunca, pero, lo que menos quiero es molestarlo...—

—Yesika— digo su nombre, me mira con sus cejas arqueadas por la sorpresa. Asiento con una pequeña sonrisa— estoy seguro. Tengo que decir que su compañía es agradable—

—Lo mismo digo...— susurra por lo bajo— ¿Le gustaría almorzar en algún lugar en específico?—

—¿Has probado la comida rusa?— niega— encontré un par de lugares de comida rusa aquí, pensaba visitarlos para una buena comida, pero...— ladeo mi cabeza— algo me dice que con su compañía, será más agradable—

—¿D–de verdad?— asiento— de acuerdo...—

—Entonces, ¿nos vamos?—

—¡Sí, sí, sí! Seguro—

Tomo mi abrigo y le doy la orden a mis hombres para que se preparen para salir, le doy el paso a Yesika para que entre al ascensor y yo la sigo junto a Yerik que se instala en la puerta delante de nosotros, un pequeño silencio cae en la caja metálica hasta que la chica a mi lado, lo rompe.

—No suelo hacer esto...—

Asiento para mirarla.

—Comienzo a verlo— respondo— ¿No suele salir casi?—

—Oh— se ríe— no, para nada. Papá suele ser estricto algunas ocasiones en lo que respecta a mi seguridad y la de mi madre, con la única que salgo es con Raia pero está de vacaciones con su familia...— niega— casi no tengo amigos—

—¿Entonces soy su segundo amigo?—

—Más bien...— muerde su labio inferior— es el primer amigo masculino que tengo, Zar Novikov. Papá no me deja acercarme a los hombres...— frunce su ceño— por alguna razón, usted le agrada y casi nadie le agrada al gran Evgeni Asenov...—

—Xander— la interrumpo, me mira con atención— dime, Xander. Creo que podemos dejar las formalidades por el momento—

—D–de acuerdo, Za...— me mira— Xander—

—Yesika— asiento en su dirección— ¿Un poco mejor?—

Asiente varias veces y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

—Mejor, Xander— afirma— entonces, ¿cómo es la cocina rusa? Admito que he tenido curiosidad de conocerla, más no me animaba—

Entonces, ambos nos enfrascamos en una conversación donde hablo acerca un poco de mi cultura y gastronomía, Yesika me escucha con atención y durante el camino hacia el restaurante le hago un par sugerencias para comenzar con la cocina rusa.

—¿Como dijiste que se llamaba este?—

Borscht— pronuncio en ruso— es sopa de remolacha con tomate y betabel—

—Eso explica el color rojo— asiento, prueba una cucharada de la sopa— está deliciosa. Se ve rara por el color, pero está muy rica—

—Lo sé— sonrío, señala otro platillo de la gran inmensidad que tenemos en la mesa— Solyanka

—Sopa también— afirma.

—Esta es un poco picante y más cremosa que el borscht. Está hecha de carne, pescado u hongos, eso es opcional dependerá de cada quien y suele estar acompañada de aceitunas, pepinillos, repollo, papas, crema de leche y eneldo—

—Oh, esto se ve delicioso—

Draniki— hablo— básicamente es una tortita de papa acompañada de crema agría—

—Está exquisito—

—Lo sé— tomo uno también, mastico y trago— la cocina rusa puede verse un poco rara, pero es bastante deliciosa—

—Ya lo creo— señala los pequeños panquecitos que hay en medio— ¿Que son estos?—

Pelmeni— tomo uno igual— son como los dumplings rellenos de carne molida, se sirven a la mantequilla. Hay diferentes presentaciones, pueden estar bañados en crema de leche o incluso acompañado en las sopas—

—¿Sopa roja con bolitas de masa? Eso es novedoso— inquiere con cierta burla, río mientras asiento. Mira la comida en toda la mesa— dios, es demasiada comida pero todo está delicioso—

—Nadie puede resistirse a la cocina rusa—

—Podría ser mi favorita después de la pizzas—

—Comparto el mismo pensamiento— levanto mi palma— choca esos cinco—

Yesika no deja de reírse y choca su palma con la mía, todo su nerviosismo se ha ido mostrando a la chica con la cual tengo buenas charlas que son muy agradables. La comida sigue entre risas y pedimos unos cuantos platillos más, hasta que quedamos llenos.

—Dios, no sé cómo me entró tanta comida— acaricia su estómago, río— quería detenerme, pero...— silba impresionada— vaya, si que todo estaba delicioso—

—Y no has visto el postre— afirmo.

—¿Más?— inquiere, asiento— me harás reventar, Xander—

—Al menos, reventarás con la última comida que te hizo sonreír—

—Ya lo creo. Valdrá la pena—

Poco después nos traen los platos de postre y seguimos con nuestra charla, Yesika no duda en preguntarme cada curiosidad que tiene de la cocina rusa, cosa que me gusta responder con una sonrisa, no dejo de reírme cuando me dice más de una vez que quiere dejar de comer pero no puede evitar llevarse a la boca un trozo de Medovik.

—Vas a dejar de agradarme—

—¿Por qué?—

—¡Por tu culpa conocí una cocina increíblemente deliciosa a la cual no me puedo resistir!— chilla con falsa indignación, come otro trozo de Medovik— dios, de haber sabido que el cielo podría estar en un pastel, hace tiempo que lo habría comido—

—Afortunadamente, pedimos el pastel completo— aseguro— ¿Gustas llevar un poco?—

—Por supuesto—

Cuando terminamos con los postres y pedimos los restantes para que Yesika se los lleve, ordeno la cuenta al mesero, mientras mi compañera de almuerzo se levanta al baño. Mi teléfono vibra con un mensaje, lo tomo y sonrío cuando veo que se trata de la bruja.

—¿Que tan imprudente es que le de un teléfono a mi versión masculina?— V

No dudo en responder.

—No creo que sea imprudente. Dudo que tenga amigos con los cuales socializar por redes sociales aparte de su hermano—

—¿Y si lo usa para ver ponografía?— V

—Al menos tendrá con qué entretenerse—

—Deberías pagarle una suscripción premium en HD—

—¡Xander! ¡Eres asqueroso!— V

—Oye, tú querías mi opinión. Te la estoy dando—

—Sí, pero no para que me dijeras que le pagara la suscrpción de una página pornografica— V

—¿Por qué no le dices a Atlas que te preste la suya? Hace tiempo que no la usa—

—¡No voy a darle un teléfono para que vea pornografía!— V

—Le quitas la diversión a la vida, bruja. Creo que yo tengo unos cuantos videos por ahí...—

—Debería pasarlos a su teléfono—

—Dio, tu realmente eres asqueroso— V

No paro de reírme con los miles de emoticones que me pone en sus mensajes.

—Para tu información, hace tiempo que no veo paginas pornograficas y cancele mis suscripciones—

—Oh, vaya. Ese eso sí que es un alivio— V

Ruedo los ojos ante su evidente sarcasmo en el mensaje, entonces una sonrisa malvada se asoma en mis labios y no dudo en teclear la respuesta que hará la quedarse muda.

—¿Para qué necesito pornografía, solnischko?—

—Mis sueños eróticos y sucios contigo, superan cualquier página pornográfica por mucho HD que tenga—

Espero un par de minutos para su respuesta y suelto una risa baja al saber que no va a responderme, niego con cierta diversión sabiendo que la he dejado sin palabras.

—Aparte de bruja diabólica, sucia y pervertida— murmuro para mí mismo.

—¿Estás bien?—

Tecleo una última respuesta antes de cerrar la conversación el pequeño solnischko.

—Nos vemos dentro de un par de días, solnischko. Sueña pornográficamente conmigo ;)—

Salgo de la aplicación y bloqueo el teléfono para poner mi atención en Yesika, quien toma asiento en su silla con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Lo siento, Yesika. No te escuché— digo sinceramente— ¿Me decías algo?—

—Te preguntaba si estabas bien— ladea su cabeza— pero te vi sonriendo a la pantalla de tu teléfono, así que, ya no me preocupé—

—Oh, sí— aclaro, carraspeo— estaba hablando con mi socia. Vendrá dentro de un par de días para hacer negocios con tu padre—

—¿Tu socia es una bruja?—

—Podría decirse— sonrío— tiene un don diabólico, eso digo yo. Aunque lo niega. Somos buenos amigos—

—Mi madre dice que las amistades entre hombres y mujeres, no suele funcionar—

Arqueo una ceja con cierta curiosidad.

—Bueno, creo que Valentina y yo, ya superamos esa etapa hace un par de años— me encojo de hombros— probablemente, la conocerás. No hago negocios sin ella—

—Deben ser muy unidos—

Demasiado.

Mi vida y la suya están atadas para siempre.

—Lo somos— afirmo con seguridad— tuvimos una historia algo complicada, pero, de alguna manera hemos encontrado un equilibrio— frunce el ceño— es mi ex esposa—

—Oh— sus cejas se arquean con evidente sorpresa— ya veo—

—Suena raro, pero no lo es— no me detengo— pero lo hacemos funcionar. Sinceramente, no le confiaría mi vida a nadie más que no fuera Valentina, me cuida la espalda y yo cuido la suya—

Si ella cae, yo también lo hago.

Si yo lo hago, ella también lo hace.

Somos todo o somos nada.

Esos eran nuestros lemas sobre nuestra amistad reconstruida.

—Comprendo—

—Es buena persona, se preocupa por los demás por encima de su propio bienestar—

—Nada mal para ser tu socia—

—Mm...— asiento— esa mujer doblega al mundo sin que se lo pidan—

—¿Pertenece a la mafia?—

—Lo hace y es...— silbo con orgullo— de las mejores mujeres con poder dentro de la mafia, en especial en la Bratva—

—Puedo verlo...— sonríe— sería agradable, llegar a conocerla—

—Probablemente sea así. Los negocios siempre los hacemos juntos—

—Entonces ambos podrán conseguir un buen trato con mi padre. Estoy segura—

—Es bueno escuchar eso— sonrío— ¿Nos vamos? ¿O gustarías pedir algo más de comer?—

—Dios, no— se queja, río— no puedo más con la comida—

—Entonces, mi trabajo fue bien hecho—

—Ya lo creo—

Ambos nos ponemos de pie para salir del restaurante y llevar a Yesika su casa de regreso, seguimos hablando de diferentes temas durante el camino, sonrío ante cada cosa que ella me dice acerca de sus clases de música.

Fue un buen almuerzo.

—Zar Novikov. Nuevamente, muchas gracias de regresar a mi hija sana y salva—

Asiento a las palabras del señor Asenov, Yesika se despide de mí con un saludo de mano mientras que yo le garantizo volver al restaurante otro día durante mi estadía aquí. Me quedo solamente con Evgeni en su sala, el hombre sonríe.

—¿Gusta quedarse a cenar, Zar?—

—Me encantaría, pero no puedo, tendré que declinar, señor Asenov. El almuerzo fue algo bueno que no tendré hambre en lo que queda del día— respondo— y tengo un par de pendientes por resolver, así que, tendremos que dejarlo para otro día—

Necesito preparar todo para la llegada del pequeño solnischko y sus achichincles.

—No hay problema en ello— responde— ¿Le parece bien este viernes?—

Pienso un par de segundos su propuesta, ciertamente la cena de este viernes sería buena. No solamente para poner las cartas sobre la mesa para hablar finalmente del negocio entre la Bratva y Lebed, me servirá porque ya tendré a Valentina aquí para que sea mi apoyo y hacer una buena propuesta.

—Suena muy bien, señor Asenov— afirmo— será un buen momento, para hablar finalmente de negocios junto a mi socia. Podremos hacerla en otro lugar—

Las cejas del hombre se arquean con sorpresa ante mis palabras.

—¿Socia?—

Asiento.

—Sí, socia— digo seguro— no hago negocios sin ella, somos una sociedad que depende de ambos. Lo que haga aquí, debo consultarlo con ella—

—Oh, de acuerdo...— responde— no se ven muchas mujeres dentro de este mundo, por eso lo decía—

Una sonrisa llena de orgullo se pinta en sus labios.

—Y ella no es cualquier mujer, señor Asenov. Se lo garantizo. Es mi mano derecha, por lo tanto, es importante para nuestros negocios—

—Muy bien. Entonces, mi familia y yo estaremos encantados de asistir—

—Es bueno oír eso— camino en dirección a la puerta— le avisaré de antemano, la hora y el lugar de la cena. Con su permiso, buenas noches—

—Buenas noches, Zar Novikov—

Salgo de la mansión Asenov y respiro profundamente antes de caminar en dirección a la camioneta donde me espera Yerik, frunzo ligeramente las cejas ante mi conversación anterior con Evgeni.

De acuerdo...

Eso fue un poco raro.

El resto de la semana pasó con demasiada rapidez que cuando menos de mi cuenta, había llegado el día en que Valentina, Salvatore, Bruno y Remy llegaran a Bulgaria, paso mis manos por encima de mi saco con cierto nerviosismo al ver nuevamente al pequeño solnischko, miro fijamente la puerta del ascensor.

Hay mucho de qué hablar.

Escucho como las puertas del ascensor se abren y levanto la vista de golpe esperando ver al tumulto de personas entrar a mi apartamento, pero no es así, solamente se anuncia la llegada de otra persona que no pensaba ver de nuevo hasta la cena del viernes.

—Yesika— digo— ¿Qué haces aquí?—

La chica sonríe con su habitual nerviosismo y sus mejillas rojas no se hacen esperar, camina con paso inseguro hasta encontrarse frente a mi.

—Yo este...— traga saliva— durante nuestro último almuerzo, me di cuenta de una cosa...—

Asiento, escuchando sus palabras atentamente.

—Pero primero necesito...— juega con sus dedos— lo siento...pero...—

Estoy a punto de preguntar a lo que se refiere, pero ni siquiera tengo tiempo de decir algo porque cuando menos los espero, algo se posa encima de mis labios impidiendo que salgan las palabras.

¿Que...?

La sorpresa es tan potente que ni siquiera puedo hacer movimiento al sentir los labios de Yesika encima de los míos, son suaves pero ni siquiera su tacto me hace reaccionar. Estoy tan aturdido por la acción, que no puedo hacer ningún movimiento.

Definitivamente.

No esperaba esto.

Justo en ese momento las puertas del ascensor se escuchan de nuevo y puedo alcanzar a oír varias exclamaciones a mi lado de diferentes personas.

—Oh...—

—Por...—

—Lucifer—

La voz de Valentina me trae de regreso a la realidad, separo mi boca de la de Yesika de forma abrupta y giro mi cabeza para observar a las personas que había estado esperando desde hace un par de días. Juro que me reiría de sus expresiones, si yo no tuviera la misma expresión que ellos.

—Esto...— busco las palabras.

¿Qué acaba de pasar?

¿Yesika me besó? ¿O fue al revés?

¿Qué rayos?

Todo está confuso.

Miro de nuevo a Yesika quien parece sorprendida ante su acción y al ver a las personas que acaban de llegar, sus mejillas se ponen rojas de inmediato y baja la cabeza con cierta vergüenza, se aparta de mí rápidamente para ir en dirección al ascensor antes de que sus puertas se cierren, cuando pasa por mi lado susurra por lo bajo.

—Lo siento—

Finalmente se va, dejándonos a todos con la sorpresa en nuestros rostros. Hasta que una voz masculina, se escucha en toda la entrada.

—Bueno...— silba— eso si fue un buen recibimiento. No es como si me gustaran las novelas románticas—

Poco a poco todos salimos de nuestro trance y miro al hombre que acaba de hablar, no se puede negar el hecho de que es hermano de Bruno, sus ojos azules son iguales a los de él. Lo miro de arriba abajo un momento y él hace lo mismo, extiendo mi mano con cierta renuencia.

—Debes ser Salvatore Greco— digo— Xander Novikov—

—Debes ser el Zar que busca venganza de mi familia— asiento— un placer—

—Lo mismo digo...—

—Bruno, pellizcame— giro en dirección a Valentina— ¿Soy yo o acabamos de ver como una chica besaba al gusano?—

—Comienzo a creer que estoy loco...— dice Bruno.

—Yo comienzo a creer que estoy drogado— termina Remy.

Carraspeo un poco, sabiendo que todos debemos hablar de lo que acaba de pasar.

—No me avisaron que ya llegaron—

—Te marqué cientos de veces y no me respondiste— habla Valentina— también a Yerik, para avisarles que ya estábamos en el ascensor, pero tampoco respondió— hace una pequeña mueca— de saber que estabas ocupado, hubiéramos llegado en otro momento...—

—No, no estaba ocupado— rasco el costado de mi cabeza— simplemente...¡Carajo! Estoy igual de sorprendido que ustedes—

—Lo notamos, chico— dice Remy— yo...¿Carajo que digo?—

—Ni yo sé que decir— respondo.

En ese momento Yerik llega a la sala con una sonrisa, la cual se ilumina al ver a su esposo. No duda en acercarse hasta Remy para tomar su rostro y besarlo, lo cual le saca una sonrisa al italiano.

—Precioso, no tienes idea de cuanto te he extrañado—

—Lo mismo digo, guapo— responde Remy— no me respondiste el teléfono, te marqué cientos de veces—

—¿En serio?— revisa sus bolsillos— demonios, debí dejarlo en el estudio—

Tanteo los míos y frunzo el ceño cuando me doy cuenta, que tampoco tengo el mío, por eso, no escuché las llamadas de la bruja.

—Yo también lo dejé en el estudio— suspiro, miro a Valentina— por eso, no pude responderte. Lo siento, solnischko—

—No hay problema, cucciolo— sonríe ligeramente, arquea una de sus cejas— entonces, ¿nos dirás quien es ella?—

Trago saliva con fuerza ante su pregunta, joder, creo que hay algo que no tomé en cuenta a la hora de que comencé a salir casualmente con Yesika y es que probablemente, la bruja me corte las bolas cuando sepa que es hija de nuestro próximo socio y que cualquier cosa que pase con ella, nos puede costar el negocio.

—Bueno, este...— rasco el costado de mi cabeza— joder, me vas a castrar—

—Comienzo a darme cuenta, Xander— cruza sus brazos encima de su pecho— ¿Que hiciste ahora, gusano?—

—Solnischko— digo con seriedad— la chica de hace un par de minutos, es Yesika Asenova—

Las cejas de Valentina se arquean con evidente sorpresa ante mi respuesta, señala las puertas del ascensor y nuevamente a mí.

—¿Asenova? No me digas...—

Asiento, sintiendo mi próxima muerte.

—Es la hija de Evgeni Asenov—

Un silencio pesado cae en la estancia un par de segundos, antes de que la bruja hable.

—Está bien...— dice despacio— bene...—

—Bruja...—

—Te mato, Xander—

—Joder, lo sé— afirmo— dejame terminar...—

—¿El que? ¿El hecho de que estás saliendo con la hija de Asenov? El cual podría ser nuestro próximo socio en esta guerra y por lo visto, no es un hombre de fiar. ¿Cómo esperas que esté tranquila cuando existe la posibilidad de que le rompas el corazón a su hija sin riesgo a que el trato se vaya por la borda?—

—Las cosa no fueron así— aseguro— independientemente de mi relación con Yesika, eso no deberá influir en nuestros negocios—

—¿Hace cuanto que sales con ella?—

—Desde hace un par de semanas—

—¿¡Qué!?—

—¡Espera!— levanto las manos en señal de paz antes de que se lance a mi cuello o peor, mis pelotas— ¡Somos amigos!—

—¡Tu no tienes amigos, pedazo de idiota! ¡Te conozco!—

Mierda.

En eso tiene un punto.

—Vale, en eso tienes razón—

—¿Cómo rayos terminaste involucrado con ella?—

—¡No lo sé!— exclamo— simplemente un día la llevé al centro comercial, le cancelaron su cita y me invitó un helado. Desde entonces, hemos tenidos encuentros casuales, su compañía es agradable—

—¿Qué edad tiene?—

Me quedo en blanco y ahora sí, estoy a punto de perder las pelotas.

—Dieciocho años—

—¿¡QUE!?—

Hago una mueca ante la potencia de su grito, trago saliva mientras Valentina me mira de la peor forma.

—¡Joder, Xander! ¡Prácticamente es una niña!—

—En mi defensa...— levanto mis manos— la edad de consentimiento aquí en Bulgaria, es de catorce años—

—Pero...— suspira, sé que está reuniendo todas sus fuerzas para no arrancarme la cabeza— ¿Tan siquiera te gusta?—

—Sí—

Otro silencio cae en la sala ante mi respuesta, las cejas de Valentina se arquean con sorpresa abriendo y cerrando la boca en busca de una respuesta coherente, al final simplemente suspira con cierta pesadez para mirarme.

—Está bien— la miro— en serio, Xander. Solo...— pellizca el puente de su nariz— espero que sepas lo que estás haciendo—

—Lo hago, solnischko—

Me acerco con cuidado a ella para tomar su rostro suavemente, beso su frente.

—Confía en mí—

—Lo hago— me abraza— no sé si debería brincar de alegría por que has encontrado una chica decente—

—Es muy decente, pero, no creo que lleguemos muy lejos— aseguro— es penosa y todo le causa nervios, incluyéndome. Lo que acaba de pasar, probablemente, le ha montado una mala película en su cabeza—

—Eso no te detuvo conmigo—

Porque desde el primer momento en que te vi, estuve seguro que era contigo con quien quería pasar el resto de mi vida.

Pienso.

—Lo sé, solnischko, pero son cosas diferentes— digo— tiene dieciocho años—

—Son solo doce años, cucciolo— me mira— en la actualidad, las parejas no son perfectas—

—Lo entiendo, Val. Simplemente, no creo que le guste, huye cada vez que tiene la oportunidad y llega un punto en que el silencio se vuelve un tanto incómodo—

—Oh, vamos— exclama con una pequeña sonrisa— estoy segura que lo lograrás, cucciolo. Si la chica te gusta, intenta algo con ella— golpea mi brazo— ya has dado un paso con las citas casuales, así que, sigue por ahí. Claro, si la chica te interesa mucho—

Asiento sin responder a sus palabras, simplemente tomo sus mejillas para besar una de ellas.

—Eres la mejor amiga que existe en el infierno, ¿lo sabes?—

Sonríe burlonamente mientras asiente.

—Lo sé, Xander. No puedes vivir sin mí—

—Claro que no puedo, será una suplicio mi vida sin ti—

—Y la mía sería un infierno doloroso sin ti—

—Entonces, ¿estamos bien?—

—Estamos bien, gusano— afirma— pero, a la otra. Cuéntame el chisme completo, cucciolo, así no me agarras desprevenida—

—Lo juro— levanto mi mano— siempre chismosos, nunca inchismosos—

Ambos comenzamos a reírnos y prontamente todos nos vamos al estudio del apartamento para hablar acerca de lo que significa tener a Salvatore Greco de nuestro lado, todos nos dispersamos por el lugar y la bruja toma asiento encima del escritorio mientras yo observo a nuestra última arma contra los Greco.

—Valentina ya me ha informado acerca todo lo que ha sucedido en Suiza— empiezo— aceptamos tu trato de que a cambio de que nos ayudes a destruir a tu familia, obtendrás de regreso tu puesto como Capo di tutti capi—

—Es un trato justo— asentimos— teniendo mi poder de regreso, la enemistad con la Bratva termina—

—No tan rápido— digo, todos me miran— cuando vuelvas al poder, no solamente vas a firmar el tratado de paz. Nos haremos socios para que las riquezas de todos, vuelvan a ser lo que eran antes de la llegada de Darío...—

—De acuerdo— afirma Salvatore— es lo más justo después de todo—

—No he terminado— siseo.

—¿Qué otra condición va a agregar señor Zar?— espeta con sarcasmo— ¿No es suficiente con pactar negocios con ustedes?—

—Quiero a la 'Ndrangheta de regreso en la mesa—

Valentina se atraganta con el trago de vodka que se había servido y comienza a toser con fuerza ante el ardor de su garganta por el alcohol, me apresuro a golpear su espalda varias veces, el pequeño solnischko me mira con sorpresa a lo que yo sonrío, acaricio su espalda suavemente.

—Es lo más justo, solnischko— afirmo— eres la que más a perdido de todos, lo mínimo que mereces es que el legado de tus padres, vuelva a ser lo que era—

—Yo...— veo como sus ojos se cristalizan suavemente— gracias, Xander. En serio—

—Esperen, yo no he aceptado—

—Opciones no tienes— decimos Val y yo al unísono.

—Muy bien— masculla Salvatore— se pacta el acuerdo de paz. Bratva y Cosa Nostra se hacen socios y la 'Ndrangheta vuelve a la mesa. ¿Algo más?—

—Sí— digo, coloco mis codos en la madera— cuando atrapemos a Carina y Darío, quiero a tu hermano para mí— aclaro— tengo una deuda que saldar con él. ¿El resto de la familia Greco? Es toda tuya—

Me pongo de pie y extiendo de nuevo mi mano, arqueo una ceja hacia Salvatore quien me mira con cierto recelo un par de segundos, antes de suspirar por lo bajo y rodar los ojos.

—¿Tenemos un trato?—

Estrecha mi mano con fuerza.

—Tenemos un trato— afirma— ¿Cuál es su plan?—

—Primero, tenemos que cerrar el negocio con los Asenov— habla Val— Lebed, tiene una gran variedad de armamento que nos servirá más adelante, buscan cómo expandirse en el comercio de la droga—

—Es ahí donde podremos ofrecerle un trato justo— continúo— al tener tres rutas completas por cielo, mar y tierra. Les garantizamos que su producto podrá moverse dentro de Europa y Asia sin riesgo a que la incauten en la aduana—

—Dado que nos deben un favor, podremos mejorar los precios de manera que nos beneficie a ambos. Que nosotros tengamos dinero, sin riesgo a que se pierda demasiado al mismo tiempo— habla Bruno, asentimos— ¿Qué tan débiles están sus finanzas?—

—Con la pérdida de la constructora Marchetti y la liquidación de los empleados. Sumando a los gastos de reparación del edificio, hemos perdido alrededor quinientos millones de euros—

—Carajo— maldice Salvatore— eso es mucho dinero—

—Cortesía de tu hermano— exclama Val, en sarcasmo— fue un lindo regalo de su parte, por haber terminado—

—Bueno, si que le salió caro el detallito—

—Ni que lo digas, Sal— afirma el solnischko— me las cobré con quitarle Calabria de sus manos—

—Lo más justo— suspira el hombre— ¿Donde entro yo aquí?—

—Cerrando el negocio con los Asenov, nos regresamos a Rusia a preparar otra parte del plan— miro a Salvatore— es ahí donde entrarás tú—

—Sabemos que los Greco, hacen una gala anual en diciembre—

—La gala navideña de recaudación de fondos para lavar el dinero de los negocios— afirma el hermano mayor de Bruno— ahí estará toda la élite de las mafias italianas y sus asociados—

—Lo sabemos— respondo— claramente, no estamos invitados, pero, nos auto invitaremos solos—

—Vamos a infiltrarnos— dice Bruno— terminaremos con los socios más allegados a Carina y Darío...—

—De manera en que ambos fueron los culpables de que sus socios hayan quedado como daño colateral en medio de esta guerra— sigue Salvatore.

—No— afirma Valentina— nuestro plan es culparlos por completo de esos asesinatos, así...—

—Todos los socios les darán la espalda con tal de no estar con lacras traicioneras— asentimos— bene, lo capto. Sigo sin entender, ¿para que me necesitan? Pueden hacerlos ustedes solos—

—Nuestro punto de partida es Carina Greco— habla Bruno, mira a su hermano— estas muerto, ¿no?—

—Hasta donde tengo entendido, sí—

—Nos hemos encargado de que tu madre piense que realmente estás muerto— continúo— nuestro plan es volverla loca, creyendo que eres un espectro del más allá en busca de venganza para conseguir paz. Ya sabes, como una mala película de terror—

—Cosa que no es una total mentira— prosigue Bruno— eres prácticamente un espectro—

—Oh, bueno gracias por el dato, fratellino. No lo sabía— rueda los ojos, Bruno se ríe— bene. Volver loca a mi madre, ¿hasta qué punto?—

—Hasta que ya no distinga la realidad de lo que sucede a su alrededor— respondo— entonces, su comportamiento y decisiones serán su perdición—

—Darío la sacará de la jugada y nos dará ventaja para atacar. Derrumbando a Carina Greco, todo será más fácil— termina Val— entonces, podremos volver a nuestras vidas sin chiste alguno—

Salvatore asiente ante cada una de nuestras palabras, mira a su hermano.

—¿Darío a encontrado a los túneles?—

—No, siguen ocultos. Solamente yo y tú sabemos donde se encuentran y a que habitaciones llevan cada uno— responde su hermano— son seguros—

—Me servirán para moverme por toda la casa—

—Por el momento, nuestro negocio principal son los Asenov— prosigo— mañana habrá una cena en un restaurante donde estaremos todos presentes— miro a cada uno de las personas— todos. ¿Estamos claros?—

Asienten.

—Finalmente pondremos las cartas sobre la mesa para el negocio y conoceremos a todos los Asenov—

—¿Qué sabes tanto de ellos?— pregunta Val.

—Evgeni y Milena Asenov, son quienes actualmente están a la cabeza. El hombre maneja toda la mafia y la mujer, es ama de casa. No hace nada con su vida— comienza— solo tienen una hija, Yesika Asenova. Aspirante a ser concertista de piano...—

—Y aspirante a que le enseñes a besar, cucciolo— canturrea Valentina, entrecierro mis ojos en su dirección— ay por dios, no me vas a decir que no lo has notado. Solo la vi dos segundos y la chica grita inocencia por todos sus poros, no puedes manipularla para que nos apoye, se delatará fácilmente—

—Como sea— digo— no tiene más familia. Sin hermanos, primos o tío de los que nos debamos preocupar más adelante si alguno muere—

—¿Algo más?—

—Evgeni no es idiota, sabe que buscamos un negocios con ellos y que haríamos lo que fuera necesario para obtenerlos de nuestro lado—

—Es donde entra nuestra propuesta de negocios—

—Exactamente— afirmo— lo presionaremos de manera sutil pero eficiente, para que acepte nuestro trato—

—¿Qué pasa si se niega?— pregunta Bruno— sus tratos son buenos, pero cabe la posibilidad de que se niegue—

—Entonces, lo haremos a la mala— digo— pero de que los Asenov, se van con nosotros. Se van. ¿Alguna duda?—

Todos niegan y cada uno de nosotros nos vamos a nuestras diferentes ocupaciones, Bruno y su hermano se fueron a descansar. Remy y Yerik, pidieron privacidad junto a un pequeño tiempo libre para ir a almorzar juntos, dejando a Valentina y a mí solos.

—Entonces...— digo con una pequeña sonrisa— ¿Que novedades tienes?—

El pequeño solnischko se ríe antes de sentarse en una de las sillas frente a mi escritorio, suspira con una pequeña sonrisa.

—Te perdiste de mucho—

—Ya lo creo—

Los dos nos enfrascamos en una larga conversación para ponernos al día como debe ser. De vez en cuando mis pensamientos se dirigen a la cena de mañana e internamente, espero que todo salga bien y que logremos obtener a los Asenov de nuestro lado.

Realmente lo espero.

Bebo un trago de la copa de vino mientras acaricio suavemente el muslo desnudo de Valentina, en busca de tranquilizarme cuando Evgeni termina de leer nuestra propuesta de negocios.

Habíamos tenido una larga cena con un ambiente agradable con Lebed y Bratva, donde los Asenov conocieron a Valentina, Bruno y Salvatore junto a su respectivo guardaespaldas.

La charla fluyó de manera en que fue fácil poner las cartas en la mesa sobre el negocio, pude notar como Milena, Yesika y Evgeni Asenov se quedaron sorprendidos ante las respuestas seguras de Valentina para el trato, no cabía duda que mi socia era la mejor en su campo y no dudaba en demostrarlo cada vez podía.

Me enorgullezco de eso.

Ahora solamente, nos quedaba esperar su respuesta para nuestra unión y sociedad. Evgeni Asenov se limpia los labios eliminando el resto del vino antes de mirarnos profundamente, asiente para hablar.

—Bien, Zar Novikov y Reina del Alboroto. Debo decir que la propuesta que me hicieron es bastante prometedora al igual que lo fue toda esta cena, gracias de antemano por hacernos pasar un momento tan agradable—

—El placer es nuestro, señor Asenov— afirmo.

—Continuando con el trato, es muy bueno. Me ofrecen un equilibrio perfecto en donde ambos salimos beneficiados y a un buen precio, se los apremio—

Escucho en silencio y siento como la pierna de Valentina, se tensa ligeramente, la observo un momento para notar que no despega su mirada de Evgeni, casi si estuviera guardando cierta cautela hacia él.

—Estoy dispuesto a aceptar su propuesta. Siempre he buscado expandirme en mis negocios con la droga y estoy dispuesto a dejarlo en sus manos—

Aprieto mis labios suavemente para reprimir la sonrisa que quiere salir de mis labios, a mi frente veo como Yesika sonríe un poco ante las palabras de su padre, bebo otro trago de vino.

—Pero tengo una condición—

Valentina y yo nos miramos un momento, sabíamos que hacer negocios con Asenov, sería complicado que siempre buscarían sacar más ventaja de nosotros. Asentimos ligeramente, para mirar a Evgeni.

—Lo escuchamos, señor Asenov—

El hombre sonríe como si acabara de ganar la lotería y sus siguientes palabras, son lo suficientemente poderosas para que Valentina escupa el vino sobre la mesa y todos los de mi mafia se queden sorprendidos ante lo que ha dicho.

—Quiero que se case con mi hija—












¡Feliz miércoles a todas!

Como les dije en twitter, hoy amanecí con el furor de #TeamYesxan y me vale que me vayan a linchar por eso JAJAJAJAJA

Son muy adorables juntos, así que, se aguantan ;v JAJAJAJA

Ni modo, es lo que hay pecadoras...

ANTESSSSSSS

De que me saquen conclusiones apresuradas sobre el último tramo del capítulo...

Nos faltan varias cositas que ver con respecto al inicio de esa cena y a la familia Asenov...

Se verá en el siguiente capítulo.

No me vayan a linchar a la chica :v, ¿de acuerdo?

Como dije desde el inicio de la historia, aquí hay muchos secretos, mentiras y verdades que les costarán creer a veces. 

Y las conozco, pecadoras tóxis JAJAJAJ

Cuando se enteren de todo el trasfondo de cada personaje, me van a llorar de verdad ;v

Y claramente, yo voy a gozarlo para hacer mis cubitos de hielo para mi juguito de maldad...

En fin, una última cosa antes de irme...

Recuerden...

"No todo lo que brilla es oro"

Sin más que decir...

¡Nos vemos el viernes!

Atte. Su escritora 💜✨













Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

166K 7.6K 33
¿Te imaginas ser una espia el FBI sin conocer a tu nuevo Agente y que en un operativo tengas que ir a hacer un privado sin saber a quien se lo haces...
24.8K 2.8K 49
Bilogía Tiziano. Libro ll. Existen lazos que son imposibles de olvidar, huellas que quedan marcadas en la piel como si fuesen un tatuaje. Danella c...
1.4K 87 10
Anna Ferrari, bisnieta de Enzo Ferrari pelea para convertirse en la primer piloto mujer de la F1 en 2023 dentro de la scuderia Ferrari Sin saber que...
649K 2.2K 3
Después de divorciarse de Jacob Cavanni , un divorcio inesperado , un corazón roto y todas las ilusiones perdidas , Leah Smith creía que no iba a vo...