Don't cry

By Polette2206

4.1K 361 50

Itachi sufrió mucho cuando Shisui lo engañó para casarse con Izumi, ese engaño le costaría muy caro, pues su... More

2
CHAPTER 3
CHAPTER 4
CHAPTER 5
CHAPTER 6
CHAPTER 7
CHAPTER 8
CHAPTER 9
CHAPTER 10
CHAPTER 11

CHAPTER 1

974 63 4
By Polette2206

¡Hola buenas noches, tardes, días! esta es una nueva historia, espero disfruten de ella, de antemano agradezco que se tomen el tiempo de leerla y votar por ella. Mil gracias por leerla.



Despertó con un enorme dolor de cabeza, de hecho, el dolor hizo que se despertara. Movió sus manos como si buscara algo en la cama, se levantó de golpe al sentir que no había nadie, sentado en la orilla de esta, pasó con desesperación sus manos entre sus cabellos, posando por un rato una de ellas sobre su frente, ardía, todo dolía, su cuerpo, la cabeza, sus manos.

Cerró con fuerza los ojos, inhalando aire, quería llenar sus pulmones de este, exhalando y repitiendo la acción más de una vez, sentía que le faltaba, necesitaba sentirse vivo, el más mínimo detalle que le confirmara que así era. Todo en su vida los últimos meses se había ido a la mierda, incluso él mismo que había comportado como una. ¿En qué momento decidió que su pareja pagaría por el daño que a él le habían hecho? No lo merecía, su novio había sido una ángel con él, había llegado para llenarle de colores su vida, una que estaba sumergida en la penumbra entre el dolor y angustia.

Así habían sido su anterior relación, un sinfín de engaños, sufrimiento, mentiras, pero él, él llegó con la más pura inocencia, creyendo en todas sus mentiras. Mentiría si diría que no lo amaba, lo amaba demasiado y eso le asustaba. Creer que también lo engañaría, le rompería el corazón. Por eso se adelantó a hacerlo primero, ya nadie lo lastimaría. Suspiró derrotado, tal vez su novio se cansó y decidió dejarlo; lo había lastimado mucho; se golpeó en la frente al sentir una punzada de dolor, ya recordaba su novio lo encontró en la cama con otro, apareció en el preciso momento en que le decía "te amo" a... no tenía idea de quien era aquel sujeto al que se llevó a la cama, estaba ebrio. Borrachera que se le bajó al ver el rostro de su novio, no se lo merecía, lo lastimó tanto y ese fue el colmo.

- Es verdad Naruto me dejó – dijo en un susurro para el mismo, comenzó a llorar, Naruto había sido la única persona que lo había amado incondicionalmente, que le entregó su corazón sin dudarlo y él solo lo había lastimado. Pero no era su culpa, tenía miedo de ser engañado de nuevo, tenía miedo de entregar su corazón. Trato de esforzarse de ser un buen novio, pero lo único que consiguió fue ser un asqueroso bastardo que terminó por romper el corazón sin piedad del rubio. – Naruto – dijo su nombre, tal vez no merecía decirlo. Tendría que buscarlo, pedirle, nuevamente, perdón. Ya lo había decidido, buscaría ayuda psicológica, Naruto era el único que valía la pena y si tenía que humillarse, suplicar o ganarse su perdón lo haría.

Caminó con pesadez al baño, una buena ducha ayudaría. Tenía muchas cosas que pensar, primero limpiar ese apartamento de mierda, tal vez sería bueno venderlo y comprar una pequeña casa, reiniciar de nuevo, segundo buscar ayuda, recordaba vagamente que Yahiko le había recomendado una buena psicóloga, buscaría la tarjeta y llamaría, por último buscar a Naruto, hablar seriamente con él, se lo debía.

Entró al baño poniéndose de pie frente al lavabo, se miró aturdido en el espejo, pasando sus manos por su rostro. Con cuidado deslizo sus dedos por esas marcas que viajaban de la parte inferior de sus ojos hacia abajo. Jadeo de dolor, esas marcas no estaban ahí ¿cómo aparecieron? Sus ojos ardían, y su dolor regresó. Pequeñas imágenes llegaban a su mente, sus piernas temblaban, eso era mentira, no podía ser cierto. No se dio cuenta en que momento comenzó a llorar, comenzó a hiperventilar.

- No – decía una y otra vez con dolor y angustia – Naruto – dijo su nombre, era lo único que le quedaba, sabía que sus planes no iban a funcionar, comenzó a recordar todo. Ese era su castigo por lastimar a la persona que más lo amo, por traicionar su confianza, por romperle el corazón sin pensar en las consecuencias de sus actos por ser la persona más egoísta – perdóname, perdóname por favor – gritó, lloró, golpeó el suelo con frustración nada lo iba a ayudar en ese momento, seguramente el rubio ya era feliz a lado de alguien más. A prisa se arrastró hacia el retrete el vómito le siguió después de ese pequeño acto de ira. No supo que fue lo que vomitó, no había desayunado nada, peor aún, no entendía la situación en la que se encontraba.

Lavó con ímpetu sus dientes y enjuagó su boca, tomó una ducha rápida, si lo que recordaba era verdad ¿qué estaba haciendo ahí? Todo era confuso, anoche había estado bebiendo de más, hasta el punto de no saber cómo llegó a su casa. Suspiró al darse cuenta que había regresado solo, no había nadie más en esa casa. Se dirigió a la cocina, un café ayudaría a calmar sus nervios. Puso a muy bajo volumen, casi inaudible, la radio, necesitaba algo que rompiera, pero no de forma abrupta, ese maldito silencio que lo estaba volviendo loco. Iba a salir a buscar a su rubio. El café era reconfortante, en la radio sonaba una canción que hizo que su corazón se estrujara, creía que se detendría.


I saw yoy dancing in a crowded room

you look so happy when I'm not with you

But then you saw me caught you by surprise

A single teardrop falling from your eye


Respiró más rápido, necesitaba salir de ahí, tenía que buscar alguna explicación. Recordó todo cuando escuchó esa canción. Anoche fue a un bar, habían pasado dos meses desde que Naruto descubrió su infidelidad. Desde ese día el menor no quiso verlo, le había perdonado demasiadas cosas, pero esa sería la última.



Itachi Uchiha, un joven de cabellos azabaches, ojos color negro con una pequeña deformidad en ellos, unas pequeñas manchas de color carmín. Itachi era hijo de un importante Gobernador de Japón. Siempre tuvo todo, aunque su madre lo educó para ser una persona honesta, alguien en quien todo mundo podía confiar, tenía un pequeño defecto, tenía la necesidad de proteger a todos, cargar la culpa de los demás si era necesario. El azabache vivía enamorado de Shisui, era un miembro de la enorme familia conformada por todos los Uchiha, no era su familiar directo, así que no se opuso a ser su novio. Itachi lo amaba, se entregó a él sin condiciones, pero solo recibió rechazos y engaños. Shisui nunca le dijo a sus padres que le gustaban los hombres, siempre le prometía a Itachi que haría oficial su noviazgo, que le diría a sus padres para no verse a escondidas. Pero no podía hacerlo, no cuando él estaba comprometido con la hermosa Izumi Uchiha, la idea era heredar la empresa de ambas familias, que todo se quedara entre la comunidad Uchiha, difícilmente permitían que alguien entrara en ese cerrado circulo.

- Siempre dices lo mismo –

No de nuevo pensaba el azabache mayor, las últimas semanas peleaba con Itachi por la misma razón, el menor quería que su novio hablara con sus padres, que les dijera que ambos eran novios – Ya te dije que debemos esperar, la salud de mi padre no está muy estable, no quiero causarle la muerte – en realidad él deseaba casarse con Izumi, era ambicioso, y no podía negar que aquella castaña le gustaba, lo complacía en la cama y estaba seguro que sería una buena madre. No es como si no quisiera a Itachi, pero no lo amaba, le gustaba tener sexo con él, pero solo eso. No tenía intenciones de arruinar su futuro por él, no lo amaba y ya empezaba a cansarse de él – cariño, prometo que hablaré con él en cuanto se mejore –

No le dio tiempo a nada más, se abalanzó sobre él callándolo con un beso, eso era mejor que escuchar sus quejas.

Lo que nunca espero Itachi fue que su gran amor lo engañara de esa manera, le había entregado todo, había dado todo por él, y lo único que obtuvo por parte del de cabellos cortos fue la invitación a su boda y un "lo siento, yo amo a Izumi" eso rompió su corazón, verlo feliz en el altar dándole el sí a aquella maldita que se atrevió a robarle su corazón, esa maldita que se quedaría con él, y que sería la única que recibiera sus besos y caricias, sus sonrisas. Después de la recepción Itachi lloró encerrado en su habitación, estaba sumergido en la depresión por culpa del imbécil de Shisui, con el tiempo trato de comenzar de nuevo, conocer personas, rehacer su vida, aceptando poco a poco que el mayor no lo amó, y que él ya estaba felizmente casado.



Hasta que un día conocía a la persona más amable, honesta, hermosa, cariñosa del mundo, no tenía adjetivos para describir lo que pensaba de Naruto, él era un par de años menor, hijo de un empresario importante, conocía su nombre y conocía a su padre, pero no a él, a ese rubio de ojos color cielo. Desde el primer día que lo vio se enamoró, sabía que él era su alma gemela, a su lado siempre reía, el tiempo se le iba rápido. Odiaba cuando tenían que despedirse. Era algo que amaba del rubio, jamás llegaba tarde a casa, el día que decidieron intimar fue el mejor de su vida. ser la primera vez de Naruto lo lleno de orgullo, le hizo el amor con maestría, con amor. Con él todo ese dolor y deseos de morir que en algún momento de su vida sintió, desaparecieron, con el rubio todo era felicidad. Las ocasiones que discutían siempre resolvían de la mejor manera.

Por fin le pidió que vivieran juntos, Naruto había terminado la Universidad y trabajaba en la empresa de su padre, Itachi tenía un cargo importante en el gobierno, seguramente sería muy pronto gobernador de alguna prefectura. El de ojos azules aceptó inmediatamente, si alguien le preguntaba el significado de la palabra amor, él contestaría que todos los significados que pudiera haber tenían una sola palabra "Itachi" porque no dudo en darle todo de él, su vida, su amor, su tiempo. Pero las inseguridades de Itachi al saberse que alguna vez le rompieron su corazón salieron a flote, ver a Naruto reír y platicar animadamente con la asistente de su padre despertó en el azabache la duda que habitaba en su corazón. Su mente comenzó a mostrarle imágenes donde veía a Naruto engañarlo, abandonándolo por ella.

Poco a poco le prohibía al rubio salir, dejó de visitar la oficina de su padre, a menos que fuera muy necesario, para el rubio su prioridad era su pareja, sabía del engaño que sufrió, así que no quería que sus dudas llegaran. Ya no salía con sus amigos, prefería quedarse en casa con el pelinegro. Pero un día este no llegó, diciendo que iría a beber con sus amigos, Naruto no le dio importancia, su pareja lo merecía trabajaba demasiado, a esa salida le siguieron muchas más y con ellas el olor a perfume ajeno, el rubio cuestionaba, pero Itachi siempre negó o se enojaba para terminar la discusión. Pensaba que nunca nadie lo lastimaría de nuevo, no era culpa de Naruto, su naturaleza era ser demasiado sociable, jamás le cruzó por la mente engañar a su pareja. Su relación se fue fragmentando a pasó rápido. El rubio se cuestionaba en que estaba fallando mientras el azabache se arrepentía de todo lo que hacía.

Los amigos de Naruto lo aconsejaban, tenía que dejar a Itachi si no quería terminar más lastimado de lo que ya estaba. Él se negaba muy en el fondo creía que podía cambiar, un poco de ayuda serviría y cuando su corazón y alma estuvieran listos, todo cambiarían y serían felices. Una noche el rubio llegó a casa después de trabajar todo el día, el par de zapatos de más le hizo pensar que tenían un invitado, así que se apresuró a entrar al departamento, no había nadie, comenzó a sentirse nervioso, su novio no se atrevería a llevar a alguien a su casa ¿verdad? Camino por el largo pasillo, uno que sintió interminable, para dirigirse a su recamara. Dejó de respirar por unos segundos al escuchar gemidos provenientes de su habitación, con pasos lentos y con sus piernas temblando se acercó abriendo la puerta en el momento en que Itachi tenía un orgasmo y junto a él le decía te amo al tipo a quien se estaba cogiendo en ese instante.


- ¡Itachi! – gritó el rubio, estaba roto, si faltaba poco para dejarlo destrozado como a él lo habían dejado, pues lo había logrado, Naruto estaba roto, lastimado y con un enorme hueco en el corazón.

- ¡Mierda! – la borrachera que tenía Itachi desapareció en ese instante, se levantó de la cama tratando de alcanzar a un rubio que corrió para alejarse de ahí – No se quien seas, pero será mejor que te vayas de mi casa – el aludido levantó sus hombros y prosiguió a vestirse dedicándole un "llámame si necesitas consuelo" al pelinegro. Escuchó la puerta ser azotada, el rubio ya no estaba en su casa.




Sacudió su cabeza, dolía de nuevo y ese maldito recuerdo solo lo dejó más aturdido, apagó la radio antes de que continuara la canción, la tenía tan metida en su mente, tal vez es escucharla y recordarla una y otra vez sería su castigo.

Lo mejor sería salir a buscar a Naruto, regando a dios que el menor lo quisiera ver y hablar con él. Se detuvo antes de abrir la puerta, su mano sostenía el picaporte, sintió un frio recorrer su cuerpo, con miedo volteó a su casa, el problema es que esa no era su casa, él vivía en un departamento, no en una casa. Con miedo camino a la casa, había fotos de él y de Naruto, cuadros que recordaba estaban el departamento que en algún tiempo compartieron ¿Qué mierda estaba pasando?


Continue Reading

You'll Also Like

52K 5.4K 20
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
110K 5.6K 29
Ambos viven en la masía. Desde que se conocen Héctor siempre la ha molestado. Y ella no piensa nada bueno del él. Pero todo cambiará tras un trabajo...
88.5K 5.3K 38
Porque Avery Leclerc siente que nadie va a volver a amarla tanto como Max Verstappen, hasta que Lando Norris le demuestra lo contrario. o Porque Lan...
245K 39.8K 35
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!