Don't cry

CHAPTER 10

No supo en qué momento sus inseguridades habían ganado, perdido sin poder salir de ese hoyo en el que cayó, perdido en sus miedos, en el temor de saberse engañado que no le había permitido disfrutar el tiempo que pasó en vida con Naruto, esa sensación de sentir sus labios, esa corriente eléctrica que recorría su espalda al mínimo roce. Sabía que era demasiado tarde para arrepentirse, el mal ya lo había hecho y lo único que le restaba era hacerlo feliz en aquel lugar, para que el menor pudiera redimirse e ir al cielo lo antes posible.

- ¡Buenos días! ¿Dormiste bien? – Naruto iba bajando las escaleras, se había quedado a dormir en la casa de Itachi, y aunque solo durmieron sin llegar a más, él se sintió de lo más feliz, sin poder explicar esa sensación que se había instalado en su corazón. El azabache preparaba el desayuno.

- Si, gracias – con timidez se sentó en la barra que estaba en la cocina, el azabache le dio un taza con café recién preparado – Asuma nos invitó a comer a su casa –

- Tendrás que ir tú solo quedé de ver al abuelo el día de hoy – Naruto se puso serio, comenzó a creer que Itachi se enojaría o trataría de convencerlo de no ir como lo hacía su ex pareja.

- ¿Estás seguro? –

Itachi recordó que en vida hubiera hecho todo un escándalo al punto de hacer sentir mal a Naruto y este desistiera de salir a algún lado, cuando miró el rostro del rubio supo que no había superado ese miedo de pedirle algo y esperar incluso algún golpe como respuesta, rápidamente se acercó al menor y tomó su rostro entre sus manos, depositándole un pequeño beso en los labios – no pasa nada amor, puedes ir, sé que Asuma te agrada y me hubiera encantado ir contigo, pero no puedo, ve tu amor –

- ¿No te molesta? – recordando lo que su ex hubiera hecho en esas circunstancias, era necesario preguntar. El azabache negó dándole un beso más intenso – gracias, perdón, pero es que mi ex me hubiera golpeado o chantajeado para no ir –

- Tu ex era un idiota, sé que apenas estamos empezando y por eso mismo quiero que sepas que confío ciegamente en ti – claro que había sido un idiota y lo que le sigue, pero ya no más, eso celos enfermizos se habían ido, en ese lugar había aprendido de todos los errores que cometió y el daño que le causó a Naruto, y era su oportunidad de remediarlo, no es lo que hubiera deseado, pero era lo que había. – En la noche que nos veamos me cuentas como te fue –

- Gracias – el rubio abrazó a Itachi con amor y cariño, no entendía porque tenía esos sentimientos hacía él si no tenían mucho de conocerse, aunque ese sentimiento de nostalgia que sentía cuando estaban juntos no desaparecía, es como si se conocieran de hace mucho. Terminó su desayuno platicando de cosas triviales que hacía cuando vivía, las cosas que solía hacer antes de conocer a su ex y que lo hacían sentirse feliz, Itachi sonreía pero por dentro se lamentaba, Naruto había dejado muchas cosas por él, cosas que amaba hacer, personas que eran importantes para él, y lo hizo para demostrarle todo el amor que le tenía.

- Anda ve a arreglarte, nos vemos más tarde ¿quieres que pase por ti a la casa de Asuma? –

- No, yo regreso a casa, gracias –

Itachi se dirigió a la casa del abuelo, el que lo haya llamado no era nada bueno, temía que algún familiar llegara pronto, tal vez su padre, Sasuke, o peor aún su madre. Su corazón no dejaba de latir con fuerza, sus manos sudaban, pero su semblante se mostraba sereno, sin ninguna alteración.

- Pasa Itachi, tiempo sin verte – el abuelo se hizo a un lado para que el menor entrara a su pequeña casa, una que siempre daba un sentimiento de paz.

- Abuelo – tomó asiento en uno de los sillones, su corazón se aceleró aún más - ¿qué pasa abuelo? – preguntó sin más, era importante estar preparado para todo.