CHAPTER 9

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La risa que soltaba Naruto cada que escuchaba a Asuma contarle alguna de sus aventuras de adolescente, la compañía de él y Konohamaru le gustaba demasiado, Itachi observaba y de vez en cuando reía, ahora podía entender que si Naruto disfrutaba de las pláticas de terceros no significaba que planeaba engañarlo, ahora disfrutaba al verlo reír de esa forma, se sentía feliz al ver que el rubio se divertía, amaba cada día más la mirada que le daba de vez en vez, como diciéndole que le gustaba y lo amaba.

- Ven hermanito Itachi – Konohamaru le pedía al azabache que lo acompañara al columpio, eso significaba que dejaría solo a Naruto con Asuma, en vida se hubiera negado, y seguramente lo hubiera chantajeado para irse, pero ese día era diferente, vio al rubio y este asintió, como dándole permiso a ir, tanto él como Asuma dirigieron su mirada al pelinegro y al pequeño, quien reír y le pedía a Itachi que lo empujara con fuerza.

- Te llevas muy bien con Itachi – Asuma no era tonto, él conocía la historia de esos dos, prefería mantenerse al margen, estaba consiente que Itachi lo sabía, pero Naruto no, él no lo recordaba, tal vez no debía recordar a nadie que tuviera que ver con el azabache.

- Si, él es muy agradable, me gusta – tapó su boca terminado la oración, no era su intención declarar que le gustaba, pero no pudo evitarlo, la cercanía con el azabache y la convivencia en su día a día habían hecho que comenzara a verlo con otros ojos, unos de amor, no pudo evitar enamorarse de él, pero sentía que estaba mal, y tal vez era un amor no correspondido.

- Jajajajaja no tienes por qué apenarte, se nota –

- Que vergüenza – ahora cubrió por completo su rostro completamente rojo – no le digas nada por favor, no creo que sea correcto abrumarlo con mis sentimientos cuando él está lidiando con los suyos –

- Tu secreto está a salvo, pero no lo guardes por mucho tiempo, deberías decirle lo que sientes pronto –

Naruto observo a Itachi y esa hermosa sonrisa que difícilmente mostraba, era tan cautivadora, perfecta. Sus ojos se cruzaron y se miraron por varios segundos, el azabache le sonrió con ¿amor? Naruto le regresó la sonrisa y sintió cómo su corazón latía más rápido, y ese molesto malestar en su estómago.



Se retiraron a casa cuando el cielo se nubló, anunciando que llovería pronto, Asuma les ofreció tomar un café en su casa, invitación que ambos aceptaron.

- ¡Que delicioso café! Hacía mucho que no disfrutaba uno así – Naruto estaba feliz, ese día en especial, la compañía de ambos era tan gratificante.

- Que bueno que te gusta, ahora me encanta preparar café, desde que Sakura se marchó de aquí opté por tomar su lugar, yo lo llevo a los trabajadores de la construcción – Itachi sonrió, su abuela era tan buena, ojalá en otra vida pudieran coincidir.

- ¿Ya estás bien con Konohamaru? – el rubio no quería ser indiscreto, pero se preocupaba por el menor, porque tuviera el amor de su padre y pudiera pronto partir de ese lugar. El menor asintió con felicidad.

- Ya, ahora le demuestro todo el cariño que no pude darle en vida, me arrepiento tanto por haberlo lastimado de esta manera, pero ya estoy bien, ya perdoné a mi ex esposa, ahora empiezo a perdonarme a mí mismo y cambiar lo que pueda de mi. La relación con Kurenai, mi ex esposa, estaba destinada a fracasar desde un principio, yo me aferré a un amor enfermo, eran peleas, celos, incluso llegamos a los golpes. – Pensó por donde debía empezar – la primera vez que me engañó lo negó tan descaradamente, su asistente, él era su amante, los vi besarse y aun así lo negó, después de eso yo vivía con la incertidumbre de saber si trabajaba o estaba en el hotel con algún amante.

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