MI DESTINO

By Nereida2902

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A los cinco toque mi primer instrumento. A los ocho ya sabia tocar cuatro instrumentos. A los disecaseis era... More

Sinopsis.
Capitulo 1:
Capitulo 2:
Capitulo 3:
Capitulo 4:
Capitulo 5:
Capitulo 6:
Capitulo 7:
Capitulo 8:
Capitulo 9:
Capitulo 10:
Capitulo 11:
Capitulo 12:
Capitulo 13:
Capitulo 14:
Capitulo 15: 10 normas
Capitulo:16 Primera base.
Capitulo 17:
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20.
Capitulo 21.
Capitulo22.
Capitulo 23.
Capitulo 24:
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28.
EPILOGO
Extra 1

Capitulo 29.

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By Nereida2902


El viaje duro un par de horas en coche, Singto no dijo nada en ningún momento tan solo sonreía y apretaba mi mano cuando yo preguntaba donde íbamos. No podía reconocer nada a mi alrededor. Al cabo de una hora de conducir por carretera Singto se desvío hacia  un bosque, por el cual circulamos durante bastantes minutos asta que Singto se detuvo en frente de la nada no podía ver nada a nuestro alrededor.

-Vamos sal. Dijo mientras me abría la puerta del coche y tendía su mano para que saliese. 

-Sing ¿Dónde estamos? Dije mientras notaba como Singto me abrazaba por la espalda. 

-En nuestra cita, mira. Dijo mientras señalaba hacía arriba, mostrando una caseta completamente de cristal la cual se camuflaba entre la arboleda del lugar. 

Yo solo pude exclamar -¡Guau! Lo que hizo que Singto sonriese mientras apoyaba su cabeza en mi espalda. 

-Te gusta. 

-Si. Fue lo único que dije mientras no podía dejar de observar el lugar.

-Off me dijo que trajo aquí a Gun por su aniversario y que le había gustado mucho, por lo que pensé que te merecías unas vacaciones, y al ver el lugar pensé que sería el lugar perfecto. 

Yo solo pude mirar hacía delante. -Gracias. Susurre sin casi voz al ver que lagrimas amenazaban en salir. 

-Hey! si no te gusta podemos ir a otro lugar. 

-No,  no, no dije mientras me alegaba del y empezaba a negar. -Me gusta, me gusta mucho. Solo es que estoy emocionado.

-No debes darme las gracias, solo disfrutar. Dijo ahora a mi lado y estirando de mi para que subiésemos a la casa. 

Una vez dentro Singto explico que nadie podía vernos desde fuera que los cristales eran espía y que nosotros podíamos ver todo, pero que de fuero no se podía ver. Yo solo asentía mientras miraba todo a mi alrededor, era como una pequeña casa, contaba con todo lo necesario para poder vivir, cocina, salón, dormitorio, y un baño que no tenía palabras para describirlo.

-Wow, es precioso. 

-Una de las cosas que más me gustaron de este lugar fue el baño al aire libre, y por lo que veo tenemos el mismo gusto. 

Yo solo sonreí, el baño junto a la habitación no había palabras para describirlo, todo a nuestro alrededor era bosque, nada que molestase, nadie que nos escuchase, era perfecto. 

Una vez exploramos todo, dejamos las  dos maletas en la habitación, yo no había echo mi maleta, Singto se había encargado de todo. 

-Pasaremos aquí tres días Krist, todo el mundo esta informado, no tienes que preocuparte por nada, tan solo hay que disfrutar de la recompensa. Dijo guiñándome un ojo.  Lo que hizo que me pusiese nervioso. haciendo que le lanzase un cojín de la cama. 

Lo que hizo que Singto empezase a reír. 

-Tonto. Dije sabiendo muy bien que me encontraba completamente rojo. 

-Vamos Kit, vayamos a preparar algo para comer. 

Dijo mientras me miraba sin parar de reír. 

Singto se encargo de cocinar, mientras yo pelaba las verduras, durante todo este tiempo me había dado cuenta de que no sabía cocinar, a duras penas sabía pelar las frutas y verduras, durante todos estos años, había omitido todo lo relacionado con la cocina, y ahora era capaz de darme cuenta de mis nulas cualidades culinarias. Por otro lado, la señora Navi, me había contado hacía un par de días que durante mi internamiento Singto había acudido todos los fines de semana a casa para que lo enseñase a cocinar. Lo que hizo que mi corazón latiese más fuerte cuando la tía Navi me lo conto. 

-Así que ahora eres un buen cocinero. Dije mientras intentaba pelar la patata. 

-Si, señorito, siempre he sido un buen cocinero, solo es que no quería mostrarlo. 

-Si claro. Dije.-Aun recuerdo cuando una mañana de instituto me trajiste tostadas francesas, las cuales estaban igual de morenas que las sartén que tienes en la mano. Dije mientras intentaba no reírme.

-Señorito, se esta burlando de mi cocina. 

-Yo, no, nunca lo aria. Dije sin poder parar de reír. 

El solo me apunto con la sartén mientras empezaba a reírse tan bien. Tras ello, empezó a cocinar mientras yo una vez las verduras estuvieron todas peladas  y lavadas me dedicaba a observarlo.

-Gracias Sing. El aludido me miro sin comprender por que lo decía. 

-Por que lo dices Kit. 

-Tu madre me dijo que habías estado yendo todos los fines de semana a casa para que te enseñara a cocinar, me conto que fuiste porque querías cocinar cosas ricas para mi, para así poder cuidarme mejor.

-Esa mujer. Dijo mientras negaba y podía notar un tono rojizo en sus meguillas. 

-Ella solo quiso decírmelo, para que supiese lo mucho que me quieres. 

-Yo solo quiero que disfrutes de comidas deliciosas, y que te enamores de mi en cada comida un poco más. 

Yo solo pude agachar la cabeza sonrojado. Sabía lo mucho que Singto había luchado por mi, y no iba a defraudarle, no iba a dejarlo, nunca lo aria, tendría que ser el que me dejase para que no luchara por el, iba a demostrarle lo mucho que lo amaba. 

Tras aquella pequeña charlo yo tan solo me dedique a observarlo desde la barra de la cocina, verlo tan concentrado solo hacía que mi estomago sintiese mariposas. 

-Te gustan las vistas. 

Yo asentí mientras me mordía el labio. 

-No hagas eso señorito. 

Yo solo pude volver a morderme el labio. 

-Kit. Pero antes de que pudiese decir algo más, Singto había llegado a mi lado y se encontraba devorando mis labios. 

El beso fue rápido pero intenso. Ya que la comida se encontraba en el fuego.

Luego del beso mis piernas parecían gelatina, la forma de besar de Singto no era la misma que al principio igual que la forma en la que me tocaba había cambiado  por completo, aun recordaba como al principio no me tocaba sin decirlo, al igual que avisaba cada vez que iba a darme un beso, pero ahora, ahora tan solo decía mi nombre para que lo mirase y me besaba, o tocaba mi espalda o cadera, y sobre todo había empezado a notar su presión sobre mi cuerpo, cuando me besaba o me tocaba. 

Cuando la comida estuvo preparada rapidamente puse la mesa y los platillos que Singto había preparado pronto fueron adornando la mesa. 

-Y ahora a comer. Dijo Singto mientras me sentaba y el se sentaba enfrente. 

Sabía lo que venía ahora, Singto había desarrollado una costumbre rara, que era la de esperar unos minutos antes de empezar a comer el. 

-Por que no empiezas a comer ya. Dije mientras ponía en su plato un trozo de pollo. 

-Eh! Pregunto mirándome.

-Me he dado cuenta que tanto papa como tú cuando comemos o como algo, simplemente me miráis antes de empezar a comer vosotros. 

Singto me miro, y mirando su plato, sonrío. 

-Creo que tu padre y yo compartimos manías, no me había dado cuenta de que lo hacía, pero creo saber el porque. 

-Y puedo yo saberlo. 

El solo negó sonriendo y dijo apunto con sus cubiertos. 

-Come, quiero mostrarte una cosas que me dijo Gun que seguramente a ti tan bien te encantaría, y para eso hay que recargar energías. 

-He, pero yo quiero saberlo. 

-Algún día te lo diré. 

Tras ello empezó a comer y una charla tranquila empezó entre los dos asta terminar todos los platos por completos. 

-Estoy lleno. Dije mientras frotaba mi estomago. 

Singto se levanto y yo lo imite. 

-Chss, ahí quieto, voy a poner esto en el lavavajillas y nos vamos, el lugar esta un poco lejos. 

-Entre los dos terminaremos antes. 

-Mejor ve y ponte el calzado que deje en la habitación, al lugar que vamos necesitamos llevar botas de montaña. 

Tras ponernos los zapatos, Singto tomo mi mano y empezamos a caminar, y a subir hacía arriba. 

-Seguro que Gun te dijo que le gustaba este sito. 

-Si, dijo que lo habían descubierto haciendo senderismo. 

-Enserio. Dije mirándolo.-Me estas diciendo que Gun hizo senderismo y subió a la montaña, me estas tomando el pelo verdad. 

Singto no dejaba de reírse mientras  tiraba de mi mano. -Vamos ya queda poco. solo unos minutos mas y llagamos al lugar. 

-Y luego que, el sol se pondrá dentro de un rato y luego no habrá luz para bajar, por que mejor no nos quedamos por aquí, a parte me duelen los pies, ya no estoy a acostumbrado a caminar durante tanto tiempo. 

-Vamos, te aseguro que te gustara, y tenemos que darnos prisa. 

Y así fue, al llegar allí, quedamos completamente hipnotizados con la puesta de sol. 

-Esto es... esto es...

-Precioso. Termino Singto la frase.

Siempre habían dicho que las mejores puestas de sol  eran las del mar, pero aquellos que lo decían nunca habían visto lo que yo estaba admirando ahora. Durante bastantes minutos nos mantuvimos en silencio  cogidos de la mano admirando la belleza del atardecer. Cuando el sol termino de esconderse, volví toda la atención asta Singto, el cual sen haberme dado cuenta se encontraba arrodillado enfrente de mi. 

-Kit, se que somos jóvenes, se que no sabemos nada del mundo, pero si algo tengo claro es el amor que siento por ti y todo lo que deseo darte, me enamore de ti la primera vez que te vi, supe que te amaría por el resto de mi vida cuando te volví a encontrar y no deseo perderte nunca más. Dijo mientras abría una pequeña cajita la cual contenía dos anillos. 

-Krist prometo se tu luz, en la oscuridad, comprenderte y amarte tal y como eres, y sobre todo te hago entrega de mi destino para que seas el que lo escriba, porque deseo que todos mis recuerdos estén relacionados contigo. Así que,  Krist Perawat te quieres casar conmigo. 

Yo solo pude abrir la boca y los ojos, no esperaba nada de esto, desde lo que el medico me había explicado había pensado varías veces en mi futuro y como sería, pero nunca había imaginado el que Singto me pidiese que me casase con el y mucho menos en un lugar tan bonito como este. 

Pude ver como Singto se empezaba a poner nervioso, por lo que tras mover la cabeza para volver al presente, solo pude asentir mientras intentaba no llorar, mientras intentaba ser fuerte, pero en el momento que Singto sonrió mientras posicionaba el anillo en mi dedo anular, yo solo pude empezar a llorar, y Singto rapidamente me atrajo hacía el. 

-No llores, Kit, shh... 

-Pero... es... que... eres.... eres...

No pude continuar ya que Singto pronto unió nuestros labios para que dejase de llorar lo que funciono ya que pronto me encontraba disfrutando del beso. El cual no se el rato que duro ya que cuando me separe, Singto limpio las pocas lagrimas que continuaban en mis meguillas. 

-Ahora cariño volvamos ya que aun queda una sorpresa más. 

Y así es, el camino de regreso estaba lleno de farolillos los cuales no había notado mientras subíamos, las estrellas y el sonido del viento eran completamente relajantes, mientras Sing y yo íbamos tomados de la mano no podía dejar de ver el anillo, no sabía como lo había planeado, ni como había tomado la decisión, pero me emocionaba que Singto pensase en mi como yo pensaba en el, que quisiese formar parte de mi destino. 

Una vez en la casa, volvía abrir los ojos ya que una luz tenue alumbrara el salón en el cual se encontraba una agradable cena colorida. 

-Pero esto... esto.. tartamudee. 

-Esto es de parte de los mejores amigos que tenemos. 

-Gun... Dije mientras Singto sonreía. 

-Ellos se prestaron voluntarios para preparar y organizar la cena mientras nosotros subíamos a la montaña y no dudaron en ayudar cuando les dije que quería darte un anillo. 

Y como  había aprendido hacer volví a llorar, volví a llorar durante un buen rato en el cual, Singto se dedico a dar ligeros  toques en mi espalda mientras me abrazaba para que me tranquilizase. 

-Kit. Shhh... Si Gun se entera de que estas llorando seré su próximo postre, y no quiero. 

Eso hizo que esbozase una sonrisa, y pude notar como Singto respiraba de nuevo. 

Ahora vayamos a cenar. Dijo mientras me guiaba a mi silla para que tomase asiento. 

La cena estaba deliciosa había todos aquellos platos que tanto me gustaba incluido el postre el cual era un pastel de fresas con sirope de fresa, el cual sabía que a Singto no llegaba a gustarle per lo que decidí ayudarle a terminárselo. 

Para este momento me encontraba sentado a su lado mientras degustaba su trozo de tarta de fresa, la cual al meterme el ultimo pedazo y  lamer la cuchara, note como Singto se levantaba de su asiento. 

-lleno. Dijo mientras notaba que su mirada había cambiado. 

-lleno. Repetí mientras lo miraba. 

-Feliz. 

-Más que feliz. Dije mientras le sonreía. Sin comprender porque se había levantado. 

Pero pronto lo entendí cuando fui levantado de mi silla y cargado. 

-QUE... que pasa. Dije mientras me reía. 

-Kit no puedo más. Dijo mientras me dejaba en la cama. 

-Eh! Dije mientras me sonrojaba. Y Singto me daba un beso. Kit.. 

Yo solo pude jadear. Muchas veces había soñado con este momento en los últimos meses, pero nada había pasado. Singto tan solo besaba y tocaba pero nunca había ido a más. 

-No quiero asustarte. Dijo al separarse de mi boca y apoyar su cabeza en mi hombro. -No quiero ser malo, ni rudo, no quiero apresurarte.

Yo solo pude jadear mientras intentaba recuperar un poco de aliento. 

-Quien te ha dicho que me asusta. Dije mientras Singto rapidamente levantaba la cabeza y me miraba mientras parpadeaba. Lo que hizo que yo solo lo besase para que saliese de su trance. 

-Kit si empiezo no creo poder pararme. 

-Y quien quiere que pares. 

Tras ello Singto empezó a devorar mis labios mientras sus manos viajaban de mis caderas a mi  trasero lo que hacía que diferentes sensaciones apareciesen en mi estomago, varias veces durante nuestras sesiones de besos había aparecido esta sensación pero esta vez era mucho mas fuerte que otras veces lo que hacía que algo dentro de mi se alterase mucho más, lo que me llevaba a jadear cada vez que parábamos para tomar aire.   

Por una vez en mi vida esperaba que Singto no fuese delicado, necesitaba sentirlo, necesitaba sentir que realmente estaba vivo, que realmente era yo, y que todo estaba bien, que nada entorpeciese el momento. Necesitaba comprobar que era una persona como otra cualquiera.

La mano de Singto se coló por debajo de la camisa dejando caricias por allá por donde la pasase, lo que solo hacía que yo jadease y sintiese como mi cuerpo ardía, por lo que sin comprender muy bien lo que hacía pronto quite su camisa, mientras Singto no hacía amano de quitármela por lo sin detener el beso busque con mis manos las suyas para guiarlo hacía la parte baja de mi camisa para que hiciese lo mismo que minutos antes había hecho yo con el, lo que hizo que detuviese el beso durante unos segundos mientras con su mirada buscaba mi aprobación. Lo que hizo que yo asintiese mientras volvía a besar sus labios mientras el no dudaba en quitar mi camisa, lo que hizo que durante unos segundos temblase y que por mi cabeza pasasen mil inseguridades las cuales fueren borradas en el momento que Singto abandono mis labios para empezar a dejar besos por toda mi cara y cuello, poco a poco Singto me dejo caer sobre la cama mientras se desabrochaba tan solo la hebilla del cinturón mientras yo lo contemplaba y tragaba salaba. 

Singto tras quitar sus pantalones pronto se posiciono sobre mi y con su mano empezó a tocar mi vientre. Mientras repartía besos por mi cuello. 

No fue asta que Singto levanto la vista y hablo que me di cuenta que estaba temblando. 

-Shhh, eres perfecto. Dijo. Mientras me miraba a los ojos. Eres precioso y eres todo mio Dijo mientras dejaba una leve mordida sobre mi hombro lo que hizo que sonriese, y que notase como mis nervios iban disminuyendo no entendía como Singto era capaz de leer mi cuerpo tan rapidamente y bien, como era capaz de calmarme con tan solo una palabra. 

Tras ello sus manos fueron asta la cintura de mi pantalón y sin dejar de mirarme a los ojos, Singto pedía permiso para quitarme la prenda, pronto los dos nos encontrábamos en ropa interior y yo solo podía jadear cada vez que mis manos rozaban alguna parte de Singto, lo que hacía que SIngto sonriese y tocase un poco mas abajo de mis calzoncillos lo que hizo que jadease fuerte y que Singto aprovechase para dejar un beso sobre uno de mis pezones y tras ello otro y otro por todo mi abdomen lo que solo hacía que yo notase como mi miembro se volvía mucho mas duro con cada una de sus caricias. 

-Tras un beso en la linea de mi boxer, Sing miro hacía mi, y yo solo pude asentir mientras echaba la cabeza hacía atrás y jadeaba. al notar como el bajaba poco a poco mis boxers. 

-Kit mírame. Dijo Singto con voz ronca. 

Como pude mire hacía bajo lo que hizo que mi estomago hormiguease más. 

-Luego de esto no podre parar. 

-No pares. Dije mientras levantaba un poco mas mis caderas para que Singto retirarse mis boxers por completo. 

Tras ello un cálido aliento note sobre mi mimbro lo que hizo que tirase la cabeza hacía atrás, mientras apretaba con mis manos las sabanas. 

La sensación de calor sobre mi miembro iba en aumento y al notar como la lengua de Singto jugaba sobre mi miembro solo hizo que un fuerte jadeo saliese de mi mientras arqueaba la espalda. Singto empezó a mover su boca por el miembro mientras sus manos no dejaban de tocar mi trasero, mis sentidos se encontraban totalmente alterados ya que no era capaz de articular palabras tan solo sonidos a cada cual mas os cenó pero no era capaz de reprimirlos y parecía que eso solo incentivaba mas a tocarme. 

Cuando pensaba que estaba apunto de desmayarme, Singto se detuvo y subió asta mis labios. 

-Te gusta. Dijo mirándome, a lo cual yo solo pude asentir. 

El a largo su mano y de una de las mesitas saco unos paquetitos, los cuales supe lo que eran. 

-Cuando... 

Singto solo negó riéndose.-Conociendo a Off solo era cuestión de imaginarlo tras aquello, seguí con la mirada a Singto el cual abrió uno de los sobres. Ahora va a estar frio dijo mientras sin dejar de verme aplicaba el liquido que salía del sobre sobre su mano, y pronto me estremecí al notar como algo frio era puesto sobre mi entrepierna y la parte baja de ella lo que hizo que jadease mientras Singto no dejaba de seguirme con la mirada. 

-Kit voy a introducir un dedo si duele dilo. Dijo mientras pedía mi aprobación la cual no tardo en llegar, el poco a poco fue introduciendo el dedo el cual quemo al ser introducido pero poco a poco y sin dejar de ver a los ojos Singto, poco a poco la sensación de quemazón paso y con ello llego la primera ola de calor que hizo que mi miembro llorase por ser atendido tan bien. 

Los movimientos de Singto  no cesaban mientras no dejaba de obsérvame y cada vez que cerraba los ojos pedía que los volviese a abrir. 

Tras aquello llego un segundo dedo, y así asta que mis caderas pedían por mas, necesitaba mas,  necesitaba que Singto me tocase mas, necesitaba sentirlo, y como si Singto lo supiese pronto note como su brazo volvía a pasar por mi lado para esta vez coger otro sobre esta vez diferente y el cual sabia que era un preservativa, la ausencia de Singto sobre mi cuerpo se empezaba a notar cuando un escalofrió paso por mi columna, y un mal pensamiento paso por mi cabeza, el cual pude disipar pronto. 

-Kit, estoy aquí. Estoy aquí. Dijo mientras tomaba mi cara entre sus manos y dejaba besos sobre ella.-Mírame, solo somos  tu y yo disfrutando, no hay nada, no hay nadie mas que tu y yo. Tras ello beso mis labios y el pensamiento intrusivo pronto se perdió lejos de mi memoria. Singto ligeramente se posiciono sobre mi mientras repartía pequeños besos por mis hombros y cuello, lo que hizo que jadease al notar como mordía ligeramente sobre uno de los hombro. 

-Eres hermoso. 

-Soy tuyo. dijo mientras con su mano volvía a frotar mi entrada aunque ahora algo mas lo acompañaba mientras se alineaba en mi entrada. 

-Preparado. Si sientes dolor, dime que pare, parare. 

Yo solo jadee mientras movía las caderas, necesitaba sentirlo, necesitaba creer que era real todo lo vivido durante meses, necesitaba esto, necesitaba ser completamente normal. 

Tras ello Singto se empalo poco a poco, mientras jadeábamos, una vez dentro no se movía, dolía, dolía y quemaba, pero necesitaba esto. 

-Te duele. 

Yo solo asentí y note como Singto iba a retirarse pero rapidamente crucé mis piernas para que no lo hiciese.

-Kit.

-No. Dije mientras notaba como una lagrima salía. -No por te muevas, no salgas por..favor.. Dije un hilo de voz. 

Singto me miraba, podía notar su cara de incertidumbre, pero sabía que si salía no iba a tocarme en mucho tiempo. 

-Bésame. Dije mientras estiraba mis brazos para agacharlo. 

Durante unos minutos Sing no se movió y no dejo de besarme, asta que el dolor fue disminuyendo y yo me moví un poco para comprobar que no dolía como al principio y solo pude jadear al igual que Singto. Tras aquella primera embestida vinieron varias tranquilas, pero poco a poco la intensidad fue aumentando, llegando a un punto donde Singto sin dejar de mirarme me envestía al igual que mantenía sus manos aferradas a las mías los besos eran erráticos al igual que los movimientos. Pero para ese momento cada uno de nosotros buscaba su placer, mis gemidos se podían escuchar por toda la habitación, al igual que los jadeos de Singto, la sensación no era descriptible, me sentía vivo, me sentía feliz. Y tras un gemido ronco por parte de Singto el cual fue directo a mi columna vertebral termine corriéndome al mismo tiempo que Singto el cual beso mis labios con pasión. 

-Te quiero. Dijo mientras se dejaba caer suavemente sobre mi. 

-Te encuentras bien. Dijo una vez nuestras respiraciones volvieron a la normalidad. 

Yo solo asentí mientras suspiraba, nunca me había sentido tan vivo como me sentía en estos momentos. 

Me encontraba completamente desnudo, frente a la persona que mas amaba de este mundo, y en mi cabeza no había voces que dijesen algo mal sobre mi, y sobre estar desnudo, no había nada, solo paz, sabía que esto no era el final, era una enfermedad, pero le había ganado, por una vez en mi vida le había ganado ya que tenía al mayor pilar de mi vida conmigo, con tan solo una mirada Singto era capaz de verme y sentirme y de saber lo que mi cuerpo decía, y yo solo podía dar gracias por formar parte de mi historia.

-Kit necesitamos una ducha. 

-No quiero. Dije.

-Kit, necesitamos una ducha y ponernos el pijama. 

-Tengo sueño. Dije mientras me acurrucaba mejor. 

Escuche una risa pero mi cuerpo se encontraba demasiado cansado y no era capaz de abrir los ojos. pude notar como Singto se levantaba de la cama, y como regresaba al rato y algo húmedo empezaba a pasar por mi cuerpo pero mi cuerpo se encontraba demasiado cansado paa abrir los ojos. A lo ultimo note como el cuerpo de Singto se volvía a posicionar a mi lado y pronto me encontraba sobre su pecho mientras este acariciaba mi cabeza lo que hizo viajase hacía el mundo de los sueños pronto. 

Tras aquel día mucho mas llegaron, al igual que momentos duros, mi enfermedad estaba ahí y a veces necesitaba un pequeño recordatorio de quien era, lo que Singto no dudaba en recordarme quien era y lo mucho que valía. 

DOS AÑOS MAS TARDE   

-Krist estas seguro de esto. Dijo papa. 

-Si. Dije mientras tomaba mi violín. Tras dos años en los cuales mi vida había cambiado completamente. Sing y yo nos habíamos mudado a vivir juntos, al principio papa y papi no estaban muy de acuerdo pero tras valorarlo con el psicologo al final habían aceptado. Tras mudarnos había reanudado mis clases en la universidad, Singto pronto empezaría las practicas y había decidido seguir los pasos de su padre. 

Tras todo el ajetreo de  la mudanza, poco a poco empecé a recuperar el amor por la músico, solo por hobby, no tenía presión, no me presentaba a ningún concurso, solo era yo el violín y el piano cuando me apetecía, la música volvía a formar parte de mi vida, pero pronto empecé a ver certámenes, las visitas a los conciertos de orquesta fueron en aumento ya que Singto tenía que asistir con su padre y empecé a disfrutarlos, empecé a disfrutar de ver a papa encima de un escenario tocando. 

Sin darme cuenta me encontraba tocando para Singto muchas veces, el tan solo me admiraba, sobre todo las tardes en las que volvíamos a su casa cuando tenía asuntos que tratar con su padre y yo aprovechaba para tocar en su jardin el cual me traía muy buenos recuerdos, y algún que otro amargo pero los cuales me habían hecho madurar. 

-Cariño me encantaba verte. Dije mientras aplaudía al tocar la ultima nota de la melodía. 

Yo hice una reverencia como todos los músicos profesionales y tras ello el empezó aplaudir. 

Sing  y yo habíamos acordado casarnos al terminar mis estudios. 

Tras aquello, empecé a tocar pequeñas cosas con papa en su casa, mientras papi nos miraba, asta el día que de camino a la universidad pare en un quiosco y vi mi cara de hacía un par de años en la portada de una revista. Sabía muy bien todo lo relacionado con la que una vez llame mama había sido mediático, los temas de mi salud habían sido protegidos lo máximo posible, papa, SIngto, y los tíos se habían encargado de que nada saliese a la luz, aunque era un secreto a voces había estado mas de un año encerrado en una clínico para trastornos de alimentación era imposible que ningún periodista se hubiese hecho con la noticia, por lo que decidí comprar la revista, en ella relataban todo lo ocurrido en el caso, como se había escapado de prisión y como me habían intentado secuestrar, esto ultimo mas mentira que verdad, pero nadie sabía lo ocurrido dentro de la clínico, aparecerían imágenes mías de aquel entonces, y imágenes de ahora las cuales me llenaron de orgullo ya que yo había llegado a estar bien con mi mente y mi cuerpo. Hablaban de mi retirada del mundo de la música, de mi noviazgo con el hijo del director de orquesta y empresario mas conocido del país, de mis verdaderos padres, la revista había hecho un buen rastreo de todo, y para el ultimo parágrafo de la noticia supe que me encontraba bien, nada de lo escrito me afectaba, me daba igual, si hablaban bien  o mal de mi, nada que dijese la gente me iba a deprimir o a causar dolor, lo había dicho un par de veces en terapia solo había dos personas que podían causar en mi dolor y ellas dos eran a las personas que mas amaba en estos momentos que eran mi padre y mi Singto. ellos solos eran los únicos que podían causar dolor y estaba seguro de que nunca lo harían. 

Y una noche cenando tanto con los padres de Singto como con los míos, estos se pusieron hablar sobre el concierto con el cual mi padre volvería a los grandes escenarios como pianista solista tras varios años de participar en pequeños recitales y conciertos. Lo que hizo que llamase mi atención y que cuando dijeron que no había violinista yo solo pude levantar mi vista del plato para decir que yo sería el violinista. 

Todo el mundo se quedo sin habla al igual que todas las miradas estaban sobre mi. 

-Kit, Hijo estas seguro. Dijo mientras me miraba. 

-Seguro. Dije mientras sonreía. Y contaba lo que había leído en las revistas en las redes. 

-Se que no debo buscarme en las redes, pero entre en mi perfil  y vi todos los mensajes de gente preguntando si volvería y si les deleitaría de nuevo. Y creo que soy lo suficientemente valiente para tocar y mas si es con mi padre, deseo tocar ante el publico con papa. Dije mientras les sonreía. 

Papa no tardo en empezar a llorar, y poco a poco dos se sumaron.  Y ahora me encontraba apunto de salir al escenario delante de mas de las personas que podía imaginar, pero no tenía miedo, no tenía presión, no había nudo en mi garganta, tan solo éramos mi violín y yo, y papa que nos acompañaba. 

Los aplausos no tardaron al salir al escenario y pronto empezó el concierto. En primera fila y guiñándome el ojo esta mi persona favorita el cual tan pronto como mi violín estuvo en posición cerro sus ojos para disfrutarlo como había hecho todas las veces anteriores, y mi mente se conecto con la suya para saber que lo hacía por diversión y no por obligación.    

Al sonar la ultima nota de la melodía, todo el mundo se puso de pie para aplaudir, Singto y la tía no tardaron en entrar con dos ramos de flores tanto para papa como para mi, y los aplausos en la tribuno se escucharon durante unos minutos lo que me dejo sin habla y con la lagrima apunto de salir. 

Papa y yo solo pudimos dar las gracias y salir del escenario mientras los aplausos continuaban escuchándose y antes de que pudiese decir nada los labios de Singto ya estaban sobre los míos. 

-Eres el mejor. Dijo volviendo a juntar sus labios, pero antes de que el beso fuese un poco mas intenso, una carraspeo seguido de un apellido hizo que nos detuviésemos. 

-Prachaya mantén tu lengua fuera de mi hijo. Dijo papa mientras nos miraba y apuntaba con el dedo  mientras papi llegaba donde el y este lo distaría de la misma forma que Singto lo había hecho minutos antes conmigo con un beso, lo que hizo que me riese, una de las cosas que mas me gustaba ver era a papi feliz con papa y sobre todo el brillo de los ojos de papa al verme a mi o papi.     

Al salir del teatro una avalancha de periodistas se hizo sobre nosotros y yo solo pude abrir los ojos y tomar la mano de Singto mientras papa y papi y  los tíos me tapaban. 

Las preguntas empezaron a llegar, se podían escuchar tales como, es verdad que estuvo en una clínico, es verdad que casi muere, es verdad que va a volver a los escenarios y a conciertos. Su relación con el hijo del señor Prachaya es verdad, y un montón de preguntas mas, como pudieron me metieron en el coche y Singto y yo nos marchamos a la cena para todos los participantes del concierto. 


Tras aquel día, empecé a participar mas en los conciertos, empecé a estudiar mas sobre la músico no como obligación si no como pasión. 

El destino no es una casualidad, eres tu eligiendo el camino que quieres seguir, eres tu decidiendo si te rindes o si luchas, y mi destino es ser feliz conmigo mismo...

Fin 


SI HAS LLEGADO ASTA AQUÍ MUCHAS GRACIAS POR TU APOYO, TUS COMENTARIOS Y SOBRE TODO TU AMOR POR LA LECTURA. 

NO SE SI HABRE TRASMITIDO TODO LO QUE QUERÍA TRASMITAR CON LA HISTORIA. GRACIAS POR VUESTRO CARIÑO Y PALABRAS TAN BONITAS QUE ME DECÍS. 

ESTE ES EL FIN QUE QUERÍA DARLE, NO SE SI ESTARA BIEN, PERO CREO QUE ES EL MAS SINCERO. 

AUNQUE LA HISTORIA A TERMINADO COMO SABEIS LOS QUE HABEÍS LEDIO OTROS DE MIS FIC ME GUSTAS LOS ESPECIALES Y EL EPILOGO POR LO QUE AUN QUEDA UN POQUITO DE KRIST Y SINGTO DE ESTA HISTORIA. 

MUCHAS GRACIAS POR LEER Y ESPERO PODER ACTUALIZAR CON EL EPILOGO Y LOS ESPECIALES PRONTO. 

BYE BYE. 

    

   


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