Joy (Saga SEAL 8)

By Thyra_Sorley

109K 18.4K 2.5K

El suyo ha sido un amor forjado durante años, en silencio y disfrazándolo de amistad, porque para ambos, es u... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Nota de la autora
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Epílogo

Capítulo 24

2.6K 540 38
By Thyra_Sorley

El caos que se formó en cuanto lanzaron la granada de humo fue tal, que no sé bien lo que pasó desde que Fisher gritó "a muerte", hasta que todos los malos estuvieron derribados y nosotros ganamos la batalla. 

Estoy alucinando por la profesionalidad de los SEAL. Sabía que eran buenos, porque mi padre siempre me contaba las aventuras que les sucedían, pero esto ha sido totalmente asombroso. Apenas tuvimos ocasión de hacer algo los demás. Simmons impartía las órdenes con auténtica precisión y el resto obedecía casi antes de que terminase de hablar. Era tal la compenetración entre ellos, que creo que incluso el enemigo se acobardó. En menos de diez minutos los habían reducido a todos. 

Doc está evaluando la situación para comprobar que los heridos no tengan problemas mientras los SWAT esperan a la policía. Han llamado, a petición de Simmons, omitiendo que los SEAL están aquí, porque nadie debe saberlo. De hecho, no lo mencionamos en ningún momento para que los hombres de DiLuca no puedan hablar de ello. Y Alessandro, bueno, él está demasiado acobardado como para decir algo. Fisher se ha encargado de explicarle lo que le pasaría si abre la boca para decir algo al respecto y creo que lo ha disfrutado demasiado.

-Todos estarán bien -Simmons habla con Knowles ahora-. Nosotros nos vamos ya. Ha sido un placer trabajar con vosotros.

-Con algunos más que con otros -especifica Fisher mirando hacia Combs. El miembro del SWAT está muy cabreado porque Harper ha tenido que salvarle el culo de nuevo y, en esta ocasión, no ha podido negarse a agradecérselo con algo más que un simple movimiento de cabeza. Si no fuese por ella, no lo habría contado.

-Gracias por la ayuda -Knowles es más humilde y mucho más sincero que Combs cuando le tiende la mano a Simmons para estrechársela. Después de dirige a mí y siento cómo mi corazón late a mil por hora, de repente-. Ahora entiendo mejor tus fuertes ideales, Anderson. Tienes un buen ejemplo de justicia cerca. 

-Mi padre ha sido el primero de ellos en enseñarme que siempre se debe hacer lo correcto, aunque tengas al mundo en tu contra -asiento.

-Ese es el buen camino -sonríe-, aunque no siempre sea fácil de seguir.

-Lo correcto nunca suele ser fácil -añade Fisher, rodeando mis hombros con sus brazos. Su gesto me dice que está pensando en nuestra historia de amor. Ha debido ser muy duro para él resistirse tantos años a lo que sentía porque sabía que, siendo menor de edad, no era correcto interesarse por mí. Debería haberlo entendido cuando me dijo que besarme había sido un error, pero, precisamente, mi edad fue la que me hizo creer que no sentía nada por mí. Pero de nada sirve pensar en el pasado porque es algo que no se puede cambiar, así que pensaré solo en el presente y en el futuro junto a él.

Nos despedimos de los SWAT y nos vamos. Sé que Alessandro intenta llamar mi atención, pero no le dedicaré ni un solo minuto más de mi vida. No merece la pena perder el tiempo con alguien que nunca ha sido sincero conmigo. ¿Qué podría decirme? Probablemente más mentiras para hacerme ver que solo fue una víctima de su padre. Es posible que lo hubiese sido de pequeño, pero cuando delató a Sartore y lo metieron en el programa de protección de testigos tuvo una gran oportunidad de cambiar las cosas para él y hacer algo más productivo con su vida. Yo admiraba los planes de futuro que tenía, pero al final, lo único que hizo fue volver a lo que conocía. Con gente así no merece la pena tratar.

-¿Estás bien? -me pregunta Fisher una vez en el coche.

-Lo estoy -y no miento-. Todo esto ha sido una locura, pero también una gran experiencia. Consiga o no entrar en los SWAT en el futuro, no me arrepentiré de haber hecho lo correcto aquí.

-Entrarás -sentencia-. No van a dejar escapar a alguien tan bueno como tú, Joy Joy.

-Ahora está hablando mi novio -río.

-Está hablando el SEAL -aclara-. Y si no te quieren en el equipo, se perderán a un gran activo.

-Gracias -apoyo la cabeza en su hombro.

-No me las des, cariño -deja un beso en mi cabeza-, solo digo la verdad.

 -¿Recuerdas el día en que le contamos a mi padre que estábamos saliendo? -le pregunto, al acordarme de algo.

-Como para olvidarlo -ríe.

-¿Recuerdas que dije que no quería un noviazgo normal? -asiente y continúo-. Pues creo que nos lo hemos tomado demasiado en serio.

-La vida sin un poco de emoción no es vida -sonríe-. Aunque te agradecería que esto no se repita muchas veces. Cuando dijiste eso, yo pensaba más bien en citas haciendo paracaidismo o escalada en lugar de teniendo cenas románticas, ¿sabes?

-También me vale -ahora es mi turno para reír-. He visto un reportaje hace semanas donde una pareja celebró su aniversario tirándose de un puente juntos. Podíamos probarlo.

-Queda mucho para celebrar nuestro aniversario -me dice-, pero así lo planificamos con tiempo para que ambos estemos libres.

-Yo me refería a ir cualquier día, sin más -me encojo de hombros- ¿Por qué esperar a una fecha especial?

-También me vale -usa mis propias palabras y le sonrío al reconocerlas.

-Si no os importa tener compañía -DK nos ha oído-, me apunto a eso del puenting. 

-Y yo -añada Loman desde la parte de delante del vehículo.

-Se trataba de una cita de dos -dice Fisher.

-Pero podemos organizar otra con todo el grupo. Seguro que algunas de las chicas se apunta también. Podría ser divertido saltar todos juntos -ya me estoy emocionando con la idea-, pero habría que buscar un puente suficientemente largo. 

-Ala -Fisher finge que está molesto-, ya me habéis chafado la cita. Seguro que querrá ir con todos antes que solo conmigo.

-Ni lo dudes -río-. Cuantos más mejor.

-No dirías lo mismo en la cama -resalta.

-Bueno.... -su cara de asombro me hace reír más alto. Al final, terminamos todos riendo.

El regreso a Estados Unidos se pasa sin pena ni gloria y, una vez en casa, duermo casi un día entero. Entre el jet lag y la intensidad de los días pasados en Italia estaba tan agotada que lo necesitaba. 

Al día siguiente, me reincorporo a mi trabajo. West es el único que se alegra sinceramente de verme, pero incluso el comisario me ofrece una bienvenida medianamente cordial. Spaldin me ignora, para no variar, aunque puedo ver en sus ojos algo parecido a la envidia, que me da ánimos para empezar bien el día.

West me pide un informe detallado de todo lo que ha pasado y, aunque le cuento tanto como puedo en la comisaría, le oculto muchas cosas. Me prometo que se lo diré todo cuando estemos solos porque no puedo sacar a la luz que los SEAL nos ayudaron.

-Parece que me estés hablando de una película de acción que hayas visto en el cine -sonríe, sorprendido de todo lo que pasó y cómo se complicó el asunto.

-¿Y qué pasó con el Monticello? ¿Pudiste resolverlo?

-Stevenson y Rogers eran cómplices -me resume-. Parece ser que no era la primera vez que sustraían algo de la casa, siempre objetos pequeños que no se notarían en falta, pero que les darían unos buenos ingresos extra. Pero en esta ocasión, Rogers fue un poco más ambicioso y se llevó una pintura que de ninguna manera pasaría desapercibida. Stevenson denunció antes de saber que había sido él quien se lo había llevado y después quiso ocultarlo, pero fue fácil sacar conclusiones. Tuvimos que emitir una orden de busca y captura de Rogers porque logró zafarse de nosotros cuando fuimos a su casa a apresarlo. Tres días tardamos en dar con él.

-Lo que habría dado por estar aquí contigo. 

-Tu aventura fue mejor que la mía, sin duda -sonríe-. La mafia italiana, qué pasada.

-Ojalá hubieses estado allí conmigo -cambio de parecer porque creo que West habría disfrutado mucho de la experiencia. Sobre todo cuando le cuente lo de los SEAL.

-Eso no te lo voy a negar.

No podemos seguir hablando porque Hewitt nos asigna un nuevo caso y tenemos que ponernos con él, pero salir de la comisaría me da la excusa perfecta para comentarle la parte que no pude contarle antes. Le hablo de la llegada de Fisher en primer lugar y de cómo los demás lo siguieron días después. Le explico cómo viajamos a Italia sin el apoyo de lo SWAT y cómo DK logró que el equipo de la policía pudiese unírsenos más tarde. Le hablo de la intervención de película que hizo el equipo SEAL cuando yo ya nos creía acorralados y cómo supieron darle la vuelta a la situación. Y supongo que no puedo evitar teñir mis palabras de orgullo, porque es lo primero que me pregunta.

-Bueno -me encojo de hombros-, aunque mi padre ahora ya no sea su jefe de equipo, son sus hombres. Me crie con ellos y, la verdad, son más familia que otra cosa. Es imposible no estar orgullosa de ellos. Sabía que eran buenos en su trabajo, pero verlo en primera persona ha sido una locura. ¿Sabes? Siempre estaba preocupada cuando los desplegaban, aunque sabía que se protegían los unos a los otros, pero verlos en acción me ha tranquilizado.

-Ahora sabes de lo que son capaces sin que nadie lo haya adornado antes -asiente.

-Exacto. Ahora sé que no son fanfarronerías lo que me cuentan a veces. Hacen todas esas cosas y viven en medio del peligro continuo sin que les afecte al humor. He visto a muchos soldados caer al hoyo por los terribles síntomas postraumáticos, pero ellos logran que todo parezca un juego de niños. Llevo conviviendo con ellos prácticamente toda mi vida y nunca los he visto decaídos o preocupados por algo de lo que hayan vivido. Saben separar su vida privada de su trabajo y lo hacen tan bien, que no puedo evitar admirarlos.

-Son un gran ejemplo a seguir -admite West-. Y por eso mismo, sé que llegarás tan lejos como te propongas. Tienes a todo un equipo SEAL respaldándote, que no es poca cosa.

-Cierto.

Aunque en Italia estaba deseando volver a mi rutina diaria, debo decir que me está costando bastante coger el ritmo. Ahora todo me parece más insípido y aburrido de lo que ya resultaba antes de vivir esta aventura tan alucinante. Quiero acción. No, la necesito. Mi cuerpo se alimenta de adrenalina y no estoy consiguiendo esto en mi trabajo. Y aunque me concentro en lo que tenemos que hacer porque sé que es el único camino de llegar a donde quiero, siento muy dentro de mí que estoy perdiendo un tiempo valioso que nunca podré recuperar. 

Me encanta trabajar con West, no voy a menospreciar lo que estoy aprendiendo de él porque es muy bueno en lo que hace y me ayuda mucho a avanzar, pero mi mente pide más y mi cuerpo también. 

-Es difícil volver a ser simplemente la agente Anderson, ¿verdad? -me pregunta cuando ya se acerca el final de la semana.

-No -me disculpo al momento, como si hubiese hecho algo malo y me acabasen de descubrir-. Me encanta mi trabajo y eres el mejor compañero que podría haber tenido. Yo no...

-No tienes que fingir conmigo -sonríe-. Si yo hubiese vivido lo que has pasado tú, también tendría la mente en eso y no intentando solucionar delitos menores. 

-No quiero que creas que no valoro trabajar contigo.

-Sé que no es eso -sonríe de nuevo-. Te contaré algo, para que no te sientas tan mal. Cuando yo empecé en este trabajo, hace unos cuantos años ya, creía que todo sería como en las películas: tiroteos en plena calle, persecuciones a gran velocidad, la llave de la ciudad en mi mano por haber salvado cientos de vidas... Luego vi que no era así y estuve a punto de renunciar.

-¿En serio? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

-Mi esposa -ahora me muestra esa sonrisa enamorada que pone siempre que habla de ella-. Su gato se había encaramado a lo más alto de un árbol y mi compañero y yo tuvimos que intervenir. 

-No me digas que te subiste al árbol.

-Por supuesto que no -ríe-. Llamamos a los bomberos y ellos se encargaron. Pero mientras intentaban rescatar al gato, ella estaba histérica y me acerqué para consolarla. Al final, me dijo algo que me marcó para siempre. 

-¿Qué?

-Me digo que sin personas como nosotros, el mundo sería un caos. Claro, en aquel momento le dije que exageraba, pero después, pensándolo en casa, comprendí que tenía razón. Puede que nuestra labor no sea tan visible como la que hacen otros cuerpos de defensa, pero es un trabajo importante también. Somos los que estamos a pie de calle, atendiendo las necesidades básicas de los ciudadanos. Ningún SEAL vendrá a rescatar al gato de nadie, ni atrapará al ladrón que se llevó el bolso de nadie a la fuerza. Puede que ellos sean más famosos por atrapar al terrorista más sanguinario de la historia, pero la gente acudirá a nosotros cuando necesite a alguien que lo proteja. Todos los trabajos son importantes y nosotros somos parte vital del buen funcionamiento de la ciudad.

-¿Sabes qué? Tienes razón -sonrío-. Y tu esposa es una mujer muy sabia.

-Lo es, sin duda. Aunque yo lo soy más.

-¿Por qué? -no me creo que haya dicho eso.

-Porque volví al día siguiente a su casa para invitarla a salir -dice con suficiencia-. Y después me casé con ella. Ahora puedo consultar su sabiduría siempre que quiera.

-Uhhh, chico listo -río.

-¿Lo ves? -me imita.

Al final del día, cuando llego a casa, estoy convencida de que mi trabajo no es tan poca cosa como me parecía. Y si tengo que esperar todavía cinco años para poder llegar a donde quiero, no me importará hacerlo si tengo a West de compañero.

Continue Reading

You'll Also Like

298K 21.6K 77
Sofia es una chica de apenas 20 años que se quedó huérfana a la edad de once años, dado que sus padres fueron asesinados. Nunca supo que quería hacer...
14.6K 1.3K 21
Rachel es una chica que está siendo obligada a hacer actos en contra de su voluntad. Cuándo una noche un hombre atractivo decide salvarla de las gar...
16.9K 1.5K 20
midoriya izuku....un chico qué tenía el noble sueño de convertirse en un héroe y salvar a las personas con una sonrisa....pero lastimosamente sus sue...
10.3K 785 41
personaje de Chainsaw Man en esta historia el personaje Quanxi será tu madre pero una madre amorosa sino lo opuesto de una madre esta historia esta e...