Tn Denbrough
Estaba aferrada a Richie, no quería soltarlo por nada del mundo, solo quería poder estar así por más tiempo aunque pareciera que una cascada estaba llendo de mis lagrimales.
Las manos me temblaban y mi respiración era entrecortada debido a mi fuerte llanto.
En un momento tomé aire ara poder calmarme un poco y dejé caer mis manos de la camisa de Richie lentamente. Cerré los ojos con fuerza y después solté un suspiro pesado.
—Muy bien, respira —Movió una mano por mi espalda mientras tomaba aire lentamente tratando de calmarme por completo—. Eso preciosa, uno, dos.
Inhalé y exhalé varias veces hasta que mi respiración se volvió regulada. Me enderecé de a pocos y me pasé una mano por las mejillas quitando todo rastro de mis lágrimas.
—Gracias —hablé con la voz ronca y suspiré una vez más sintiendo mis ojos arder—. Fue por mi culpa, fue mi culpa que ellos murieran.
—No, no lo es —aseguró tomándome de la mandíbula con delicadeza ara que lo mirara—. Tú no tienes la culpa preciosa, nadie la tiene.
—Yo no lo veo así, yo pude haber ayudado a que salieran con vida... pero sólo me alejé como una cobarde —Mi voz volvió a cortarse así que sorbí por la nariz y negué con la cabeza.
—No tienes la culpa, tú no hiciste nada para que eso pasara —Me acarició una mejilla con su pulgar y sonrió levente para luego abrazarme—. Tú no tienes la culpa preciosa.
Le devolví el abrazo ocultando mi cabeza entre su cuello y sonriendo levemente pro nuestra cercanía, aunque mi pecho seguía doliendo por el recuerdo de haber perdido a mis padres frente a mis ojos.
—¿Y los demás? —pregunté sin separarme del abrazó solo disfrutando de su calor corporal y el gran consuelo que era para mí en ese momento.
Richie se separó de mí lentamente, pero mantuvo una mano sobre la mía Ñra después tomar una roca y lanzarla entre los arbustos. Se escuchó un quejido qué me descolocó, ¿estaban espiando?
Los demás salieron de entre los arbustos dejándome boquiabierta mientras Richie soltaba una risita.
—Estaban espiando —aseguré con los ojos abiertos y ellos asintieron incomodamente.
—Bill dijo que te diéramos tú espacio, pero Richie no quiso —explicó Ben y solté una pequeña risa por eso.
Beverly se acercó a nosotros y se sentó a mi otro lado dejándome en medio de ella y de Richie.
—¿Por qué no nos dijiste lo que pasó? —preguntó colocando una mano en mi hombro y apreté los labios.
—Aún no les tenía tanta confianza, los acababa de conocer y no quería descargar mi dolor en ustedes, así que me lo guardé —respondí mirando el suelo—. Les conté porque yo ya los considero amigos, así que no quise ocultarles eso.
Los miré a todos con algunas lágrimas en los ojos y asintieron lentamente. Beverly me pasó un brazo por los hombros y recostó su cabeza en mi hombro dándome un medio abrazo.
—¿Cómo saliste del auto? —Miré a Eddie y el recibió un codazo por parte de Stan por su pregunta.
—¿Enserio idiota? ¿No la oiste llorar como por veinte minutos seguidos? —cuestionó Richie molesto.
—Sólo es una pregunta —Levantó las manos con inocencia.
—¿Conoces l-las v-ventanas? —preguntó Bill con ironía hacia Eddie y sentí mis manos comenzar a temblar con fuerza.
—¿Enserio se pusieron así conmigo? —cuestionó Eddie mirando a Bill y a Richie de forma alternativa.
—Sí imbécil, ¿Acaso estás traumado con esa noticia o qué? Tú no lo viviste, no sabes lo que siente Tn al hablar de eso y tú lo preguntas como si fuera lo más normal del mundo —Me sorprendió escuchar a Richie hablar de forma tan seria, debía estar enojado.
Todos lo miraron sin decir nada y yo solo apreté los labios cuando sentí mis manos comenzar a chocar entre ellas por mi fuerte temblor así que las apreté tratando de hacer que se fuera.
—Perdón por ponerme así —Se cubrió la cara y levantó sus lentes tomando aire para luego acomodarlos—. Solo creo que Tn se sentiría incómoda al hablar de eso.
—Pero no eres ella —respondió Stan con molestia y lo miré. No quería que pelearan—. No puedes decir eso como si supieras perfectamente lo que siente.
—Estoy intentando comprenderla, no voy por la vida preguntándole a alguien cuyos padres acaban de fallecer en un accidente un "¿Cómo saliste del auto?" —se defendió—. Es algo idiota.
—Oye cálmate —pidió Eddie—. No merecemos que nos hables así.
—¿Pero ella sí se merece que le pregunten por algo que aún le duele? —Me señaló con una mano—. Intenten comprenderla.
—¿Crees q-que no la c-comprendo? Vivo con ella —Miré a Bill qué se le acercó a Richie.
—Y tanto que la comprendes qué te enojas si la ves estar conmigo, ¿no? —cuestionó y Bill tensionó la mandíbula—. Te enojaste por ver que me seguía un juego.
—Porque eres muy p-pasado con ella —se justificó.
—A ella no le molesta, me sigue el juego —aclaró Richie moviendo las manos.
—Sí Bill, no entiendo porque enojarte por un juego —apoyó Beverly poniéndose en pie dejándome sola en el tronco.
—¿Escuchas lo m-mismo que yo? Le d-dice que se la q-quiere c-c-coger —rectificó Bill.
—Pero a mí no me molesta —hablé y Bill me miró—. Sé que es un juego, está bromeando y lo entiendo.
—Estas d-diciendo locuras —aseguró y negué con la cabeza con mis ojos comenzando a formar lágrimas de nuevo—. ¿Enserio estás d-diciendo todo e-esto para justificar a Richie?
—No, te estoy diciendo como son las cosas —aclaré—. Hace los mismos chistes con la mamá de Eddie y sé que es jugando, estoy segura de que todos lo saben, ¿por qué sería diferente conmigo?
—¿Estás c-ciega acaso? ¿No v-ves que intenta de m-mil maneras acercarse a t-ti? —cuestionó.
—Por Dios Bill, entiende que es un jodido juego —repliqué molesta—. Comprende, es broma.
—¿Ahora t-te le uniste d-diciendo que no te c-comprendo? —Abrí la boca incrédula.
—Bill, esto no se trata de mi amistad con Richie, se trata de que ahora parece que no me entiendes —expliqué poniéndome en pie—. A mí no me importa si ahora estás molesto conmigo, me importa saber si es que de verdad me comprendes, si tratas de entender cómo me siento
—¿Todo eso lo d-dices pars defender a R-Richie? —Cerré los ojos frustrada y me pasé una mano por la frente.
—No Bill, entiende que no es por él, es por mí —Me señalé con una mano conteniendo las lágrimas—. ¿Por qué lo quieres hacer ver culpable? ¿Acaso también lo culpaste por la desaparición de Georgie?
Me cubrí la boca con las manos al darme cuenta de lo que había dicho, ¿Cómo se me ocurrió meter a su hermano en la discusión? Un escalofrío me recorrió la espalda por la mirada que Bill me dio, di un paso hacia atrás tratando saliva. Me arrepentía hasta los huesos por haber dicho eso. Le estaba discutiendo por no enterme y yo tocaba un tema sensible.
—No metas a mi hermano en esto —Me señaló con su dedo índice. No podía siquiera encontrar mi voz para disculparme—. Lamento que tus padres ha-hayan muerto, tal v-vez así se libraron de t-ti.
Abrí la boca sintiendo el aire esfumarce de mis pulmones y mis manos comenzando a sudar en exceso.
—¿Cómo le dijiste eso? —le preguntó Richie entre dientes acercándose a él—. ¡¿Estás loco acaso?! —Tomó a Bill de la camisa y lo zarandeó.
—¡No debió nombrar a G-Georgie! —se defendió.
—¿No viste la cara que puso? Se arrepintió al instante, ni siquiera puede hablar —reclamó Stan.
—No le dices eso a alguien que acaba de perder a sus padres —habló Mike un poco molesto.
Cerré los ojos con fuerza y sentí algunas lágrimas bajar de mis mejillas sintiendo mi respiración irregular con el aire apenas llenando mis pulmones. Sentí mis pies comenzar a adormecerse y mis piernas perder fuerza.
Ya no escuchaba nada de lo que decían, todo era un eco incomprensible ya que mis oídos estaban tapados. Mis rodillas comenzaron a chocar entre ella y el aire cada vez me faltaba más y más.
Antes de caerme sentí dos brazos rodearme con fuerza y luego nos sentamos en un tronco mientras yo seguía blando y trataba de respirar con normalidad.
Distinguía algunas de sus palabras, pero sus frases eran incomprensibles. Solo quería que este momento se acabara, qué dejara de temblar y que el aire me llenará los pulmones porque sentía que en cualquier momento iba a morir.
—Escucha —Logré distinguir la voz de Richie y su aliento contra mi oído así que apreté sus brazos al darme cuenta que era él quien me abrazaba—. Respira preciosa, inhala y exhala.
Negué con la cabeza porque una acción tan automática me parecía imposible de realizar en este momento, en los que lo único que sabía era que no paraba de temblar, mis ojos solo dejaban salir lágrimas y la única forma que tenía de escuchar era si me hablaban al oído. Una sensación tan asfixiante que podía ser descrita como estar al borde de que todo mi cuerpo colapsara y terminará en un lugar negro y frío al que llamaba muerte.
—Preciosa, preciosa —Sentí la respiración de Richie en mi oído—. No es verdad lo que Bill te dijo, y sé que tú no quisiste decirle eso. Pero necesito que te calmes, que respires, ¿sí? —pidió y traté de respirar en un intento nulo—. Inhala y exhala.
Comenzó a respirar lentamente, me lo dijo el sentir su pecho moverse cada vez que me daba las instrucciones tan simples pars respirar, como si me estuviera explicando una compleja ecuación.
Traté de seguir el ritmo de su respiración en unos largos intentos, la mayoría fracasando lo que frustraba hasta que logré sentir todo el aire llenar mis pulmones nuevamente. Aunque mis manos seguían temblando de a pocos y pies tenían un horrible sentimiento de hormigueo.
—Eso es —Lo escuché mientras sus brazos se aflojaban a mi al rededor, pero sin tener la intención de soltarme—. Lo lograste.
—¿Qué me pasó? —pregunté sin abrir aun los ojos porque seguía constipada por lo que había experimentado hace solo algunos segundos.
—Fue un ataque de pánico —respondió Eddie y abrí lsobojso de a pocos los cuales aún tenían lágrimas acumuladas.
Rodee a Richie con mis brazos abrazándolo con fuerza y él colocó una mano en mí cabeza acariciandome el cabello, era un increíble consuelo.
—Nos asustaste –habló Beverly.
Apreté los labios y solo enterré la cabeza más en el pecho de Richie escuchando los latidos de su corazón.
—¿Esto te había pasado antes? —preguntó Ben con algo de preocupación en su voz.
—No —respondí con la voz temblorosa—. Quiero irme.
—De acuerdo, v-vamos —Negué con la cabeza sin tener la intención de separarme de Richie.
—¿No creerás que se va a ir contigo? —lo interrumpió Stan molesto.
—¿P-por qué no? —cuestionó Bill.
—Esos ataques pasan cuando las personas tienen un momento repentino de miedo intenso, tú la asustaste con lo que le dijiste —respondió Eddie.
—P-por favor —le restó importancia y yo apreté más mis brazos—. Vamos Tn.
—No, no se va a ir contigo, en parte esto que le pasó es tu culpa Bill, no va a irse contigo —replicó Beverly.
—¿Entonces c-con quien se irá? —cuestionó mi primo y yo miré a Richie levantando la cabeza un momento.
—Vamos —habló Richie tomando mi mano con la suya para después levantarnos y caminar en medio de los demás hacia donde había dejado su bicicleta.
Ambos nos subimos en la suya y yo rodee su cintura con mis brazos recostando mi cabeza en su espalda y él comenzó a pedalear para ir a la casa.
Todo el camino fue callado, pero yo seguía consternada con lo que había pasado, lo repetía una y otra vez en mi mente.
—¿Te acompaño hasta adentro? —preguntó cuando llegamos y yo me bajé mientras se acomodaba los lentes.
—Sí, por favor —pedí abrazándome a mi misma.
Richie se bajó de su bicicleta y tiró su bicicleta sobre el césped para después acompañarme adentro.
Ambos subimos a mi habitación y nos sentamos en mi cama mientras él observaba al rededor, era la primera vez que entraba.
—¿Quieres hablar de lo que pasó? —rompió el silencio y negué con la cabeza—. Entonces, si en algún momento quieres hablar con alguien, búscame.
—Lo tendré en cuenta –Asentí mirando el suelo.
—Noté que en el refugio no tenías un gorro, me hubiera gustado verte con uno —cambió de tema y lo miré.
—Gracias por notarlo, no quise ponérmelo —respondí y sentí una de sus manos sobre las mías.
—Sí, eso es obvio Tn —Sonrió levemente y después me abrazo de lado moviendo una mano por mi brazo mientras yo recostaba la cabeza en su hombro.
Comencé a cabecear mientras pasaba una mano por su espalda mientras cerraba los ojos hasta terminar profundamente dormida.
...
Desperté frotandome un ojo con la mano perezosamente mientras sentía una mano haciendo presión en mi cintura.
Subí la mirada viendo a Richie dormido con los lentes de lado y después sentí nuestros dedos entrelazados sobre su abdomen.
Tragué en seco sintiendo mi cara acalorada y después solté nuestras manos despacio sintiendo sus dedos resbalar por ella.
Me levanté con cuidado de no despertarlo y luego me senté en la cama acomodándome el cabello. Giré la cabeza hacia la pared al oír una especie de discusión y recordé que la habitación de Bill estaba junto a la mía.
Pegué el oído a la pared para saber qué era el motivo de su discusión conteniendo al respiración como si ellos se fueran a dar cuenta.
—¿Enserio sigues culpando a Richie por lo que pasó? —cuestionó Eddie.
—Tn jamás ha-habría dicho eso —aseguró Bill y pide imaginarmelo sentado en la cama cruzado de brazos.
—Pero lo dijo, solo te estaba preguntando si la entendías, no hizo bien en mencionar lo otro, pero ru8te pasaste —aseguró Beverly.
—Tiene razón, necesita que la entendamos, perdió a sus padres y tu culpaste a Richie por ser comprensivo —concordó Stan.
—¿En-enserio se van a p-poner de su lado? —cuestionó mi primo e imagine su expresión de incredulidad.
—Sí, el tuyo no tiene sentido. ¿Por qué te molesta que esté tanto tiempo con Richie? —cuestionó Ben y puedo jurar que Bill blanqueó los ojos.
—Porque es m-mi p-prima, me preocupo por ella —justificó.
—Dijiste que estaba actuando el ataque de pánico, ¿De verdad te preocupa? —Abrí la boca al oír eso, ¿de verdad creyó que todo era actuado?
—Le dijiste que sus padres habían muerto para librarse de ella, ¿Estás loco o qué? —habló Eddie y sentí un gran nudo en mi garganta.
—No pensé en lo que dije —se excusó. Pero en su mirada no había arrepentimiento cuando lo dijo—. Pero no debió meter a G-georgie en la d-discusión.
—¿No viste la cara que puso? —preguntó Stan—. Se arrepintió al segundo luego de decirlo, todos nos dimos cuenta.
—Están discutiendo desde que llegaron — Salté en mi lugar y me di la vuelta viendo a Richie sentado en la cama mientras acomodaba sus lentes.
—¿Enserio? —Me acerqué a él lentamente sentándome a su lado viéndolo asentir—. ¿Bill te dijo algo cuando llegaron?
—Además de que me alejara de ti, no —Sonrió de forma forzada—. No quiere que me tengas cerca.
—Eso no tiene sentido, no has hecho nada malo —Lo miré y esta vez sonrió de verdad abrazándome por la cintura acostando su cabeza en mi hombro haciendo mis latidos acelerarse.
—Él no lo ve así, cree que por mí le dijiste lo que le dijiste —suspiró y sentí se respiración rozar mi cuello.
—Pero no fue así, solo le dije lo que le tenia que decir —apreté los labios al recordar lo que dije de Georgie.
—Yo no creí que dirías algo como lo de Georgie —Se separó de mí y colocó su mano sobre la mía.
—Sé que no debí decirlo, créeme, me salí de mis casillas y me arrepentí al momento porque no debí tocar ese tema más sabiendo que no me concierne —expliqué con la voz temblorosa.
—Nadie te culpa de nada, puedes tener eso seguro —me tranquilizó—. Debería irme.
—No, no quiero que te vayas —Tomé su mano con fuerza y él bajo su mirada a ellas—. No tienes por qué irte si no hiciste nada malo.
—No creo que Bill quiera volverme a ver después de hoy, estoy seguro de que me odia ahora —Suspiró y negué con la cabeza.
—No es verdad, quiero creer que no será así —Lo miré sintiendo en mi estómago cosquillas.
—¿Por qué quieres creer eso? —Pasó una mano por mi mejilla apartando un mechón de cabello.
—Porque si te odia... estoy segura de que me hará alejarme de ti, no creo que me deje pronunciar siquiera tu nombre —respondí con temor a que eso ocurriera.
—Y no quieres eso —Asentí sin dudar y él sonrió—. Entonces aquí me tienes preciosa.
—Gracias Tozier —Sonreí de lado a lado.
Richie bajó una mano a mi cuello haciendo círculos con su pulgar ocasionandome pequeños escalofríos. Coloqué una mano en mi cama y luego ambos comenzamos a acercarnos.
Bajé la mirada a sus labios un momento, eran rosados y algo pomposos, ¿qué se sentiría besarlo?
Me separé al escuchar la puerta de la habitación de Bill abrirse así que desvié la mirada a la pared acomodando mi cabello con la cara ardiendo.
—Perdón por eso —Reí incómoda sin mirarlo.
—Sí, tranquila —Soltó una risa incomoda también.
Escuché mi puerta abrirse lentamente y algunos golpes en ella así que me giré en su dirección viendo a Beverly asomada.
—Richie, Tn —Pasó su mirada por nosotros—. Bill, él quiere hablar con ustedes.
—¿Por qué? —cuestioné confundida.
—Creo que quiere disculparse, al menos escuchen lo que tiene que decir —respondió y se encogió de hombros.
Intercambié miradas con Richie y después ambos nos levantamos para salir de la habitación e ir a la de Bill.
Me extraño ver a los das afuera así que pase mi mirada por todos.
—¿Qué hacen afuera? —preguntó Richie igual de extrañado que yo.
—Quiere hablar con ustedes a solas —respondió Mike y asentí.
Ambos entramos a la habitación de Bill y Richie cerró la puerta atrás de nosotros.
—¿De qué quieres hablar? —pregunté haciendo que se girara a vernos.
—Q-quiero disculparme p-por lo que dije, n-no estuvo b-bien haber me-metido a tus padres a la d-discusión, estuvo m-mal...
—Yo tampoco debí mencionar a Georgie, lo siento —interrumpí.
—Déjame t-terminar —pidió y asentí—. N-no debí haberte ha-hablado así R-Richie y tampoco d-debí actuar tan f-frío con tu at-ataque de pánico... fui un idiota.
—Y uno muy grande —completó Richie y le dio un leve golpe en el brazo.
—¿Entonces n-no aceptan m-mis disculpas? —preguntó y apreté los labios meditandolo un poco.
—¿Eres imbécil? —preguntó Richie y después soltó una risa—. Claro que las aceptamos, o por lo menos yo sí, ¿Qué hay de ti preciosa?
—Sí yo también —respondí sonriendo levemente.
Lo podía perdonar, claro que sí, pero olvidar lo que me dijo y más lo que escuche de que creyó que el ataque de pánico era actuado sería más difícil.
Bill se acercó a la puerta para abrir mientras yo observaba su habitación detenidamente.
—Lo oímos todo —informó Eddie haciéndome reír.
—Oigan, —Bill llamó nuestra atención asiq que todos lo miramos—C-creo que es m-momento para ha-hablar de Eso.
Miré a los demás viendo su rostro de incomodidad, a mi también me incomodaba. Más el hecho de aún no haberlo visto y temer de qué manera se presentaría ante mí, si es que aparecía.