Debido a que los invitados a la fiesta de cumpleaños de Huo Ran eran principalmente niños, la comida de todo el banquete se basó en varios postres.
Temprano a la mañana siguiente, llegaron los organizadores de la fiesta trayendo consigo accesorios para redecorar la casa, mientras que el chef de los postres se dirigió a la cocina para empezar a preparar los pasteles y los postres. Por esta razón, también se limpió otra cocina que no se usaba desde hace mucho.
Ye Zhi se encontraba ahí haciendo el pastel.
Este pastel era lo que Huo Ran anhelaba. Sus palabras exactas fueron: "Quiero que mi pastel de cumpleaños lo haga Zhi Zhi".
Así que Ye Zhi se levantó antes del amanecer y comenzó a trabajar en la cocina.
Había aprendido todas sus habilidades culinarias de la cocinera de su casa, y sus conocimientos de repostería se basaban mayormente en la búsqueda de tutoriales en Internet o en averiguarlo por su cuenta. Ya había horneado un pastel de miel antes, cuyo sabor fue bien recibido por Huo Ran, quien lo elogió durante días. Esta vez, Ye Zhi decidió preparar un pastel de fresa.
Cuando el primer piso del pastel terminó de hornearse, Huo Youqiao entró en la cocina.
Ye Zhi al verlo se sorprendió tanto que casi dejó caer lo que tenía en la mano, y se apoyó un poco con el borde de la mesa antes de estabilizarse, "¿Hermano mayor? ¿Qué estás haciendo aquí?"
Huo Youqiao respondió: "Vine a ver si hay algo en lo que pueda ayudar".
Ye Zhi originalmente quería decir que no había nada, pero se tragó sus palabras y entregó una cesta de fresas, "Ayúdame a lavar las fresas, y luego corta un tercio de ellas por la mitad".
El hombre tomó la cesta, pero su mirada cayó sobre su muñeca. Cuando Ye Zhi le entregó las frutas, sus mangas habían retrocedido un poco, dejando ver su esbelta muñeca, que en ese momento mostraba marcas de apretones. Debido a que su tono de piel era demasiado claro, el violeta-cian se veía particularmente llamativo.
Ye Zhi se percató de su mirada y retiró bruscamente la mano, ocultando su muñeca en su manga.
Huo Youqiao se quedó en silencio durante un momento y de repente preguntó: "¿Anoche...te hizo daño?"
"No...", Ye Zhi negó en voz baja, " Huo Youcheng sólo estaba bromeando, no te preocupes".
Una rabieta de tal magnitud no era realmente nada para él. Además, no había sufrido ningún daño físico tangible, ni tampoco psicológico, por lo que no le importaba en absoluto.
Lo que más le importaba era la presencia de ese hombre frente a él y en su corazón, en donde permanecía inmovible e inescrutable. Pero ahora, parecía como si hubiera un abismo en el medio, que ninguno de los dos se atrevía a cruzar.
"Si te hace algo malo, puedes decírmelo y te ayudaré".
Ye Zhi bajó la cabeza: "Esta bien, gracias, hermano mayor".
Cuando Huo Youqiao escuchó su respuesta, su ceño se frunció ligeramente y su corazón se tensó. Un impulso descabellado surgió queriendo salir, pero al final lo contuvo.
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La fiesta de cumpleaños estaba muy animada.
Huo Ran vestía un vestido rojo hecho a medida, su pelo había sido peinado especialmente por un estilista y llevaba una pequeña corona que era un regalo de cumpleaños de siete cifras por parte de Huo Youcheng. También se le puso un maquillaje ligero en el rostro, y andaba sonriendo dulcemente por todas partes, viéndose especialmente muy linda.
El jardín de infancia al que asistia Hou Ran era de renombre y sus compañeros de clase provenían de una familia rica o de famosos. Todos iban vestidos de manera muy exquisitamente hermosa, y los regalos que trajeron eran tantos que se apilaron en una pequeña montaña. El anfitrión contratado por los organizadores era también muy amable, divertido y completamente competente con los niños. Bajo sus auspicios, la sala estaba llena de un sinfín de risas y alegría.
Habían prepararon un montón de juegos para jugar en el patio, con premios para los niños ganadores, todo patrocinado por Huo Youcheng.
Los niños estaban tan entusiasmados jugando que Ye Zhi finalmente tuvo tiempo para descansar, y eligió la pequeña habitación donde había estado durmiendo antes para reposar. Aunque Huo Youcheng le había prohibido dormir aquí solo, sus cosas no habían sido movidas y todo seguía en su estado original. Sintiéndose cansado, Ye Zhi buscó su reproductor de CD y se disponía a escuchar música con sus auriculares cuando oyó que llamaban a la puerta.
Cuando abrió vio que era Huo Youqiao nuevamente.
Ye Zhi se sintió nervioso al verlo, no era el puro terror de enfrentarse a su marido, sino el nerviosismo de que se descubrieran sus latidos excesivamente rápidos. "¿Necesitas que haga algo?" Ye Zhi pensó que Huo Ran lo estaba buscando de nuevo.
"No." Huo Youqiao lo miró fijamente: "Entremos y hablemos".
Los anfitriones y los invitados habían salido al patio, el salón estaba vacío, y Ye Zhi podía oír a su marido hablando por encima de los alegres sonidos de afuera, lo que le ponía nervioso.
Cuando la puerta de la habitación se cerró y los dos estaban en un espacio tan pequeño, él se puso todavía aún más nervioso.
Antes de que pudiera preguntar al otro hombre de qué se trataba todo esto, Huo Youqiao ya había sacado algo de su bolsillo, y cuando abrió el paquete, Ye Zhi se dio cuenta de que era un tubo de ungüento. Huo Youqiao exhortó: "Extiende tu mano izquierda".
Después de que Ye Zhi entendiera lo que iba a hacer, se apresuró a decir: "En realidad, no hay necesidad de..."
Sin embargo, el tono de Huo Youqiao no permitía ser rechazado: "Extiéndelo".
En ese momento Ye Zhi estaba casi apoyado contra la pared. Olió el aroma del hombre que se acumulaba lentamente en la habitación con la respiración contenida, y extendió lentamente su mano izquierda. Su manga no era lo suficientemente larga, y cuando la levantó, se encogió hacia atrás, revelando el hematoma alrededor de su muñeca. Los huesos de su muñeca eran delgados, como si pudieran romperse con la más mínima torsión, y la piel estaba amoratada e hinchada, por lo que parecía que era grave.
Huo Youqiao abrió la tapa del ungüento, exprimiendo la crema, y sin usar un hisopo de algodón lo colocó directamente en la yema sus dedos para luego aplicarlo en la muñeca de Ye Zhi. El calor de la piel al tocarse hizo que el corazón de Ye Zhi se agitara y sus ojos finalmente se posaron en los rasgos faciales cercanos.
Esta era la persona en la que había estado pensando.
Desde que lo conoció, esta persona se arremolinaba cada vez más en la cúspide de su corazón, era una presencia constante que le ejercía una gran tensión psicológica a su conciencia. Sabía que algo entre ellos no era posible, pero no dejaba de añorarlo día y noche, su amor descarrilado y perverso como una rama creció en un terreno estéril, y no supo cómo había comenzado a crecer hasta convertirse en un árbol gigantesco, con raíces y zarcillos arraigados en sus huesos y en su sangre, como si no pudiera ser extraído así le tomara toda la vida.
Ye Zhi de repente se sintió un poco agraviado.
La razón de ese sentimiento era porque este "gran árbol" no sólo fue alimentado por él sino que Huo Yuqiao también tuvo una participación activa.
Lo había besado tan cálidamente antes de decirle "Mi corazón late fuertemente cuando te veo", para luego explicar que se encontraba borracho.
Pero ahora que obviamente no bebió ni estaba ebrio, ¿por qué vino a hacer tal cosa?
Las magulladuras de su muñeca habían sido cuidadosamente frotadas con una capa de medicina, y efectivamente había un dolor oculto allí, que se alivió con el fresco confort del ungüento. El cuerpo de Ye Zhi estaba originalmente tenso, y tan pronto como los dedos del otro hombre se alejaron, cayó hacia atrás como si no pudiera mantenerse en pie, y luego se apoyó en la pared.
"¿También haces esto... como beneficio para tus empleados?"
No debería de haberlo dicho, al igual que cuando su madre le reprendía en el pasado, por muy agraviado que se sintiera podía abstenerse de no hablar, no defenderse y no buscar justicia, pero en este momento no pudo evitarlo
Quería ser valiente por una vez.
Incluso si existían muchas posibilidades de que el resultado no fuera el deseado, pensó que podía permitírselo y soportarlo.
Las personas que no han sido amadas desde la infancia tienen una capacidad mucho más fuerte para resistir los golpes de la vida que la gente común. Ye Zhi lo sabía por experiencia propia.
Al mirarse el uno al otro, los ojos de Huo Youqiao eran profundos y había una emoción indescriptible en sus rasgos.
Ye Zhi no supo cuando su voz se volvió un poco torpe, "Si no, es inapropiado que te comportes así...Tu preocupación excesiva... sólo me empujará más al abismo..."
Los ojos eran la puerta al ama, imposibles de engañar si se llenaban de sinceridad; y fácilmente los sentimientos del corazón se podían transmitir a través de ellos.
Y quienes lo reciban deben ser capaces de entenderlo, a menos que se negarán obstinadamente a hacerlo.
El rostro de Huo Youqiao cambió, aparentemente con cierta incredulidad, pero pronto pareció digerirlo de nuevo y abrió lentamente la boca: "¿En qué abismo?"
En el exterior, los vítores volvieron a llegar desde el patio, y la voz del presentador se escuchó por el micrófono, pronunciando el nombre "Señor Huo Youcheng". Este nombre hizo que Ye Zhi volviera al instante a su estado original, quitándole todo el valor.
Seguía siendo un esposo, tenía un marido, y su marido era el hermano del hombre que tenía delante.
La complicada relación lo atrapó como una telaraña. Ye Zhi parpadeó con los ojos algo enrojecidos, desvió la mirada y retiró su muñeca de la mano del otro hombre, diciendo suavemente: "No, nada..."
Después de un tiempo, justo como había pasado con anterioridad, una vez más se rompió la ambigüedad y la atmosfera volvió a lo que debería haber sido.
Ignorando la pérdida en su corazón, Ye Zhi estaba a punto de decir algo más cuando la luz frente a él se atenuó.
Era Huo Youqiao quien se había acercado.
Se movió con decisión, atrapándolo entre su cuerpo y la pared, sin llegar a ahuecar su barbilla antes de encontrar sus labios y besarlo con avidez.
En el momento en que fue besado, Ye Zhi se puso rígido.
Este era un beso tangible, no un beso superficial en la cual pudiera convencerse con la imaginación tratando de engañar la intención detrás del gesto. Huo Youqiao realmente lo besó, sus labios estaban presionados contra los suyos moviéndose alrededor, y después de lamer sus labios su lengua entró dentro de su boca.
Cuando asimilo quién lo estaba besando, una ráfaga de corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Ye Zhi, lo que lo hizo sentir entumecido, casi incapaz de mantenerse en pie.
La extraña lengua lamió su boca, saboreando con entusiasmo cada centímetro de ella y lamiendo de igual manera su lengua. Los puntos sensibles fueron frotados repetidamente, pero Ye Zhi no pudo hacer nada en respuesta, pues su cuerpo hacía tiempo que se había puesto rígido como una piedra por la sorpresa.
Su cintura estaba fuertemente abrazada por el otro hombre, y no había espacio entre ellos, presionando directamente el pecho de Hou Youqiao. Hacía mucho ruido afuera, pero Ye Zhi no podía decir exactamente de dónde provenía, solo podía oír el intenso latido del corazón de Huo Youqiao, que tenía la misma frecuencia que el suyo.
Thump, thump, thump, thump, thump
Sólo entonces recuperó el sentido común, cerró los ojos, tomó la iniciativa rodeando el cuello del otro hombre con sus brazos y comenzó a corresponder con fiereza.
Su beso fue muy crudo, no se parecía en nada a un tímido esposo que había estado casado durante cinco años, pero de nuevo, estaba lleno de suficiente energía y coraje, sin parecerse en nada a su carácter habitual.
El patio bullía de actividad, a Huo Yucheng se le daba bien socializar y era la fiesta de cumpleaños de su sobrina favorita, así que se lo estaba pasando bien con un grupo de niños, careciendo por completo de su imagen habitual de jefe dominante.
La pequeña habitación, sin embargo, estaba en silencio, exceptuando la respiración caliente y entrelazada de los dos hombres junto al sonido de la saliva chapoteando al lamerse los labios o la lengua.
No supo cuánto tiempo pasó antes de que el beso; que había sido reprimido hasta el extremo y que finalmente estalló inadvertidamente, se detuviera.
Ambos labios ya estaban un poco entumecidos. Sabían que debían separarse, pero debido a los sentimientos del otro, se unieron por un tiempo dándose cortos besos, y no se separaron hasta que les falto el aire.
El cuerpo de Ye Zhi seguía temblando ligeramente, su mente estaba hecho un lío, y no podía decir si sentía más placer o más pánico en este momento.
"Tu abismo soy yo". La voz de Huo Youqiao sonó frente a él, haciendo que por fin tuviera el valor de abrir los párpados: "¿No es así?"
"Si." Confesó Ye Zhi en voz baja. Sus manos se deslizaron hacia abajo y agarraron las solapas de su ropa, mientras sus ojos enrojecidos volvían a mirar directamente al otro hombre, entregando toda su sinceridad: "Me gustas".
Y entonces escuchó la respuesta de Huo Youqiao: "Tú también me gustas".