-Valery, necesito que me ayudes- dijo mi mamá mientras me daba un delantal.
Inspeccioné el lugar rápidamente y me dirigí a tomar las órdenes de los clientes que acababan de llegar.
-Bienvenido. Qué desea ordenar?
El chico no parecía escucharme. Llevaba unos audífonos puestos y un gorro cubría su cabeza. Su mirada estaba fija en su móvil.
-Disculpe...- dije mientras tocaba su hombro.
El chico se exaltó y me vio confundido.
No podía ser, era él.
Retrocedí varios pasos, y eso hizo que él luciera más confundido.
-Te sientes bien?- me preguntó mientras se ponía de pie.
Todo era muy extraño. Él lucía diferente. No recuerdo que tuviera tatuajes en su cuello y mucho menos piercings.
Mientras él se acercaba, yo iba retrocediendo.
Algunas personas veían la situación confundidos.
Qué harías si tuvieras a tu enemigo, mayor miedo y tormento frente a ti? Correr. Claro, eso fue lo que hice.
Agradecía que mi condición física no fuera tan mala, pero aún así escuchaba sus pasos detrás de mi, pero no era capaz de ver hacia atrás.
Odiaba que el restaurante donde trabajaba con mi mamá, quedara en un lugar despoblado, pero era extraño, siempre pasaba lleno, tal vez era por su increíble, su precio no era exagerado y era algo lujoso.
Solo podía escuchar a los grillos y me respiración agitada.
-Hey. Espera- lo escuché gritar.
Incluso, solo su voz me hacía estremecer. Si quería matarme? No tengo idea de lo que quiere, pero sé que no es nada bueno.
Sabía que en cualquier momento me alcanzaría. Sus piernas son largas, mientras él da un paso, yo tengo que dar tres. Correr en línea recta no era una buena idea.
Me desvié hacia el oscuro bosque.
Maldición, qué estás haciendo Valery?
Mientras me adentraba cada vez más, me arrepentía profundamente de cometer tal idiotez. Le tengo miedo a la oscuridad y corría a ciegas por un bosque en medio de la noche.
Mi corazón latía con desesperación, sentía que se saldría en cualquier momento.
Mis piernas me comenzaban a doler y respiraba con dificultad.
-Déjame ayudarte- volvió a gritar.
De reojo, pude ver que estaba alumbrando el camino con algo.
Estaba presa del pánico, ya no tenía idea de que hacer, tarde o temprano iba ha alcanzarme.
Continué corriendo, escuchando el cantar de los animales nocturnos y el crujir de las hojas y ramas bajo mis pies.
Incluso, podía escuchar las ramas de los árboles siendo movidas por la suave brisa de la noche.
La luna era mi única guía en medio de la oscuridad.
Por un momento, dejé de escuchar sus pisadas y ya no veía la luz que minutos antes había visto que llevaba.
Me recosté al tronco de un árbol para intentar recuperarme.
Cómo iba a salir de aquí? Estaba perdida.
Continué corriendo, hasta que sentí un par de brazos rodear mi cintura.
Comencé a gritar y a moverme desesperadamente, pero el agarre simplemente incrementó más.
-Debes tener más cuidado- dijo con su respiración entrecortada.
Alumbró con su linterna lo que estaba frente a nosotros. Un precipicio. En solo pensarlo, me estremecí. Me había salvado.
-No... ibas a ma-matarme?- le pregunté con temor.
-Por qué lo haría?- me preguntó mientras reía.
Su risa era diferente, no podía distinguirla, creo que era algo... sincera?
Retrocedió junto a mi, pero sin soltarme.
Me sorprendí en cuanto se sentó y me puso en sus regazos. Intenté alejarme, pero era demasiado fuerte.
-Tranquila, no te haré nada. Pequeña escurridiza. Cómo te llamas?
-En serio lo preguntas? Eres un idiota, sé que quieres matarme, Harry- le dije entre sollozos.
Sentí como su cuerpo se tensaba.
-Ha-Harry?- preguntó confundido.
-Qué es lo que quieres de mi?
-Yo... no soy Harry- dijo mientras tragaba con nerviosismo.
Me voltee y lo vi a sus ojos verdes. Algo me decía que estaba diciendo la verdad. Sus ojos se encontraron con los míos y limpió con sus pulgares mis lágrimas.
-Yo soy Edward. Incapaz de hacerle algún daño a alguien.
-Es una broma?
-No, no lo es. Harry era mi gemelo, pero él está muerte o al menos, se supone que lo está.
-No lo entiendo...
-Eso es algo que nadie entiende. Veo que no soy el único a quien le hace daño... Pero, por qué a ti?
-Yo no lo sé...
-Él te a hecho algo?- me preguntó preocupado.
Levanté la manga de mi abrigo, dejando expuestas las cicatrices que me había hecho hace un par de semanas atrás.
-Lo siento...
-Él que te a hecho a ti?
-Creo que lo que te hizo, no es nada a comparado a lo que me hace- dijo mientras reía con amargura y negaba con la cabeza.
Se levantó la camisa, dejando ver demasiadas cicatrices en su torso, algunas habían sanado, pero otras, aún se encontrabas abiertas.
Dirigió mi mano a su espalda desnuda, dejando que mis dedos recorrieran las cicatrices en ella.
-Mi rostro, es el único lugar donde no tengo, es lo que quiere y le sirve de mi...
-Qué quieres decir con eso?
-Harry... a él no le sirvo vivo, me quiere muerto, para él poder quedarse con mi cuerpo. Y qué quiere el de ti?
-No lo sé. Solo quiere vengarse de mi, atormentarme hasta matarme.
-Bienvenida.
-Bienvenida?
-Sí, al infierno de Harry Styles. Donde no descansará hasta hacer con nosotros lo que le plazca.
-No hay manera de salir?
-No, solo si le ganas a su propio juego y creeme que llevo tiempo intentando hacerlo. Cómo te llamas, linda?
-Valery.
-Tal vez juntos podamos llegar a hacer algo... Dos cabezas piensan mejor que una- dijo mientras reía.
-Eso espero.
-Lo burlaremos y lo haremos ir a donde realmente pertenece. Al infierno.
-Por qué si está muerto continúa aquí?
-Harry está aferrado a la vida, no quiere ir a donde debe ir. Le tiene temor al infierno, a pesar de ser uno de sus demonios.
Las palabras de Edward me parecían bastante oscuras, incluso una mentira, sonaban como si no fuesen reales y solo una pesadilla o cuento de niños.
-Estamos solos en ésto. Nadie nos entenderá y si alguna vez dices algo, te tratarán como si estuvieses loco. Mi mamá no me creyó, pensó que la muerte de Harry me había afectado y me llevó a un psiquíatrico, donde le dijeron que lo mejor era que me dejara internado, era peligroso que llegara a ser un futuro "asesino". La gente simplemente le tiene miedo a ésta clase de cosas, prefieren pensar que solo es un problema mental y no algo real.
-Tengo miedo.
-No lo tengas, eso es justamente lo que él quiere que le tengas.
-Crees que él nos está viendo?
-A pesar de que pertenece a la oscuridad, intenta evitarla.
Algo en Edward me producía más confianza, tal vez era por el hecho de que me sentía comprendida y protegida. Ya no iba a estár más sola en ésto. Ambos intentaríamos buscarle un fin, a Harry.
-Estamos perdidos. Eso me pasa por seguir a desconocidas- dijo mientras reía.
Rápidamente cambió el ambiente, y eso me gustaba.
-Debiste dejar piedras o pan, así mo te perdías.
-Ya, ni modo. Hay que esperar hasta que amanezca o nos encuentren.
Permanecí viendo el cielo, de alguna manera hacía que me sintiera tranquila. Tal vez era por la luz y resplandor de la luna y las estrellas.
-Edward?
No tuve respuesta alguna, se había quedado dormido.
Era curioso, incluso se podría decir que Edward tenía un aspecto más aterrador que el de Harry.
Se veía algo oscuro, incluso llegaba a lucir misterioso, pero el tenía temor, tanto como yo, intentaba ocultarlo luciendo de esa manera.
Harry no solo me lastimaba a mi, lastimaba a su hermano. Lo que hacía con él era enfermizo, quería matarlo y luego hacer con su cuerpo lo que deseaba.
Harry Styles, no era simplemente un nombre cualquiera, era el terror de muchos, y apenas estaba comenzando.
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Seguro no se imaginaban ésto, no?
La verdad es que yo tampoco xD
Espero que les haya gustado!
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