Un juego de dos

By piikkaapiikaa

211K 22.4K 44.6K

Louis es obligado por sus padres a ir a un internado, donde convivirá con gente como él que es capaz de contr... More

Prólogo
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Final
Epílogo
Importante

Capítulo VI

6.8K 851 2.2K
By piikkaapiikaa

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Louis haciéndolo estremecer en el momento en que sus palabras llegaron a su oído. No podía ser, ¿cómo demonios sabía él eso?

Tragó saliva con dureza volviendo a mirarlo a los ojos cuando se separó de él lo suficiente como para que pudiera hacerlo, y una sonrisa burlona apareció en sus labios justo en ese momento.

No iba a dejarse humillar.

Y menos, por él. Por Harry Styles.

—Si hubiera sabido dónde estaba la llave, habría salido corriendo de allí. —mintió. Su tono de voz era firme y seguro, pero Harry sabía la verdad.

—Mientes.

—No te dejes llevar por el ego, Styles. —lo retó.

—¿Mi ego? ¿esa va a ser tu excusa? —comenzó a reír—. Está bien. Si quieres mentirte a ti mismo, adelante, hazlo. —se separó.

Caminó con dificultad hacia el baño, agarrándose con fuerza a los muebles que encontraba a su paso para mantener el poco equilibrio que tenía, y Louis miró hacia su dirección cuando escuchó el sonido del pestillo al cerrar la puerta tras él.

Odiaba a Harry. Y Harry, lo odiaba a él.

Lo que ninguno de los dos sabía, era que ese mismo odio mutuo que sentían el uno por el otro, sería exactamente la razón que les haría perder totalmente la cabeza, de una manera que jamás habrían imaginado antes.

Louis suspiró encendiendo la pantalla de su móvil, observando que la hora marcaban las seis en punto. Su alarma sonaba a las seis y media, así que decidió que ya no valía la pena seguir durmiendo.

Se cambió de ropa quitándose el pijama aprovechando que Harry estaba en el baño, y se vistió dispuesto a salir de la habitación; necesitaba urgentemente tomar el aire lejos de la persona que a fin de cuentas, dormía con él.

Agarró su caja de tabaco, sus gafas de sol y una fina chaqueta negra, y se dirigió a la habitación de Niall sin siquiera molestarse en avisar a Harry de su marcha.

—Niall. —tocó a la puerta—. Niall, vámonos.

La puerta se abrió despacio, dándole tiempo a visualizar la escena; El temido Niall Horan, dejándose ver con un pijama de ositos y una mascarilla facial de la patrulla canina.

—No puedes estar hablando en serio. —bufó Louis, ante la patética imagen de su amigo.

—¿Qué pasa? estas mascarillas van genial para la piel. —se encogió de hombros—. Estoy divino, ¿verdad? —pestañeó, de forma exagerada.

—Cámbiate, anda, que quiero salir de aquí. —ignoró su pregunta.

Entró a la habitación sin previa invitación, pues no la necesitaba, y se sentó en el sillón encendiendo el teléfono para entrar en sus redes sociales mientras su amigo se cambiaba frente a él.

Después de todo, al ser amigos de toda la vida, la vergüenza era algo que ya no existía entre ellos.

Para sorpresa de Louis, Niall se cambió bastante rápido volviendo de nuevo a su apariencia normal, menos patética de lo que acababa de ver hacía a penas unos minutos.

—¿Y dónde quieres ir? a las siete tenemos clase y son y cuarto. —miró el reloj de su teléfono.

—Vamos fuera, si me fumo toda la puta caja en esta media hora quizás tengo suerte y me muero y todo. —habló con sarcasmo.

—Vuelve a decir eso y te mato yo. —amenazó Niall, quien odiaba que hiciera ese tipo de bromas.

—Vámonos, anda. —salió de la habitación.

—Ni siquiera me has dejado lavarme los dientes, y ahora me huele la boca a muerto. —se quejó Niall caminando tras su amigo, quien se colocó la chaqueta junto a las gafas de sol.

—No vas a besar a nadie, así que tampoco pasa nada.

—¿Qué sabrás tú?

Louis se giró sin dejar de caminar, mirándolo de reojo por encima de sus gafas con una expresión divertida, y Niall golpeó su hombro haciéndolo reír.

Salieron al patio observando en silencio los suaves y cálidos colores que daban lugar al amanecer, y Louis acunó su mano rodeando su boca, echándoles el aliento tratando de darles un ápice de calidez.

—Joder que frío. —se quejó Niall, metiéndose las manos en los bolsillos.

—Prefiero esto que morirme de calor. —se encogió de hombros.

Se sentaron en las gradas, justo en el mismo lugar donde siempre estaba Louis, y Niall lo miró poniendo una mueca cuando él inhaló con profundidad de su cigarro.

—No me gusta que fumes.

—A mí no me gusta que la gente se meta en mis asuntos.

—No soy la gente, soy tu mejor amigo.

—¿Y?

Niall suspiró, sabiendo que aquella conversación no iba a ninguna parte. Lo había intentado muchas veces, le había dado infinitas opciones con las que podía dejar de fumar, pero jamás le había hecho caso.

A fin de cuentas, es imposible ayudar a quien no quiere ser ayudado.

—¿Cómo te va con Harry?

—¿Qué? —lo miró.

—Se ha corrido el rumor de que te han castigado a ser su sirviente. —ahogó una risa.

—Sirviente mis cojones. —se enfadó—. Tengo que ayudarlo porque supuestamente se cayó culpa mía, pero eso no me convierte en su sirviente.

—No te pongas así, solo te he dicho lo que se rumorea.

—Joder. —resopló—. ¿Y a qué viene eso de “cómo te va con Harry”? —hizo las comillas con sus dedos.

—Se nota la tensión que hay entre los dos. —ahogó una risa.

—¿Tensión?

—Tensión sexual.

Una fuerte carcajada salió de entre los labios de Louis, quien comenzó a reír de forma exagerada. Niall lo observó con una mueca en su rostro, pues era consciente del tono irónico de su risa, y lo empujó para que dejara de reírse así.

—Tenemos de tensión sexual lo que tú de rubio natural. —volvió a ponerse serio.

—Repítelo hasta que te lo creas.

—Te estoy hablando en serio.

—Ya, claro, ¿y entonces por qué estás así?

—¿Así cómo?

—Apagado, pensativo. Incluso diría que cohibido.

—Supongo que aún me estoy adaptando a este internado.

—¿Al internado, o a Harry? —lo miró con picardía.

—De verdad, no hay quien te aguante. —resopló.

Volvió a inhalar de su cigarro, esta vez mucho más profundo llenando así sus pulmones de esa sustancia, y expulsó todo el humo grisáceo tras retenerlo en su interior durante unos segundos.

Abrió sus piernas ligeramente aún sentado para apoyar sus codos en sus muslos, y entrelazó sus dedos bajando la cabeza.

—Yo creo que tú sabes muy dentro de ti que te estás enamorando de él, pero te niegas a creértelo porque tu estúpida coraza no te deja admitirlo.

—No me vengas de psicólogo Horan, yo no tengo ninguna dichosa coraza, y si digo que no me estoy enamorando es porque es así. No me voy a enamorar del imbécil que ha hecho de mi estancia aquí un infierno desde el día en que llegué. —habló con odio, con rencor. Había resentimiento en sus palabras.

—Pero eso ha sido mutuo, porque si él te hace una putada, tú le haces cinco. —comenzó a reír.

—Claramente. —sonrió orgulloso.

Inhaló por última vez de su cigarro antes de lanzarlo contra el suelo, apagándolo de inmediato una vez lo pisó, y bufó mirando a Niall.

—Debemos volver, ese imbécil se matará si va solo a las clases.

—¿Te preocupa que se haga daño? —lo miró.

—Me preocupa mi castigo como se haga daño.

Una sonrisa burlona apareció en los labios de Niall, quien lo miró tratando de hacerle reír, pero él tan solo negó suspirando.

—Tienes muchos pájaros en la cabeza, Horan.

—Cuando salgáis, a ver quién es que tiene pájaros en la cabeza. —comenzó a caminar.

—No me voy a molestar ni en contestar, vaya ridiculez. —lo siguió.

Caminó hasta su habitación cuando Niall se fue a lavarse los dientes, y entró sin avisar encontrándose a Harry despierto, tratando de ponerse los pantalones a pesar del yeso de su tobillo.

—¿Dónde mierda estabas? tienes un castigo que cumplir, Tomlinson. —habló con burla, tratando de provocarlo—. Ayúdame a ponerme estos pantalones.

—Que te ayude tu abuela. —vaciló, sentándose en el sillón que había frente a él.

—Está muerta.

Louis lo observó sin decir nada, a punto de arrepentirse de sus palabras, pero bufó en cuanto él comenzó a estallar a carcajadas.

—Es broma, la hija de puta está más viva que nunca. —habló entre carcajadas.

—Cómete una mierda, Styles. —rodó los ojos.

—¿Y si mejor me como tu polla? —alzó las cejas.

—Te falta boca. —le guiñó un ojo.

Esta vez fue Louis quien comenzó a reírse en suaves carcajadas, pero incrementaron con fuerza cuando observó como se rompió el pantalón tratando de hacerlo entrar por el yeso.

—¡Mierda! —gritó enfadado—. ¡Eran mis pantalones favoritos! —maldijo en voz alta.

—Eso te pasa por gilipollas.

—Tomlinson, no es el momento. —lo miró desafiante.

—Siempre es el momento, no eres tú quien pone las normas aquí. —lo enfrentó.

—Te juro por mi vida que cómo me levante te pegaré tal paliza que ni tú mismo te reconocerás en el espejo. —habló con rabia.

—Pero si eres un cojo de mierda. —volvió a reír—. No te columpies tanto, anda, que te humillas solo.

—¡Que te den por culo, Tomlinson! —trató de levantarse.

—¿Y si mejor me das tú? —le guiñó un ojo.

—Te destrozaría. —aseguró.

—Te sorprenderías.

Harry lo miró esta vez sin enfado alguno, y Louis disimuló una sonrisa irónica.

—Eres un puto pervertido.

—Pervertida tu puta madre. —contestó Louis.

—Normal, a mí me hicieron con ganas, por eso salí tan perfecto. —sonrió orgulloso.

—Perfectamente imbécil. —estalló a carcajadas.

—Vete a la mierda.

—Estoy contigo, que es exactamente lo mismo.

—¿Estás conmigo? —alzó una ceja divertido, ignorando su vacilada.

—¿Qué?

—Has dicho que estás conmigo. —sonrió con burla.

—Gilipollas, me refiero a que estoy contigo físicamente, aquí y ahora.

—No lo estás arreglando. —comenzó a reír.

—Joder, cuando uno nace tonto, se queda tonto para toda su puta vida. —bufó.

—¿Me estás llamando tonto?

—¿Tus dos neuronas qué creen? ¿que sí o que no? —lo miró divertido.

—Imbécil.

La puerta se abrió de golpe interrumpiéndolos a ambos, y una chica morena, de estatura más bien baja y ojos verdes, se dejó ver tras ella.

—Harry, cariño, ¿quieres que yo te lleve a las clases hoy? tienes que ir con cuidado de no hacerte daño. —parpadeó descaradamente, tratando de mantener su rígida postura.

—¿A ti te han educado en tu casa? —preguntó Louis, borde y seco—. Se llama antes de entrar.

—Perdona, ¿y tú eres? —lo miró de arriba abajo, con desagrado.

—Louis Tomlinson. —la desafió.

—Bueno, en verdad me das igual. —rió, volviendo a mirar a Harry—. ¿Y bien, cariño?

Louis soltó una carcajada haciendo que esa chica lo mirase mal, y se acercó a la puerta.

—Si eres una puta que se tira a la polla de todos en busca de un poco de consuelo, vete a otra parte, ¿quieres? —sonrió con burla—. Deja de dar la pena por aquí.

—Voy a chivarme a la directora. —se enfadó, con su irritable y chillona voz.

—Avísame cuando lo hagas y te acompaño, no sea que se equivoquen de persona. —le guiñó un ojo.

Cerró la puerta de un portazo dejándola con la palabra en la boca, y se giró cuando escuchó una risa tras él, viendo a Harry sentado en la cama ya con unos pantalones negros pitillos puestos, sin camiseta.

—¿Pero que ven mis ojos? —sonrió burlón—. ¿Estás celoso, Tomlinson?

—¿Qué coño dices?

—No has querido que me llevara ella. —rió—. Estás celoso.

—Celosa tu puta madre, Styles. —lo miró enfadado—. Quiero ser yo quien te lleve porque si lo hace otro y te haces más daño, la culpa será mía.

—¿Es eso, seguro?

—¿Qué va a ser sino? controla el ego, joder.

—Ego. —sonrió—. Esa carta se te está quemando ya.

Louis se acercó a él sonriendo, a penas sin ser consciente de lo que estaba a punto de hacer, pero lo hizo igual.

Extendió su dedo índice hasta su pecho desnudo, empujando de él levemente hasta que lo hizo tumbarse sobre la cama, y se tumbó encima suya sin dejar caer peso, clavando sus rodillas en el colchón una en cada lado de su cadera.

Se miraron a los ojos. Una mezcla del fuego más ardiente y vivo del mundo, junto a la más gélida de las aguas existentes.

Louis apoyó sus manos sobre el colchón, una a cada lado de la cabeza de Harry, quien lo miraba embobado incapaz de pronunciar palabra alguna.

Bajó su rostro lo justo y suficiente, dejando entre ellos unos treinta centímetros de distancia, y sonrió con picardía llevando una de sus manos hasta sus rizos, comenzándolos a acariciar con suavidad.

—¿Qué pasa? —murmuró Louis, observando su rostro—. ¿El gatito ya no tiene ganas de jugar?

—¿Jugar? —tragó saliva—. Ahora mismo se me ocurren muchas formas de jugar.

—¿Sí? ¿y quién crees que ganaría? —coqueteó, bajando su rostro.

—Podríamos dejarlo en empate. —miró sus labios.

Louis sonrió bajando su rostro hasta que acortó su distancia a unos diez centímetros, y rozó sus narices en un movimiento rápido, produciendo una leve sonrisa en los labios de Harry.

—Cómo ahora digas que esto es por mi egocentrismo, te corto la polla. —murmuró.

—Con lo que te podrías divertir con ella, y prefieres cortarla. —alzó las cejas.

—Tienes toda la razón.

Bajó su rostro muchísimo más, sonriendo cuando Harry cerró los ojos, y rozó sus labios durante una milésima de segundo, estremeciéndose por completo ante tal contacto.

Y justo cuando Harry se lanzó, alzando su rostro levemente para besarlo, Louis sonrió acercándose a su oído.

—Que te jodan, Harry Styles. —murmuró riéndose, levantándose de encima de él—...

Continue Reading

You'll Also Like

135K 16.4K 50
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...
155K 7.3K 33
Ambos viven en la masía. Desde que se conocen Héctor siempre la ha molestado. Y ella no piensa nada bueno del él. Pero todo cambiará tras un trabajo...
316K 30.1K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...
318K 43K 20
Harry escribe cartas anónimas para Louis y las deja en su casillero, a Louis le encanta fingir que no le emociona encontrar las cartas cada día. -no...