En la escuela todo era normal, yo era la típica adolescente con problemas de actitud o de amores, tenía un grupo de amigas fantásticas pero la principal era Amy mi mejor amiga, éramos muy felices y nos divertiamos.
Y como toda persona, había un chico que me gustaba mucho, su nombre era Mark, con sus ojos azules, su cabello largo hasta las orejas y su piel suave y blanca como seda, era perfecto y era de un grado mayor que el mío, siempre nos mirábamos por los pasillos y me sonreía y yo a él, pero jamás hablábamos.
Un día al fin se atrevió a hablarme, iba con Amy y de pronto él se detuvo y me dijo:
-Hola ¿Que tal?
Deduje que eso se trataba del inicio de una conversación, así que Amy siguió caminando y yo me quedé para hablar con Mark.
-Hola, pues bien Mark ¿y tú?
-Bien, ¿Como sabes mi nombre?
-¡Oh! Pues... ah... Yo escuché a tus amigos llamarte así.
-Ah, que bueno Emily.
-Haber ¿y tú porque sabes el mío?
-Por que le pregunté a alguien tu nombre.
Me ruborize por completo, eso significaba que yo le interesaba mucho, estaba emocionada y de pronto ¡Rinnng! La maldita campana.
-Que pena, podemos seguir hablando mañana si quieres.
-Claro, será un gusto.
-Gusto en conocerte Emily, dijo y estreche su mano y yo la tomé, que pena a de haber sentido lo helada que estaba de los nervios.
-Igualmente, cuídate, hasta mañana.
-Hasta mañana.
Mark se fue y yo salí disparada al salón, le conté a mis amigas y estas se emocionaron mucho.
-Ya era hora de que uno de los dos se animara.
-Es verdad, pero al menos se le nota que le gustas.
-¡De verdad!
-Si claro que si.
-Ojalá...
Regresé a casa y le conté a mi hermana, está se emocionó mucho y saltó de alegría.
-Vas a emocionarte aún más cuando veas esto, dijo y sacó una tarjeta.
-¿Que es eso?
-Una invitación a la fiesta de cumpleaños del hermano de Mark.
-¡Fiesta de cumpleaños! ¡El hermano de Mark! ¡Fiesta en casa de Mark!
-Ajá y es este sábado a las 3 de la tarde.
-Yo no puedo ir...
-No me digas, ¿Es por los payasos verdad?
-Si...
-Emily, el hermano de Mark tiene mi edad, ¿Tú crees que habrán payasos en su fiesta?
-No lo sé, pueda que si.
-Pues pueda que no, ahora olvida lo de los payasos y piensa que tendrás la oportunidad de estar con Mark en su casa.
-Es verdad... Iré.
-¡Esooo! Gritó mi hermana y comenzó a saltar en la cama, ahora yo no estaba segura de ir...
Al día siguiente no vi a Mark, estaba en entrenamiento, el jugaba fútbol americano en el equipo de la escuela, al menos sabía que mañana lo vería en la fiesta, ahora si tenía muchas ganas de ir...
No encontraba nada que ponerme, había hecho un desastre en toda la habitación, Megan se había puesto unos jeans y una blusa blanca, bastante sencilla ella nunca se andaba complicando, en cambio yo quería verme espectacular.
-Ya debemos irnos, ya casi son las 3.
-No sé que ponerme, estoy desesperada.
-Ponte lo que sea si tú ni eres la del cumpleaños.
-Obviamente, pero quiero que Mark me vea bien.
-Con lo que sea que te pongas te verás hermosa, mira esa cabello rubio tan lindo y esos ojos color miel, no necesitas de mucho.
-Que linda hermana, gracias, ¡Al fin! ¿Que tal este vestido?
-Es precioso, vámonos.
Me puse el vestido rojo que use en Navidad, era estilo globo de abajo se veía muy bien, papá nos llevó a la fiesta, yo iba emocionada porque quería sorprender a Mark. Llegamos y en la entrada de la casa habían muchos globos.
-Bueno, me llaman cuando acabe la fiesta de acuerdo.
-Si papá.
-Que les vaya bien.
-Bye papá, hasta más tarde.
-Adiós.
-Bien aquí es, que casa más bonita.
-Si... le dije nerviosa a Megan.
Entramos y Mark me recibió se veía sorprendido al verme pero él también se veía muy bien.
-¡Wow! Que sorpresa, no sabía que te habían invitado, te ves muy hermosa.
-Gracias, tú también, es que de hecho tu hermano invitó a mi hermana, ah, claro, ella es mi hermana Megan.
-El famoso Mark, al fin nos conocemos mucho gusto.
-Pasen, la fiesta es en el patio.
-Gracias, compermiso.
Fuimos hasta el patio y todo era tal y como me lo imaginé, globos por todas partes, niños, juegos inflables, comida, piñatas, etc, pero lo importante era que no habían payasos...
Mark me presentó a sus padres y a su pequeño hermano, cumplía 10 años, era muy parecido a Mark.
La fiesta comenzó, pusieron música, Megan se fue a jugar con unos niños que conoció, comimos, bailamos, hicieron juegos y todo era excelente, hasta llegó un mago he hizo trucos en un escenario que habían construido, fue sorprendente no podía creer como era que había sacado un ramo de flores de su puño cerrado, era increíble.
Todo era perfecto y sin ningún payaso a la vista, Mark y yo no habíamos dejado de hablar desde que llegué, partieron el pastel que estaba delicioso y todos reían y disfrutaban, en especial el chico del cumpleaños.
-Que fiesta tan bonita Mark, hace años que no iba a una fiesta de niños.
-En serio ¿Acaso no te invitan?
-Si claro que si, pero yo no voy.
-¿Porque?
-Te vas a reír si te digo, mejor no...
-Dime, quiero saber todo de ti.
-Yo... Le tengo fobia a los payasos.
Mark levantó las cejas y se puso a reír, era una reacción natural en las personas y ya no me molestaba, era tonto que un ser que existía para hacer reír, le diera miedo a alguien, Mark notó que me incomode y se calmo.
-Perdona, es que es...
-Infantil... Lo sé...
-Si, algo. Pero no te preocupes todos tenemos algo a lo cual temer, yo por ejemplo odio a las serpientes y me aterran, así que tranquila no es algo de que avergonzarse.
-Gracias Mark, que dulce.
Nuestra conversación fue interrumpida cuando la madre de Mark se subió al escenario y pidió a todos su atención, me imaginé que diría unas palabras al cumpleañero o algo así.
-Su atención por favor, reciban a la sorpresa del día, un fuerte aplauso para el señor sonrisas.
En cuanto dijo señor sonrisas, supe que se trataba de un payaso, me altere un poco y de pronto lo vi subir al escenario, su peluca roja y afro, su traje de mameluco amarillo, sus zapatos gigantes azules, su nariz roja y su maquillaje estrafalario, era un poco obeso y me dio tanto miedo, Megan me miró bruscamente muy preocupada y yo miré a Mark.
-De verdad lo siento tanto, te juro que no sabía que mamá traería a ese payaso, no me dijo nada.
-Yo debo irme...
-¡No! No te vayas, quédate, mira esto como una prueba, debes enfrentar tu miedo, ese payaso no te hará nada, yo estaré contigo, dijo Mark y me tomó de la mano, eso me dio la confianza en él y supe que de verdad tarde o temprano debía enfrentar mis miedos y dejar de vivir con esto de una buena vez.
-Esta bien... Lo intentaré...
-¡Así es!
Megan corrió hacía mi y me tomó de la mano, el payaso comenzó con su estúpido acto haciendo unos chistes que no me causaban gracia, empecé a sentirme mareada y estaba sudando, todo daba vueltas y quería vomitar, pero no lo haría enfrente de Mark, así que tenía que aguantarme mis terribles síntomas de la payafobia...
-Necesito un voluntariado, dijo el payaso y todos los niños gritaban y levantaban la mano para que los escogieran, pero no... Él muy imbécil me escogió a mí.
-¿Que tal tú jovencita?
-¡Yo!
-Si, tú.
-No claro que no...
-Anda, es tu oportunidad de superar tu miedo.
-No puedo...
-Yo se que si, vamos.
-No lo hagas Emily y tú deja de meterle ideas Mark.
-¿Que me dices jovencita?
-¡Esta bien! Dije muy determinada y Megan se quedó boquiabierta.
Subi al escenario improvisado y mis rodillas se hicieron de gelatina, comencé a temblar mucho más, mi respiración se agudizó, jamás había estado tan cerca de un payaso en tanto miedo, me tomó de los hombros para hacerme a un lado y esa acción casi me hace desmayarme, me había tocado ¡Que horror! Luego sacó unos globos de esos largos para hacer figuras.
-¿Que animal es tu favorito niña?
-El perro.
-Entonces te haré un perro.
Sabía que el perro era uno de los animales más fáciles y en cuánto más rápido terminara más rápido podía irme de ahí, mientras hacía el animal de globo, me miraba y su mirada era morbosa, su pequeña sonrisa llena de labial daba asco, noté como me veía de arriba a abajo y comencé a sentirme peor, todo se puso como en cámara lenta, mi respiración era lo único que escuchaba, mi corazón latía como el de una rata a la que acaban de atrapar, no podía ni seguir de pié, era horrible.
-Aquí tienes, dijo el payaso y me dio el perro de globo, lo tomé y sacó una aguja y reventó el globo casi en mi cara, esta acción hizo reír a todos pero para mi había sido lo peor y comencé a gritar y a gritar como loca.
Todos reían pero luego de un momento mis gritos hicieron callar a todos, yo gritaba demasiado y Megan y Mark corrieron a mi lado y me llevaron para adentro, la mamá de Mark corrió a ver que pasaba y su esposo se quedó con los demás en la fiesta.
-Dios mío, deja de gritar niña ¿Pero que le pasa?
-Le tiene miedo a los payasos mamá ¿Porque trajiste uno?
-Hay hijo, yo que sabía.
-Emily mirame, soy yo, no hay más payaso si, calmate. Dijo Megan llevando mi cara a la suya y finalmente me calme, me dieron un vaso con agua que cayó al suelo en cuanto el payaso entró a la casa y de nuevo los gritos y corrí a abrazar s Mark.
-¿Que te sucedió niña? ¿Porque gritas así?
-Le tiene miedo a los payasos y usted se pasó con eso del globo, dijo Rebeca muy molesta.
-Yo que iba a saber que a esta mocosa estúpida le iba a dar miedo, era parte de mi acto.
-¡Oiga! No le diga así a mi hermana estúpido payaso.
-Tú cállate mocosa, arruinaron mi acto.
-Su acto, es todo lo que le importa.
-Otro mocoso maleducado...
-El maleducado es usted, se me larga de mi casa en este mismo instante y no voy a pagarle.
-¡Pero porque!
-No terminó el acto, ahora fuera de aquí.
-Pero esta estúpida no me dejó seguir.
-¡Sólo váyase!
El payaso tomó sus cosas y se fue, me hizo una mirada amenazante y antes de marcharse dijo:
-Esta me las pagas...
Sus palabras fueron como un balde de agua fría y mi corazón se aceleraba...