Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y...

By SAMPLJCC

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_____ trabaja en Supergirl interpretando a la hermana menor de Kara y Alex Danvers. Su última relación la dej... More

PERSONAJES
¿Qué está pasando?
No huirás ¿Cierto?
Eres malvada, muy malvada
Por favor
¡Al fin ha pasado!
Demuéstramelo
"Las amistades peligrosas"
Yo...
Buena chica
La despedida
¿La tomas o la dejas?
Lo prometo
Eres tú
Un beso
Cállate
¡Más!
¡Es tu daddy!
Me las vas a pagar, McGrath
Nada me molesta si es contigo
Me perteneces, McGrath
Jugando sucio
Por favor Katie, te necesito
¿Quieres terminar?
El trauma cada vez se hace más grande
Completamente tuya
Eres mi perdición...
¿Valió la pena?
La pasaremos muy bien...
Ulises
¿Más interesante?
A sus órdenes, oficial
Quiero mi venganza
Te amo, _____. Te amo, Katie. (Capítulo especial)
Soy tu esposa
Como una Luthor
¿De quién huías?
Lo seremos
¿Me amas aunque...?
¿Eres mi perra, _____?
¿Vamos a casa?
Unas cuantas islas...
Pequeña
¡Disney!
Ella va a estar bien
Gracias por darme esta familia
No puedo hacerlo
Eres la mejor decisión que he tomado
¡Son...!
Lo que siempre necesité
¿Vamos a...?
La primera vez
Estoy muy cansada
A sus espaldas
¡Sorpresa!
¿Quieres que siga?
¡Mierda!
Sin ti
¿Cuáles serán los límites?
¿Hermanitos?
¿Besito?
¿Planeabas ocultarme para siempre que...?
No te merezco
¿Quién era ella?
Auch...
Se acaba hoy
"...así sean diez minutos, dos años o treinta años"
¿Perdón?
Cuéntame
¿Fue solo un beso...?
Llamaré a mi psicóloga
Tengo un presentimiento
Mami...
AVISO IMPORTANTE: ¡Historia de Lena publicada!
Te tengo vigilada
¿Me obedecerás?
A por el equipo de fútbol
Una locura más no es nada
¡Vamos a por el décimo!
Diosa McGrath
Te prometo que la encontraré
Mi pequeña
Alcanza para todos
Kashy Kashy Kashy...
ANTES DEL FINAL
Lugar de paz
Eterno lugar de paz (Epílogo)
Cum pleaños (Capítulo extra)

¿Qué dijiste?

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By SAMPLJCC

Narras tú

–Creo que...voy a tener un orgasmo solo de imaginar lo que quiero hacerte– sonreí.

–Soy toda tuya– susurré y me tomó de la cintura, me atrajo a ella para besarme y caminó hasta hacerme chocar con la pared.

–Espero que hayas comprado una silla de ruedas, porque la necesitarás– dijo y sus pupilas se expandieron levemente.

–Claro que lo hice– sonrió y me quitó la camiseta para llevar su boca a la parte superior de mis pechos.

Pasó su lengua por estos y luego subió a mi boca para besarme, a la vez que sus manos se metían por mi pantalón para apretar mi trasero.

Lo desabrochó para después bajarlo y sonreí cuando se detuvo a observarme por un minuto.

–Me encantas– me hizo abrir las piernas y pasó sus dedos por mi entrepierna. Comenzó a moverlos hábilmente por sobre la tela y gemí ante la agradable sensación.

Tomó la prenda para bajarla mientras acariciaba mis piernas, levanté mis pies para que la sacara y subió su vista a mi rostro.

–Comenzaremos suaves– comentó y sonreí. Sacó su lengua para pasarla por entre mis pliegues y succionó mi clítoris, haciéndome temblar por el placer. Apoyé mi espalda en la pared y siguió moviendo hábilmente su boca.

–¡Ah! ¡Katie!– sonrió metiendo sus dedos para moverlos en forma de gancho y así acariciar mi punto G.

Puse mis manos en su cabeza para indicarle que moviera su lengua allí, así que hizo presión con su lengua sobre mi clítoris y me afirmé de la pared para no caer durante el intenso orgasmo.

Se levantó sonriéndome y me acerqué a ella para besarla. Pasó su lengua por mis labios y sonreí dándole acceso a mi boca.

–Hora de subir la intensidad– sonreí y se alejó, fue hacia el mueble donde le dije que estaban las esposas y tomó unas –Date la vuelta– lo hice e intentó poner las esposas, pero falló en el intento.

–Estas tienen otro sistema– me giré y me miró atenta –¿Te muestro cómo se ponen?– asintió –Dame tus manos– las puso delante –Primero las pones en ambas muñecas, luego tiras esta palanca de aquí y así puedes cerrarlas– lo hice –Y esta es la llave– fui hacia el mueble y la tomé.

–Oh, ya entendí...ahora quítamelas– sonreí.

–Se me ocurren otras ideas, mi amor– frunció su ceño.

–_____...– reí.

–Caíste muy fácil...y ahora yo tengo el control– susurré en su oído y se rió negando.

–Ábrelas– negué.

–La que debería abrir algo eres tú– estaba sonriendo, probablemente sin poder creer lo que le estaba haciendo.

–Cuando me sueltes...estás muerta– sonreí y tomé una cadena de las que colgaban del techo, enganché esta a las esposas y antes de que pudiera quitarlas, apreté un botón que subió la cadena y Katie quedó con las manos extendidas sobre su cabeza.

–No creo que puedas moverte cuando termine contigo– fui hacia el mueble y tomé unas tijeras, sabiendo que me mataría por lo que estaba a punto de hacer. Las puse en la parte inferior de la camiseta y comencé a cortar hacia arriba.

–_____...– reí.

–¿Sí, mi amor?– terminé de cortar y llevé la tijera a la manga derecha, para también cortarla.

–Estás muerta– sonreí sin dejar de cortar, para sacar la prenda.

–Lo sé– corté también su brazier y mordí mi labio para no reír –Te ves muy sexy...tanto que me dan ganas de dejarte sin caminar por unos cuantos días– le di una nalgada y gimió levemente.

–Soy yo la que te debe dejar sin caminar– reí mientras quitaba sus zapatos.

–No lo creo– bajé su pantalón y sonreí ante la vista.

Tomé su braga y lentamente la quité. Acaricié sus piernas y luego mordí una de sus nalgas, provocando su risa.

Pasé mi lengua por allí y subí hasta llegar a la parte trasera de su cuello. Sonreí viendo el espejo frente a nosotras, la abracé por la espalda.

–Eres hermosa– sonrió –Y esta noche...serás mi sumisa, McGrath– susurré en su oído y pasé mis manos por su vientre. Las bajé hasta su entrepierna e introduje uno de mis dedos por sus mojados pliegues, sin dejar de mirar el reflejo de su rostro en el espejo.

Se mordió el labio y cerró sus ojos para disfrutar de mis caricias. Sonreí admirando cada uno de sus gestos y comencé a besar sus hombros. Pasé a su espalda para dejar un beso en cada uno de sus lunares y luego retiré mi mano provocando que se quejara. Tomé un arnés y le puse un dildo, Katie sonrió mirándome por el reflejo y tomé un lubricante.

Le puse un poco al juguete y también en mis dedos, abrí sus piernas para pasar mis dedos por su entrada y ella se acomodó.

–No veo que te quejes tanto por ser la pasiva esta noche, amor– sonrió.

–Cállate– reí y tomé el juguete para guiarlo a su entrada. Empujé con algo de delicadeza debido al tiempo que había pasado desde la última vez que lo hicimos.

Ella cerró sus ojos y gimió mientras el juguete entraba. Cuando mi pelvis chocó en su trasero, llevé una mano a sus pliegues y con la otra le di una nalgada.

–Sugiero que te vayas preparando...porque en un rato voy a cambiar de agujero– sonrió y posé mi mano libre en su cadera para comenzar a moverme.

Los movimientos eran lentos y considerados, pero muy profundos.

–Si vas así de lento lo único que romperás son mis ganas de pasarlo bien– fruncí mi ceño ofendida.

–¿Qué dijiste?– pregunté molesta.

–¿Acaso olvidaste cómo ser una buena activa? Porque yo no, así que deberías dejar que te recuerde cómo...¡Ah!– me enterré fuertemente en ella y comencé un rápido vaivén.

Me salí de ella dándole una nalgada y busqué una mordaza de argolla, esta mantenía su boca abierta para que pudiera gemir pero le impedía hablar.

Se la puse y volví a embestir con fuerza. Su trasero comenzó a tornarse rojo y sonreí cuando sus piernas comenzaron a temblar.

–Oh ¿Quieres correrte?– me detuve saliendo de ella –Qué mal que no sepa cómo ser una buena dominante y no pueda darte los orgasmos que deseas– me miró mal y reí.

Pasé mis manos por su trasero y le di una fuerte nalgada, luego lo apreté y acaricié.

Volví al mueble y esta vez tomé un pequeño aparato. Me acerqué a ella y llevé mi boca a sus pechos, los degusté con tranquilidad y admiré lo bien que se veían sus perforados pezones.

–¿Recuerdas cuando me hiciste esto?– llevé el aparato a uno de sus pezones y le di un pequeño toque eléctrico.

–¡Ah!– su cuerpo se tensó durante un segundo.

–¿Se siente bien?– asintió y le di otro en el vientre. Fui bajando hasta llegar a sus pliegues y me detuve. Volví detrás de ella y seguí penetrándola.

Cuando su orgasmo estaba cerca llevé el aparato a sus pliegues y le di un toque, haciendo que su orgasmo fuera mucho más intenso y se desestabilizara, así que la abracé de la cintura para que no cayera.

Luego de unos segundos ya pudo mantenerse de pie y fui a la pared para apretar el botón que bajaba la cadena.

La guié hacia el sofá tántrico y desabroché las esposas, me miró y se subió sin que le dijera nada.

Sonreí ante su sumisión y sentí más humedad en mi centro, abrí el cajón para tomar un condón y ponerlo en el juguete. Tomé un aceite para esparcirlo por su trasero, haciendo que este se viera brillante. Gemí ante la vista y tomé el lubricante para echar en su trasero.

Fui empujando con cuidado para no hacerle daño y cuando ya estuvo completamente dentro de ella comencé mis fuertes embestidas.

Tomé uno de sus brazos y lo puse en su espalda para afirmarme de este. Tomé su cabello y lo enredé en mi mano para jalarlo, provocando que ella gimiera y aumentara mi calentura.

Lo jalé un poco más fuerte a la vez que aumentaba el ritmo de mis embestidas y por suerte la habitación estaba insonorizada, ya que sus gemidos eran muy altos.


———


–Mis...mis piernas ya no resisten– murmuró Katie y me detuve mientras los espasmos de su reciente orgasmo desaparecían.

–¿Quieres parar?– negó y sonreí.

Desaté sus manos y pies, que se encontraban amarrados a la X junto a la cama, y la llevé conmigo a la otra habitación, la ayudé a subirse al juguete y amarré sus extremidades.

–Creo que tendré varios orgasmos solo con esta vista– dije admirando su rojo trasero.

–Creo que...me desmayaré de tantos...orgasmos– reí posando mis manos en su trasero.

–Así me gusta– rió y fui hacia el mueble para cambiar el dildo por uno doble. Le puse un condón al de más arriba y tomé el lubricante, puse demasiado en sus agujeros y luego abrí un poco más sus piernas, me metí entre ellas y empujé contra su cuerpo para introducir la parte más grande por su ano y la pequeña por su vagina –¡Aah!– le di una nalgada y tomé la vela que anteriormente había dejado cerca, la encendí y esperé a que se derritiera un poco para luego dejar caer sobre su espalda.

–Tu espalda es tan hermosa– vertí un poco también en sus nalgas y sentí su cuerpo tensándose, sabiendo que el orgasmo se acercaba.


———


–¡_____! ¡Aaaah!– sus manos estaban en la reja mientras yo no dejaba de embestirla. Sus pechos estaban en mi cara así que mordía y chupaba con cuidado sus pezones, mientras ella intentaba mantener la estabilidad.

Había cambiado el dildo por uno con textura y tenía un vibrador en su trasero, lo cual la hacía sentir demasiado placer. Sus ojos se pusieron blancos durante un segundo y empujé más fuerte. Se corrió mojando toda la cama y mis piernas para luego desplomarse sobre mí.

Le quité el vibrador y reí mientras escondía su rostro en mi cuello.

–¿Suficiente por hoy?– no me respondió –¿Mi amor?– la moví –¿Estás...estás dormida o muerta?– la moví y no respondía.

La moví de encima de mí para dejarla a mi lado, la volví a mover y no reaccionaba. Acerqué mi oído a su nariz y escuché su respiración, así que me tranquilicé. También sentí su pulso y suspiré.

Me levanté y me quité el arnés, volví con ella y seguí moviéndola, comencé a darle pequeños golpes

–¡Katie!– abrió los ojos y me miró –¡Me asustaste!– sonrió levemente.

–Estoy...cansada– dijo cerrando los ojos de nuevo. Me recosté a su lado y nos cubrí con las sábanas.



———



Cuando me desperté sentí un fuerte, pero soportable, dolor en mis piernas y pelvis. Me levanté intentando no hacer ruido y recogí mi ropa. Me vestí y Katie seguía profundamente dormida, así que subí y me lavé la cara, luego salí de la habitación y Lyra le estaba dando desayuno a sus hermanos.

–¡Buenos días!– mis hijos me sonrieron y besé la mejilla de cada uno –Eres la mejor– Lyra sonrió.

–¿Y mami Katie?– reí.

–No está en condiciones de moverse– me miró extrañada –No quieres saber cómo pasó, pequeña– se rió y negó.

–Voy a darme una ducha para después alimentar a los pequeñitos– dije y salí de la cocina, me bañé y desperté a los bebés uno a uno para alimentarlos. Cuando terminé los volví a dormir y fui a la habitación de abajo, Katie seguía en la cama así que me acerqué –¿Estás viva?– pregunté en su oído y se quejó.

–Déjame dormir– reí negando y la besé varias veces para que despertara –_____...– su voz estaba rasposa y reí más.

–¿Puedes moverte?– me miró.

–Cállate– mordí mi labio asintiendo e intentando no reírme.

–¿Quieres que llame a Ro...– me miró mal.

–Ni se te ocurra– sonreí.

–Amor...tu familia llegará en unas dos horas– se quejó y reí.

–Me duele hasta la garganta– sonreí.

–Si quieres te llevo con el doctor para que te revise– negó.

–No puedo moverme– rasqué mi nuca.

–Si quieres le digo que venga aquí– me miró y negó de inmediato.

–No, me enojo contigo– la destapé y me senté a su lado.

–Mi amor, puede que sea algo grave– me miró y suspiró.

–Te odio– sonreí.

–Tú me amas– asintió.

–¿Cómo vas a sacarme de aquí si hay una escalera y ni siquiera puedo levantarme de la cama?– mordí mi labio.

–Pensé en eso, hay un sistema en la escalera en el que enganchas la silla de ruedas y una pequeña plataforma y te sube, como las que usan las personas en silla de ruedas permanente– suspiró.

–Okay, ayúdame–.



———



–¿Por aquí?– asentí guiando al terapeuta y abrí la puerta, se rió y bajó conmigo –Wow, esto es realmente impactante– reímos mientras veía la habitación.

–Agradecería que no mencione nada al salir, nadie sabe de la existencia de esta habitación– asintió y lo guié hacia la cama, Katie tenía puesta solo la ropa interior ya que me fue imposible moverla sin que sintiera dolor.

–¿Con que los papeles cambiaron?– dijo burlándose y Katie le levantó su dedo medio.

–Está un poco enojada– nos reímos y él procedió a hacerle un examen. Al terminar sacó sus implementos y con mi ayuda giramos a Katie, miró sorprendido todas las marcas y se rió mientras la inyectaba.

–Al parecer tiene desgarros en este músculo de aquí, en toda esta zona– apuntó su trasero sin tocarlo –Y en la zona pélvica también, son unos tres músculos, la recuperación es un poco más complicada debido a que son en zonas que usualmente están en movimiento y lamentablemente dolerá un poco, pero se curará por completo en un mes aproximadamente– Katie me miró mal.

–Te vas a quedar un mes sin sexo– reí.

–Valió totalmente la pena– el terapeuta se rió y me dio una receta con los medicamentos que debía tomar.

–En unos treinta minutos el dolor se aliviará, debe hacerle los masajes que están en el instructivo y es recomendable que use muletas o silla de ruedas– asentí.

–Muchas gracias, le daré un pago extra por su disposición– me sonrió –Incluso...¿Le gustaría venir en algún momento a cenar con mi familia? Cuando mi esposa esté mejor– asintió sonriente –Podría invitar a alguien si quiere– miré a mi esposa.

–Claro, mi novio estará encantado de acompañarme– sonreí –Ya le he contado sobre mis pacientes que se desgarran en situaciones comprometedoras– reí y nos despedimos. Lo acompañé a la salida y Lyra nos miró confundida.

–Es un terapeuta...Katie está un poco mal...le duele hacer todo lo que implica que haga algo– se rió –Iré a verla y vengo a preparar el almuerzo– asintió y le besé la frente.

Cuando bajé saqué la silla de ruedas intentando no reírme y fui a su lado.

–Llegó su carruaje, esposa– me miró mal y reí.

–Cállate– reí y me quedé con ella un rato para limpiar y ordenar los juguetes, cuando el dolor disminuyó la ayudé a subirse a la silla y después la llevé arriba.

Cerré la puerta con llave y la ayudé a darse un baño caliente para relajar su cuerpo, después la ayudé a vestirse y finalmente la llevé a la cocina.

–¡Mamis!– los pequeños corrieron hacia nosotras.

–¿Mami Katie es un auto?– reí.

–Sí pequeño, mami Katie es un transformer, en cualquier momento es un auto y te lleva a dar paseos– mi esposa me miró mal y Lyra apareció con los pequeños en un coche triple.

Katie los cuidó mientras yo cocinaba y antes de almorzar los amamantamos. Llegaron sus padres y hermanos, así que fui a recibirlos y Katie estaba completamente sonrojada.

Ellos se rieron al verla y sus hermanos me felicitaron diciéndome que ya era mi turno de dejarla en silla de ruedas.

–Aún te falta otra, para que queden dos a dos– reí asintiendo y Katie negó.

–Nunca más– Harry se sentó en sus piernas y Katie lo abrazó.

–¡Vamos, mami!– Katie me miró negando.

–Ni se te...¡_____!– comencé a correr empujando la silla por toda la casa, escuchando la risa de los demás.

–¡Más rápido!– el pequeño levantó sus brazos y salí de la casa para seguir por el camino.

–¡Para!– me ordenó mi esposa.

–¡Sigue!– pidió mi hijo, así que los miré y seguí corriendo para escuchar la risa alegre de mi hijo.

Volví a la casa sin dejar de correr y me detuve en la sala, donde estaban todos sin dejar de reír.

–¡Ahora yo!– gritó Conan y Katie negó, este hizo un puchero y sus ojitos se cristalizaron, mi esposa suspiró y le extendió los brazos para ahora llevarlo a él mientras yo corría.

Todos me felicitaron por lo rica que quedó la comida, sorprendidos por lo mucho que avancé desde la última vez que vine. Elogiaron la casa asombrados y también estuvieron con los bebés.

Los invité a quedarse a dormir y accedieron de inmediato. No dejé de burlarme de Katie y la grababa y le mandaba los videos a mis amigas, que por supuesto estaban orgullosas de mí.

Cuando fuimos a dormir, ayudé a Katie a recostarse y luego de burlarme de ella un rato, la abracé para acariciar su cabello mientras descansaba sobre mi pecho.

–Te amo– dijo en un susurro y sonreí.

–Te amo, demasiado– besé su frente.

–Nunca más quiero estar peleada contigo...me hace mal no tenerte cerca, y no me refiero a lo físico– suspiré.

–No me siento completa sin ti, las veces que hemos peleado ha sido horrible...pero me encanta que sepamos solucionar las cosas y mantenernos juntas– acaricié su rostro –Nuestra relación ha sido tan buena y no quiero que se acabe, hay tantas cosas que no hemos hecho y simplemente quiero todo contigo– sonrió acomodándose sobre mí.

–¿De verdad me perdonas por todo lo que te hice?– preguntó mirándome.

–Sí, mi amor– la besé –Te perdono todo, porque te lo mereces– sonrió –Y porque te esforzaste por mejorar...ambas hemos mejorado notablemente desde que comenzamos a salir– asintió –Yo era un desastre ¿Cómo pudiste enamorarte de mí?– se rió.

–Eras un desastre muy sexy y que sabía cómo enamorarme con los pequeños detalles, me amaste desde siempre tal y como soy, eso es suficiente para que te entregue todo de mí– sonreí besándola –Además el sexo ha sido bueno desde siempre, me amarraste con tantos orgasmos– nos reímos y la abracé.

–Anoche te desmayaste– me miró sorprendida –Y estuve a punto de ponerme a llorar, pensé que te había matado por tantos orgasmos– nos reímos.

–Pudiste hacerlo...fue demasiado para esta anciana– dijo recostándose sobre mi pecho y reí.

–Solo debo decir que mientras más años cumples...más buena te pones– nos reímos.

–Estoy muy cansada– besó mi cuello –Te amo, buenas noches– la abracé.

–Te amo, buenas...– escuché el llanto de uno de nuestros hijos –Supongo que debo ir yo– nos reímos y la besé.

–Te esperaré, ¿Me pasas ese libro?– asentí entregándoselo.

Salí de la habitación para ir a la de los pequeñitos y Lyra estaba con ellos.

–Hija, ve a dormir– me miró mientras mecía a Meigh.

–Es que no me gusta que lloren– sonreí y le extendí mis brazos para que me la diera.

–Ve a descansar, pequeña– besé su frente –Has hecho mucho por hoy y estas responsabilidades son mía y de tu mami Katie, amo que nos ayudes pero no debes sentirte responsable de hacerlo– asintió –Debes disfrutar tu libertad de ser joven, así que cuando llegue Tae podrás salir con ella las veces que quieras y si haces amigos también, pero siempre siendo responsable y avisándome dónde estás– me sonrió.

–Gracias, mami– sonreí.

–Tu mami Katie y yo estamos muy agradecidas con toda la ayuda que nos has dado y la madurez que demuestras...pero no te sientas obligada a hacerlo...y debes saber que nunca más te pondremos en medio de un problema que tengamos, sé que debe ser difícil para ti y no queremos hacerte sentir mal– le besé la frente –Perdónanos por todo lo que pasó, no somos perfectas y tampoco nos enseñaron cómo ser madres...Katie tiene un buen ejemplo, sus padres son muy buenos y nos han dado consejos que han sido de gran ayuda...pero yo tengo pésimos ejemplos– iba a hacer un chiste sobre mis padres, pero considerando lo que había ocurrido con la madre de Lyra, lo omití –Perdí a mis padres muy pequeña y luego, mis tíos no me aceptaron...además siempre escuchaba sus peleas y eso me marcó– Meigh se durmió y la dejé en la cuna.

–¿Ellos fueron muy malos?– asentí.

–Y sabemos que tú también la pasaste muy mal antes de conocernos, por eso queremos hacerlo lo mejor posible...pero hay problemas que no sabemos cómo tratar...y perdónanos por cada vez que nos gritamos o reaccionamos mal– asintió –Ya estás grande, no eres la pequeña niña indefensa que llegó con nosotras...así que cuando tu mami Katie y yo comencemos a discutir por algo frente a ustedes, tienes el derecho a hacernos entrar en razón, a veces el enojo no nos deja pensar bien y olvidamos que están ustedes allí– asintió.

–Sé que las peleas de pareja son complicadas...a veces no entiendo por qué Tae se enoja...o a veces yo también me molesto por cosas estúpidas– reí.

–Las parejas te complican mucho la vida...pero es hermoso poder compartir con alguien que te ama– asintió.

–¿Cuántas novias tuviste antes de estar con mami Katie?– suspiré.

–Solo Scarlett...con los demás solo...ya sabes– se rió.

–¿Pero fueron muchas personas?– levanté mis cejas.

–Eeeh...quizás– se rió –No las he contado...Harry, Camila, Lauren, Alycia...– fruncí mi ceño mirando a Lyra –¿Por qué te estoy contando esto?– nos reímos –¿A qué va tu pregunta?– suspiró.

–¿Cómo supiste que mami Katie era la correcta?– mordí mi labio.

–No es algo que sabes de un día para otro...ella es l correcta para mí porque supo cómo amarme desde el principio...a pesar del secreto que guardaba, me ayudó a superar mis miedos y estuvo conmigo siempre– la miré –¿Por qué, pequeña?– miró sus manos.

–Amo mucho a Tae...estoy enamorada de ella– sonreí –Pero...¿Y si me deja? ¿Qué hago si las cosas no resultan o si ella no es la indicada?– tomé su mano y nos sentamos en el sofá que teníamos para amamantar a los bebés.

–Pequeña...es un tema difícil y lamentablemente no existe una sola respuesta, tú sientes de forma distinta a mí y quizás mis consejos no te sirvan del todo...pero solo te aconsejo que disfrutes el tiempo que dure, si tienes la suerte de que sea para siempre, entonces disfruta de Tae y explora la vida, vive todo lo que puedas con ella y se casan, tienen hijos o mascotas, recorren todo el mundo o hacen lo que las haga felices...pero si las cosas no resultan, entonces debes seguir adelante y ya llegará alguien que te ayude a querer sanar...porque no debes esperar a que alguien te sane, sino que debes mejorar por ti– asintió abrazándose a mí –Y debes saber que si Tae te hace daño...aunque ame a Chyler, Tae está muerta– se rió.

–Gracias, mami– acaricié su espalda.

–Siempre que tengas algún problema, nosotras estamos aquí para que nos preguntes...no lo sabemos todo, pero tenemos más experiencia que tú y eso sirve de algo– besé su frente –Ve a dormir, pequeña– besó mi mejilla.

–Hasta mañana, mami– sonreí y salimos de la habitación. Volví con Katie y estaba profundamente dormida, con el libro sobre el pecho. Puse el marcador en la página que estaba y lo cerré, lo dejé a un lado y me recosté para abrazarla por la espalda.



———



–¡Melissa! ¡¿Qué haces aquí?!– la abracé y saltó sobre mí, haciéndome caer al piso.

–Vengo a ver a tu inválida esposa– nos reímos y Katie la miró mal.

–Fuera de mi casa– reí y nos levantamos.

–¿Quieren ir a ver la casa que les compré? Está cerca– asintieron y abracé a Chris por la cintura –¿Cuidaste bien a mi amiga?– asintió –¿Le diste los orgasmos que se merece?– se rieron y Melissa me abrazó por el lado contrario al que tenía Chris.

–Eso no, deberías enseñarle, nunca me ha dejado en silla de ruedas– nos reímos –Ahora no, porque estoy embarazada...pero si no pasa después, yo no puedo seguir casada contigo– dijo mirando a su esposo.

–Chris, tú y yo tendremos una charla, no puedo permitir esto– volvimos a reírnos.

–¡Mami! ¡Huxley! ¡Splash! ¡Agua! ¡Ayuda!– vinieron mis dos hijos gritando y nos dimos cuenta de que el hijo de Melissa no estaba con nosotros.



____________________________________

¿Quieren que el terapeuta sea alguien famoso? ¿Así como Lyra, que está siendo interpretada por Flavie Delangle?🤔 Si es así ¿A quién quieren como el terapeuta post sexo salvaje de rayis y Katie?

El mes "ganador" es AGOSTO, así que el próximo capítulo será el primer cumpleaños de la rayis que escriba...¿Qué sorpresas o regalos les gustarían para rayis? Lamentablemente Katie está casi inválida y no podrá darle bien duro a rayis 😔 piensen en otra cosa jajsjaja

En un rato subiré un one shot de Natasha Romanoff, para que estén atentas y...prepárense para llorar😔

💕¡Gracias por leerme!💕

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