Narras tú
–¿Cuánto te costaron estos boletos?– sonreí besando a mi esposa.
–Solo disfruta el vuelo– levantó su ceja –6.530 dólares estadounidenses...cada uno– suspiró –Mi amor, son casi 17 horas y tenemos tres hijos, dos de ellos necesitan mucho espacio para entretenerse...y tengo mucho mucho mucho dinero– rió asintiendo.
–Está hermoso, necesitaremos varias copas de champán para no tirar a alguno por la ventana– reí y entramos a la suite privada del avión.
–Wow– dijo Lyra al verlo y los niños de inmediato corrieron a la mesa del centro. Los detuve con las correas y Katie tomó los adornos que habían para esconderlos en los muebles altos. Nos acomodamos y Katie se sentó a mi lado, la azafata nos indicó lo que debíamos hacer para el despegue y aterrizaje, también nos explicó cómo funcionaban los botones y Harry los tocó de inmediato, ella solo se rió y tomé al pequeño para que dejara de tocarlos. Noté que tenía un lindo piercing en el labio y me quedé mirándolo por un momento, imaginando cómo se vería mi esposa con uno.
Se retiró dándonos algunos consejos para entretener a los niños y Katie tomó mi mano.
–¿Por qué le sonreíste tanto? ¿Quieres irte con ella a la cabina mientras yo cuido a los niños?– negué de inmediato.
–¿Por qué dices eso?– me senté.
–Oh claro, hazte la tonta– miré a Lyra y tenía su ceño fruncido.
–Solo puedes mirar así a mami Katie– me confundí más.
–Mami mala– levanté mis cejas ante la aportación de Conan, quien también tenía el gesto fruncido, como su hermana.
–No entiendo qué hice– dije mirando a mi esposa.
–Le miraste la boca como si te la quisieras comer– reí negando.
–Estaba mirando su piercing– dije defendiéndome.
–Ajá– dijo cortante.
–Ajá– repitió Harry, quien fue a ella para que lo tomara entre sus brazos.
–Mi amor, sin una intención pervertida, tus labios son los únicos que me encantan...ambos...– Lyra cubrió su rostro negando y una pequeña sonrisa apareció en el rostro de mi esposa.
–No te creo– volvió a su rostro serio.
–¿Quieres que te diga que pensaba mientras le miraba la boca?– asintió –En lo sexy que te verías con un piercing, hasta me hice una imagen mental y creo que tuve...no lo diré, pero sé que sabes qué quiero decir– suspiró mirándome.
–¿Te gustaría verme con un piercing?– asentí –Qué pena, me los quité– reí.
–¿Me das un besito?— lo pensó un momento y asintió, toqué sus suaves labios un segundo y sentí la mano de Harry en la cara intentando alejarme.
–¡Mía!– negué.
–Yo la conocí primero– sus ojos se cristalizaron –Podemos compartirla– negó.
–Mía– dijo de una forma más tierna y suspiré.
–Okay, es tuya– dije solo para contentarlo.
———
–Shhh, mami Katie está durmiendo, está viejita y tiene que descansar– dije bromeando y Lyra rió despacio.
–¿Mami viejita?– preguntó Harry –Mami viejita, mami viejita– negué.
–No no no no– rió.
–Sí sí sí sí– siguió haciendo su dibujo, y luego me dio la hoja con las líneas que había hecho.
–Gracias Chewie, está hermoso– sonrió, besé su frente y miré a Conan –Wow, eres todo un artista– besé su cabeza y sonreí.
Quedaban solo dos horas de vuelo y ya habíamos visto películas, Katie les leyó, los hicimos mirar por la ventana, les dimos de comer, jugamos a las escondidas en el reducido espacio para un juego así, armamos un rompecabezas pequeño, los hicimos dormir y ahora estaban divertidos jugando con los crayones.
Conan terminó su dibujo y tomó la hoja, corrió hacia Katie y tomó su brazo para moverla.
–¡Mami viejita!– me levanté de inmediato cuando Katie lo miró –¡Mami viej...– le cubrí la boca y mi esposa restregó sus ojos.
–¿Cómo me llamaste, cariño?– me miró y quité mi mano de su boca.
–Mami viejita– dijo sonriendo y le mostró la hoja –¡Tuyo!– lo tomó sonriendo y le dio un beso en la frente al pequeño.
–Te amo, muchas gracias, está hermoso– sonrió volviendo a la mesa para seguir dibujando –Un mes– dijo sin mirarme.
–¿Un mes qué?– pensé un momento –No no, mi amor, fue Lyra...un mes es mucho– mi hija me miró ofendida.
–Dije que un mes– hice un puchero.
–Pequeño traidor– me senté de brazos cruzados junto a mi esposa –Eres malvada– rió abrazándome y dejó un beso en mi mejilla.
–Será un mes divertido– se burló.
———
Sonreí al entrar a la casa y Katie corrió a darle un fuerte abrazo a su madre, luego fue con su padre e hizo lo mismo. Me saludaron también con alegría y luego miraron a nuestra hija, la ya no tan pequeña sonrió abrazándolos y finalmente miraron a los gemelos, estos estaban tras de nosotras mirando curiosamente a sus abuelos.
–¿Abu?– preguntaron, asentí y se acercaron lentamente sin dejar de mirarlos.
–¿Quieren darles un abrazo?– me miraron y asintieron, así que Harry corrió donde mi suegra y Conan donde mi suegro, los abrazaron y los mayores dejaron caer algunas lágrimas al poder conocerlos.
–Nos quedaremos dos meses– dije mirando a mi esposa –El tiempo que tenemos de vacaciones antes de grabar la última parte de la sexta temporada– me dio un suave beso y limpié las lágrimas que escaparon de sus ojos.
–¿Vamos a las habitaciones?– preguntó su madre, asentí y tomamos el equipaje.
–Esta es la habitación de ustedes– dijo mi suegro apuntándome junto a Katie.
–Es la más lejana a las demás– dijo su madre guiñándole el ojo y reí.
–Oh no no, la señora McGrath se encuentra castigada actualmente– giré los ojos –¿Me giraste los ojos? Un mes y una semana– la miré ofendida y los demás rieron, así que entré a la habitación para dejar el equipaje.
Luego fui a ver la habitación que sería de nuestros hijos, había una cama matrimonial y esa sería de los pequeños, ya que la individual la ocuparía Lyra.
–Voy a salir– dijo mi esposa –¿Ayudas a mi madre a cocinar?– miré su boca.
–¿A dónde irás?– sonrió –¿Puedo acompañarte?– negó.
–No, quiero ir con mis hermanos– me besó –Te amo– hice un puchero.
–Si quieres deshacerte de mí solo dilo– rió negando.
–Claro que no, te necesito junto a mí siempre– sonreí.
–Te amo–.
———
Como los niños cumplían dos años en una semana, con mi suegra planeamos un pequeño paseo para celebrarlo, mientras le ayudaba a cocinar las comidas favoritas de mi esposa.
Cuando Katie volvió me saludó con un beso y noté que traía otra camiseta, iba a preguntar pero se adelantó.
–Choqué con un caballero que estaba tomando café y me compré una nueva, dejaré la otra en la ropa sucia– me besó nuevamente y se fue.
–Está ocultándome información...creo que hizo algo y no quiere que lo sepa aún– su madre solo rió y seguimos cocinando.
–¿Aún siguen amamantando a los niños?– negué
–Nuestra idea era hacerlo hasta los dos años, pero lo dejamos hace unas semanas por el trabajo en Supergirl...les costó, pero les encanta comer así que no fue tan difícil como pensé– rió.
–A Katie le costó mucho, como fue mi pequeña y última hija, la consentí demasiado y luego no se separaba de mí– sonreí –¿Sientes un pequeño vacío?– reí asintiendo.
–Están creciendo y no me daré ni cuenta cuando lleguen con una pareja o decidan irse de casa para cumplir sus sueños...– escuché pequeños pasos y aparecieron ambos.
–¡Mami!– limpié mis manos y me agaché para quedar a su altura.
–¿Qué pasó, pequeños?– se miraron.
–¿Parque?– reí.
–Esperemos a que mami Katie llegue– hicieron un puchero.
–¿Mami viejita?– solté una carcajada y mi suegra también, ante la pregunta de Conan.
–No le digas así a tu mami Katie– Harry tenía su vista en la fruta que estaba sobre el mueble.
–¿Tienen hambre?– ambos me miraron y asintieron –¿Puedo darles una...–.
–Estás en tu casa, no me pidas las cosas– sonreí y tomé una banana.
–¿Tienen las manos limpias?– negaron, así que los acompañé al baño y luego le di la mitad a cada uno.
———
Ya habíamos terminado de cenar y finalmente los niños se durmieron, le di un beso en la frente a Lyra y fui a la habitación con mi esposa.
–¿Qué haces?– dije cuando tomó su pijama y se dirigió al baño.
–Esposa mía, ¿Usted cree que voy a dejar que vea mi cuerpo desnudo y se caliente, convenciéndome así de acabar el castigo?– reí.
–Por favor– negó.
–Ya vuelvo– estuvo en el baño un rato y salió con el pijama ya puesto, suspiré quejándome y ella se rió.
–¿Mami viejita? En serio?– sonreí.
–Sabes que Harry repite palabras y frases que le gustan, yo solo hice un chiste– se sentó a mi lado.
–Estoy muy cansada– nos recostamos –¿Me abrazas?– asentí abrazándola por la espalda, iba a aprovechar para llevar mis manos a sus pechos y me golpeó.
–Auch...No me pegues– reímos.
–Quiero tus manos abrazando mi cintura, te atreves a subirlas o bajarlas y dormirás en el sofá– suspiré.
–Bueno...– metí mis manos bajo su camiseta para acariciar su vientre y dejé varios besos cortos en su espalda –Te amo– se acomodó para quedar más cerca de mí.
–Te amo–.
———
–¡Harry! ¡Conan!– salí corriendo tras ellos mientras escuchaba la risa de los demás, tomé a Harry y se lo llevé a Katie, luego miré a Conan y suspiré –¡Conan McGrath, ponte ese pañal de inmediato!– salió corriendo desnudo y reí mirando a mi esposa.
Fui tras mi hijo y lo atrapé, recogí su ropa y lo llevé a donde hacíamos el picnic.
–Pequeño exhibicionista, ya sabemos que estás bien dotado, no es necesario que le muestres a todos– se rió probablemente sin entender a qué me refería y con Katie lo vestimos.
–Si tienen tanta energía con dos años, no me imagino cuando sean más grandes– comentó la madre de Katie y Harry fue a sus brazos para que lo tomara.
–Me mantienen en forma– nos reímos –Me gustaría ver a Katie corriendo tras uno...me gustaría ver a Katie corriendo– mi esposa me lanzó un pedazo de pastel a la cara.
–Ups...– reí llevándolo a mi boca y me incliné para besarla.
–¿Mami viejita no corre?– mordí mi labio intentando no reír.
–Cheewie, no es mami viejita, dile "Má"– el pequeño la miró.
–¿Má viejita?– reí asintiendo y el pequeño sonrió.
–Me caes mal– dijo mi esposa mirándome y reí.
–¡¿Donde están los sobrinos y sobrina más hermosos del mundo?!– llegó Rory y los pequeños corrieron contentos hacia él.
–Se adaptaron muy rápido, me encanta– dije mirando a mi esposa.
–Son unos niños muy curiosos y sociables, lo esperaba– me abrazó y escondí mi rostro en su cuello.
–Hueles tan rico– rió.
–Estás castigada– me quejé dejando un suave beso en su piel.
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–Por favor, ha pasado casi un mes y ni siquiera me dejas verte desnuda– sonrió –Por favor...– se mordió el labio –Yo amo mucho más que tu físico, estoy enamorada de tu alma...pero lo extraño mucho– relamió sus labios.
–Hay una razón por la cual no te he dejado verme desnuda...a parte de evitar que te calentaras y así cumplir tu castigo– metí mis manos a su camiseta.
–¿Puedo quitarla?– negó.
–Yo lo hago– retrocedió girándose para darme la espalda y se quitó la chaqueta, luego se quitó la camiseta y habló –No te acerques– me quejé y se quitó el brazier con cuidado, lo tiró sobre la chaqueta y volvió a ponerse la camiseta, hizo un nudo en esta para que le quedara más apretada y luego se giró –¡Sorpresa!– abrí mi boca.
–Ay...– dije dejando mi vista en un punto específico de su cuerpo –Wow...me...– miré hacia atrás para ver la cama y me senté –Es...me voy a desmayar– se rió –Es demasiada sensualidad para una simple mortal como yo– pude ver de reojo que estaba sonriendo, pero mi vista estaba fija en sus pechos.
–¿Puedo...puedo verlos sin la camiseta?– se la quitó y puse una mano en mi pecho –Creo que me estoy quedando sin aire, es demasiado para mí, no merezco tanta perfección– dije sin quitar mi mirada de sus rozados pezones adornados con aquel metal –¿Puedo...– negó y subí mi vista a su rostro.
–Deben cicatrizar primero, se tardará un poco más– sonreí.
–Puedo esperar todo lo que necesites, valdrá totalmente la pena– me levanté y acaricié su vientre subí a su pecho y pasé mi dedo por alrededor –¿Te quieres casar de nuevo conmigo?– sonrió y la tomé del cuello para besarla, ella pasó sus manos por mi abdomen y gemí despacio sobre sus labios.
–Los niños siguen despiertos y tú sigues castigada– suspiré.
–¿Cuándo te los hiciste?– pregunté sin quitar mi vista de ellos.
–Cuando llegamos– sonreí –Es un riesgo que tomé...puede que pierda la sensibilidad así como puede aumentar– la miré.
–¿Perder la sensibilidad?– asintió.
–Es poco probable...pero posible– hice un puchero.
–Espero que sea el caso contrario para poder darte unos muy ricos orgasmos solo estimulándolos– rió.
–Y sé que te lo debes estar preguntando...cuando cicatricen si puedo amamantar, para que lo hagamos juntas cuando tengamos más hijos– sonreí mirando sus pechos nuevamente.
–¿Podré amamantarte yo?– levanté mi vista y asintió –Soy la persona más afortunada del multiverso– rió y llevó una de sus manos a mi cuello.
–Voy a decirte algo y quiero que te quede muy claro– apretó –Estos son los únicos piercings que puedes quedarte mirando y obviamente los únicos que puedes tocar– apretó más fuerte su mano –¿Entendido?– asentí.
–Entendido– me soltó y sonreí –¿No quieres dejarme en silla de ruedas para asegurarte de que me quedó claro?– rió negando y me tomó de la camiseta.
–¿Me ayudas a ponerme la crema y el...– asentí y se rió, fui a lavarme las manos y las desinfecté bien, fui a buscar algunas cosas que me pidió y volví a la habitación.
Sumergí el paño en el agua tibia y limpié suavemente sus pezones, luego puse una crema ayudándome de un bastoncillo y al terminar me quedé mirándolos.
–Voy a tener orgasmos visuales cada vez que te vea– rió levantándose para tomar su camiseta y ponérsela.
–Es algo bueno, ya que solo podrás mirarlos por ahora, mirarlos y desearlos de lejos– sonreí.
–Me conformo con aquello...solo si me dejas mirarlos un poquitito más– se iba a levantar la camiseta pero escuché golpes en la puerta y fui a abrirla.
–Mami, baño– Katie rió y tomé a Harry para llevarlo.
———
–¿Lyra?– escuché a Harry hablándole –¡Lyra!– abrí la puerta para ver y sonreí –Lyra– repitió el pequeño saltando en su cama –¡Abrazo!– Lyra rió abriendo sus brazos para que el pequeño se recostara sobre ella abrazándola.
Cerré sin hacer ruido y fui a la cocina, miré a Katie que preparaba un té y me senté a su lado.
–Lyra cumplió 17 hoy...– me miró –Y los pequeños ya tienen dos años– me dio su taza y se sirvió otra.
–Están creciendo, no podemos evitarlo– suspiré –¿Te sientes triste?– asentí.
–Tocar tus pechos me haría sentir mejor– se rió girando los ojos.
–No puedes tocarlos, me duelen un poquito aún– hice un puchero.
–¿Tu clítoris entonces?– reímos y el horno sonó.
–Vayamos con Lyra, le preparé una pizza para comer mientras esperamos que mis padres traigan el pastel– asentí levantándome y vi que tenía una bandeja con varias cosas para comer, puse las tazas a un lado y la tomé con cuidado.
–¿Cómo está la cumpleañera?– dijo Katie entrando a la habitación delante de mí y Lyra rió mientras jugaba con sus hermanos.
–¡Comida!– gritaron los pequeños corriendo hacia nosotras y fui a la cama intentando que no botaran la bandeja.
–Feliz cumpleaños, pequeña– besé su frente.
–Feliz cumpleaños, cariño– Katie hizo lo mismo.
–Gracias, mamis– nos sentamos a comer con ella, ayudando a los pequeños a comer pizza por primera vez.
Luego de un rato nos vestimos para ir al Mount Usher Gardens, un lugar que Lyra quería conocer y quedaba solo a una hora de la casa de los padres de Katie.
Al llegar tuvimos que ponerle las correas a los pequeños, junto a repelente de insectos para prevenir cualquier accidente. También protegimos a Lyra e ingresamos a los jardines junto a los padres y hermanos de Katie.
–¡Qué hermoso!– gritó Lyra corriendo por el sendero y reí cuando los pequeños intentaron seguirla y se vieron detenidos por la correa que sostenía con mis manos.
–Iré con ustedes si me prometen que se portarán bien– asintieron y miré el camino por el que se había ido Lyra.
–Toma, mi amor– le di mi bolso y fui corriendo con mis hijos delante.
Llegamos a una colina y Lyra se lanzó sobre el pasto, siendo aplastada solo unos segundos después por sus hermanos.
Me senté a su lado intentando recuperar la respiración y ahora los tres me aplastaron a mí.
–¡Ayuda!– nos reímos y los demás llegaron unos minutos más tarde.
Dejaron con cuidado la caja que contenía el pastel y le pidieron a Lyra que la abriera, lo hizo y gritó de la emoción al verlo.
–¡Me encanta!– sonreí –¡Los amo!– Katie prendió la vela y Lyra sonrió, le cantamos cumpleaños feliz y luego la felicitamos con besos y abrazos.
Les dimos un pequeño pedazo a sus hermanos, ya que no estaban acostumbrados a comer grandes cantidades de azúcar y cuando lo hacían no nos dejaban dormir por la hiperactividad.
–¿No trajiste tu celular?– negó.
–Se me quedó en el auto– reí y le entregué el mío.
–Tu novia quiere hablarte– se sonrojó.
–No...no es mi novia– dijo y nos reímos.
–¿Por qué no lo es?– preguntaron sus abuelos.
–Porque no tengo permiso para tener novia– Katie rió.
–Ya lo tienes, pequeña– sonrió.
–¿De verdad?– asentí y me abrazó, luego abrazó a Katie con cuidado por sus piercings –¿Crees que la tía Chyler quiera matarme?– reí asintiendo.
–Pero sabe que ambas se quieren mucho, han madurado un poco y están listas para intentarlo...y yo sé que las conversaciones nocturnas que tienen no son necesariamente inocentes...¿O me equivoco?– susurré toda la última parte y se sonrojó desviando su vista al pastel.
–Está delicioso– con Katie reímos y cambiamos el tema.
Lyra desbloqueó mi celular y sonrió leyendo el mensaje de Tae, le respondió algo y luego le mandó una foto.
–Ten, mami– lo guardé y seguimos conversando y riéndonos.
———
Miré la fecha y suspiré al ver que en cuatro días teníamos el vuelo. Lo guardé para preparar los biberones y al tenerlos listos fui a la habitación de mis hijos, le di a cada uno su biberón y me dieron un beso en la mejilla para agradecerme.
Besé la frente de Lyra para darle las buenas noches y bostecé, fui a la habitación y me sorprendí al ver a Katie vestida y no con pijama.
–¿Qué haces?– sonrió.
–Te tengo una sorpresa– la miré confundida pero la seguí, subimos al auto de sus padres y me miró –Iremos a un motel– sonreí –Y volveremos mañana...ya me despedí de los niños, mis padres los cuidarán– la miré sin decir nada –¿Qué pasa? ¿No quieres ir?– reí.
–¿Cuándo he rechazado el sexo con mi sexy esposa?– sonrió.
–¿Entonces qué pasa?– mordí mi labio.
–¿Vayamos a un sex shop?–.
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¡YA SE CUMPLIERON 5 MESES DESDE QUE PUBLIQUÉ EL PRIMER CAPÍTULO! Cómo pasa el tiempo 😅 ¿Desde hace cuánto comenzaron a leerlo?
¿Les gustaría que Lyra narrara alguna vez?🤔 Lo pregunto porque se acerca un momento importante para ella 😁
Dato: los piercings en los pezones pueden tardar de 6 meses a 1 año o más en sanar.
Pero para el desarrollo de la historia y sobre todo, para el siguiente capítulo, omitiremos esto e imaginaremos que tarda mucho menos.
Aviso que el próximo está muuuy interesante y la mayoría lo narra Katie...😏