Xander
Suspiro, mientras me limpio la sangre de mis manos con un trapo; los débiles quejidos de mi nuevo saco de boxeo, se escuchan por el lugar, pero aún así el tipo se niega a hablar.
-No diré nada...-
Sonrío, tomando asiento en la silla que hay enfrente de él; meto las manos a mi bolsillos en una posición relajada.
-No es necesario que digas nada- hablo con voz neutra- ya sé, todas las porquerías que le hiciste a esas mujeres-
El tipo me mira, confundido ante mi respuesta en cambio, solo puedo sonreír más encogiéndome de hombros.
-Solo quería darte la oportunidad de confesar por ti mismo- continuo- así, tu castigo no será peor-
Niego con falsa decepción, poniéndome de pie para acercarme a la mesa con mis juguetes favoritos.
Esto será divertido
-Pero, como siempre; ustedes los inútiles prefieren cerrar la boca- chasqueo la lengua- que decepción...-
Tomando una de mis posesiones más preciadas para la tortura, el hombre abre sus ojos ante el objeto de mi mano, se remueve en la silla buscando la manera de soltarse.
Le doy un asentimiento a mis hombres, quienes se acercan para asegurar al tipo en su lugar, entonces; sus súplicas de mocosa chillona se hacen presentes.
-¡No! ¡Por favor, no lo haga! ¡Le diré lo que quiere saber!-
Sonrío aún más.
-Demasiado tarde, ya cambié de opinión- respondo- ábranle la boca-
Con fuerza, mis hombres obligan al tipo a abrir su boca presionando su mandíbula, quien niega desesperadamente para evitarlo. Introduzco con fuerza el objeto en su boca, llevándome dos dientes en el proceso, obligo a que se los trague, cuando lo hace.
Comienzo a jugar
Giro el tornillo con lentitud, abriendo la pera oral poco a poco en su boca. Me río, cuando las lágrimas salen de sus ojos ante el dolor que le causo, esta pera tiene un toque especial.
Mientras más se abren, pequeñas púas se van encajando en toda su boca haciendo que el proceso sea más doloroso junto al desgarre y la dislocación de mandíbula.
Los quejidos del hombre se convierten cada vez más bajos. La sangre comienza a escurrir de su boca que cada vez que la piel se desgarra más con cada giro del tornillo.
-Pero hay un pequeño detalle-
Me río ante su cara de sufrimiento y dolor, el hombre ni siquiera puede verme por el montón de lágrimas que salen de sus ojos.
-Que a mí me gustan que los inútiles, abran la boca-
Con un último movimiento en seco, giro el tornillo por completo. Su cabeza cae de golpe hacia atrás, mientras que su mandíbula se encuentra totalmente separada.
La sangre me salpica ligeramente en el rostro y la camisa, el resto no deja de escurriese por todos lados hasta el desagüe de la cañería. Miro el cuerpo, ladeo mi cabeza con una pequeña sonrisa.
-Así me gusta- digo- desháganse del cuerpo, no quiero errores-
-Sí, Zar-
Admito, que siento poder cada vez que la gente comienza a llamarme así. Si antes era temido, ahora lo soy mil veces peor desde que soy el Zar o eso, dicen los rumores.
Miro como comienzan a desmembrar el cuerpo del sujeto, como si fuera un cerdo en una carnicería. Hacía tiempo que no me tocaba hacer el trabajo sucio.
Salgo del lugar donde torturo a mis enemigos y a los traidores. Miro mis manos junto a mi camisa, lo que me recuerda.
Tendré que cambiarme
Después de darme un ducha rápida y colocarme un cambio de ropa. Entro al estudio que se encuentra en mi casa, tecleo el código en el panel que se encuentra detrás de un cuadro, una sección del librero se abren para mostrarme el lugar donde suelo hacer la mayor parte de mi trabajo.
Mi sala de cómputo
Colocándome frente a las cientos de pantallas que hay en toda la pared, me siento en mi silla para ver las últimas novedades. Tecleo un par de cosas hasta que encuentro lo que busco. Sonrío con diversión.
Bingo
Miro la pantalla de la computadora mientras me como un puñado de palomitas, tengo que admitir que mirar la vida diaria de mi ex esposa, es algo interesante; más con los dramas de telenovela que se avienta el imbécil de su novio o mejor dicho.
Próximamente
Ex novio
El tipo realmente debió haberse considerado ser actor, en vez de ser el capo de la mafia italiana, no le va. Le hacen faltan huevos. Tarareo una canción sin sentido mientras mis dedos se mueven con rapidez contra el teclado, miro varias pantallas a la vez buscando un mejor ángulo de mi ex esposa.
Había mandado a instalar cámaras de seguridad un par de días antes de que ella y mi padre, volvieran a Calabria. No es que no confíe en ella, lo hago en las cuestiones de la mafia, sé que protegerá a mi padre con uñas y dientes, incluso por encima de su propia vida.
Pero nunca me imaginé, que al regresar los videos de las cámaras; me encontraría con un espectáculo muy entretenido. Vaya, que fue demasiado divertido el cómo mandaron a la mierda a la cosa Greco.
-Veamos qué estás haciendo, ex esposita mía- me digo a mi mismo.
Tecleo un par de cosas, entonces una de las pantallas me muestra a ella y a mi padre, abrazándose. Es la transmisión en vivo; supongo que no llegué tan tarde después de todo.
M imagino que por la pelea que tuvo con el estúpido de su novio. Debió sacar de balance a Val. Hasta yo me enfurecí, cuando el cabron dijo que la 'Ndrangheta pertenece a su mesa, cuando es claro que no la quieren por haber estado casada conmigo.
Su peor enemigo
Sus palabras, no mías.
Escucho como mi padre, le dice un par de palabras reconfortantes, él siempre ha querido a Val, como una hija suya. Vela por ella, incluso aunque estemos divorciados.
Veo a mi linda y sexy, ex esposa, recibe un mensaje que la hace fruncir el ceño, toma sus cosas con rapidez antes de besar a mi padre en la mejilla. Para irse prácticamente corriendo de su estudio, frunzo el ceño también.
¿Qué te traes entre manos bruja?
Cambio las pantallas, revisando cada una de las cámaras que hay por toda su casa, hasta que la veo; en su garaje apunto de subirse a una motocicleta que conozco muy bien, mis cejas se arquean en sorpresa.
Es la que le regalé en su cumpleaños número veinte
Valentina, siempre ha tenido un fanatismo por las motocicletas, cuando fue su primer cumpleaños conmigo, decidí darle una con la cual había deseado desde hace tiempo.
Me sorprende que aún la tenga
La veo montarse mientras le da un par de instrucciones a Remy, su guardaespaldas personal, antes arrancar con rapidez saliendo del lugar. Afortunadamente soy un puto genio de la tecnología, nada se me escapa de entre las manos.
Ni siquiera la loca de mi ex esposa
Bueno, en algunas ocasiones.
Ingreso al sistema de la policía de tránsito de Calabria, inicio el sistema de reconocimiento del modelo de la motocicleta, pasan un par de segundos hasta que la veo, conduciendo a los límites de velocidad permitidos, tecleo con prisa cambiando las imágenes.
Gruño con frustración cuando la última cámara la pierde vista, suspiro colocando mis manos detrás de mi cabeza, sigo buscando en las demás cámaras pero todas la han perdido de vista.
-¿Qué estás tramando?- me pregunto a mi mismo- espero que no tener que salvar tu trasero de esta Marchetti-
El sonido de mi teléfono, me saca de mis pensamientos, veo que se trata de una llamada. Mi sonrisa se borra, cuando el remitente dice padre en el, respondo con cuidado tratando de no delatarme.
-¿Diga?-
Escucho a mi padre resoplar
-Apaga las cámaras de seguridad. Ahora, Xander Novikov-
Me hago es desatendido
-No sé de qué me hablas, querido padre si yo...-
-Miénteme y te juro que le diré a Valentina, que te meta una bala en tus bolas- se ríe- ya ves que a ella, no le tiembla el pulso-
Mi sonrisa muere de golpe y trago saliva, ante la amenaza. Mierda, en algo le concedo la razón a mi padre, a Val no le tiembla el pulso con las balas. No importa si es amigo o enemigo.
Una prueba es la bala que recibí en una de mis nalgas, cuando se me ocurrió la idea de esconderle su helado favorito.
No, gracias
Bufo
-Bien, las apagaré- respondo- pero no prometo, que sea por mucho tiempo-
-Xander-
-Lo hago por qué me preocupo por ti, Dima- le digo por su nombre- no creas que no es nada fácil, saber que tu padre tiene cáncer en etapa terminal y que esté lejos-
-Confío en Valentina- espeta
-Y yo también lo hago, de eso no tengas dudas- lo interrumpo- pero en quien no confío, es el imbécil ese que se cree el dueño de la mafia de mi ex esposa-
-Lo viste- afirma
-Sí y oí-niego- no entiendo cómo es que, no lo ha mandado a la mierda ya-
-Lo hará pronto- me responde- creo que la situación, está comenzando a pasarle factura, prefiere poner su estabilidad emocional en tranquilidad-
Suspiro, pasando una mano por mi rostro.
-Me preocupo por ella, papá-
-Lo sé, hijo- suspira- pero, sabe manejárselas sola. Si tuviera que pedir ayuda, no dudará en decirme o a ti- lo veo negar con la cabeza a través de la cámara de seguridad- sabe que cuando las tiene de perder, pide ayuda-
-Espero que ese imbécil no se le ocurra ponerle una mano encima, si no conocerá quién es realmente Xander Novikov-
Mi padre se ríe al otro lado de la línea, veo como se voltea en el punto exacto donde se encuentra la cámara de seguridad.
-No los entiendo a ustedes dos, de verdad- frunzo el ceño- dicen odiarse, pero son capaces de meter sus manos al fuego el uno por el otro-
-No sé de qué hablas- respondo sin querer entrar en el tema- simplemente somos amigos-
-Ajá y yo no tengo cáncer, estúpido- sonríe- ¿Hasta cuándo vas admitir que nunca has dejado de amarla?-
-No tengo que admitir, algo que no siento- gruño- lo nuestro se acabó años atrás, cuando me pidió el maldito divorcio-
Hace siete años. Tres meses. Dos semanas. Cinco días.
Para ser preciso
-Y te recuerdo, que ella te encontró en la cama con otra-
Aunque no es del todo mentira, parte de nuestro divorcio no fue el hecho de que le fuera infiel. Había cosas que terminaron por mandar todo al caño.
Ella lo sabe.
Yo lo sé.
Pero somos demasiado cobardes para volver a intentarlo, por lo que preferimos mantenernos así.
Seguros
Sin hacernos daño
-Papá, te dejo. Tengo a una junta que asistir-
-Bien, ve y hazme más rico, cabron- nos reímos- que no le puse mucho empeño en crearte, para que seas un flojo-
-Pensé que habías dicho que mamá y tu, estaban borrachos cuando me procrearon- lo veo rodar los ojos- El condón, papá. El condón-
-Fue una vez- espeta.
Me levanto, para irme de la sala de cómputo, no mentía cuando realmente dije que tengo una junta dentro de poco, a este lugar nadie entra, ni siquiera mi padre. Sabe que soy receloso cuando se trata de mis equipos tecnológicos y mi privacidad.
A excepción de la bruja, esa mujer se sabe las claves aunque se las cambio unas mil veces, no sé cómo le hace pero siempre encuentra una manera de entrar; con la contraseña correcta.
Sonrío, respondiendo a mi padre para hacerlo enojar.
-Sí, tú lo dices-
-Vete ya-
Me carcajeo, mi padre es muy fácil de molestar. Salgo de mi escondite, donde me encuentro a Yerik, mi hombre de confianza, esperándome. Me da un asentimiento de cabeza.
-Señor-
-¿Novedades?-
-Ninguna, señor- responde- nos hemos deshecho del cuerpo. Todas las mujeres y niñas, fueron llevadas de regreso a sus hogares-
Un problema menos
Saliendo de mi estudio con Yerik, pisándome los talones. Me acomodo las mangas de mi camisa antes de tomar el saco que deje colgado en el perchero cerca de la entrada, me lo coloco para ir a la reunión con unos potenciales clientes, para el sistema de seguridad de su empresa.
Soy dueño de una empresa de seguridad informática, creo programas para proteger a las demás empresas y sistemas de ataques cibernéticos. Desde que tengo memoria, siempre me ha gustado la informática, en parte que puedo mezclar mi vida legal e ilegal, sin que la gente se dé cuenta.
-Zar-
Asiento ligeramente ante mis guardias, me monto en la camioneta mientras que Yerik, se sube en el asiento del piloto para llevarme a la empresa, en el camino reviso mi correo. Reviso cada nuevo que llega, con diferentes propuestas de asociaciones con diferentes mafias, entre ellas la francesa.
Frunzo el ceño, ligeramente.
-¿Sabes que los franceses están aquí?- le pregunto a mi hombre de confianza.
Yerik asiente, mientras me mira por el espejo retrovisor.
-Llegaron esta mañana, al parecer quieren hacer negocios con usted-
-Pensé que Valentina, los tenía en su bolsillo-
Como si fuera por arte de magia, mi teléfono comienza a sonar. Veo el nombre en el identificador.
Bruja
No dudo en responder, antes de que ella diga algo. Hablo primero.
-Comienzo a creer que realmente eres una bruja- la escucho reírse al otro lado- estaba a punto de llamarte-
Escucho varios ruidos de fondo, debe estar en una de las construcciones.
-Si hago mis cuentas, estoy segura que ya sabes que los franceses están en Rusia y quieren hacer negocios contigo-
Chasqueo mi lengua, divertido.
-Bingo, bruja- respondo- pensé que estaban en tus bolsillos-
-Lo están, créeme que se necesita ser estúpido para dejar de hacer negocios con ellos-
-Entonces, ¿para qué me buscan?-
-Están buscando alguien, que les cree un programa para sus sistemas de seguridad- asiento- y les dije: el imbécil de mi ex esposo, aunque es un estúpido- me río- el cabron es muy bueno con la tecnología-
-Que halago viniendo de tu parte- digo irónico- ¿Cuánto te van a dar por esto?-
-El veinte-
Suelto un silbido impresionado, antes de que pueda responder ella se me adelanta.
-Te daré el diez-
-Hecho- digo- ¿Tienen fugas con su seguridad?-
-Algo así, no quisieron entrar más en detalle debido a que cierto italiano estaba a mi lado-
La escucho bufar y podría jurar que está rodando los ojos. Eso me hace sonreír.
-No les agrada- afirmo
-Para nada- suspira- al parecer en el último mes, la policía ha entrado a sus sistemas, han logrado despistarlos pero...-
-No es suficiente- afirma- será cuestión que me reúna con ellos, lo demás será pan comido-
Un sonido estridente se escucha en la línea, me alejo un poco el teléfono para que el ruido tan alto, no me rompa el tímpano. Unos segundos después, escucho la voz de Valentina, colérica.
-¡Tengan cuidado! ¡Si no quieren ser despedidos por inútiles arreglen eso!- aprieto mis labios para no echarme a reír, la oigo suspirar- un poco más a la izquierda y mi cabeza es aplastada-
-Es una pena- digo con fingida decepción- me hubiera gustado ver eso-
-Claro que te gustaría ver mi sangre por el piso, cabron-
-No voy a refutarte eso, ex esposita- sonrío- ¿Y mi padre?-
-Jodiendome-
-Bueno, eso no es novedad- se ríe- pero realmente, ¿cómo está?-
Guarda silencio uno segundos.
-Aunque trate de negarlo y aparentarlo, está comenzando a cansarse muy pronto por cosas pequeñas- me quedo en silencio- el cáncer, está consumiéndolo más rápido- se ríe secamente- creo que no sé qué haré, el día que deje de joderme-
Suspiro, sintiendo el mismo sentimiento. La verdad, creo que ninguno de los dos sabrá que hacer el día que mi padre, muera.
-Aún me cuesta aceptarlo- admito- todo sucedió muy rápido-
-Lo sé- responde, otro ruido se escucha atrás- te dejo, tengo que poner orden, antes de que se me acabe la paciencia y termine asesinando a todos por inútiles- bufa- mantenme al tanto de los franceses-
-Seguro, bruja-
Resopla y me río.
-Estúpido-
Termino la llamada, miro la pantalla de mi teléfono. Como suelo hacerlo cada vez que tengo oportunidad, entro a mi galería y busco aquella foto, sonrío cuando la encuentro.
Aún recuerdo ese día
Recuerdo que ese día, había hasta el tope de trabajo y estaba más estresado de lo usual. Valentina, llegó de improvisto a mi estudio obligándome a salir de ahí, quejándome por todo el camino, me arrastro hasta el auto donde comenzó a conducir hacia un rumbo desconocido, vaya sorpresa que me llevé al ver el escenario frente a mi.
Me río fuertemente al oír la frase que salió de su boca, pero eso no borra la sonrisa de su rostro.
-Realmente, ¿me trajiste a patinar sobre el hielo?-
Su sonrisa se ensancha
-Exacto, patinar ayudará a despejar tu mente-
Niego
-Ni lo sueñes, me romperé algo-
-No seas cobarde- se ríe- aparte, sé que practicaste en tu adolescencia-
La fulmino con la mirada, en cambio no deja de reírse.
-Vamos, será divertido-
Teníamos la pista para nosotros solos, aún en contra de mi voluntad, entré para hacerle compañía, al principio estaba renuente pero conforme la veía desenvolverse por el lugar, como si nada importara en el mundo. Comencé a moverme también, nos movimos por la pista riéndonos a carcajadas como dos adolescentes.
Una sonrisa se pinta en mi rostro, al ver la foto.
Nevó ese día
Mientras estaba distraída mirando los copos de nieve, aproveché para tomarle la foto. Su sonrisa y ese brillo en su mirada, lo decía todo.
Éramos felices
La voz de Yerik, me saca de mis pensamientos.
-Señor, hemos llegado-
Apago el teléfono y lo guardo en el bolsillo de mi saco. Bajo de la camioneta, acomodándome el traje asegurándome que todo esté impecable.
-Buenos días, señor Novikov- responde mi secretaria cuando me ve- los socios de las diez, ya lo están esperando-
-Voy enseguida- la miro- lleva cafés para la junta, que nadie nos interrumpa-
-Sí, señor-
Vuelvo a casa alrededor de las diez, suspiro mientras me quito la corbata y el saco mientras me dirijo hacia mi estudio. Ciertamente mirar la rutina diaria de mi ex esposa, se ha vuelto mi pasatiempo favorito en los últimos días.
Me he convertido en un acosador
Eso es una novedad
Antes de entrar a mi estudio, me dirijo hacia mi habitación para darme una ducha rápida, me coloco unos pantalones de chándal y dejo mi torso desnudo. Mi instinto me dice que algo será distinto esta noche.
En mi lugar habitual, enciendo las cámaras de seguridad de la casa de Valentina. Reviso primero a mi padre, que se encuentra dormido en su habitación, lo miro un par de minutos. Suspiro con tristeza.
Me niego a creerlo
Me niego a creer que me dejarás.
Amo a mi padre, fue mi soporte después de la muerte de mamá. Él solo tuvo que hacerse de mí, recuerdo las veces que iba a mis presentaciones o premiaciones por los concursos de informática, siempre estuvo ahí. Nunca se perdía alguna.
-La vida es una mierda- espeto hacia las pantallas- ¿Por qué eres tan terco, viejo?-
Negando, me concentro en las demás cámaras. Mis ojos se detienen en la figura de mi ex esposa, que apenas va entrando a su habitación después de un largo día de trabajo, se detiene un momento en el medio de la habitación como si buscara algo. Rezo para mis adentros, para que no se de cuenta de las cámaras, se encoje en hombros y prosigue con su tarea.
Menos mal
Se adentra al baño, veo como saca su arma detrás de su pantalón dejándola encima del mármol del lavabo. Comienza a desvestirse de manera lenta, trago en seco cuando solamente queda en ropa interior.
Carajo
Esas malditas piernas me van a volver loco, la veo inclinarse un poco para abrir el grifo de la bañera para que comience a llenarse, detallo cada una de las curvas de su cuerpo hasta su trasero.
El deseo de poder estrellar mi mano en su piel blanca, hasta que quede de un bonito color rojo; me recorre todo el cuerpo hasta mi polla que tira ligeramente en los pantalones.
Parezco un puberto hormonal
Cálmate, Novikov
No es como si fuera la primera vez que la ves desnuda.
Pero si después de siete años
Maldito subconsciente
Mis ojos no dejan de verla, siento mi polla se levanta cada vez más, en que veo sus movimientos hasta el punto de que está a reventar y se vuelve a dolorosa. Entra por completo a la bañera una vez que está desnuda, se queda un par de minutos sin hacer nada, recuesta su cabeza en la orilla de la misma, cerrando sus ojos.
Entonces
Hace algo que no esperaba
Comienza mover sus manos por su cuerpo desde su cuello hasta sus pechos los cuales masajea y aprieta sus pezones, mi garganta se siente más seca que me es imposible pasar saliva. Mi verga se endurece más al oírla gemir por lo bajo, mierda olvida que los micrófonos estaban prendidos.
-Xander...-
Mierda, doble mierda
La bruja se está masturbando pensando en mí, sonrío con cierta suficiencia. Entonces, la pequeña bruja todavía no me olvida.
No dejo de ver el espectáculo, veo como sus manos desaparecen debajo del agua y sus gemidos se hacen más altos mientras que su espalda se arquea.
Sin ser consciente realmente de lo que hago, saco mi dura erección y comienzo a mover mi mano sobre ella, buscando mi liberación. Sus gemidos se hacen más alto y mis jadeos también, no me pierdo de cada movimiento que haces, cuando creo que está cerca del orgasmo y yo también.
Se detiene
Triple mierda
¿Ahora?
Si estoy jodido
Su rostro se gira justamente donde se encuentra la cámara, me toma por sorpresa cuando sonríe enormemente.
-Espero que hayas disfrutado de la vista, Novikov-
Antes de que lo espere, toma su arma y le dispara justamente en el lente, trato de ver las demás, pero ya esta tarde le ha disparado a todas, cortando la comunicación.
Gruño alto
Maldita mujer
Entonces, el sonido de mi teléfono me sobresalta ligeramente veo que se trata de un mensaje y mi molestia aumenta cuando lo leo.
-A la otra, el disparo será en tus bolas-
Llega otro
-Por cierto, las duchas frías ayudan mucho, algo me dice que la necesitaras, tómalo como un consejo ;)-
No dudo en responder, sintiéndome frustrado sexualmente por tercera vez en la semana.
-Me las cobraré, Marchetti-
Su respuesta no tarda en llegar
-Inténtalo, pero al menos yo no tengo una erección tamaño del monte Everest-
Gruño con más fuerza, miro mi polla que está totalmente erecta y comienza a dolerme, necesitaré una ducha con mucha agua fría.
Una muy larga
¡Feliz viernes a todas!
No saben cuando había anhelado este momento jajaj
El que conocieran a Xander
Espero que les haya gustado ;)
No hay duda en que Xander y Dimitri, son padre e hijo jajaj
Y que a pesar de todo lo que ha pasado entre él y Valentina. Ambos, logran encontrar un equilibrio en sus vidas, sin interferir en la del otro.
Y sin matarse el uno al otro, solo bromas
O tal vez no...
*La jefa se encoje en hombros*
Solo digo
Lo sabremos más adelante jajaj
Recuerden seguirme en Instagram, ahí pongo spoilers de futuras historias, hago anuncios que las dejan sin neuronas, entre muchas cosas más.
Me encuentran como: angiewattpad
Sin más que decir...
¡Nos vemos el viernes!
Atte. Su escritora 💜✨