➤ 06| The Spelling Bee.
DESPUES DE LA ULTIMA NOCHE, TODOS me miraban de manera diferente, no es que me importara, pero era una atención extraña a la que no estaba acostumbrado.
Hoy en la escuela, era el día del concurso de ortografía. El concurso de ortografía fue, sorprendentemente, un poco divertido para mí. En mi casco antiguo fui campeón todos los años. El inglés era mi mejor asignatura; Siempre parecía tener éxito. Entonces, hoy le iba a demostrar a Gilbert Blythe que no era solo una rubia tonta.
Anne estaba ahora de regreso en la escuela, lo que hizo que i la atención de todos se concentrara en ella. Me gustó que la atención de todos estuviera fuera de mí. Bueno, casi la atención de todos.
Gilbert no me ha quitado los ojos de encima desde que le dije que no tenía a nadie que realmente se preocupara por mí. Claro, tengo a los Barrys, y pensarías que les importaría. Pero a Diana le ha gustado Anne y ya casi nunca la veo. Solo cuando los dos estamos en casa, lo que rara vez ocurre.
Pero elegí olvidar todo eso por ahora y decidí concentrarme en el concurso de ortografía.
Hasta ahora, me estaba yendo bien. Llegué a una de las rondas finales, solo quedamos cuatro de nosotros. Anne, Prissy, Gilbert y yo.
"Prissy, deletrea encantador" Dijo el Sr. Phillips, sonriéndole a Prissy.
"E-n-c-a-n-t..." Prissy deletreó, luego suspiró.
"Lo siento, eso es incorrecto." Dijo, observando cada movimiento que hacía Prissy mientras regresaba a su asiento.
"Gilbert, deletreo de compromiso." Dijo el Sr. Phillips, mirando directamente a Prissy Andrews, quien miró hacia abajo con timidez.
"C-o-m-p-r-o-m-i-s-o." Gilbert deletreó, sonriendo para sí mismo y luego mirándome.
"Correcto." Dijo el Sr. Phillips.
Inmediatamente aparté los ojos de Gilbert y los miré al Sr. Phillips, cuyos ojos estaban fijos en los de Prissy.
"Samantha, deletrea preciosa." Llamó el Sr. Phillips.
"P-r-e-c..."Mire a Gilbert, que me miraba inocentemente.
Mi estómago dio un vuelco. ¿Cómo es posible que alguien se quede ahí parado y se vea tan hermoso?
"U ..." Cerré los ojos. Esa no fue la respuesta correcta.
"Incorrecto." El Sr. Phillips sonrió. "Eso es una sorpresa".
Eché una mirada más a Gilbert, cuyo rostro brilló con confusión. Negué con la cabeza y miré hacia abajo, tomando asiento en la parte de atrás del salón de clases.
"¿Oye, Samantha? ¿Cómo se escribe tonto?" Preguntó Josie, riendo.
"¡Oye, Josie! ¿Cómo se deletrea feo?" Diana me defendió.
"Detente, Diana. Estaba siendo tonta. No sabía lo que me había pasado cuando estuve allí." Respondí honestamente.
No podía pensar que Gilbert Blythe fuera atractivo. Después de lo que me dijo, nunca volveré a hablar con ese chico.
"Oye, Samantha. Buen intento en el examen de ortografía de hoy". Dijo Gilbert, caminando detrás de mí.
"G-gracias." Tartamudeé.
Gilbert me lanzó una mirada de confusión, algo de lo que he estado obteniendo mucho últimamente.
"¿Estás bien?" Gilbert preguntó con una ligera preocupación en su voz.
No me había dado cuenta de que Gilbert me hizo sentir que pareciera que yo era la única persona en la habitación. O, en nuestro caso, el bosque. Estaba de pie con otras cinco chicas, pero había olvidado por completo que estaban allí.
Me acordé cuando sentí un pellizco en mi brazo. Salté y me di la vuelta, encontrándome con Josie y Ruby furiosos.
"No," dije, mirándolo. "No lo soy. Solo soy una rubia tonta. Tenías razón."
"¿Nos dan un minuto?" Gilbert preguntó a las chicas detrás de mí.
Las chicas se miraron unas a otras, la envidia y el odio aparecieron en sus ojos. Pero cuando Diana y Anne simplemente se fueron, las otras chicas se vieron obligadas a seguirlas.
Sé que no habían ido muy lejos, porque los vi detenerse y esconderse detrás de un árbol a una distancia considerable.
"¿Qué pasa contigo?" Gilbert me preguntó. "Eres increíble en la ortografía. No entiendo".
"Yo tampoco. Yo sólo ... me distraje. Eso es todo." Dije, mirándolo y luego bajándome los zapatos.
"¿Distraída?" Gilbert pregunto, inocentemente.
"¡Para de hacer eso!" Balbuceé.
"¿Haciendo qué?" Preguntó Gilbert, sus ojos mirándome a los míos.
"¡Deja de mirarme de esa forma!" Dije, dando un paso atrás de él.
"Te estoy mirando normalmente", dijo Gilbert, la confusión continuaba mostrándose en su hermoso rostro.
"¿Por qué yo?" Pregunté de repente.
"¿Qué quieres decir?" Preguntó Gilbert.
"De todas las chicas de Avonlea, ¿por qué estás tan interesada en mí? Quiero decir, eres Gilbert Blythe. Y yo ..." me detuve.
"¿Tú eres qué?" Preguntó.
"Lo siento, no puedo." Dije, mi corazón dio un vuelco mientras me alejaba del niño inocente.
Y con eso, me escapé de Gilbert, pasé al grupo de chicas y volví a la casa de Barry. No me atreví a mirar atrás ni a escuchar las llamadas después de mí.
Una vez que llegue allí, corrí escaleras arriba, sorprendiendo a la Sra. Barry, que estaba tomando el té en la sala de estar.
En el segundo en que llegué a mi habitación, me quité mi elegante vestido y me puse uno de mis viejos vestidos. Eran marrones y grises, pero me recordaban a mi antiguo yo; mi yo despreocupado. Odiaba fingir que era prístina cuando estaba lejos de hacerlo. Odiaba ser amiga de chicas que estaban decidiendo mi vida por mí.
Saqué mi cinta, dejando que mi cabello rubio aterrizara libremente alrededor de mi cara. Me miré en el espejo y sonreí para mis adentros. Este era yo. El verdadero yo.
"Realmente tienes que dejar de hacer eso". Diana jadeó, entró corriendo en mi habitación y cerró la puerta.
"Lo siento", le dije, mirándola y encogiéndome de hombros.
"¿Samantha? ¿Qué has hecho con tu cabello? ¿Y dónde está tu vestido?" Preguntó Diana. Me miró con la boca abierta.
"Voy a volver a mi aspecto anterior", dije, mirando hacia atrás en el espejo. "No me gusta vestirme como una princesa. Esto me hace sentir más como yo. Y eso es lo que quiero".
Diana vaciló, luego asintió con la cabeza como si supiera que no cambiaría.
"Eres una chica decidida, Samantha. Ojalá fuera así". Dijo, sentándose en mi cama.
"Puedes serlo", le dije, dándome la vuelta para encontrarme con ella. "Solo tienes que pensar en ello".
"Parece tan simple cuando lo dices". Diana dijo, suspirando. "Sabes, parece que a Gilbert le gustas."
Mis ojos se dispararon hacia los de ella con entusiasmo.
"¿Qué? No. Eso es imposible." Divagué. "Nunca le agradaría".
"Está bien", dijo Diana. "Pero no pude evitar preguntarme... ¿eres tú quien le ha tomado cariño?"
Antes de que pudiera protestar, Diana salió de mi habitación. Suspiré y caí dramáticamente sobre mi cama, mirando hacia el techo.
¿Y si Diana tenía razón? ¿Podría estar desarrollando sentimientos por este chico?