Acluofobia

By Corbeau1711

639 67 95

Luego de un encuentro más que sospechoso, Isaac se verá acechado por una criatura tormentosa, adentrándose en... More

Pesares
Astas
Monstruos
Temores
Lobos
Acecho
Tendencias
Oscuridad
Tenue
Reflejo
Figuras
Infeliz
Angustia
Heridas
Celebraciones
Sonrisas
Amigos
Temores
Sempiterno

Roth

22 4 10
By Corbeau1711


—¡¿Qué diablos haces?! —Grité al inmenso, y a su vez tan estrecho vacío entre ambos, tan solo a unos pasos del ser que me acosaba.

Esperé, pero no obtuve respuesta alguna del otro lado, ni siquiera profirió un sonido, de forma imprudente, me acerqué un poco a eso, con notables pasos temblorosos en mi andar.

—¡Responde ¿Qué eres? ¿Qué haces?! —Esta vez, con una voz impetuosa y trémula, intentando fútilmente obtener respuesta de la penumbra.

Escuché que movió ligeramente la cadena.

—¡Vamos... dime ¿Qué quieres?! —Dije entre cortado, tenía un tic en mi mano de nueva cuenta, haciendo que esta se moviera esporádica.

Volvió a moverse, las órbitas blancas tenían un movimiento singular; esta vez, no di pasos, solo me quedé parado, aún un poco lejos, incapaz de vociferar más a lo que presuntamente estaba enfrentando. Luego escuché un aliento leve, pero que por la distancia debió haber resoplado fuertemente. Me quedé atónito, no sabía qué cuál sería mi accionar, si correr en dirección contraria o seguir con esto.

Sonó mi teléfono.

En ese instante volteé por instinto, pero al darme cuenta de lo que hice, regresé la mirada, pero al tratar verle ya no estaba; me dejó espantado, con todo el cuerpo helado me fui del lugar inmediatamente. Minutos después, un poco más seguro, sentado en la orilla de una calle, contesté.

—Isaac, eh... hola —Escuché una voz, que tenía en sus palabras un sentimiento particularmente afable, pero particularmente grave y seria.

—Hola, Víctor... ¿Qué tal? —Respondí, mirando atentamente a mis alrededores, aún un poco desconcertado.

Ver aquella figura, me recordó algo, un sentimiento muy vago, algo amargo a su vez que lejano, que me hacía sentir, impropio en cuestiones de identidad, era algo muy complicado de explicar, sencillamente, por ahora, me sentía extraño.

—Entonces, necesito que me ayudes con eso.

—Disculpa ¿con qué?

Suspiró levemente tras el otro lado del teléfono.

—Te lo puedo explicar luego, pero en serio, necesito tu ayuda.

—Claro.

Colgué la llamada, y levanté mi mirada, observando en estas calles silenciosas y llenas de cierta bruma que se convertía en algo incluso común, vislumbrando a tan solo unos metros a un hombre alto de porte esbelto, que era a penas notable en aquel traje a medida, quien miraba atentamente hacia mí, esperando algo.

—¿Le puedo ayudar en algo?

—¿Ya terminaste? Tu llamada.

Tenía una mirada afable, lucía algo perdido.

—Sí, ¿desea algo?

—Tranquilo, solo quiero preguntarte unas cosas, si es que me lo permites. Disculpa ¿Cuál es tu nombre?

—Pues, claro. Me llamo Isaac.

Su semblante cambió radicalmente. Ahora era uno más serio, metódico, registrando cada acción con un detenimiento singular.

—Podrías hablarme en primera de unas cosas, como ¿Qué piensas de Alida Got? —Ahora su voz era más fuerte, e incluso algo áspera.

—Yo, solo la conocía de lejos, en realidad no interactuaba mucho con ella.

—Bien, y de casualidad te suena el nombre de ¿Colin Deschain?

¿Cómo era que esta persona conocía tanto? A la persona que ahora menciono frente a mí, jamás en mi vida la habré visto, ni siquiera parece de aquí, caminaba más rápido, hablaba más despacio, su mirada no se podría comparar con ningún policía de aquí, e incluso de serlo, lo hubiese conocido por lo menos de rosto.

Debía tener un cuidado excepcional.

—Sí, lo conozco, después de todo éramos vecinos.

Parecía esperar una mentira de mi parte, preguntaba cosas que él ya sabía, esperaba una respuesta que le diera alguna sospecha.

—¿Cómo era tu relación con ambos? —Procedió a sentarse en el filo del asfalto, entre la calle y el camino, este se estiró con molestia el cuello para luego regresar su mirada y hacerme señas de sentarme junto a él—.

—Creo que es momento de preguntar ¿Quién eres? —Inquirí—.

—Si me respondes sinceramente, puede que aclare alguna de tus dudas.

Termine cediendo, resoplando y sentándome junto a él, tratando claramente de tener una distancia excepcional de esta persona.

—No los conocía mucho, pero en lo personal no me desagradaban.

—Bien ¿Qué recuerdas de ellos?

—¿Qué clase de interrogatorio es este?

—¿Interrogatorio? Yo jamás dije eso. —Aclaró con una expresión que denotaba otra intención—.

—Entonces puedo considerar libre de irme —Dije levantándome frente a él—.

—Jamás dije eso tampoco, eres libre, pero si lo haces la próxima vez que hablemos Isaac Crawford, será en una sala de interrogatorios —Advirtió invitándome a sentar nuevamente—.

Resoplé de nueva cuenta y regresé a esta conversación algo forzosa.

—No recuerdo mucho de ellos, una chica tímida que casi no interactuaba con nadie, un chico bien portado que pasaba desapercibido ¿Es eso lo que quiere saber?

—No del todo, sé perfectamente lo que te has encontrado, sé perfectamente que andas indagando sobre todo esto, a lo que me pregunto ¿Por qué una persona que se mantiene siempre en casa, de un día a otro quiere saber sobre lo que hay más allá?

—Curiosidad, conocer la verdad.

—Te daré un experimento. Todos veían una figura, era extraña, pero para ellos eso era algo de verdad, entonces cada quien la miraba, pero todos desde una pantalla diferente, observando diferentes ángulos, sacando diferentes conclusiones, haciendo que aquello que era real, se volviera tan solo una discrepancia, algo irreal por mera cuestión de perspectiva. Te diré que aquello que crees real, no es más que tu perspectiva, donde la más acreditada es la aceptada.

Me quedé callado, me había hecho cuestionarme nuevamente acerca de lo que creía real.

—Ahora me dirás que más viste.

—Nada, en verdad.

—Te diré que pienso, tú no eres alguien de quien deba sospechar, un chico que poco sale de su casa, poco astuto y dubitativo, de haber hecho todo esto tendrías un perfil perfecto de inocente.

—Sin embargo; es claro que eso último que dijiste es mentira. Sabes algo, algo que llegó a tu mente y ahora es incapaz de salir, carcomiendo tu curiosidad ¿o me equivoco?

—No, no te equivocas.

—¿Quieres saber qué hay más allá?

—Pensé que lo tenías ya claro. ¿Ahora me dirás quién eres?

—Confórmate con llamarme por mi apellido, Roth

—No creo que sea suficiente.

—Creo que sabes perfectamente qué hago aquí. Me gustaría preguntar, responder y conversar más, pero en realidad no puedo quedarme aquí toda la vida, aunque... Quisiera saber si me puedes ser de utilidad, intuyo que me facilitarás ciertas cosas.

Aquella la última frase dicha resonó de cierta manera durante un tiempo, fueron las últimas palabras que escuché de él antes de sacudirse el traje e irse con su andar tan veloz. Luego de eso, me dispuse a ayudar, en algo que desconocía a mí a veces desaparecido amigo.

Víctor es alguien, por así decirlo complicado, no solo en su forma de ser, sino también de relacionarse, cosa en la que no me podía quejar, pues nos parecíamos hasta cierto punto en eso.

—Bien, para que te hagas una idea... esto es simple, pero también complejo ¿Sí me explico? —Dijo un poco angustiado.

Es alguien introvertido, metódico y razonable, hasta cierto punto, me costó un poco socializar con él, y no era el único, pasaba su tiempo a solas, o con un grupo muy selecto de personas, con quien siempre se relacionaba. No fue sino, hasta años después de conocerlo en clases, que pude entablar conversación con él.

—Mira, ¿recuerdas que te decía que me gustaba la paleontología y todo eso verdad? —Me preguntó un tanto ansioso—. Pues bien, hace poco he aplicado para una beca, en una universidad que, si bien no es Harvard, me fascina y tiene especialización en eso.

Me alegré al escucharlo, recordaba siempre que sin importar el grado en el que estuviésemos, el hecho de que mostrara su fascinación por los dinosaurios, le había generado conflictos en su paso hasta su graduación, haciéndolo más retraído de lo que ya era.

—Eso está genial, en serio, podrás estudiar más a fondo los Tiranosaurios, Triceratops y todas esas criaturas del Jurásico.

—Son del cretácico —Afirmó tajante.

—¿Ah?

—Que todos esos dinosaurios, no son de la era jurásica, sino del periodo cretácico.

—Viví engañado todo este tiempo, aunque lo más seguro es que haya sido marketing.

—Sí, pero eso no es lo que quería decirte. Bueno, sí, pero también otra cosa.

—Y es en lo que quieres que te ayude.

—Sí, y es que —Él rio un poco entusiasmado—. Una de las cosas que, bueno, necesito hacer para que me la puedan otorgar, es una entrevista y una producción escrita sobre el tema.

—Eres un genio en eso, no te preocupes tanto.

—No lo sé Isaac, sinceramente, no tengo la seguridad de que pueda aplicar tan fácil, es algo que quizá sea muy grande para mí —Me aclaró consternado, hasta un tanto inseguro—. Por eso te pido ayuda.

—Claro, ¿qué necesitas?

—Tengo, una leve idea de qué podemos hacer —Procedió a acomodarse el cabello hacia atrás y remangarse la camisa—. Vamos a la biblioteca donde trabajas, o cualquier lugar donde podamos encontrar información del tema, yo más que todo, voy a hacer lo posible por entender cada cosa y finalmente, y lo más importante, necesito que me ayudes a redactar esa producción.

Dado que hablaba tan rápido. Me perdí en los primeros detalles

—Sé que es muy molesto, pero eres la persona más apta para esto ¿Me ayudarás?

Sé que era complicado, lo noté tan solo al empezar con esta conversación, pero no podía decir que no, sencillamente, no me pude negar. Las memorias que conservo de él, estaban teñidas por su ideal, su afición por la que tanto se había interesado, y tanto le había costado.

—¿Qué ves? —Dije un intrigado, el chico con el que me habían asignado en un trabajo, se veía centrado, estupefacto y sumido en su lectura.

Quedé aún más intrigado al momento, pues este al escucharme, cerró el libro de golpe, apartándolo de mi vista.

—Nada —Mintió nervioso—. ¿Podemos empezar a trabajar? Esta tarea es muy importante en el plan evaluativo.

—No tengo ningún problema, ya sé lo que viene, sé que debemos hacer —Indiqué un poco arrogante.

—Entonces ¿Qué haremos?

Me quedé en silencio unos segundos. Pensando

—No lo sé, no pensé que llegaría tan lejos, ideé que me darías una opción para que pudiéramos trabajar.

—¿Por lo menos si sabes lo que toca? —Pregunto algo consternado—.

—Claro —Pensé por unos segundos, dando vueltas alrededor de la mesa de la biblioteca. Ya lo tengo.

—Por fin ¿Qué es?

—Sacamos hojas, voy a buscar un libro en la sección F y con eso nos apoyamos para hacer los dibujos, luego de hacer la lámina nos apoyamos con lo que vamos a decir, con referencias y todo.

Así, lo hicimos. Algo que se suponía, tardaría un cuarto de hora, tardó 2 horas, exhaustos, terminamos las fichas de estudio, terminaba de corregir los detalles, cuando me percaté, que nuevamente, tenía el libro en sus manos, entre tanto, lo observaba, lo sabía, y dificultaba su lectura.

—¿Quieres saber qué leo? —Esta vez él preguntó.

—Por supuesto —Exclamé.

Respiró hondo, suspiró profundamente y bajó el libro casi de golpe, poniéndolo en la mesa y mostrándome con el dedo índice una página, indicando el nombre de un dinosaurio un "Estegosaurio". Lo conocía levemente, tanto a ese como a sus pares, figuras de un pasado lejano; sin embargo, me vi superado, casi abrumado por la cantidad de información que decía con emoción, cada una con una euforia singular y una rapidez que me era imposible seguir. Perdido en sus palabras, me mantuve atento, escuchando sobre aquello entre un mar de libros.

Así era ahora, con sus ojos iluminados, enfocados en tratar de explicarme con detenimiento, detalles que conocía de cada dinosaurio, criatura marina y voladora que yacía en aquellas páginas. Fue tan solo cuestión de tiempo, tan solo un corto y a la vez extenuante tiempo, para cansarme de escuchar acerca de todo eso, era agobiante el sobrecargo de vocablos, términos y nombres que tenían que entrar a mi cabeza; era insoportable el tan siquiera idear, que tendría que aprender todo eso, rectificar, corregir y detallar en tan solo unas horas, me sentía estancado, angustiado frente a la presencia que otorgaba la persona frente a mí.

Por mi parte, no dejaba de centrarme, pero no en lo que debía tener mi foco de atención, sino en un pensar qué aún no estaba resuelto, que aún me agobiaba.

Continue Reading

You'll Also Like

19.8K 1K 28
¿ qué estas dispuesto hacer por alguien? Hay un limite entre el amor y obsesión.... Advertencia: esta historia contiene muerte, canibalismo, maltr...
20.5K 1.4K 25
Aquí es donde Chucky será versión chica , y poco a poco sentirá algo por el de amor y locura
1.7M 17.4K 3
*Wattys 2018 Winner / Hidden Gems* CREATE YOUR OWN MR. RIGHT Weeks before Valentine's, seventeen-year-old Kate Lapuz goes through her first ever br...
3.6K 291 9
hay pesadillas que por más que lo intentes jamás desaparecen, y vuelven a por ti, cada que pueden