-IMPORTANTE-
La persona a la que escogí para interpretar a Lyra se llama Flavie Delangle, es una actriz de 18 años que así luce actualmente:
Todos los créditos de esta búsqueda no son míos, así que por favor démosle las gracias a chileanpizza_ porque se dio el tiempo de buscar a alguien, y no solo eso, sino que también me mandó varias imágenes y gifs para agilizar el trabajo. Agradezcámosle por su contribución al desarrollo de esta hermosa historia♥️
Narras tú
–¿Así te gusta? ¿Esponjoso y blandito?– dije con un doble sentido mirando a mi esposa –Tu trasero es así, por eso me encanta– soltó una carcajada.
–Cállate– reí –Te quedaron ricos– besó mis labios, dejando un poco de miel en ellos. Seguí preparando los pancakes mientras Katie picaba la fruta.
–Iré a despertarla– dijo viendo la hora y sonreí.
Volvió dos minutos después y me abrazó por la espalda, dejando un beso en mi hombro.
–Es muy tierna al despertar, se parece a ti– reí.
–¿Ya viene?– me giré para mirarla y asintió.
Llevamos las cosas a la mesa y unos minutos después apareció Lyra ya vestida, pero con el cabello desordenado.
–Buenos días, ¿Cómo dormiste?– sonrió.
–Muy bien, la cama es muy cómoda– se acercó a la mesa –¡Qué rico!– dijo emocionada y sonreí.
–Los hizo _____– añadió Katie trayendo el agua caliente para servirnos té –Espero que no nos intoxiquemos– la miré mal y se rieron –Mentira mi amor, están exquisitos– me besó y sonreí.
–Gracias, aprendí de la mejor– Lyra rió y la miramos.
–Me dará diabetes– reí negando.
–Oh no, Katie nos obligará a comer comida saludable– sonrió.
–Lo decía por ustedes– miré a mi esposa sonriendo y luego reímos.
–Somos muy empalagosas, lo siento...es que mírala, es hermosa– dije apuntando a Katie y Lyra asintió.
–Las dos lo son– sonreí.
–Las tres lo somos– añadió Katie y asentí.
–Los seis, no discrimines a nuestros animales– rió besándome nuevamente y la abracé.
Nos separamos para ir a la mesa y miré a Lyra, quien estaba algo extraña.
–¿Estás bien?– pregunté poniendo mi mano en su hombro y suspiró.
–Me cuesta creer que esto es real...– dijo con los ojos llorosos y acerqué mi silla a ella para abrazarla.
–Pequeña– apoyé su cabeza en mi pecho –Nunca dejaré que te vuelvan a dañar ni que te sientas sola– besé su cabeza –Sé que es difícil adaptarse, pero te prometo que pronto sentirás que esta casa es tu hogar– nos separamos y me sonrió limpiando las lágrimas que estaban en su rostro.
–¿Qué quieres hacer hoy? Las grabaciones de atrasaron y comienzan la próxima semana, así que tenemos tiempo libre– sonrió
–Lo que ustedes quieran– me serví un pancake, le puse miel y con las frutas hice una forma de corazón para luego dárselo a Katie, me sonrió ampliamente y mordió su labio.
–Te amo– besó mi mejilla y luego miré a Lyra.
–¿Quieres uno también?– asintió y sentí la mirada de mi esposa, la miré extrañada y luego reí –Yo también te amo– le di un beso y me siguió mirando mal –Hey– hice un puchero –Sabes que te amo– rió asintiendo.
–Que no se repita– sonreí comenzando a prepararle el pancake a Lyra, se lo di y me dio las gracias dejando un beso en mi mejilla.
–¿Te gustan los juegos de mesa, rompecabezas y esas cosas?– pregunté mirando a la pequeña y asintió –¿Te gustaría que compre algunos?– asintió nuevamente ya que tenía la boca llena.
–Está muy rico– dijo luego de tragar.
–Sí mi amor, están deliciosos– añadió mi esposa y sonreí.
–Gracias– dije feliz –Pediré algunos juegos– tomé mi celular y entré al catálogo de una tienda para hacer un pedido –¿Quieres algo?– miré a Lyra y negó –¿Segura? Puedes pedirme lo que quieras...¿Quieres una isla?– un arándano me golpeó la cara y miré a Katie.
–Ups– sonreí tomando la fruta para devolvérsela –¡Oye!– me tiró un trozo de banana y reí.
–¡Kashy!– nos reímos ya que quedó pegado en mi frente.
–Deja de insinuar que quieres una isla– hice un puchero.
–¿Quieres una isla?– Lyra asintió riéndose y Katie suspiró –Tendré que comprarla, Lyra la quiere– negó.
–Me enojaré– hice un puchero.
–Pero Kashy– miró mis labios.
–Nada de Kashy, no me convencerás– pinchó el pedazo de plátano en mi frente en su tenedor y luego lo llevó a su boca.
Seguimos comiendo sin dejar de reírnos mientras pedía algunas cosas para la casa. Como yo había hecho el desayuno, Lyra llevó las cosas a la cocina y Katie las lavó.
Unas horas después, mientras jugaba videojuegos con Lyra, escuchamos golpes en la puerta y Katie sacó la vista de su libro para mirarme, suspiró riendo al ver que no me levantaría y fue ella.
Perdí contra la pequeña y me crucé de brazos, se rió e hice un puchero.
–¡_____!– miré en dirección a la puerta y Katie entró con dos bolsas grandes en las manos, mientras el repartidos la seguía con dos más, las dejaron en el piso y Katie le dio una propina. Se retiró y el suspiro de mi esposa me hizo mirar a Lyra.
–Fue un gusto haberte conocido– le susurré a la niña y miré a Katie, levantándome para caminar hacia ella.
–_____...– sonreí.
–Te van a gustar– suspiró.
–¿Cuántos compraste?– preguntó con su ceja alzada y rasqué mi nuca.
–32...– se mordió el labio –Pero hay de mucha variedad, son rompecabezas, juegos de mesa, cartas...es para no pedir más y tener varios en caso de una emergencia...– levantó ambas cejas.
–¿En caso de emergencia?– miré a Lyra y esta estaba aguantándose la risa.
–No me regañes frente a Lyra, me quitas autoridad– se rió y tomó mi mano.
–Ya volvemos, revisa los juegos y escoge cuál quieres jugar hoy– la pequeña asintió y Katie me jaló hasta nuestra habitación –_____...– la abracé por los hombros y puso sus manos en mi cintura.
–Sé que son demasiados, pero todos me gustaron– suspiró.
–No puedes hacer compras tan impulsivas, tampoco puedes ofrecerle todo a Lyra, está bien que quieras consentirla, pero cariño, no quiero una hija malcriada– suspiré.
–Pero tengo el din...– me interrumpió.
–Sé que tienes mucho dinero, yo también lo tengo...pero no está bien, si sigues haciendo esto la perjudicarás– dijo en un tono bajo.
–Tú no sabes lo que se siente estar en su situación, solo quiero distraerla– asintió.
–Con uno o hasta cinco bastaba– dejé de abrazarla y fui a sentarme a la cama.
–Perdón– se sentó a mi lado.
–Solo quiero detener esto antes de que se acostumbre, desde que la conociste le has dado todo en gran cantidad– miré sus ojos –No le hará bien creer que siempre tendrá todo sin esfuerzo– mordí mi labio asintiendo –Y no compres la isla– reí escondiendo mi rostro en su cuello.
–Tenemos un arsenal de juegos de mesa, deberíamos empezar una tradición familiar– dije besando su lunar y gimió despacio cuando la mordí con delicadeza.
–¿Tradición familiar?– asentí.
–Dejar un día en el que sí o sí hacemos algo juntas– sonrió.
–Me gusta– me besó –Te amo– acarició mis mejillas.
–Te amo–.
———
–¡No! Me caen mal– me crucé de brazos al perder y se rieron –Es injusto que jueguen juntas y yo solita– hice un puchero y Katie fue a mi lado para abrazarme.
–Aunque jugaras con alguien, te hubieramos ganado de todas formas– negué.
–Mentira– rió.
–He visto decenas de veces las películas de Star Wars, obviamente te ganaré– miré hacia otro lado ofendida –Tú única opción para ganar es jugar conmigo– miré a Lyra buscando ayuda.
–Yo tengo un nombre de Star Wars, creo que perderás de todas formas– me reí.
–Devolveré el juego, no me gustó– tomé la caja levantándome y me miraron mal.
–Ni se te ocurra, me encantó– dijo mi esposa y fruncí el ceño.
–Lo devolveré– negó nuevamente.
–No lo harás– dijo en el mismo tono, miré a Lyra e hizo un puchero, suspiré dejando la caja en la mesa para cruzarme de brazos nuevamente, provocando la risa de ambas.
–¿Por qué las amo tanto? No es justo– Katie rió pero Lyra frunció su ceño y me miró sin decir nada –¿Estás bien?– Katie la miró, dándose cuenta de la expresión de la niña.
–¿Lyra?– dejó de mirarme y bajó su vista –¿Qué pasa, pequeña?– le dijo dulcemente.
–¿Tú...– se mordió el labio y me miró –¿Tú me amas?– sus ojos estaban cristalizados y me levanté para ir con ella y envolverla en mis brazos.
–Claro que te amo, pequeña– besé su frente –¿Crees que te traería a mi casa si no lo hiciera?– me abrazó fuerte y le extendí mis brazos a Katie para que se uniera.
Los sollozos de Lyra se hicieron fuertes y mi esposa acarició su cabello mientras seguía llorando en mi pecho.
Estuvo algunos minutos así y las caricias de Katie lograron calmarla, se separó y su nariz estaba muy roja, le sonreí apretándola y rió levemente.
–Hace...hace mucho que alguien no me decía eso– dijo casi en un susurro –Desde que mi mami murió– Katie besó su frente.
–Te lo diremos todos los días si no te molesta, podemos ser bastante empalagosas– rió.
–Gracias...las quiero– dijo tímidamente y la abracé fuerte.
–¿Quieres comer pizza para cenar?– asintió y tomé mi celular.
–Solo dos– dijo Katie de inmediato y me quejé.
–¿Por qué solo dos?– miré a Lyra –Ayúdame– ambas miramos a Katie haciendo un puchero.
–Una pizza más, por favor– dijo la pequeña y Katie sonrió para luego mirarme a mí.
–Tendremos muchos problemas por no saber decirle que no– asentí –Pide tres– sonreí marcando el número para hacer el pedido.
———
–Buenas noches, pequeña– besé su frente –Mañana te despertaremos un poco más temprano para ir de picnic con Chyler y Mel– sonrió.
–Buenas noches– repitió mi acción –Duerme bien– acarició su frente y salimos de su habitación.
Caminamos a la nuestra y cerré la puerta con seguro, Katie rió sentándose en la cama y le sonreí.
–Estuve pensando mientras hacías el almuerzo...y resulta que me debes mi venganza– levantó su ceja.
–¿Venganza?– asentí.
–Por el vibrador en público– sonrió –Puedo hacerte un oral muy lento...cosa que va bien considerando que no podemos hacer ruido– asintió.
–Soy toda tuya– se recostó en la cama –Sé guardar silencio– sonreí acercándome a la cama.
–Eres tan hermosa– susurré abriendo sus piernas para acomodarme entre ellas –Tan tan hermosa– me incliné y tomé su mentón para que lo levantara y me diera acceso a su cuello, pasé mi lengua por este y mordí con cuidado para no dejarle una marca.
Besé su lunar repetidas veces y llevó sus manos a mi trasero para acariciarme. Subí a su boca y me detuve a centímetros de esta, mordí mi labio mirando los suyos y luego pasé la punta de mi lengua.
–Son tan hermosos– la besé superficialmente –Tan carnosos– volví a besarla –Tan deseables– sonrió y profundicé el beso, metí mi lengua en su boca y gemí despacio al sentir la suya.
Me separé intentando recuperar la respiración y le sonreí llenando su cara de besos. Tomé el borde de su camiseta y la quité, admiré sus pechos relamiendo mis labios y sonreí.
–Quítate toda la ropa– me senté a su lado y la miré mientras me obedecía –Siéntate sobre mí– sonrió sentándose sobre mis piernas y la afirmé del trasero –Me encantas– le di una suave nalgada –¿Puedo morderlo?– asintió.
–No tan fuerte– reí apretándolo con fuerza –Vas a dejarlo rojo– le di otra nalgada.
–Así me gusta– la besé –Soy adicta a tu trasero– la abracé por la cintura –¿Es mío?– asintió.
–Completamente tuyo– sonreí.
–Quiero follarlo...¿Puedes aguantar sin hacer ruido?– mordió su labio.
–No lo sé...– acarició mis mejillas –Pero primero quiero mi oral– sonreí ampliamente y la tomé para dejarla bajo mi cuerpo. Llevé mi boca hasta sus pechos, los estimulé con delicadeza y bajé hasta su vientre, dejando varias marcas por toda su piel.
Al llegar a su entrepierna me la salté y mordí sus muslos, fui acercándome de a poco y ya podía sentir el olor de su excitación. Sus piernas temblaban levemente y reí.
–¿Quieres que te toque?– asintió.
–Por favor– gimió muy despacio y sonreí acercando mi boca para que sintiera mi aliento.
–Vas a tener que aguantar un poco más– susurré y se quejó.
–Mi amor...por favor– abrí sus piernas y relamí mis labios deseando sentir su sabor en mi boca, ya que su humedad era visible.
–Quiero divertirme un poquito– toqué suavemente sus pliegues con mi dedo índice y gimió de frustración –Cállate– sonrió cubriendo su boca.
–Deja de jugar conmigo– negué.
–El trato era que no me apurarías– dije cruzándome de brazos y haciendo un puchero –No me dejas disfrutarte como se debe– suspiró.
–Pero es que te estás demorando demasiado– me levanté para luego recostarme en la cama dándole la espalda –Mi amor...– la ignoré –Está bien, perdón, me mantendré callada– tomé mi almohada para abrazarla y suspiró nuevamente.
–Ya no quiero– me abrazó por la espalda.
–Estás exagerando la situación– fruncí mi ceño y me senté par separarme del abrazo.
–¿Me dijiste exagerada?– me miró sin decir nada y luego tomó su celular, vi que entró al calendario y luego dejó el aparato en la mesita de noche.
–No mi amor, no te dije exagerada– dijo hablándome dulcemente.
–Sí lo hiciste– dije quejándome y tomó mi mano.
–Perdón, me equivoqué– dejé que me abrazara –Te amo– mi gesto enojado se fue enseguida al escuchar aquellas palabras.
–Te amo– besó mi mejilla –Me dijiste exagerada– soltó una pequeña risa y besó mi cuello.
–Perdóname– me giré para mirarla.
–Rompiste mi corazón– sonrió abrazándome y rió.
–¿Cómo lo reparo?– mordí mi labio.
–Cómprame una isla– suspiró y luego reímos –Déjame tener mi venganza– asintió.
–De acuerdo, esta vez guardaré silencio y puedes hacer lo que quieras– sonreí ampliamente y volví a posicionarme entre sus piernas.
–Apoya tus pies en la cama, mi amor– lo hizo y besé sus muslos con delicadeza, me acerqué a sus ya húmedos pliegues y le di un lento beso.
Pasé la punta de mi lengua preocupándome de acariciar cada centímetro, besé su hinchado clítoris y luego fui dejando varios besos por sus pliegues.
–Deberíamos comprar una televisión para...me está costando guardar silencio– sonreí succionando con cuidado sus pliegues y besé varias veces superficialmente.
–Deberías callarte– se rió y me dio un pequeño golpe en la cabeza.
Seguí por al menos veinte minutos pasando mi lengua y labios por su intimidad. Sus piernas estaban cada vez más tensas y me alejé para mirarla.
–¿Estás bien?– dije divertida y me levantó su dedo medio –¿Quieres un orgasmo?– asintió –Yo puedo darte uno...pero quiero algo a cambio– me miró atentamente –¿Me haces cariño y me mimas hasta que me duerma?– sonrió ampliamente.
–Claro, cariño– sonreí metiendo dos de mis dedos en ella para comenzar a moverlos con rapidez, estimulé sus pliegues con mi boca y cubrió su rostro con la almohada para reprimir los gemidos.
–Sabes tan delicioso– dije luego de limpiar toda su humedad y me levanté.
–Te amo– dijo en un jadeo y sonreí.
–Te amo– fui hacia el closet y me quité la ropa para ponerme pijama, luego tomé el de mi esposa y me acerqué a ella para entregárselo.
Se vistió mirándome sonriente y me fui a recostar a su lado, de inmediato me abrazó y llevó una de sus manos a mi cabeza para acariciarme.
–Me encanta que seas mi familia– sonreí.
–Me encanta– la besé –¿Cuándo viajaremos a Irlanda? A Lyra le encantarán tus padres– sonrió asintiendo.
–Están ansiosos por conocerla, vendrán a penas puedan, nosotras tenemos que estar aquí por las grabaciones – hice un puchero.
–Yo quería volver– acarició mi mejilla.
–Podemos ir a penas terminemos de grabar– besé su mentón.
–Está bien– nos sonreímos durante unos instantes –Amo tu anatomía– rió –Creo que memoricé cada parte de tus pliegues– la besé –Puedo verlos al cerrar los ojos– reímos y me recosté sobre su pecho.
–Me encanta que esté loca por mí, esposa– subí un poco para esconder mi rostro en su cuello.
–Me encanta estarlo– acarició suavemente mi cabeza y a un ritmo constante, provocando que me quedara dormida casi de inmediato entre sus brazos.
———
–¿Puedes ir a abrir?– asentí secando mis manos al haber terminado de lavar la fruta que llevaríamos al picnic. Caminé hacia la puerta y la abrí.
–¿Sí?...– miré al hombre parado allí y fruncí mi celo enseguida.
–_____...– mi instinto fue cerrar la puerta de inmediato pero me lo impidió, empujó hasta que volví a abrirla y lo miré.
–¿Cómo sabes que vivo aquí?– suspiró.
–Por favor...seamos civilizados– reí.
–¿Qué quieres?– se sorprendió un poco ante el trato que le daba.
–Necesito que firmes algo– me mostró unos papeles.
–¿Qué es?– me entregó una lapicera.
–Solo firma– dijo un poco exasperado.
–¿Llevamos años sin vernos y esto es lo primero que me dices? Eres increíble– levantó su mano para ordenarme que guardara silencio.
–No me hables así, niñita– fruncí mi ceño –Simplemente haz lo que te digo, como se debe– me negué.
–Puedes irte a la mierda– intenté cerrar la puerta nuevamente pero la golpeó con fuerza.
–¡Soy tu tío! ¡Tienes que respetarme! Te salvé de vivir en un orfanato– apreté mis puños intentando controlarme.
–Sí, para luego echarme a la calle y dejarme sin nada– de inmediato sentí a Katie tras de mí.
–¡Cállate y firma!– me exigió.
–Caballero, le voy a pedir amablemente que tal como dijo mi esposa, se vaya a la mierda– me miró.
–¿Te casaste con una mujer? No puedo creerlo– dijo totalmente decepcionado –¡Nunca creí que llegarías a ser tan estúpida!– Katie me abrazó de la cintura.
–Váyase, si cree que puede venir a nuestra casa a gritar de esta forma, está muy equivocado– dijo autoritariamente.
–No hasta que esta...– lo interrumpió.
–Si no se va voy a llamar a la policía, así que retírese de inmediato, no me importa lo que tenga para decir– nos miró con rabia y cuando fue a quitarme los papeles retrocedí y cerré la puerta.
Miré a Katie y luego a Lyra, quien se veía preocupada.
–Estoy bien, pequeña– dejé los papeles sobre un mueble y Katie acarició mi rostro –Solo...solo necesito un abrazo– dije extendiéndole mis brazos y corrió hacia mí para dármelo. Miré a Katie y le estiré mis labios para que me besara, lo cual hizo dulcemente.
–Tranquila– me abrazó por los hombros y me apoyé en ella.
–¿Quién...quién era?– preguntó Lyra mirándome y suspiré.
–Mi tío...me adoptó cuando mis padres murieron– frunció su ceño.
–¿Tus...– sus ojos se cristalizaron y me abrazó mucho más fuerte –¿Y por qué te gritó?– llevé mi mano a su cabello para acariciarlo.
–Él...su familia en general...nunca pudieron aceptar las decisiones que tomé, les ofende demasiado que sea feliz junto a otra mujer– frunció su ceño.
–¿Eso qué tiene de malo?– besé su frente.
–Hay personas muy estúpidas sueltas por ahí, pequeña– reí ante el comentario de mi esposa.
–Sí...lamentablemente sí– tomé su mejilla para acariciarla.
–Lyra, debes saber que pase lo que pase, siempre vamos a estar allí para ti y no te dejaremos sola– mis ojos ya estaban cristalizados –Nunca tengas miedo de contarnos algo ni pienses que te abandonaremos por algo que hagas...Yo sé lo que se siente y te prometo que siempre estaré allí para ti– escondió su rostro en mi pecho y sonreí.
–Y si desaparecemos por mucho tiempo, no es que te hayamos abandonado...es solo que _____ estaba caliente– dijo bromeando y reímos.
–¡Kashy!– me sonrojé provocando más su risa. Nos separamos del abrazo y suspiré.
–¿Qué quería?– preguntó Katie y le mostré los papeles.
–Que firme esto– se los entregué –No tengo idea de qué es, no me explicó nada– frunció su ceño.
–¿Contrato de cesión de derechos hereditarios?– leyó para luego mirarme.
–¿Derechos hereditarios?– le quité el papel para leerlo rápidamente –"Yo _____ _____ _____ _____ le cedo a...– leí de reojo los nombres de mi tío y lo siguiente que decía de los domicilios, las identificaciones y el estado de defunción de mis padres, seguía con todas las propiedades, acciones y dinero que les perteneció. La miré confundida y volví mi vista al papel –Creí...creí que todo era de ellos...todo este tiempo han usado estas cosas...¿Por qué hacer esto entonces?– Katie tomó mi mano libre.
–¿Estás cien por ciento segura de que ellos tenían acceso a todo?– fruncí mi ceño intentando recordar.
–Yo...yo tenía una cuenta bancaria donde había mucho dinero...mucho...pero como era menor de edad tenían acceso a esta, así que cuando me echaron ellos sacaron todo, no me dejaron nada– suspiré –Pensé que eso era todo...no tenía idea de que había más– dije sorprendida –¿Habrán sido narcotraficantes?– nos reímos.
–¿Cuánto dinero es?– sonreí volviendo a leer la cantidad.
–Me alcanzan unas cuantas islas–.
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¿Será que su antigua familia causará problemas?...Esperemos que no
¿Qué opinan de Lyra? ¿Le costará adaptarse a esta nueva vida? 🤔
¿Acaso Katie y rayis la traumarán? Jajajajaja esperemos que la calentura no les gane...
¡Gracias por leerme!💕