Los dedos le temblaban, definitivamente no era la primera vez que hacía el amor con Taehyung, ¡Por favor! La primera vez él mismo había ido hasta el departamento del alfa y lo ¿Invitó/obligó? A hacerlo… y ahora no podía terminar de anudar el estúpido listón en su cuello sin temblar como una gelatina.
Se miró nuevamente al espejo, le había costado un montón elegir el "atuendo" con el que quería recibir a Taehyung.
Unos bóxers tipo malla que no dejaban nada a la imaginación y una linda bata de satín que ocultaba su cuerpo, todo en color negro. Eso era lo de menos, Jungkook era más de gustos sobrios, lo importante del atuendo era el lazo en su cuello, un detalle que adornaba esa zona con un moño que resaltaba aún más por el gel con brillos que había aplicado en su cuello, eso era lo principal, lo que más le había costado decidir para que sus intenciones se vieran expuestas.
Jimin le había comentado, que el día en el que YoonGi lo marcó, no lo habían planeado, se miraron a los ojos y lo supieron. Jungkook había intentado esta táctica con Taehyung pero no le funcionaba, además de que el alfa creía que cada vez que le decía que lo marcara era por la excitación que le causaba el orgasmo y no porque realmente lo deseara.
Y bueno, como no iba a estar "traumado" Taehyung, cuando el padre de Kook, había mencionado lo de: no cachorros ni marcas antes de finalizar la universidad y él mismo lo había reforzado... pero Jungkook realmente quería que lo marcara sin importar si se habían completado las condiciones, lo deseaba tanto, que las últimas veces que intimaron no alcanzó lo máximo de su orgasmo.Al parecer su omega estaba frustrado, por lo que él ya estaba listo y no importaba lo que su padre opinara.
Por eso se econtraba humectando sus labios con un bálsamo de fresas que tenía un toque de color, después de darle un leve sombreado a sus ojos. Se sentía sexy y bonito y ¡Taehyung tenía que entender porque! ¡Ese era el último día que su cuello permanecería intacto!
En medio de sus pensamientos Kook escuchó la puerta. Taehyung llegaba de sus clases del sábado, ya entrada la tarde. El alfa sabía que Soobin no se encontraba en el departamento, porque Jimin y YoonGi se lo habían llevado al parque de atracciones para "practicar ser padres" aunque en el caso de Jimin no era tan de broma la excusa, el Omega de verdad se sentía paranoico de ver cuándo su bebé saliera de su panza, que ya tenía 12 semanas, pero eso era lo que habían inventado cuando Jungkook le pidió el favor, para poder tener un poco de privacidad con el alfa con el que vivía hace un mes.
Mes que había sido fabuloso, pese a que habían cositas a las que cada uno no estaba acostumbrado del otro, pero valía la pena llegar a acuerdos, para seguir juntos.
—¡Bonito!—gritó Taehyung desde el recibidor de la sala—sal, te traje de esas galletas que te gustan, ¿Quieres que prepare-
Taehyung se enmudeció al ver la preciosidad de omega que aparecía caminando como gacela en la sala y ojos hermosos que le regalaban miradas coquetas.
El alfa tomó el privilegio de recorrerlo con su mirada de pies a cabeza tragando con fuerza. Jungkook lo miró como un depredador que vigila a su presa, desanudó su bata y dejó que esta elegantemente se abriera, el frufrú de la tela haciendole la boca agua a Taehyung.
—¿M-me morí, o qué estamos celebrando?—preguntó el alfa a quien los ojos ya se le habían dilatado y el tono de su voz también se había engrosado. ¡A Jungkook le encantaba ponerlo así!
—Ven a averiguarlo—le respondió Jungkook con una voz sedosa.Las galletitas y el maletín del alfa, terminaron en el suelo.
Taehyung voló, digo corrió, hasta chocar sus labios con los del omega y liberar un suspiro de satisfacción en lo que recorría las formas del menor con la palma de las manos, pero se separó un momento sin dejar de sostenerlo por las caderas para contemplarlo de cerca.
—Te ves tan… delicioso—y Kook no pudo evitar mojarse un poco, al ver como los ojos que lo devoraban eran surcados por tonos esmeralda.
—Tómame alfa.
Y Jungkook no tenía que pedirlo, porque ni bien lo había dicho, el alfa lo había incrustado en el sofá de la sala con algo de violencia que prendió al menor.
—Te ves precioso con eso—reafirmó Taehyung al finalizar el fogoso beso con los ojos ya completamente encendidos en esmeralda, que para satisfacción de Jungkook se detuvieron en el coqueto lazo de su cuello.
—¿Ésto es lo que creo que es?—la voz de Taehyung temblaba al igual que sus manos, pero eso no le impidió acercar su boca y nariz al cuello del omega, levantándolo con rapidez de la nuca en un brusco movimiento.
El alfa dejó una lamida lenta y larga aun pasando por encima del lazo.
—Mierda…
Jadeó Taehyung al darse cuenta que ese gel brilloso tenía un sabor dulce, seguramente emulando el de una fruta, pero el alfa solo podía detectar los matices dulces del saborizante por lo que comenzó a lamerlo como si se tratara de una paleta. Jungkook tembló al sentir como los dientes del alfa rasparon su piel.
—Alfa...ah...ah— Jungkook se sentía bastante ansioso, al punto de retorcer los dedos de sus pies cada vez que Taehyung lo saboreaba.
—Delicioso…—susurró el alfa.
Acto seguido, se perdieron en una vorágine de besos y caricias, claro que, contrario a lo dulce que solía ser el alfa con Jungkook, en esta ocasión lo empotró con bastante entusiasmo contra varios de los muebles de la sala, siendo la posicion mas excitante para el omega cuando lo tomó sobre la mesa de la sala, quizá era desviado, pero a Jungkook lo prendió ver vibrar los saleros que estaban sobre la mesa cada vez que recibía una poderosa estocada por la espalda y el sonido chirriante del vidrio cuando su pecho se deslizaba sobre este, al omega le encantaba encender la "pasión" de Taehyung.
Ya en la cuarta ocasión que el alfa tomó a Jungkook, lo había llevado a la habitación que compartían los dos, finalmente desnudándolo, Tae se había negado a quitarle las provocativas prendas al omega por completo, pero estas ya estorbaban por toda la dinámica que tuvieron que soportar en sus salvajes encuentros anteriores.
Por lo que al momento, Tae se encontraba sobre el omega desnudo y lo penetraba enterrándolo en el colchón con la única prenda que le quedaba a Jungkook puesta: el lazo.
Gruñendo, Taehyung deshizo dicha prenda con los dientes y todas las ansias retenidas, sin dejar de moverse dentro de Jungkook, que estiró su cuello en sumisión, cuando ¡por fin! sintió la seda del lazo abandonar su piel.
—Siempre has sido mío, Jungkook ¡Mío!— Taehyung se sentía tan eufórico como si estuviera destapando un regalo.
Las estocadas del alfa eran más contundentes y tenían al omega en otro plano astral, gimiendo como si eso lo mantuviera con vida.
Y sucedió.
¡Al fin había sucedido! después de que el alfa se hubiera asegurado que el cuerpo de Jungkook entendiera que le pertenecía.
Los dientes del alfa atravesaron la blanquecina piel del omega, allí en ese lugar en donde había algo parecido a la puerta del alma.
Y Jungkook experimentó todo lo que omegas enlazados le habían comentado, pero sus descripciones eran pálidas, insípidas, en comparación a la cantidad desbordante de sensaciones que lo recorrían, o quizá, no había palabras que tradujesen todo lo que se sentía.
Era el lobo de Taehyung diciéndole que lo amaba, que lo había añorado por tanto tiempo, que la euforia lo conquistaba.
Era el lobo de Jungkook que por primera vez sentía un beso que llegaba a todos los rincones de su cuerpo al mismo tiempo.
También la confirmación de que el alfa vibraba solo por él, a pesar de haber formado un lazo anterior, aunque el menor no lo confesara, era un miedo que a veces lo visitaba.
Era el amor y el deseo que había crecido con el tiempo.
Una emoción vibrante y cataclísmica que le permitió conocer al menor la intensidad en la que Taehyung sentía, porque no solo eran las emociones "negativas" las que se descontrolaban en alfa, eran también éstas, las que le permitían volar y llegar al otro lado de la galaxia.
Taehyung y su lobo lloraban porque por fin, pudieron ver y sentir consolidado el lazo que habían esperado por tanto. ¡Por fin! Se pertenecían, por fin, eran uno, con ese omega que lo había idiotizado.
No quería soltarlo, le parecía que si se separaba de él, su alma dolería, era suyo y aún su raciocinio no lo entendía.
Cuando por fin el alfa abandonó el cuello de su pareja, se incorporó después de limpiar la herida del contrario con su boca, se encontró con que el omega igualmente estaba llorando—¿Lo sentiste?— preguntó suavemente secando las lágrimas que corrían por el rostro de Kook con la punta de sus dedos.
—Me amas mucho—respondió Jungkook con sus ojos aún en amatista.
—¿Lo dudabas?
—No, pensé que yo te amaba más, pero estamos igual.
Taehyung soltó una risita y besó la frente del omega—Yo te amo mucho más.
—No—respondió Jungkook buscando los labios del alfa para besarlos.
—Espero que tu padre no se enloquezca cuando vea la marca—comentó el alfa entre miedo y burla en lo que se acomodaba para no aplastar a Jungkook y que su nudo se desinflamara.
—Se le pasara cuando me vea feliz—respondió el omega dejando besitos en el rostro de Taehyung.
—¿Eres feliz conmigo?
—¿Por qué preguntas algo que ya sabes? a tu alfa si que le gusta jactarse—refunfuñó Jungkook.
—Es normal que dude cuando evades la respuesta a la pregunta que te estoy haciendo.
—¡Deja de chantajearme!
—Pero responde, ¿eres feliz conmigo?
—Lo soy Taehyung—contestó el omega perdido en los ojos de verde vibrante.
—Yo también.
—Yo sé, ¿quién no va a ser feliz conmigo?— respondió el omega con chulería, aunque las muestras de afecto desbordadas le generaban nervios.
—¿Sabes?
—Ahora ¿con que vas a salir? tengo tu pene adentro ¿Tienes algún fetiche con hablarme de cosas serias cuando estamos en este momento?
Taehyung soltó algunas carcajadas que chocaron contra los bonitos labios del menor—No es a propósito… es que me llega el pensamiento creo porque es un momento en el que estoy conectado fuertemente con mis sentimientos ¿qué puedo hacer?
—¿En qué pensaste?—concedió Jungkook.
—Dicen que cuando un alfa y un omega se enlazan sus aromas se mezclan, ¿tú puedes notarlo?
—Es verdad, pero no llevamos ni una hora enlazados, por lo que aún no es perceptible.
—Me gustaría poder olerte— se quejó el alfa, haciendo que los ojos de Jungkook se tornaran picosos, al verle mostrar en una expresión tan infantil, un deseo tan transparente.
—Pero puedes sentirme—concilió el menor, acariciando los brazos del alfa con las palmas abiertas y muy suavemente.
—Me imagino que hueles parecido al brillo de las estrellas.
Jungkook sonrió ante la comparación cerrando sus ojos para retener las lágrimas y recibió un besito en el párpado, para escuchar la gruesa voz del alfa seguir hablando.
— Debes oler a algo suave como las caricias, a algo encantador como tu sonrisa, debes oler como los impactantes que son los colores del ocaso.
Jungkook abrió los ojos dejando escapar las lágrimas que tenía enjauladas.
—Debes oler a algo como la magia con la que se tintan tus ojos de morado.
—Ya.
—Debes- Jungkook lo interrumpió buscando un beso de esos labios, uno lento que le permitiera estirar lo que más pueda el momento.
—¡Es que me gustas tanto!— suspiró el alfa separándose de esos bonitos labios y saliendo del cuerpo de Jungkook que se quejó un poquito, mas por la separación que por el escozor.
—Tómame alfa.
—Pero no-
—Tómame—volvió a pedir Jungkook con los ojos encendidos en un intenso púrpura—Yo no soy tan "poético" como tú pero si me preguntas a qué hueles en tus términos… sería a hogar y mucha mucha felicidad... y definitivamente a algo que siempre quiero comerme.
—¡Eres un goloso!—se burló el mayor tanteando la entrada del omega con sus dedos—tienes que mojarte bonito, no quiero lastimarte.
—¡Haz que me moje!
—¿Por Qué eres tan insolente?
—¡Te amo! ¡Tómame de una buena vez!—protestó Jungkook al notar sus sentimientos nuevamente agitados por todo lo que le había dicho su alfa.
Y sus cuerpos se unieron otras veces más, en un anhelante compás que surgía de los sentimientos que amplificaba el lazo recién formado, que le había confirmado al lobo de cada cual, que era intensamente amado.
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