Estábamos sentados en una banca de la fuente... hemos estado aquí durante 5 minutos, 5 minutos que parecieron horas... los recuerdos en este lugar son muchas, siempre descansaba aquí con mi madre.
Mire a Sylvie... ella tenía un rostro calmado.
Lo que la ponía nerviosa ¿era su vestimenta? En parte era eso, ya que no note esa calma en ella desde que llegó.
Sylvie noto que la veía.
-¿...? ¿Pasa algo?
-No, no pasa nada.
Levanté mi mano moviéndola en señal de negación, volví a mirar al frente....
Sylvie que había mantenido el rostro apuntando al piso, levantó la mirada....
-Sabe... es, es molesto tenerle este miedo a las personas... es incómodo... incluso cuando llegue a su casa... tenía bastante miedo....
Sylvie tenía un rostro más serio que antes, pude notarlo porque la miraba sin mover mi cabeza en su dirección.
-Pero... usted me trato tan bien, en cierta manera me siento confundida.
Ella agarro una mano con la otra y apego ambas manos juntas al pecho.
-Siento... como si... algo aquí dentro, se calentará...
Sylvie puso una cara más preocupada... me da ganas de acariciar su cabeza, pero tengo las cosas que le compre agarradas con ambas manos....
Se está haciendo tarde, es hora de almorzar...
Mire hacia el callejón principal.
¿deberíamos ir a comer algo?
Aún así no quería irme sin decirle algo....
-¿Te sentías sola?
Sylvie dirigido su mirada hacia mi, bajo sus manos y las posiciono en sus rodillas.
-Ya sabes, cuando eras de tu anterior amo... ¿te sentías sola?
Sylvie volvió a mirar al frente.
-No... había alguien, alguien que me cuido siempre, ella era mayor que yo, mucho más mayor, tenía como su edad amo...
¿Mi edad? Rondando los 25 eh...
Sylvie bajo un poco su mirada, se nota triste.
-Ella... siempre me protegió, siempre iluminó mi camino, en ese oscuro lugar.
Su rostro reflejaba tristeza, una tristeza bastante contagiosa, dio un suspiro y continuo.
-siempre solía contarme historias.
¿historias?
-A que te refieres con historias....
-Ella, tenia un libro de cuentos.
¿Quién era mujer?
La duda me consumía, ¿era otra esclava?
-¿Puedo preguntar algo?
Sylvie lo único que hizo fue asentir, así que proseguí con mi pregunta.
-Esa mujer... ¿era otra esclava?
-Talvez no lo sabía, en ese lugar no era la única, había más esclavas, chicas que trabajan, chicas que solo serían para ser golpeadas por placer y las que hacían compañía de noche... mi antiguo amo, tenía bastantes esclavos... yo era la que era golpeada por placer, aquella mujer, también era a quien golpeaban, ella siempre me protegía, gracias a ella no solían golpearme con frecuencia.
Un hombre con bastantes esclavos, debía ser un hombre rico, algún hombre con poder, Ferrum, ya me contarás después que es lo que en verdad paso.
-Tenias, ¿algo que te tranquilizaba en ese lugar?
-Si, ella... ella tenía un libro de cuentos, siempre me contaba uno nuevo, me enseñó a escribir y leer.
¿...? ¿leer?
-¿Sabes leer Sylvie?
-Bu, bueno, no mucho, no se... no se leer mucho.
Me quedé callado mientras la miraba....
-Entiendo... ¿quisieras aprender a leer y escribir mejor?
Sylvie asintió dando respuesta a mi pregunta.
Talvez si le enseño a leer y escribir podría ser de más ayuda, tener a una asistente en mi consultorio sería de mucha ayuda.
Tenía más preguntas en mi cabeza, ¿Qué pasó con esa mujer? ¿Quién era en realidad? Supongo que el único que puede responder esas preguntas es Ferrum, después de todo el fue quien trajo a Sylvie.
También dijo algo sobre un libro de cuentos.
-Dices que tenían un libro de cuentos... ¿te acuerdas de alguno?
Sylvie asintió dando su respuesta.
-Si... nunca olvidaría las historias que salían de ese libro.
Lo que quería es ganarme su confianza, ahora que vivimos juntos ganarme su confianza era la prioridad.
-¿Te gustaría contármelas?
Sylvie solo movió su cabeza en respuesta... ella está de acuerdo.
Me estoy haciendo más cercano a ella, eso me hace feliz, ahora mismo tengo un nuevo propósito, es ganarme su corazón, quiero que confíe en mi como un hermano.
-Bueno, me gustaría que me las fuentes en casa, ahora, Sylvie... ¿quieres comer?
Sylvie me miro y solo movió su cabeza en respuesta a no.
En ese instante su estómago rugió.
Ella se puso avergonzada y ocultó su mirada sonrojada apretando su falda....
-¡Ah! Lo- lo siento estoy arrugando la ropa que amo me compro.
Sylvie desesperadamente empezó a planchar su ropa con sus manos.
-No tienes de que preocuparte, esa ropa es tuya ahora... tienes hambre ¿verdad?
Me levanté de la banca.
-Vamos a comer, es hora del almuerzo, comeremos en una cafetería que conozco, que te párese.
Sylvie solo se levanto y agarro mi camisa.
Eso es un si....
Sonreí gentilmente en su dirección.
-Bueno entonces vamos.
Sylvie me miro notando mi sonrisa... este era uno de los momentos más lindos que viviría con esta chica, en su rostro pude ver una pequeña sonrisa.
-Bueno entonces vamos...
Camine hacia la calle principal, ahí estaban los negocios más recurridos... tenía miedo de que Sylvie se ponga nerviosa, pero su nerviosismo se calmó, aunque cuando pasamos al lado de alguien presiona mi camisa y se acerca más a mi.
Después de un tiempo caminando pude ver el lugar donde solía recurrir... el lugar tenía un cartel donde decía cerrado... una persona se acercó hacia mi.
-Así que al final lo cerraron... es una lástima la comida era muy buena.
-Disculpe, ¿porque la cerraron?
El hombre de contextura delgada y apariencia joven me explico.
-Este lugar tiene un problema con las autoridades, no estoy muy seguro que fue lo que paso, bueno me voy a comer a otro lado.
El hombre desapareció entre las personas.
Enserio cerraron este lugar ¿problemas con las autoridades? Debí preguntar al hombre cual fue la razón.
Mire a Sylvie que estaba bastante apegada a mi, debió asustarse cuando se acercó el hombre.
-Sylvie caminemos un poco más, hasta encontrar un lugar donde comer.
Ella solo movió su cabeza aceptando mi decisión.
Seguimos caminando por un rato, mientras lo hacíamos, pude recordar este pueblo aún más, había más gente de lo que solía haber.
Recordaba que venía con mamá siempre que podía, pasaba más tiempo con ella que con mi padre, siempre agarrando una parte de su blusa.
Siempre andaba pegado a ella porque era bastante tímido, recuerdo cada vez diciendo "cuidado, no vayas a soltarte" mientras soltaba una risita.
¿...?
Mientras recordaba bellos momentos en esta ciudad algo me interrumpió... algo me detuvo, cuando mire atrás Sylvie se había detenido, ella tenía los ojos cerrados y olfateaba algo en el aire tal canino....
Empecé a sentir un cosquilleo en mi nariz... era un aroma dulce, bastante dulce diría yo... mire a mis alrededores... viendo un restaurante.
Volví a ver a Sylvie, párese haberse dado cuenta que la miraba mientras olfateaba, pues está algo roja...
Empecé a caminar con dirección hacia el restaurante....
Mientras caminaba diferentes aromas hacían cosquillas mi nariz, olores bastantes agradables, todos estos eran de comida....
Cuando llegue a la entrada abrí una puerta de vidrio, pocos negocios solían tener este tipo de puerta, y este negocio tenía ese rasgo...
Cuando entre estaba con el aforo a la mitad, podía ver qué las mesas de atrás no las ocupaba nadie, mientras me dirijo a hacia ahí la camarera se acercó.
-Buenas~ mesa para dos ¿verdad?