Caminaba por el callejón, a diferencia de días anteriores... semanas anteriores, en esta ocasión estaban pasando mucha más gente, en su mayoría mujeres.
Había chicas caminando, todas ellas estaban riéndose.
¿...?
Ahora que lo noto, Sylvie no ha presionado mi camisa, cuando nos cruzábamos con personas ella presionaba mi camisa, por nerviosismo y miedo obviamente.
Mire a Sylvie quien estaba atrás mío agarrada de mi camisa, no se le notaba nerviosa, o eso decía su expresión, ella miraba a los alrededores sin miedo o nerviosismo, solo había una explicación para eso, durante el camino nos cruzamos con hombres mayormente.
-Sylvie, ¿las mujeres no te ponen nerviosa?
Sylvie dejo de mirar los alrededores y me miro, ella miro al frente y con vos suave y tranquila empezó a hablar.
-Si... siento que las mujeres no me harán daño....
Entendiendo las palabras de Sylvie... eso quiere decir que cuando está conmigo... ¿piensa que le haré daño? Aunque no sentí la cautela que tiene con otras personas... digo, ella me mira con cautela, pero cuando esta cerca de otra persona, en especial hombres, presiona mi camisa con su mano, empieza a ponerse nerviosa y ansiosa, y el miedo en sus ojos se puede notar.
Sylvie me miro y se quedó mirando mientras caminábamos.
-B-bueno... usted no me da miedo, después de todo, prometió no hacerme daño....
¿...? ¿Leyó mi mente o algo así? Puse mi mirada en frente y le respondí suavemente.
-Si así es, no pienso hacerte daño.
Sylvie volvió a bajar la cabeza y seguimos nuestro camino...
Paso un tiempo y vimos a dos mujeres saliendo de una tienda del lugar, ellas tenían bolsas de papel en sus manos, estás estaban llenas.
Eche otro vistazo a la tienda, era una tienda que no había visto antes...
Debe ser una nueva tienda, de seguro es algún extranjero que se mudó asé poco.
Camine hacia la tienda y eche un vistazo desde la puerta medio abierta... era una tienda de productos femeninos, podía ver ropa y otros accesorios de mujer, también veía productos de aseo y maquillaje, la ropa tenía un diseño extraño, si, era una tienda de algún extranjero que se mudó acá.
Después de la última pandemia muchas personas de diferentes países se mudaron a esta ciudad, la razón principal era que en esta ciudad se controló a tiempo la infección, las tazas de contagio era de 0... al poco tiempo se podía ver japoneses, ingleses y demás extranjeros en esta ciudad, incluso con el gran traslado de gente a este lugar las tazas de contagio eran de 0, esto en mayor parte es gracias a mi...
Cuando la infección se volvió débil, los extranjeros volvieron a sus países... pero... hubo unos cuantos que se quedaron, supongo que encontraron oportunidades económicas en este lugar.
Pase dentro de la tienda, eche otro vistazo al lugar.
Pude ver a bastantes clientas, todas revisando la ropa...
-¡Bienvenido! ¿Qué desea?
Una mujer se acercó hacia la puerta donde estábamos Sylvie y yo.
Era una mujer de cabellera rubia, aunque eso era normal, ya suponía que era una extranjera, lo que de verdad me llamó la atención era sus ojos, ojos de color carmesí que se escondían en ese enorme sombrero negro, negro a igual que su vestido... mi mirada sin querer se posó en sus pechos, eran anormalmente grandes...
Esos no son senos, ¿Cómo demonios alguien puede tener tal tamaño?
-¿...? Eeehh...
La mujer pareció darse cuenta de esto y empezó a sonrojarse...
Levante mi mirada y la dirijo a su rostro, la mujer no parecía tener arrugas, pero su rostro debería ser de alguien de unos 30 años, además con lo cerca que ella estaba me pude dar cuenta de su estatura, era media cabeza más alta que yo.
-V-vine a buscar ropa para esta chica.
Sylvie se escondió detrás de mí, al parecer a esta mujer si le tiene miedo, aunque no la conocía su aura desprendía poder, era como la emperatriz de algún cuento.
Talvez eso intimidó a Sylvie.
-¡Por supuesto!
La mujer echo un vistazo a Sylvie.
Ella tenía un rostro neutro, pero cuando la vio de arriba abajo sin razón alguna sonrió.
Sylvie encomio su hombros y se ocultó detrás de mí completamente.
-Esta chica es bastante linda, pero los harapos que lleva no ayudan en nada... querido cliente, porque no mejor se sienta y espera, hare un cambio de imagen a esta hermosa chiquilla... párese que no se a aseado, además puedo notar vello en su cuerpo... deme una hora y le entregaré a una mujercita de su talla.
Con todo lo que dijo hizo que yo me ponga incómodo, Sylvie estaba sonrojada....
Aunque solo pensaba comprar ropa y hacer que se cambie en casa... la propuesta de esta mujer me párese muy bien.
Aunque no confiaba en ella del todo, decidí aceptar.
-Esta bien, la dejo en sus manos.
-No se preocupe doctor, en una hora está mujercita será digna de usted.
La mujer se acercó para llevarse a Sylvie... cogió su mano y se empezaron a caminar con dirección a un pequeño cuarto.
-¿...? Disculpe...
Antes de dejarla ir tenía que hacer una pregunta... la mujer se dio media vuelta y tomó mi atención.
-¿Dígame?
-Usted es una extranjera ¿verdad? Y si es así... ¿Cómo es que sabe que soy doctor?
En este momento estaba vestido como cualquier hombre de mi edad, no tenía ni un rasgo que me asemeje a un doctor.
-Si... soy una extranjera que llegó asé poco, y se que usted es doctor porque en esta ciudad muchas personas hablan de usted, el doctor "impar" con cabellera blanca y ojos plateados... esta chica también es una impar, ¿verdad? Además, es el único doctor particular de esta ciudad, como en el hospital trataban como animales a los pacientes o es eso lo que cuentan las personas... me recomendaron que cada vez que me sienta mal vaya a su consultorio.
Al parecer la gente le contó sobre mi... lo bueno que no fue por el rumor de 'el doctor que tiene una esclava' eso me tranquilizó.
En esta ciudad soy el único doctor particular, hay un hospital donde obviamente hay más doctores y personal, pero yo también escuché ese rumor de que tratan a los pacientes como animales, el estado mantiene esas instalaciones.
-Bueno, entonces haré mi trabajo, espere aquí querido cliente.
La mujer siguió con su camino mientras agarraba la mano de Sylvie...
De un momento a otro la vi desaparecer a ella y Sylvie cuando cruzaron una puerta de atrás, yo tomé asiento en un pequeño sillón que estaba en el lugar.
Ya había pasado una media hora, la mujer dijo que le diera una hora completa... empecé a mirar los alrededores, la ropa no es de acá... la mayoría de la ropa de este lugar no la había visto antes, al parecer es ropa extranjera, además no pude ver ni una prenda masculina.
Así que solo venden prendas para mujeres...
Paso otra media hora, y ya era momento de que ambas salieran de ahí....
Mi mirada se posó en la puerta....
Un momento, acabo de mandar a una niña con una adulta que apenas conocía...
En mi mente se empezaron a abrir varias visiones de lo que podría pasar... un asesinato, tráfico de personas....
¡...!
....!Noooo! ¡Que hecho!
Me levanté rápidamente del sillón, y corrí hacia la puerta donde entraron ya asé una hora.
-¡Señor no puede correr en ese lugar! ¡oiga no puede entrar ahí es solo para personal!
Estaba intentado abrir la puerta cerrada con llave desesperadamente mientras una mujer estaba intentando pararme.
-¡Oiga va a romper la manija! ¡o-oiga! Suelte mi brazo que ase.
-Donde esta la mujer de vestido negro ¿la conoce?
Agarre el brazo de aquella chica, era una chica de cabellera rubia atada en una cola de caballo, sus ojos desprendían el mismo color carmesí que tenia la mujer vestida de negro, a diferencia de esa mujer ella era muy joven, como la edad de Sylvie, aunque la mayor parte crecimiento eran sus pechos, esta chica tenía los pechos bastante grandes para su edad, pude notar los en el mandil naranja que tenia.
-¡Por supuesto que conozco a esa mujer! ¡suelte!
Ella me empujó asiendo que suelte su brazo.
-Donde esta esa mujer, se llevó a mi excla....
-Esa mujer es mi madre... ¡se llama Aurelia no mujer!
La chica me interrumpió antes de que diga "esclava" eso fue bueno....
-Tu... ¿madre?
-Huh... por fin terminé.
La puerta se abrió, ahí estaba la mujer de nombre Aurelia dio un suspiro con los ojos cerrados y luego los abrió de sorpresa.
-¿...? ¿Qué pasa aquí?
-¡Este hombre es un pervertido!
Antes de que pudiera decir algo la chica me señaló llamándome "pervertido"...
Pero porque me llama pervertido....
-O-oye, no me llames así, no hecho nada para que me llames perver....
-¡Es un completo pervertido! Como si no me hubiera dado cuenta...
La chica empezó a cubrirse con ambos brazos sus pechos...
¿...? Esta... ¿jadeando?
-Este hombre, con su mirada lujuriosa, mirando mis pechos... hiiiiii.
La chica empezó a sonrojarse, no podía entender muy bien lo que pasaba, voltee mi mirada a la mujer de negro...
¿¡...!?
No lo entendía bien, la mujer no tenía un rostro de molestia alguna.
¿no debería molestarse por lo que dijo su hija? En estos momentos debería estar furiosa y sacarme de la tienda debía ser su acción.
La mujer me miro....
-Lamento mucho lo que paso.
La mujer dirigió su mirada a su hija.
-Hija, ve y atiende a las clientas.
A lo cual su hija protesto.
-Pero... mamá ahora mismo no hay cli....
-Dije que vayas a atender a las clientas.
-....Ah ya entendí... entonces iré a atender a las clientas.
La chica me echo un último vistazo y se fue.
-Lamentó lo que acaba de pasar, le dije que esperara pero al parecer está muy ansioso por ver a la chica ¿verdad?
Esa no era la razón principal... si Ferrum descubría que perdí a la niña...
Mi cuerpo empezó a sentir escalofríos.
La mujer se alejó de la puerta, una hermosa chica salió del cuarto... mis ojos se abrieron como platos al verla.
Esta chica era Sylvie, tenía puesto un atuendo de color azul con una falta larga que llegaba a los tobillos, y una blusa de color azul con mangas blancas, llevaba un listón azul que ataba su cabello haciéndolo una cola de caballo, además de un pequeño accesorio que sujetaba la parte delantera de su cabello, asiendo ver sus ojos.
Ese no era el único cambio, pude ver que su fragancia cambio, ¿Qué es lo que hizo esta mujer en este tiempo?
-Como puede ver, ahora está chica es digna de un doctor como usted...
La duda me consumía así que le pregunté.
-¿Qué tanto hizo?
-Bueno, la razón por la que demore es porque tuve que bañarla...
Al escuchar esto note que Sylvie se sonrojo....
-En la ducha use bastantes productos de belleza... por cierto, tengo una bolsa donde puse los productos que use, para que se los lleve y la chica pueda seguir usándolos.
La mujer siguió explicando.
-También corte un poco de su pelo... también la depile.
Sylvie agachó la cabeza y empezó a sonrojarse más.
-Aunque párese una niña por su apariencia en realmente es una adolescente pues tuve que...
-No es necesario que sigua lo entiendo perfectamente...
Interrumpí a la mujer que estaba apunto de decir algo vergonzoso.
-Bueno, entonces ¿puede preparar todo lo que ella necesitará? Comprare todo lo que uso.
-Si, por supuesto... espere un poco....
La mujer estaba por entrar al cuarto... se detuvo y volvió a hablarme.
-Por cierto, mi nombre es Aurelia, soy dueña de esta tienda, espero sigua viniendo.
La mujer cerró la puerta con ella dentro....
Mire a Sylvie que aún seguía muy sonrojada.
-Bueno entonces, Sylvie vamos a esperar sentados, pagaré y nos iremos de aquí.
Sylvie no respondió pero agarro mi camisa.
Ambos esperamos a que Aurelia saliese, cuando salió nos entrego los productos y pague por ellos, compre el mismo atuendo en dos colores más además de dos pares de calzado más, así Sylvie tendrá ropa para cambiarse, además de eso compre artículos femeninos, artículos higiénicos, como ella era una adolescente tenía que comprar ciertos productos.