─...Whoaa.
La tensión que se había ido acumulando en mi boca mientras me desplomaba en un mullido sofá estalló con un gran suspiro.
Después de la ceremonia de nombramiento, Pherez y yo regresamos al Palacio de Poylac.
Pherez, sentado al otro lado, hace tiempo que se quitó la corona que llevaba en la cabeza.
Ahora se desabrochaba el botón hasta el cuello, incómodo, con una mano áspera. La figura que tenía sentado con el cuerpo hundido en la silla también distaba mucho de ser digna o formal.
Al menos en este espacio, donde estamos solos, Pherez y yo podemos respirar un poco cómodos.
Pero en el fondo no estaba tan cómoda.
─Qué locura, lo hice. Lo hice. ─me cubrí la cara con las manos y murmuré.
Ya estaba decidido que anunciaríamos nuestro compromiso en el nombramiento del Príncipe Heredero.
La sensación de letargo que viene después de hacer algo realmente grande hizo que mi cuerpo pesara como un algodón empapado en agua.
─Whoaa...
Una vez más, pude ver la cara de Pherez a través del hueco de mi mano suspirando.
A diferencia de mí, que estaba agotada, un rostro muy tranquilo que sostenía un vaso de agua en sus labios.
─Pherez. ─mi voz salió un poco torcida. ─¿Por qué estás tan bien?
Es un tono parecido a '¿Por qué tienes esa pinta?'.
Aunque sé que no es lo más adecuado decirlo de repente y medio en broma. También es cierto que es un poco raro tener un aspecto tan normal.
Pherez, que estaba a punto de beber agua, se detuvo y me miró.
─¿Estás bien?
Pherez inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado y me preguntó. Luego habló lentamente.
─Me siento bastante triste ahora mismo.
─Oh, ¿estás triste?
Sentí que mi corazón que latía con fuerza se desplomaba.
Hace un rato, reunió a cientos de nobles e hizo todo tipo de amenazas y anunció que se casaría conmigo.
¿Y ahora estás triste?
─Tú, tú. Pherez, tú... ─estoy tan emocionada que ni siquiera puedo hablar correctamente. ─¿Cómo puedes decir eso?
¿No significa que te estás arrepintiendo?
He oído que hay una cosa llamada 'arrepentimiento', por la que pasas antes de entrar en el salón de bodas.
No puedo creer que se arrepienta tan rápido.
Mi cabeza estaba enredada como un ovillo de lana con un gato.
Tip
El sonido de Pherez dejando su vaso sobre la mesa sonó un poco fuerte. Y luego caminó hacia mí.
Creo que hoy los pasos son más fuertes.
Frente a mí, sentada en un sofá de la sala, Pherez apoyó las manos en los dos reposabrazos. Y se inclinó lentamente hacia mí.
─Tía.
Si me pareció que un profundo suspiro se mezclaba de alguna manera con esa voz grave, ¿me estaría equivocando?
─¿Qué?.
¿¡Te ibas a arrepentir!?
Intenté ignorar los latidos de mi corazón mientras Pherez se acercaba y mantenía mi expresión de enfado en el rostro.
Pherez, que me miraba así a la cara, dijo brevemente.
─Dos años.
¿Dos años?
Parpadeé porque no entendí la palabra que surgió de la nada.
Entonces los ojos rojos de Pherez me miraron directamente y dijeron en voz baja
─Tengo que esperar otros dos años.
─¿Te refieres al periodo de compromiso?.
Pherez no contestó, pero los ojos que me miraban sí lo hicieron.
─No puedo evitarlo. ─le hablé a ese tipo como si fuera una charla de ánimo. ─Cuando Crenny vuelva de la academia, podré confiar y encomendar el trabajo de mi familia. Así podremos hacer bien el trabajo imperial y el de Lombardi.
─Lo sé. ─Pherez respondió enseguida.
─E incluso entre los aristócratas, es común algún período de compromiso.
Pero Pherez no escuchó ninguna de esas explicaciones. Sus ojos estaban ocupados mirando mi cara.
─Dos años....
Pherez volvió a decir suspirando.
Sus ojos rojos se pusieron aún más rojos como si estuvieran en llamas.
Tenemos que parar aquí.
Mientras tanto, una especie de alarma provocada por varias experiencias sonaba en mi cabeza.
─Pherez.
─¿Eh?
─No tienes buen aspecto, ¿verdad?
Al decir esto, Pherez dijo.
─¿Es así?
Pensé en dar un paso atrás porque me daba vergüenza.
Pero el tipo.
─¿..Tia?
Incluso se ríe disimuladamente.
Pherez acariciaba suavemente mi brazo con su mano derecha. El destino final es mi mano izquierda sujetando el reposabrazos del sofá.
Le digo, entrecerrando los ojos ante la mano que secretamente entraba en la palma de mi mano.
─Lobo.
Luego me besó el dorso de la mano y extendió los labios.
─Gracias.
Thump Thump
Finalmente, el corazón me dio un vuelco.
La temperatura del cuerpo de Pherez, que se sentía cerca de mí, parecía atarme con fuerza. Incapaz de resistirme, salté de mi asiento y me dirigí a la ventana.
Cuando el fino viento frío que se sentía a través de la ventana cerrada tocó mi cara, el calor pareció desaparecer, aunque fuera un poco.
─Que Caitlyn se prepare para la celebración del nombramiento del Príncipe dentro de una semana.
Después de respirar profundamente unas cuantas veces, salió una voz bastante sonora.
Satisfecho con ella, me di la vuelta.
─Estoy demasiado ocupada con el trabajo de Lombardi por el momento, así que no puedo oocuparme... ─pero Pherez estaba justo detrás de mí. ─Tú, tú....
Di un paso atrás mientras lo miraba, pero solo pude sentir la barandilla junto a la ventana.
─Tía.
Pherez me rodeó con sus brazos la cintura, pronunciando mi nombre en voz baja.
¿Cómo sabes que soy débil con esa voz?
Pherez, me rodeó la cintura muy lentamente y me atrajo lentamente con una mano firme.
Pestañas largas y labios sueltos. Ponía cara de valiente, pero podía leerlo. El anhelo por mí y la impaciencia que no se puede ocultar dentro de los ojos rojos.
─Oh, realmente...
Finalmente, me rodeé a Pherez por el cuello, escupiendo palabras de rendición.
El sonido de la risa baja del chico se transmitió a través del roce del cuerpo.
***
Unos días después.
─¿Cómo diablos hizo esto el abuelo?
El trabajo como dueño era agitado. Por supuesto, el abuelo debe haber tenido las armas de la edad y la experiencia que no tengo ahora.
Esta enorme cantidad de trabajo fue probablemente el problema de mi abuelo, que dejó atrás su cargo como señor y entró en una vida de jubilación en toda regla, y su complexión va mejorando día a día.
─Pero me alegro de que todo esté bien. ─murmuré así y apilé los papeles a un lado del escritorio.
Por lo que pude ver, los miembros de Lombardi estaban dando lo mejor de sí en sus puestos.
No puedo creer que haya arruinado una familia tan sólida en años.
Vieze en su vida anterior podría haber sido una gran persona a su manera.
Toc Toc
Entonces, sonó un golpe bajo.
─Señora, soy John.
─Pasa.
Fueron John, el mayordomo, y Bate, que entró tras él, quienes abrieron la puerta después de mis palabras.
No hace mucho, Bate lanzó con éxito un restaurante y se convirtió en un popular empresario.
Pero eso es sólo el envoltorio exterior.
En estos días, Bate se alegró de que, al abrir un restaurante, le llegara información más avanzada que el dinero.
─¿Qué te trae por aquí?
Bate miró a John una vez ante mi pregunta y dijo amablemente, inclinando la cabeza.
─Hemos entregado los filetes de nuestro restaurante, que usted reservó especialmente la última vez, a la cocina de la mansión. Tarde o temprano, podrás comer algo en un plato caliente.
Nunca he hecho tal reserva.
Entonces hay noticias que necesitan ser entregadas con la suficiente urgencia para cubrir la ruta de entrega.
─Tengo un poco de hambre. ¿Me traes algo de comida, John?
Hice salir a John de la oficina.
Cuando la puerta se cerró y los pasos de John retrocedieron, Bate quitó su aspecto plácido y dijo.
─¿Recuerdas cuando te dije hace un tiempo había encontrado al hombre que asesinó a la niñera del Príncipe Heredero?.
Asentí con la cabeza.
Por orden de la ex emperatriz, el joven Pherez se quedó solo en su palacio privado al llevarse a su niñera. Y fue encontrada en la costa de un río en el Sur.
─Pero dijo algo extraño.
─¿Palabras extrañas?
Bate se acercó a la mesa del despacho y bajó aún más la voz.
─No fue la ex emperatiz quien mató a la mamá del Príncipe Heredero.
─¿No fue ella? ─sacudí la cabeza. ─Nadie tiene un motivo para matar a la madre de Pherez excepto Lavini. Ella era una mujer con carácter tranquilo de un plebeyo
─Eso es... la niñera del Príncipe lloró y dijo eso antes de morir.
De todos modos, fue la niñera de Pherez y Pherez quien cuidó a su madre junto a ella.
Si lo escuchaste directamente de su boca, era creíble.
Le pregunté a Bate.
─¿Quién dijo que la mató?