Matriarca Vol. 2

Capítulo 177:

La caza era una vida de ocio de la que disfrutaban todos los hombres aristocráticos de todas las épocas. Gracias a ello, las tierras que incluían buenos cotos de caza duplicaban su valor.

La temporada de caza de zorros comenzaba a principios del otoño. En todo el Imperio había varios cotos de caza famosos por su caza de zorros, uno de los cuales era la finca de la familia Baraport, en el Medio Oeste.

Y en la finca de los Baraport, la fiesta posterior a la caza llevaba ya tres días.

Frente a la villa de la familia Baraport, se levantaron hogueras y se colocaron cientos de mesas y sillas de madera a lo largo de los grandes y espaciosos campos. Era una especie de decoración de banquete, imitando a los cazadores que se ganan la vida, no a los aristócratas que cazan por ocio y afición, descansando por la noche.

Por eso, en lugar de una delicada copa, se llenó de alcohol un tosco vaso de madera, y se sirvió un gran plato asado con las manos desnudas y un tenedor.

El sol acababa de ponerse y la tercera noche de la fiesta posterior se estaba calentando.

Entonces, un fuerte ruido estalló en la gran mesa del centro.

─¡Gane! ¡Gane!

─¡Aguante, Alteza, aguante!

El Segundo hijo de Baraport y El Primer Príncipe, Astana, estaban teniendo una competencia de fuerza.

Astana, a quien le gusta usar su cuerpo en lugar de su cabeza y es más bajo que el segundo hijo de Baraport, no fue un buen partido. Pero para eclipsar la diferencia, el segundo hijo de Baraport estaba aguantando hasta el punto de que su cara se puso roja.

─¡Wow!

No, estaba fingiendo.

─¡Wow, su Alteza, gane!

─¡Gane, gane!

Hasta los que estaban a su alrededor animando con sangre en el cuello lo sabían.

Pherez, que observaba la divertida jugada desde lejos, levantó la comisura de la boca torcida y se rió.

─Están trabajando duro.

─Así es como sobreviven. ─dijo también Lignite, dando una patada a su lengua.

En primer lugar, se trataba de una competencia de caza organizada por la familia Baraport, la familia vasalla de Angenas, y sólo se agolpaban los nobles que apoyaban al Primer Príncipe.

─ ¿Pero ves que el Primer Príncipe es sincero?

─¿No lo sabes?

No hace mucho, se unieron a Lignite y Pherez, los compañeros de la Academia Steely y Tedro.

─Tú qué sabes, idiota.

Lignite habló con acritud, pero los otros dos no. Steely, que miraba seriamente a Astana, dijo primero en voz baja.

─1 Plata por 'No sé'.

Entonces Tedro negó con la cabeza, moviendo un dedo, como si no supiera qué hacer

─Lo sé, pero hago la vista gorda por mi orgullo, 2 de plata.

─Oh, eso es plausible. Entonces lo cambiaré por eso.

─¿Qué? Entonces la apuesta no se hará. ─la apuesta terminaba mientras los dos discutían.

El brazo del segundo hijo de Baraport, que parecía aguantar un poco, finalmente comenzó a inclinarse un poco hacia atrás.

─¡Oh!

─¡El Príncipe, sólo un poco más!

Los vítores a su alrededor también se intensificaron. Y finalmente.