Matriarca Vol. 2

Capítulo 168:

Avinox, vestido más elegantemente hoy, era incluso significativo.

Avinox y yo caminamos un rato en un lugar lleno de gente como la última vez. Y nos dirigimos directamente al invernadero de Lara.

No sé si se dieron cuenta de algo. Larane no es libre de salir de la mansión, pero afortunadamente, no había restricciones dentro de la mansión.

Decidí usarlo para ayudar un poco a las dos personas hoy.

─Le he pedido a Lara que se reúna conmigo aquí. Oh, ahí está.

─Larane...─murmuró Avinox con tristeza.

Era de Lara, que siempre cultivaba flores en el invernadero. Pero hoy era diferente. Era muy triste verla sentado en una silla del invernadero sin poder hacer nada.

─Bueno, te dejaré en...

─No, así no.

Avinox me pilló intentando darme la vuelta para dejar a Larane y a Avinox a solas.

─Florentia, por favor, sé nuestra testigo.

Todavía con aspecto nervioso, Avinox me dijo con una sonrisa en la cara.

─Si Larane acepta mi propuesta, pienso enviarla directamente al padre de Larane y a Lombardi en nombre de Luman. Ya tengo el permiso de mi padre.

En resumen, dijo que seguiría el curso matrimonial de los aristócratas según la norma.

No puedo creer que ya tengas el permiso de Luman. Tienes la mente puesta en ello.

─Es un poco tarde, pero todavía tengo una oportunidad porque la familia imperial no ha enviado una propuesta formal a la familia Lombardi ni ha hecho un anuncio oficial.

Avinox lo dijo y apretó el puño.

─Por supuesto... será cuando Lara aceptó mi propuesta.

Luego volvió a su modo tenso. Le di una palmadita en el hombro a Avinox y le dije.

─De acuerdo, estaré encantado de ser su testigo.

─¡Gracias!

─Bueno, ¿nos vamos?

Avinox, que empezó a caminar como si fuera a crujir por la tensión, tomó la delantera para abrir la puerta del invernadero.

Uf, ¡yo también estoy nerviosa!

─¿Sr. Avinox...?

Larane llamó a Avinox con voz temblorosa, como si no pudiera creer lo que veían sus ojos. Avinox se acercó a Larane y le preguntó con voz amable.

─Tu cara parece un poco dañada. ¿Estás bien?

─Estoy bien... No has respondido a mi carta, así que me preguntaba si Avinox estaba bien...

Las palabras de Lara se cortaron. Fue porque Avinox cayó lentamente sobre una rodilla.

─Oh, ¿Sr. Avinox?

─Mi querida Larane Lombardi. Mi valor llegó demasiado tarde.

Avinox abrió la pequeña caja de anillos que sacó de sus brazos y la sostuvo frente a ti, Lara.

─¿Quieres casarte conmigo?

Hubo un momento de silencio. Avinox con el anillo contuvo la respiración. Yo contuve la respiración desde atrás hasta donde pude llegar.

Y oí un pequeño ruido. Era el sonido de las lágrimas cayendo de los ojos de Lara.

─Oh, Sr. Avinox...