Matriarca Vol. 2

Capítulo 212:

─¿De dónde has sacado este libro? ─preguntó Chanton Sushou a Pherez en voz baja.

El principito, que sólo tiene once años, miró fijamente a dicho Chanton. Era una mirada que no podía tener un niño.

El maestro de arte de la espada del príncipe, Jubes, se lesionó durante el entrenamiento y no pudo impartir la clase de arte de la espada del Segundo Príncipe. Sin embargo, no todo el mundo puede darle la clase de arte de la espada del Príncipe, así que Chanton Sushou, el jefe de los caballeros, había visitado el Palacio Poylac como profesor temporal de arte de la espada.

Sin embargo, Chanton Sushou, que vio el título del libro en el escritorio del Segundo Príncipe, pareció enfriar su sangre.

─¿Por qué es esto...?

¿Por qué está con el Segundo Príncipe Heredero? La familia imperial no merecía tener este libro.

Pherez, que observaba a Chanton Sushou tragando a duras penas su ira, dijo.

─Es mío.

La voz contundente estaba llena de alerta. Chanton Sushou apartó la mirada del tal Pherez y bajó la vista al libro que tenía en la mano.

'Ley de la Espada Brow' y, al pasar la página, vio su nombre.

Gerard Brown.

Era el nombre del difunto predecesor, de la casa Brown, en manos de Angenas. Los viejos recuerdos de Chanton Sushou volvieron a la vida como ayer.

─¡Corre, Maestro!

El padre de Chanton Sushou, Ralph Sushou, gritó a Lord Gerard Brown.

─¡O pide ayuda a los señores que nos rodean, los caballeros del Imperio siguen a la familia Brown! Tal y como están las cosas, ¡todos morirán!

Al oír los rumores de que Angenas asaltaría el castillo donde se escondían los miembros de la familia Brown, Ralph se apresuró a buscar a su maestro. Resulta que Gerard Brown estaba observando el manejo de la espada de Chanton, el hijo de Ralph Sushou.

Por mucho que Ralph le disuadiera, Gerard Brown llegó a dedicar su corazón al hijo de su discípulo.

─¡Por favor, maestro! ─Ralph, que ardía por dentro, volvió a gritar.

─Ralph, hoy vas a volver a Sushou.

─¿Señor, Maestro? No, no puedo. Me quedaré a luchar con los Brown. Soy un caballero de la familia Brown.

─No, sólo eres uno de los muchos discípulos de los Brown, que fueron enviados des Sushou aprender la espada.

─¡Pero...!

─¿Vas a dejar morir a tu hijo?

Lord Gerard Brown, que se dirigía deliberadamente a su alumno, dobló una rodilla para igualar el tono frío.

─Chanton, dijiste que querías ser un caballero, ¿verdad?

─¡Sí!

Gerard Brown sonrió ante los ojos claros del joven.

─Entonces hay que tener en cuenta una cosa. ¿Puedes prometerle al maestro que te protegerás?

─¡Sí, señor!

Chanton asintió enérgicamente.

─Siempre hay que sostener la espada para los débiles. Mantenga su palabra y no mienta. Y por último. ─dijo Gerard Brown, tanteando el futuro del joven Chanton, que tiene un talento genial para la esgrima. ─Por último, si tu espada es más fuerte y afilada que la de cualquier otro, sé un caballero imperial. Y en tu lugar, ¿protegerás este imperio, el Durelli?