𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀...

By sttommo

235K 23.2K 13K

❝Taehyung hice algo muy malo.❞ ❝No me gusta tu tono de voz, Alfa.❞ ❝Perdóname, Taehyung.❞ kookv story... More

𝕬𝖉𝖛𝖊𝖗𝖙𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆𝖘
𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 𝕴 𝕰𝖑 𝖑𝖔𝖇𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖆 𝖉𝖔𝖗𝖒𝖎𝖉𝖔 𝖒𝖎𝖑 𝖆ñ𝖔𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖚𝖓𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖔𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖘𝖊𝖎𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖔𝖈𝖍𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖟
𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 𝕴𝕴 𝕰𝖑 𝖑𝖔𝖇𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖆 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖊𝖗𝖙𝖆𝖉𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖔𝖓𝖈𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖔𝖈𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖈𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖖𝖚𝖎𝖓𝖈𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖔𝖈𝖍𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖊
𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 𝕴𝕴𝕴 𝕰𝖑 𝖑𝖔𝖇𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖆 𝖗𝖊𝖈𝖔𝖗𝖉𝖆𝖉𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖚𝖓𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖙𝖗𝖊𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖔𝖈𝖍𝖔
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖕𝖙. 𝕴
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖕𝖙. 𝕴𝕴
𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 𝕱𝖎𝖓𝖆𝖑: 𝕰𝖑 𝖑𝖔𝖇𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖆 𝖑𝖆𝖘𝖙𝖎𝖒𝖆𝖉𝖔
𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖚𝖓𝖔

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊

3.3K 506 272
By sttommo


— Odio tener que hacer esto — comentó el omega.

Sus rubios cabellos eran peinados por varios pares de manos de las mujeres. Sus pies eran remojados en aguas de rosas y otras más, le maquillaban.

— Odio que... me arreglen tanto, Nam — dijo con terquedad.

El alfa ya había sido terminado de arreglar mucho antes que su omega. Con hermosos ropajes de seda y joyas preciosas adornando sus manos y cuello; la corona la colocarían cuando saliera a su próxima reunión dentro de unos minutos.

— Los jefes de casas importantes así como, los sacerdotes de la iglesia vendrán pronto al castillo. Debemos estar presentables — dijo mirándose al enorme espejo de pie.

Yoongi rodó los ojos y dejó que las mujeres siguieran haciendo su trabajo, pero al final se hartó y terminó alejando su mano de ellas bruscamente, sacó sus pies de la pequeña tina de agua y caminó hasta quedar al lado del alfa.

— Odio a esa gente, lo sabes — gruñó bajito, solamente para que él lo escuchara — Son detestables, malas personas.

— E importantes — añadió — El reino no puede tomar decisiones sin ellos.

— Pero tú eres el rey — dijo con obviedad — Tú eres al final el que tomará las decisiones con o sin ellos.

— Desearía que fuera así de fácil — le miró con algo de tristeza en sus ojos.

— Mi rey — dijo Seokjin entrando a sus aposentos — Los sacerdotes han llegado ya, junto con unos jefes de casa. El resto vendrá muy pronto, su presencia será requerida a la brevedad.

— Bajaré en un momento — respondió y Seokjin hizo una reverencia antes de marcharse — Yo iré a hablar con ellos, mientras tú saludarás y regresarás aquí.

— Ahh — empezó a quejarse.

Su hibernación había sido interrumpida porque, Namjoon junto con otros consejeros y jefes acordaron una reunión de emergencia, había asuntos delicados sobre los cuales debían tratar. Y, como era costumbre, un rey siempre va con su omega, aunque este no hable o tenga una opinión valida.

Yoongi se sentía sumamente molesto, pasar horas despierto, arreglándose, para tener que ver caras de personas ancianas que se sienten superiores y mejores que cualquiera, incluso de Namjoon.

La tiara de gemas de zafiro adornó su rubia cabellera, las telas de seda blanca y su capa de pieles de animal teñida de rojo. Las botas de cuero se ceñían a sus pies y piernas. Un leve rubor de maquillaje en los pómulos y sus labios tenuemente pintados de rojo escarlata. Todo Min Yoongi se veía más hermoso que de costumbre el día de hoy.

Y que decir del rey Kim Namjoon, se veía formidable debajo de las pieles y telas, la corona de oros y gemas de zafiro y rubí adornándola, una espada ceñida a su cinturón en la cintura; un porte digno de un rey.

En la sala principal, desde unos tronos enormes y una mesa de roble rectangular para los futuros invitados que iban a llegar.

Ambos se pusieron de pie cuando vieron llegar poco a poco a los jefes de casa, los sacerdotes y algunos guardias. Hicieron una reverencia, fueron presentados por un portavoz y todos tomaron asiento.

— Puedes retirarte — dijo Namjoon al momento de sentarse y poner su mano encima de la del omega — Te veré más tarde, amor.

— Tengo maquillaje hasta lugares donde no pensé que necesitaba — masculló bajo — Soy un rey también, merezco estar aquí.

— Yoongi — dijo mostrándole los colmillos.

— ¡Bienvenidos! — dijo Yoongi poniéndose de pie, dejando callado a su alfa — A mi alfa y a mí nos alegra tenerlos aquí — dijo con total falsedad.

Eran alrededor de seis jefes de casa del reino de Atria, junto con dos sacerdotes. Todos oscilaban a una edad mayor a los cincuenta años, los únicos jóvenes ahí, eran los reyes y el guardia real.

— ¿Estará presente él aquí? — preguntó uno de los jefes, hablando hacia Namjoon, refiriéndose a Yoongi.

— Es un rey atento con su reino — respondió Namjoon.

— Un omega — habló otro jefe de casa — Un omega, extranjero.

— Y su rey, que no se le olvide — respondió Yoongi con un ápice de hostilidad en su voz — Todo asunto que convenga a mi alfa o al reino, también es mi asunto.

Los jefes alfas se miraron entre ellos, incrédulos y groseramente soberbios. No respondieron nada, solo miraron fijos a los reyes frente a ellos.

— La cosa aquí, es de suma importancia hablar y también, confidencialidad — dijo Namjoon — Requiero de la presencia de ustedes, más que nada porque... es algo que nos pone en peligro como especie y como reino, incluso a otros reinos.

— ¿Otros reinos? — preguntó otro jefe — ¿Y ellos que tienen que ver con nosotros?

Namjoon hizo una seña con la mano y Seokjin se acercó a ellos con distintos sobres y se les entregó a las personas sentadas. Dio otra orden y empezaron a abrir los sobres para mirar su contenido.

— ¿Qué es esto?

— Lo que ven en esos bocetos son lo más parecido a lo que... le dicen llamar, lobos demonio — respondió Namjoon.

— ¿Lobos demonio? — preguntó un sacerdote — ¿Acaso se ha vuelto loco?

— Quisiera, si — respondió el alfa con ironía — Pero, lo que les voy a hablar, es verdad.

A continuación, todos tomaron más atención y Namjoon comenzó a narrar los hechos tal como pasaron. El grupo de lobos demonio que emboscaron a su guardia nocturna; mencionando como Bambam había sido secuestrado por un malentendido con los Lobos libres.

— ¿Y todo eso pasó bajo tu mando? — preguntó uno de los jefes.

— Y fue arreglado bajo mi mando — reafirmó Namjoon.

— ¿Y ahora qué? ¿No pensarás unirte con esos salvajes o sí? Son unos desertores.

— Los desertores ya no son y no han sido un problema.

— Pero son desertores — dijo otro jefe alzando la voz.

— Pero si ya no están en Atria, ya no es nuestro problema — dijo Namjoon duro — Ellos no nos han atacado ni pedir nada a cambio, ellos no son el enemigo.

— ¿Estás acaso diciendo disparates para perdonar la traición que han tenido ellos para con el reino? Inventos paganos, como lo es...

Empezó a blasfemar y decir muchas tonterías. Namjoon trató de calmarlos, pero todos empezaban a ponerse altaneros. Yoongi chasqueó los dedos y los soldados acataron su señal.

En unos momentos, los mismos soldados que salieron regresaron con una caja de madera gruesa, sujeta por palos de metal y la dejaron en el suelo.

— Silencio — demandó Yoongi — Mi madre solía decir que, la sabiduría hace a las personas más grandes. Pero, ya veo que a ciertas personas les queda pequeño.

Un alfa de una casa se levantó molesto, pero rápidamente, los soldados se pusieron frente a Yoongi para defenderlo de cualquier ataque, incluyendo a algún alfa de los presentes.

— Ábranlo — ordenó el omega.

Los soldados acataron sus ordenes y abrieron la caja. Lo que los mayores vieron eran inaudito, algo que... si no lo hubieran visto con sus propios ojos, seguirían tachando a Namjoon de mentiroso o blasfemo.

El cadáver de un lobo demonio que habían capturado solamente unas horas atrás antes de la llegada de los jefes y los sacerdotes. Lo atraparon a unos cuantos metros lejos del rio, mientras acechaba a un grupo que transportaba grandes cantidades de paja en una carreta. Los soldados actuaron rápido y lo atraparon; encadenándolo con cadenas por sus patas y cuello.

El lobo ya estaba debilitado, muy herido y apenas soltaba jadeos lastimeros. Empezó a hablar en lenguas extrañas, no suplicando ni pidiendo por su vida, pero, tampoco tenían idea por lo que pedía.

— Háganlo — ordenó de nuevo Yoongi — Ahora.

Los soldados alejaron al omega y protegieron a sus reyes, otros protegieron al resto de los presentes, y otros dos, atravesaron por los costados el cuello del lobo. Este soltó un chillido lastimero, tan lastimero que obligó a que los demás se doblegaran en sus piernas mientras tapaban sus oídos.

Tal y como habían narrado los soldados con sus propias palabras, seres putrefactos de aspecto "normal", que, cuando tenían cerca a su objetivo, atacaban sin piedad, y, cuando no lo lograban y morían, su piel terminaba desprendiéndose de los músculos, luego los músculos de sus huesos y su aspecto terminaba siendo más aterrador y deforme.

Los sacerdotes se empezaron a persignar y orar en voz baja, los jefes de las casas se pusieron alerta, enarcando sus cejas y mostrando sus colmillos a la criatura.
Cuando el lobo demonio dejó de dar su último aliento, la carne terminó de desvanecerse y el hedor a putrefacción rápidamente llegaron a las narices de los otros.

Los soldados rápidamente cerraron de nuevo la caja y se la llevaron hacia el patio de armas donde encenderían fuego para que no quedara ningún rastro del lobo.

— ¿Qué fue todo esto? — preguntó uno de los sacerdotes — ¿Qué clase de criatura blasfema era eso?

— Un lobo demonio — respondió Namjoon — No es mentira, estas... criaturas, han sido mandadas no solo para atacar a nuestro reino, sino, a las tierras de los lobos libres. Tememos que, lleguen a otros reinos antes de lo previsto.

— De hecho, señor... — empezó un soldado, pero Seokjin le gruñó bajo para que guardara silencio.

— ¿Qué es lo que pasa? — preguntó Namjoon. A lo que, sus ojos conectaron con los de Seokjin, quien lentamente negó con la cabeza y el alfa captó.

— ¿Qué pasa, niño? — exigió otro jefe — ¿Acaso no piensas hablar ante tu rey y ante nosotros?

— No es necesario — dijo Namjoon — Son otros asuntos.

— ¿Otros asuntos? — preguntó otro alfa — Ante esta calamidad, debemos estar informados absolutamente de todo.

Namjoon miró a Seokjin y luego al joven soldado. Seokjin agachó la cabeza y Namjoon apretó los ojos.

— Continua.

— Tenemos reportes de que un reino recientemente ha sufrido ataques de lobos demonio. Ya han llegado a otros reinos, mucho antes de lo que se esperaba — dijo el soldado.

— ¿Qué reino? — preguntó un jefe.

Namjoon gruñó y todos se encorvaron ante la dominación del alfa rey. Yoongi se retorció un poco por su marca en su cuello, pero, algo en él lo hizo poner curioso, más por la reacción que había tenido su alfa.

— ¿Qué reino? — preguntó el omega.

El soldado miró a todos y finalmente al omega.

— Pues es V...


¿Vennia?, pensó Yoongi.


— Varexia, mi señor.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del omega y comenzó a temblar. Apretó los puños, encajándose las uñas en las palmas de sus manos y su mandíbula se endureció.

— Ah — respondió uno de los jefes — Es por eso que el joven omega está aquí, ¿No es así? Solo un extranjero que se preocupa por sus tierras antes del reino que gobierna con su alfa — se burló.

Rápidamente, Seokjin fue a su lado y lo sometió, apretándolo por el antebrazo contra su espalda.

— ¿Qué haces, inútil? — escupió — ¿Qué es lo que dije?

— Más respeto para con su majestad, el rey — dijo seriamente.

— Yoongi — trató Namjoon hablar con él, pero los ojos de Yoongi ya estaban cargados de tonos rojos por retener las lágrimas.

— Nam... — apenas tenía voz — Mi... mi reino.

Se llevó sus manos a su corazón, pero, lo que ese jefe de casa había dicho, tenia razón. Yoongi ya no era el rey o heredero de Varexia, lo era su hermano. Era un reino chiquito, donde la gente era más agricultores que otra profesión por su basta tierra rica en nutrientes para la cosecha.

Varexia no había tenido un ataque tan significante, como lo fue hace más de diez años, a manos del rey de Alpharia.

— ¿Hay tropas ayudándoles? — preguntó Namjoon aferrando su gran mano en la cintura del omega en un agarre firme.

— Si, mi señor — respondió el soldado — Han estado matando y quemando a los lobos demonios. Hubo bajas y heridos, pero al parecer han controlado la situación. Soldados de reinos vecinos han ido uniéndoseles para ayudarles.

— Bien — respondió Namjoon — Manden comunicados a todos los reinos posibles, esto es serio.

— Mi rey — habló un sacerdote — Esto es obra del pecado, no puede ser obra de la Diosa Luna — habló algo nervioso — Debemos eximir nuestros pecados, para que...

— Señor — habló el alfa — Pediremos por nuestros pecados, claro — asintió — Pero la seguridad e integridad física del reino recae en mis manos. Debemos prepararnos por si... estas cosas vuelven, no sabemos si podrían venir en manadas grandes, con fuerza abismal.

— Mi rey...

— Usted encárguese de rezar — le miró a los ojos fijamente — Yo voy a pelear por mi pueblo.

— Rey Kim, sin afán de ofender, claro — dijo un jefe, el cual había estado muy callado durante toda la reunión — Tal vez, ya sea momento de ver a un heredero.

Namjoon frunció las cejas y le miró. Yoongi se aferró a su alfa, pidiendo por él, clamándolo.

— ¿Por?

— Tiempo difíciles se vienen, es evidente — dijo poniéndose de pie.

Empezó a andar por el lugar, con pasos lentos pero agigantados, con los brazos cruzados detrás de su espalda y soltando un aura imponente.

— Que la Diosa Luna siempre lo tenga en su oraciones y vele por su bien — se inclinó hacia delante, pero luego enderezó su torso y le miró desde abajo a Namjoon — Pero, como protección de nuestro reino, debemos asegurar la línea de sangre de nuestros soberanos.

Ya sabía para donde iba todo eso.

— ¿Tener un cachorro en medio de la guerra? — preguntó el alfa duro.

Yoongi apretó sus manos en el brazo del alfa y tembló.

— ¿Acaso está loco?

— La guerra siempre ha existido — respondió el jefe — ¿Acaso no ha escuchado lo que la gente del pueblo dice de su rey?

— No — respondió Yoongi en automático.

— Si — respondió Namjoon al mismo tiempo que el omega.

El jefe de casa, Park, miró al alfa y luego miró al omega.

— Si el reino no está asegurado. No dude en que, haya personas que deseen destronarlo, o peor, terminar con su vida, antes de que pueda procrear a su descendencia.

— ¿Y quien quisiera destronarme? — preguntó Namjoon — ¿Usted? ¿O acaso, su hijo promiscuo que se pasea por las calles?

El jefe Park apretó la mandíbula. La gente conocía muy bien la reputación del hijo del alfa, el joven Park Jimin, pero, nadie era lo suficientemente valiente para decirlo en voz alta... menos, frente al jefe de casa más importante de toda Atria.

El alfa se alejó de Namjoon y volvió a tomar su asiento.

— Si me disculpan, tendré que retirarme — dijo Yoongi — Fue un placer acompañarlos, mis señores — hizo una reverencia.

Los alfas también hicieron una y se pusieron de pie, antes de volver a sentarse cuando el omega se marchó. Yoongi secaba sus lágrimas bruscamente, arruinando la fina capa de maquillaje en su rostro, se quitó la corona y la apretó entre sus manos.

Una de las sirvientas pasaba cerca y él le entregó la corona, casi arrojándola sin importarle si la atrapaba o no.

— ¿Está bien, mi rey? — preguntó la beta.

— Déjenme solo — ordenó, empezando a subir las escaleras rumbo a sus aposentos.

Yoongi tenía años sin ir a su reino, únicamente sabía gracias a las cartas que se enviaba con su hermano o su esposa, muy vagamente tenían algo nuevo que contar. Pero, ahora no se esperaba que de nuevo otra guerra lo azotaría, tal vez no en Atria, pero, Varexia estaba pagando las consecuencias.


—̷


Un extraño olor empezó a molestarle la nariz, haciéndola mover como un conejito, retorciéndose entre sueños, haciéndose un ovillo mientras más encorvaba su cuerpo.


"Omega, ¿Por qué todavía no despiertas?"


"Alfa, pero si estoy despierto."


"Omega, ¿Por qué todavía no me despiertas?"


Soltó un fuerte jadeo desde el fondo de su garganta, mientras su pecho subía y bajaba irregularmente, con sus pulmones pidiendo desesperadamente tener más aire. El omega limpió su nariz y boca con su mano y se quedó sentado encima de la cama.

Tentó por todas partes, pero nadie más compartía la cama con él.

Taehyung se llevó las manos hacia su cara para tallarla, terminando con ponerlas por encima de su cabeza, mientras tiraba de sus cabellos.

— Vete, vete — susurraba, apretando los ojos — ¿Por qué no te has ido todavía?

En ese momento, escuchó fuertes pisadas subiendo por las escaleras. El cuerpo del omega se congeló y rápido se volvió a acostar, tratando de cubrir su cuerpo con las escasas ropas que había en ese insípido nido.


Toda la ropa se la quedó Jungkook, recordó.


Mordió su labio inferior cuando escuchó que la puerta de la habitación se abría. Se escuchó el sonido sordo de un saco de tela que contenía algo pesado al suelo; el cuerpo del omega comenzó a temblar, con su lado humano temiendo, pero por el otro, su lobo chillando y pidiendo por el alfa.

Inconscientemente, Taehyung estaba soltando gemidos bajitos, como un animalito herido abandonado en medio del bosque.

La cama se hundió de un lado cuando otro cuerpo se sentó en ella, Taehyung se obligó a sí mismo a dejar de chillar y que su lobo se mantuviera callado.


Silencio, gruñó en su mente. Deja de llamarlo. Deja de...


— Taehyung — dijo con voz dura.

El omega no respondió.

— Oye — volvió a insistir.

Al no tener respuesta, apretó su puño encima de su pierna y se puso de pie. Taehyung creyó por un momento que volvería a salir, pero, en su lugar, la cama ahora se hundió más, con el alfa sosteniendo su cuerpo con sus cuatro extremidades.

Gateó hasta quedar por encima de Taehyung, su cuerpo pequeño y frágil tembló con violencia cuando las prendas que cubrían su cuerpo fueron arrebatadas con violencia.
El alfa rodeó el rostro del omega con una sola mano y obligó a girarlo hasta quedar boca arriba.

Los ojos de Taehyung se abrieron, dejando ver ese gris sin brillo en ellos. Los ojos oscuros del alfa miraban al omega, pero... el omega no podría mirar al alfa por encima de él.

Sintió como poco a poco, la temperatura de la mano del alfa en su piel empezaba a calentarse, quemándole un poco.


No te transformes, no te transformes. Rogó en su mente.


— No te transformes — habló bajito, casi inaudible.

Sus ojos se volvieron a cerrar cuando sintió las lágrimas amenazándole con caer. Pero, su voluntad fue débil, se doblegó cuando el fuerte aroma del alfa golpeó a su rostro como una fuerte bofetada.
El líquido de estas, cayeron por encima de la mano del alfa, haciéndolo alejarla de inmediato. Apretó su puño y le soltó un fuerte golpe en la cabeza al omega.

Taehyung soltó un jadeo, quedándose por un momento sin aire y sin pensar.

El alfa se sentó encima de su abdomen, empezando a tocarlo obscenamente, metiendo sus manos por debajo de su piel. Taehyung no tenía control de sí mismo, menos de la situación.

Entre más caricias daba, Taehyung sentía que más se estaba quedando dormido.


¿Qué me está pasando?, preguntó el omega.


El golpe fue tal que, le estaba dejando inconsciente.

En un abrir y cerrar de ojos, el omega dejó de sentir el frío lugar con aquella compañía desagradable y manos desagradables.
Se vio a sí mismo en un bosque hermoso, llenos de verdes pastos y flores de temporada. Las ropas que vestías eran ligeras y suaves. El gorro hecho de paja que usaba en la cabeza, lo sostenía con una de sus manos para evitar que el aire que soplaba se lo llevara.

No tenía cicatrices en su rostro, sus ojos veían perfectamente todo a su alrededor, el riachuelo corriendo con el agua por encima de las piedras, los pájaros cantando o volando, las ardillas trepando por los árboles.

Todo parecía cálido, como un abrazo que necesitas en un día de invierno o de lluvia.

Sus pies descalzos avanzaron por el manto verde, apretando sus dedos entre las hojas de césped. Dando brinquitos en las piedras de riachuelo para cruzarlo del otro lado y seguir su destino.


¿Qué esto?, se preguntaba Taehyung.


— Se siente familiar — dijo en voz alta.

Era como alguna clase de sueño lucido, donde sabía que... de alguna manera, ya había estado ahí, esto era un recuerdo; por ende, sus acciones no pueden o no debían cambiar, porque, aunque lo hicieran, lo llevarían al mismo destino, el destino del recuerdo ya hecho.

— Si es un sueño, por favor... no me despierten nunca.

Miró su propio reflejo en el agua del riachuelo. Cabellos rebeldes y rizados por debajo del sombrero, sus bonitos ojos brillosos y ni una sola cicatriz en su rostro... oh, hace mucho no se ve con eso.

Todo, menos... la cicatriz en su cuello.


Alfa, pensó.


Taehyung terminó de cruzar por completo el riachuelo y empezó a correr en la dirección donde iba, cuesta arriba. Tomó la canasta que había dejado a un lado de un árbol, donde... tenía algún tipo de lugar secreto para él. Libros, fruta y un cojín lleno de tierra por pasar mucho tiempo en la intemperie descansaban a un lado de un árbol.

El Taehyung del recuerdo tomó control del cuerpo que ahora, compartía con el Taehyung del presente, como si el único que supiera que está pasando ahí, fuera el Taehyung actual.

Siguió avanzando feliz, con una sonrisa boba en su rostro.


No vayas, decía Taehyung en su mente. Ese alfa nos acaba de golpear.


Pero, el Taehyung del recuerdo no es consciente del otro Tae.

El omega en su mente se dejó vencer, ¿Qué caso tenía ver recuerdos felices si no lo puede tener? No siente que... en un futuro las cosas puedan cambiar, alguien que es violento no cambia nunca, eso decía madre siempre. Y, sinceramente, Taehyung no está para ser el que haga cambiar a alguien más.

Taehyung no pidió que el alfa volviera. No lo quiere en su vida, no quiere, no quiere, no quiere.

Cuando el pequeño riachuelo se convirtió poco a poco en un rio más grande, con más agua, el omega empezó a disminuir su velocidad, deshaciéndose poco a poco de sus cosas.

Se agachó para la canasta en el suelo junto con su sombrero, empezó a quitarse el enorme camisón blanco y el short aflojado, se dejó en ropa interior para darse un fuerte chapuzón en el rio. Con el sol calentando su espalda, empezó a refregarse con el agua, agachándose de vez en cuando para mojar sus brazos y luego zambulléndose por completo para mojar su cabeza.

El cabello le escurrió por enfrente, haciéndolo escupir y soplar con su boca para respirar y alejarlo con sus manos. Entrecerró sus ojos, mientras terminaba de alejar y exprimir sus cabellos.

Salió rato después del rio, con sus pies arrastrándose por el césped bajo, se sacudió como un perro y luego se abrazó a sí mismo.
Estuvo otro tiempo más, debajo del sol para que secara su cuerpo. Tuvo que quitarse la ropa interior un momento para que se secara, así que, se puso su camisón sin nada abajo.

Se recostó en el césped y, por no moverse más, se quedó completamente dormido.


—̷


Se despertó con el canto de las aves, bostezó con pesar cuando sintió que su cuerpo no podía inhalar más aire.
Luego, al tratar de alzarse, sintió la verdadera razón, el mayor se había quedado dormido por encima de su cuerpo, abrazandolo por su cintura con su rostro enterrado en su vientre.

Taehyung se mordió su labio inferior, aguantando la risa para no despertarlo. Empezó a acariciar sus oscuros cabellos con cariño.

— Sé lo que haces — habló el otro con voz entrecortada por falta de aire.

— Tu cabello es tan suave — respondió el omega — Más que el mío.

— Seguro está esponjado ahora, ¿Es así? ¿O me equivoco?

Taehyung se llevó una mano a su cabeza, sintiendo la clara esponjosidad de sus mechones. El omega se rió y terminó arrastrándose con sus codos para lograr sentarse.

— No, no te sientes — pidió el alfa.

— ¿Por qué no?

— Quiero seguir oliéndote.

— Alfa — chilló.

El Taehyung actual se retorcía de dolor, de asco. ¿Por qué se muestra tan feliz? ¿Por qué ahora es que puede interactuar con sus recuerdos? ¿Por qué no pudo antes?
Todo lo que escuchaba antes eran voces del pasado, llamándolo, sin ninguna pista que dar.

Las manos grandes y curiosas del mayor empezaron a tocar la piel suave y recién lavada del omega, con el bonito olor que desprendía, colándolas por debajo del camisón. Sonriendo cuando no sintió la ropa interior del otro.

El alfa alzó su rostro y empezó a besar sus muslos, enterrando sus labios para poder succionar la piel. Taehyung se echó para atrás, ronroneando como gatito, acariciando aun la cabeza del otro.

El mayor siguió subiendo sus caricias y besos por el cuerpo del menor, alzando el camisón consigo. Besando, lamiendo el bonito abdomen plano, terminando de golpe en sus pezones para succionarlos mientras acariciaba con cariño su miembro.

Taehyung ahora soltaba gemidos, tratando de no ser tan ruidoso. El lugar donde se encontraban no había nadie más que ellos dos; su alfa se había encargado de encontrar un buen lugar para tener privacidad hace muchas lunas.

Y era algo que, Taehyung agradecía. Pero, eso no quitaba que haya gente paseando cerca de ahí.

El omega, quejumbroso y deseando la cercanía de su alfa, tiró un poco de sus cabellos para atraerlo consigo. Atrapó sus labios con los suyos, dejando que sus feromonas vuelen felices al tener a su pareja.

El alfa se separó un poquito solo para besar y lamer su marca, haciéndole retorcerse muy feliz, demasiado. Luego, Taehyung lo volvió a jalar para seguir besándolo. El mayor giró en su cuerpo, para ahora él quedar con la espalda contra el suelo y el omega encima de él.

— Oye — chilló el omega con las mejillas completamente coloradas.

El aire le había levantado el camisón, juguetonamente dejando sus nalgas redondas y suaves al aire. El alfa sonrió abiertamente para posar ambas manos en ellas.

— Yo las cuido — dijo serio.

El omega le miró con la boca abierta, pero más la abrió cuando el alfa empezó a masajearlas, jugueteando con su entrada.

Ah... alfa — gimió Taehyung cerrando los ojos.

Sintiendo como su entrada comenzaba a producir lubricante, conforme un dedo del otro se introducía de poco a poco.

Los ojos de Taehyung se abrieron de golpe, viéndose grises.

Alfa, ¿Por qué no viniste antes? — preguntó con voz ahogada — Alfa, ¿Es que ya no te importé? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Por qué me golpeas?

Era el Taehyung del presente.

El alfa se levantó, sin soltar las manos del omega; bajó su camisón, le puso su gorro y en la canasta, metió su short y ropa interior. Caminando juntitos, agarrados.

Alfa — dijo llorando — ¿Por qué me heriste para dejarme ciego?

El alfa se detuvo y le miró de reojo. Dijo algo, pero Taehyung no escuchó. Fue como si... el alfa no tuviera voz.

Claro, todo lo que decía o hacía no modificaría su pasado; lo hecho, hecho estaba, no había nada que cambiar. Y, Taehyung no sabe porque se siente más nostálgico que enojado, más triste que consternado.

Parecían ser muy felices, ¿Qué pasó?

Alfa — repitió — ¿Por qué no puedo ver tu rostro? Aquí... aquí no tengo cicatrices en mi cara.

Y si, en todo este tiempo de tener el recuerdo vívido, jamás pudo ver bien el rostro del alfa. solo eran mechones de pelo, facciones del rostro borrosas, la voz rara. Su mente aún se niega a recordar al alfa.

Y, actualmente, no puede saber con seguridad como se ve el otro.

— Espera, cachorro — respondió el alfa.

Taehyung se quedó quieto. Creía que... los recuerdos pasaban frente a sus ojos como una obra de teatro. Con un guión que no se puede cambiar, por más que él hiciera o dijera cosas diferentes.

El omega agachó el rostro, sumido en su miseria. Por otra parte, el alfa soltó su mano y Taehyung sintió frío, mucho frío.

El mayor acarició una de sus mejillas que ahora estaban mojadas por las lágrimas. Acunó su mano en la mejilla del otro y le obligó a alzar el rostro, aunque no pudiera verlo porque estaba a contra luz con el sol, haciéndole entrecerrar sus ojitos.

— Cuando despiertes completamente, estaremos juntos.

No, no — negó varias veces, cerrando fuerte sus ojos — No quiero despertar. No quiero estar donde no estás tú.

— Pero si lo estoy.

— No tú. El otro tú... me lastima.

El alfa infló su pecho con aire y soltó un fuerte suspiro.

— Yo nunca lastimaría a mi cachorro.

Dijo con tanto amor y devoción, que la marca de Taehyung dolió de manera suave, llamando a su alfa. ¿Es así que se siente ser amado?

El omega lloró más, sintiéndose un completo tonto. Los sueños no se hacen realidad, son inventos de la mente. Todo esto... es una mentira. Una farsa.

Pero, oh, que dulce mentira.

— Quiero quedarme aquí y que no avancen los días — dijo el omega determinado — Aquí todo parece bien.

— Pero no es así — respondió el otro — Allá afuera también estoy yo, contigo.

— No — siguió chillando — No, no, no, no.

— Mi alfa te está llamando — señaló su corazón — Debes dejar al alfa.

— ¿Qué? N-no... no... no entiendo.

— Deja al alfa, Taehyung.





Si estuviera escrito en inglés la última frase... daría más impacto por decir: "Leave the alpha, Taehyung"

omg, idk si están listxs para saber el significado del título de la historia aAAaaaAAA



Gracias por leer.

All the love, A.

Continue Reading

You'll Also Like

94.8K 8.9K 29
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
128K 17.6K 102
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
376K 37.8K 96
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
340K 54.5K 27
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...