-¡Felíz cumpleaños, hermosa!-le dije justo cuando abrió los ojos. Me sonrió levemente.
-Gracias, James.
-Esto no es nada, bellísima.
-Te quiero.
-No más que yo a ti.-le sonreí. Se abalanzó contra mí y me abrazó con tanta ternura.
-Odio romper el momento, pero me tengo que duchar para tomar el vuelo.
-Tenemos.-corregí.-Yo iré contigo, ya te lo dije.
-James, en verdad preferiría que tú te quedaras aquí. Confío en Mike, pero él no ha estado directamente involucrado con las finanzas de la compañía y le sería más difícil controlarla.
-Pamela estará con él, y repito, sólo quiero estar contigo.
-Eres necio, pero ya que.
-¿Entonces puedo ir?
-Vale, pero si es necesario, tú te regresarás corriendo a La Jolla.
-Trato, y deberías saber que soy un buen atleta.
-Ojalá no necesitemos tus cualidades deportivas.-suspiró.
Cada quien se empezó a bañar, obviamente por separado, y a arreglar para el pequeño viaje.
Mi madre nos tenía listo un desayuno rápido y delicioso. Después, nos despidió haciendo prometer a ______ que regresaría a visitarla. Quien sabe, quizá fuera ya como mi pareja. O hasta mejor...
Pasamos a su casa para que armara una pequeña muda de ropa. Tomó unos documentos, su laptop y salimos de allí.
Con al dolor de mi corazón, le pedí a Carlos que cuidara de Fox en el tiempo que no iba a estar. ______ rió al ver mi gesto mientras le entregaba al cachorro junto con sus cosas, y se sorprendió al saber que yo era lo suficientemente capaz de mantener con vida a un animalito por tantos años.
Llámamos al aeropuerto para que nos reservaran boletos. Había disponibles dos, pero estaban separados. Y pese a ello, ______ los tomó.
Llegamos allí a esperar en la sala de abordar. Ella llamaba a muchas personas, sonaba realmente molesta; pero me volteaba a ver y sonreía sinceramente.
Al momento de abordar nos dieron los lugares, como ya sabíamos, por separado. A mí me tocó con una niña muy pequeña y a ella con un rubio fumador.
-Hola, linda. ¿Cigarrillo?-la incitó.
-Hola, y no.-contestó desinteresada ______.
-Soy Jett, es un gusto.-coqueteó con ella, poniéndome, y aunque odiaba decirlo, muy celoso.-¿Tu nombre?
-Su nombre es, déjala tranquila o te rompo la cara.
-Oye, tranquil...-volteó a mirarme. No podía ser él.-Hola, Jamesito.-me habló burlón.
-Stettson.-contesté entre dientes.
-No esperaba que esta hermosa chica fuera tu hermanita.
-Cállate, imbécil. No pude demostrar nada la última vez, pero te juro que si te acercas más de un milímetro a ella, no saldrás vivo.
-Oh, el Jamesito es celoso con su hermanita.
-Maldito, ella no es mi hermana.
-Pues entonces está tan buena como ella.-me contestó con burla. Me levanté a prisa del asiento y lo empujé al pasillo, evitando a ______.
Ella me jalaba del suéter tratando de impedir que lo dejara peor, pero este imbécil debía pagar un poco de lo que me había hecho.
Una azafata llegó a prisa y nos separó con ayuda de un grandulón de seguridad aérea.
Como a los niños pequeños, a cada uno lo pusieron separado. ______ abogó por mí y consiguió pasarme junto a ella, lo cual agradecí infinitamente.
-¿Qué asunto te traes con ése hombre?-me cuestionó.
-Él fue el responsable del fraude a la empresa, pero nunca pudimos probar nada. Antes de que eso pasara, estuvo saliendo con Ally pero la hizo sufrir mucho y terminó con ella justo una semana antes de que notaramos las cifras de la compañía.
-Gracias a él yo te conocí.-me miró sin expresión.-Y creo que también lo odiaría por lo de Ally.
-Ahora también le sumo que te coqueteara a ti.
-Sabes que nunca caería con alguien así, ¿verdad?
-Lo sé, tu tipo de chicos deben ser otros.
-Sí, sé cómo escoger a las personas.
-¿Me escogerías a mí?
-¿Por qué la pregunta?
-Curiosidad.-ella suspiró.
-Sí, te elegiría a ti sobre muchos más.
-Es bueno saber eso.
-Engreído.
-Hermosa.
-Idiota.
-Preciosa.
-Tonto.-rió.
-Bellísima.-concluí.
-En un momento aterrizaremos sobre la ciudad de New York. Prepárense y abrochen sus cinturones de seguridad.-habló la azafata.
-Odio los aterrizajes.-murmuró ______.
-¿Enserio?-la molesté.
-Los odio más que a ti, entonces puedes imaginar cuánto.
-Graciosa.-le revolví el cabello.-No te preocupes, yo te cuido.
-¿Enserio?
-Siempre lo haré.-me miró con ternura.
-Gracias.-dijo al abrazar mi brazo. En cuanto el avión empezó a aterrizar, ella se afianzó con más fuerza a mí. Reí un poco ganando una amenazadora mirada de su parte. Al bajar, fuimos por nuestro equipaje y partimos rumbo a su galería.
Era un lugar irradiante de elegancia y buen gusto. En la entrada, como primera exhibición, estaba un cuadro de un paisaje mexicano, con la misma firma que los de la oficina. "__BS" se apreciaba nuevamente.
-¿Tú lo pintaste?
-Sí. Donatello insistió en ponerlo aquí, evidentemente no me pude negar.
-¿Quién es Dona...?-una voz emotiva me interrumpió.
-¡______!-chilló un hombre de traje ejecutivo.-¿Qué haces por aquí, amor?
-¡Donatello, amor!-lo abrazó ella. ¿Quién rayos era ese tipo?-Un problema con Travis de importancia.
-Ese idiota.-murmuró Donatello.-Pero de no ser así, no te hubiera visto y aún más hoy. ¡Felíz cumpleaños, cariño!
-Gracias, Dony.-le sonrió ______. Carraspeé.-Oh, lo siento. James, él es Donatello.
-Un gusto. James Maslow.-lo saludé y me presenté de mala gana.
-Un placer. Yo soy Donatello O'Conner.
-Él es un gran amigo, Dony.-explicó ______ refiriéndose a mí.
-Me pongo celoso, cariño.-la reprendió O'Conner. ¿Qué relación tenían ellos?
-Sabes que sólo eres tú.-bromeó ______.
-Más te vale. Bien, chicos, me despido. Y tú, ______, no te vayas sin que me visites en la cabaña.
-Vale, luego te veo.
-Chao, primor.-se despidió haciendo un gracioso ademán.
Ella seguía sonriendo, sin prestarme un poco de atención, hasta que le hablé.
-¿Qué es Donatello tuyo?-apuesto a que mi cara era seria, porqué ella se rió y enarcó una ceja.
-¿Celos de nuevo, James?-asentí obviándolo.-Donatello es mi amigo, y cabe mencionar que es gay.
-¡¿Por qué no lo dijiste antes?!-le reclamé.
-Creí que era obvio, es decir, ¡lo viste!-rió.-Pensaba que eras más inteligente, Maslow.
-Ya entendí.
-Bien. Debo buscar a Travis para aclarar esto y tratar de solucionarlo.
-Te acompaño.
-¡Pareces mi esposo!
-No es así.-fingí.-Sólo que no tengo que más hacer.
-Recorre la galería, quizá te entretenga.
-No, quiero ir contigo.
-¡Ay, Maslow!
-Déjame ir, por favor.
-¿Por qué?
-Porqué sí y punto.
-¡Está bien!-se rindió.-Vamos ya.
Sonreí triunfante.