"Love sombody" con James Maslow♥

Capítulo 14

-Los odio a todos.-bufó cansada para después botar su bolso e incluso ella misma al sofá.

-Tranquila, ______.-me puse tras de ella para hacerle un pequeño masaje.-Hiciste lo que pudiste.

-Odio a Travis.-giró levemente su cuello.

-Hey, ignóralo.-la animé.

-Gracias por estar aquí.-se echó contra mi pecho.

-No es nada, preciosa.-besé su mejilla.-Pero ya no pudimos celebrar tu cumpleaños.

-¿Realmente importa?-dijo cansada.-Sólo soy un año más anciana.

-Es el primer cumpleaños que pasamos juntos, ______.

-Já, lo sé.-me levanté rumbo a la cocina.-¿Qué buscas?

-Algo aquí que sirva, ¿o prefieres salir?

-No, aquí estoy bien.-habló rápido, reí. Encontré un poco de fruta, chocolates, vino, galletas y leche. Le informé mis hallazgos a _____, ella rió antes de levantarse e ir conmigo.

-Puedo derretir un poco de esto.-señaló la barra.-Y ponerlo con fruta,  ¿vale?

-Eso suena bien.-tomé la botella de vino.-¿Dónde están las copas?

-Busca en la estantería principal, creo que allí.-saqué dos de estas y serví un poco de la dorada bebida. Su sabor inicial era amargo, pero terminaba en uno dulcemente exquisito, igual a _______.

Llevó a la sala de estar un bol de cristal con chocolate, con fresas alrededor. Me senté junto a ella, empezamos a comer las rojas frutas y a platicar de todo.

Debo decir que estaba portándose un poco coqueta conmigo, pero sin caer en lo vulgar. Me besaba en la mejilla de vez en cuando, aunque yo quería que se acercara más a los labios.

Una fresa más, pero esta tenía demasiado chocolate. Y era la total perdición de ______.

-Tienes motitas de fresa en el labio, James.-me dijo riendo.

-¿Y si me las quitas, bellísima?-le dije con un puchero.

-¿Así?-me pasó su dedo índice en el labio. Rió levemente al igual que yo.

-Así mejor, ______.-dije antes de besarla, ella se sorprendió mucho pero me siguió.

-¿Soy tuya?-preguntó alzando una ceja. Me encantaba que jugara conmigo.

-No sé, tendrías que decirle a ese hijo de puta de Maslow-reí con ella.-Si te quiere compartir.

-No tiene porqué compartirme.-me contestó riendo.-Y no creo, es muy celoso. Hoy me lo demostró.

-Mmm... ¿y si te beso?

-Se pondrá aún más celoso.

-Solo uno chiquito.

-¿Pequeñito?

-Ajá.

-Vale.

Probé sus suaves labios impregnados de chocolate y fresa, y el propio sabor de su boca junto a la mía. Era dulce y adictivo.

Jalé un poco más su cuerpo al mío, tocándolo y explorándolo sobre esa sensual blusa negra y esos jeans ajustados.

Sus manos vagaron por mi cabello y mi cuello, juntándome aún más, tornando nuestro beso en uno salvaje, con sabor a deseo y pasión.