Capítulo 18

2.3K 144 3
                                    

"Ella odia el Sol, porqué le recuerda que no está sola. Ella ama el cielo, porqué valora su orgullo y no le hace saber sus errores"

Me dolió demasiado dejarla. Lo mejor era que pensara en ello y si fuera posible, se disculpara con su hermana.

Salí con los chicos para despejarme un rato. Fuimos a un antro exclusivo en el centro de la ciudad, bebimos hasta enloquecer y cada quien regresó a su casa. Sentí mi celular vibrante en mi pantalón, contesté torpemente. La voz no la recuerdo muy bien, pero era femenina y chillona. Vagamente la reconocí.

Salí a la calle y me encontré con un auto convertible rojo. Una mujer salió de allí, me dijo un par de cosas y me subió al auto. Partimos a un lugar que no recuerdo en lo absoluto, excepto la oscuridad y el hedor de éste.

Desperté en un callejón sucio, entre unas cuantas cajas. Mi cabeza me punzaba y mi cuerpo estaba adolorido. Nuevamente mi celular sonó. Un par de imágenes salieron en éste, cosas que realmente no quisiera recordar. Estaba yo con una pelirroja demasiado conocida en una situación obscena y comprometedora. Al leer el breve texto acompañante a las fotografías, comencé a correr hasta lo que creí que era la casa de ______.

Un auto negro yacía estacionado allí, con una placa de alguna agencia privada.

Entré sin problemas después de que el portero me reconociera. Me colé por la puerta de servicio y la hallé sentada en una mesa con tres agentes. Me escabullí.

-Podríamos proceder con la detención, pero necesitaría asegurar el bienestar previo de sus seres cercanos.

-Ese no es un problema, pero uno de ellos podría ser usado en mi contra por la cercanía con la susodicha.

-Tobías puede resolver esto. A estas alturas ella se debió de enterar que su expediente fue sustraído y la investigación procedió, por lo que es probable que tenga un plan alterno.

-Ya no me puede dañar más a mí después de esto, pero aún tiene a alguien que me interesa.

-Necesitamos que decida ahora, señorita. Es urgente que sea ahora y conveniente que se actúe desde la agencia sin involucrar a dependencias públicas por el momento. Su elección, señorita Báez.

-Vale. Requiero de una hora para salvaguardar a las personas.

-Entonces es un hecho. Más tarde sabrá los resultados del ministerio, si no es así, los tendrá en una semana pero con orden jurídica oficial. Un placer trabajar para ti, ______.

-Igualmente, Roger.-le sonrió.-Nos mantendremos en contacto.

Salieron de su casa y después los escuché partir. Ella estaba a solas en casa, era probable que me diera una ventaja para borrar el archivo.

-Mamá, necesito urgentemente que tú y Raphaell vengan a casa. Sí, es de donde llegó la paquetería. Dense prisa, por favor.-habló por teléfono.-Pamela, ve a casa y pídele a todos los empleados que se tomen el resto del día. Si James llega, mándalo a casa o que sé yo. No quiero a nadie en la empresa en media hora. Gracias.

-¿Por qué no me quieres allí?-cuestioné causando que se sobresaltara.

-Como te dije cuando te conocí, James, nunca he sabido lo que son los límites o rendirse. Desde ayer por la noche se retomó Roger una investigación de tres años, y lamento informarte que tu querida Ariana es, en efecto, responsable de la muerte de Nick, aunque aún no compruebo el resto. Puedes irte y decirle dónde estoy para que venga a matarme o quedarte y asegurar tu vida.

-¿Cómo encontraste esa información?

-Te repito que no conozco límites y menos aún si es algo que yo amo.

-¿Quién fue Nicholas?

-La primera persona que quise realmente, pero tú mismo has dicho que murió porqué así se quiso, entonces preferiría ignorar los detalles.

-¿Qué era tuyo?

-Ese no es ahora tu asunto.

-¡Claro que lo es!-le reproché.-Él estaba con la mujer que yo amo.

-Entonces agradécele a Ariana que lo haya matado.-sollozó, iba a llorar nuevamente.-Él fue mi mejor amigo, apenas intentábamos algo pero el tuvo que morir.

-Yo lo siento, perdón.

-No importa, eres libre de lastimarme cuánto quieras.

-No era mi intención decir todo lo de ayer e incluso lo de hoy. Debería matarme por hacerte llorar dos veces ya.

-Ya no importa.-se tocó la cabeza.-¿Entonces qué harás?

-Lo correcto. Quedarme contigo.

Más tarde llegaron sus padres. Pude notar que su relación con Mina era normal a cualquiera, el problema realmente radicaba con Raphaell. 

______ estaba realizando llamadas constantemente, en unas se mostraba molesta y en otras, preocupada. Con los nervios de punta, se sentó junto a nosotros mientras comíamos lo preparado por mi suegrita.

-Come un poco, no has probado bocado en todo el día.-le reprochó su padre.

-Puede que sea éso lo que me falta.-tomó el tenedor. _____ estaba extraña, se veía triste y apagada. Me preocupaba verla así.

Comía despacio, y en cuanto acabó el primer bocado, corrió al baño. Mina se disparó tras ella, seguida por mí y Raphaell. Después de un rato, salió, pero lucía peor.

-Hija, estás muy pálida.-la miró Mina con preocupación.-¿Te encuentras bien?

-Yo estoy bien, mamá.-sonrió a medias.-Sólo me cayó mal la comida.

-Puede que sea por el estrés, cariño. Necesitas descansar. Ve a tu alcoba a dormir, nosotros estaremos bien.

-De acuerdo.

Me disponía a ir con ella y cuidarla hasta que estuviera mejor, cuando mi querido suegro me puso un brazo en el pecho, deteniéndome.

-¿A dónde crees que vas, Maslow?

-A cuidarla, no se encuentra muy bien.

-Eres muy ingenuo si piensas que te dejaré estar a solas en una habitación con ______. No puedo ni imaginar las tonterías que la obligarías a cometer.-comencé a recordar cosas, la mayoría eran en su departamento en New York...

-Yo respeto a su hija.-hablé rápido antes de seguir con mis pensamientos.-Nunca haría nada que ella no quisiera.

-No me importa lo que digas, Maslow, porqué no subirás con ella.

-Raphaell, déjalo ir con ______, sólo la va a cuidar. Además de que ahora debería ya de estar descansando, no haciendo tonterías, como tú les llamas.

-Puede ir, pero mantén abierta la puerta.

-Éso haré.-subí con rapidez.

Su habitación estaba casi igual a la última vez que estuve allí. Su pequeño cuerpo sobresalía con una sábana encima. Aún no se dormía, de éso estaba seguro.

-Amor, ¿cómo te sientes?

-Nada bien.-se limitó a contestar.

-Perdón. De no ser por mí tú estarías más tranquila y no hubieras hecho toda la investigación.

-De todas las maneras esa existía desde hace tres años. Sólo quiero que no quede impune la muerte de Domenika y Robert.

-Yo haría lo mismo.-suspiré.-Pero ahora debes dormir un poco, apuesto a que no pegaste ojo en toda la noche.

-Vale. Por favor, mantente aquí hasta que Roger me llame nuevamente. Será hasta que proceda la orden en el juzgado y la encuentren.

-No te preocupes tanto por mí, mejor hazlo por ti y descansa.

-Gracias.

-Dulces sueños, mi princesa.-le deseé antes de besar su frente y salir de la habitación.

"Love sombody" con James Maslow♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora