Capítulo 5

2.6K 186 3
                                    

-Déjame entender esto, ______.-dije riendo con histeria.-¿Tú planeas decorar nuestra oficina?

Llegué unos minutos después de ella y hallé un biombo negro justo a media oficina. Había varias cajas de viaje en el suelo y ella estaba campantemente colgando cosaa de las paredes.

-Así es, querido.-sonrió.

-¿Acaso crees que soy tan estúpido de dejar que lo hagas?

-No sé, tú dímelo.-rió, colgando un cuadro de arte abstracto. Debo de admitir que es de muy buen gusto.

"__BS", decía la firma.

-Pues no, querida.-dije quitando su cuadro. Ella me lo arrebató.-No permitiré que llenes ésto de tus tontos afiches de artistas.

Dejó la pintura en su escritorio, riendo. Se paró derecha y quitó un mechón de la cara. Me contestó.

-¿Enserio, James?¿Tan superficial me crees?

-No, sólo me protejo.

-¿Qué?-me retó, acercándose peligrosamente a mí.-¿Me tienes miedo?

Tragué sonoramente. Su cuerpo, sensual, estaba prácticamente pegado al mío. Su perfume era delicado y exquisito. Y lo peor era que mi anatomía, en especial cierta parte, estaba reaccionando a su cercanía.

-No, jamás te tendré miedo.

-Entonces evita parecer nervioso, James.-rió dando unos pasos atrás.

-No estoy nervioso.-me defendí.

-¿Sabes? Olvídalo.-rodeó el escritorio.-Tengo cosas más importantes que hacer en vez de estar aquí discutiendo contigo.

-No, no pondrás tus cosas aquí.

-¿Y por qué no? Es mi empresa y puedo hacerlo. Además, no los pondré en tu mitad de oficina, será en el mio.

-¡Osea que ya la dividiste!-contesté exasperado.

-Sí, por lo que puedo poner mis cosas aquí y tú, lo que tu cabecita ordene.

-Ya entendí, ya...

-¿Dónde quedó nuestra tregua, querido? ¿O acaso no eres hombre de palabra?

-¡Por supuesto que lo soy! Y en cuánto a la dichosa tregua, está bien, empecemos.

Ella enarcó una ceja y después sonrió. Salió de mi "media oficina" y siguió poniendo cosas.

Encendí mi computador para empezar a familiarizarme con el sistema, cuando escuché un martillo golpear la pared.

¿Acaso la perfecta ______ sabe hacer trabajos de ese tipo?

La curiosidad me estaba invadiendo, así que me asomé. La encontré colgando una fotografía. Era una pareja algo mayor, sosteniendo con ambas manos a una pequeña niña de no más de 4 años.

-Linda fotografía, ¿eres tú?

-Sí.-sonrió con nostalgia.

-Y asumo que ellos son tus padres, ¿no?-pregunté. Pasaron varios segundos hasta que ella contestó.

-Eran mis padres.-susurró.

-Oh, lo siento.

-No importa.-sonrió de lado.-Tiene tanto tiempo que ya me acostumbré a su ausencia.

-¿Cuántos años tenías?

-Catorce, justo el día de mi cumpleaños.

-Debió ser muy duro.

-Lo fue.-suspiró.-Me sentí devastada, lo que más quería era morir o volver a verles.-ambos nos quedamos callados. Necesitaba decir algo, pero no sabía qué.

-Perdón por lo de hace un rato, supongo que fue una tontería.-dije por fín.

-Já, lo fue. Pero ya no importa, también fue mi culpa.

-Podríamos comenzar de nuevo.-propuse.- Ignorar todo lo de ayer y lo de hoy.

-Me parece bien.

-¿Nos dejamos conocer?

-De acuerdo.-sonrió. Juro que me encanta su sonrisa.

-¿Preguntas?

-Y respuestas. Sí, podría funcionar.

-¿Tu edad?

-Veintiuno, ¿tú?

-Veinticuatro, sólo son tres años.-rió.-bien, ¿soltera, viuda, casada?

-Soltera.-dijo riendo.-Adivino a que eres un soltero casanova, ¿no?

-Bien dicho, ______.-reímos.-¿Último novio?

-Nunca, James.-dijo tranquilamente.

-¿Nunca? ¿Me estás tomando el pelo?-rió con ganas.

-No, James, simplemente no he tenido.

-¿Es enserio?

-Sí, ¿por qué te parece tan imposible?

-Bueno, tú eres muy bella.

-No sólo es el físico, James.-dijo sonrojada.

-Pero aún así.-insistí.-No te conozco mucho, pero creo que eres muy buena chica, y no lo digo solamente por tu físico, sino por tu carácter. No sé, sólo lo creo...

-Gracias, supongo.

-No es nada, bellísima.-contesté galante, con tono italiano. Ella rió.

-¿Familia?

-Dos hermanos, una sobrina, padres divorciados.-me encogí de hombros.-¿tú?

-Dos tíos, un hermano, una prima lejana.

-¿Latina?

-Adivinas, querido. ¿Californiano?

-Adivinas, querida.-respondí igual.

-¿Color favorito?

-Morado, y apostaría a que el tuyo es el negro, ¿no?-atiné a decir, mirando el color predominante en sus pertenencias.

-Estás en lo correcto, James.-nos quedamos nuevamente en total silencio.

-¿Eres virgen?-pregunté sin querer. Ni siquiera sé porqué surgió en mí esa duda, pero yo y mis estúpios impulsos. Ella abrió los ojos como platos y palideció. Dejó su estado y sonrió divertida.

-Saca tus propias conclusiones, Maslow.-contestó mientras se volvía a colgar cuadros y cuadros en la oficina.

"Love sombody" con James Maslow♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora